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NUESTRA ALIMENTACIÓN COMO ESCALERA DE LA VIDA

La alimentación es uno de los principales desafíos que la salud tiene en el siglo XXI.
Una inadecuada alimentación junto con la ausencia de actividad física y el
sedentarismo se encuentran entre las primeras causas de enfermedad evitable en el
Perú. Muchos de estos malos hábitos alimentarios provocan enfermedades crónicas
como: la obesidad, cardiovascular, ansiedad y problemas emocionales
Adoptar estos hábitos de alimentación desde la infancia facilitan al individuo
mantenerlos a lo largo de su vida. Observamos que en la vida cotidiana los
adolescentes, adultos, y personas de tercera edad se les hace más difícil realizar estos
cambios. Ante ello nos preguntamos; ¿Cómo podríamos nosotros promover en
nuestra familia y comunidad buenos hábitos alimentarios?
La infancia representa el mejor momento para formar buenos hábitos alimenticios,
los padres forman un papel elemental y determinante en la práctica que sus hijos
tengan en estos. Como padres deben dar el ejemplo a los más pequeños, realizando
alguna actividad física. No es necesario ser un experto, solo cuenta con que el niño lo
pueda ver moverse y a él lo motive esta. Al igual que mantenga una dieta saludable,
a su vez el niño le hará caso cuando tenga que comer sus vegetales, frutas, etc.
Los adolescentes se vuelven más independientes y toman decisiones sobre la comida
por sí mismos. Muchos de estos pegan un estirón y aumenta su apetito y necesitan
comidas sanas para satisfacer sus necesidades de crecimiento. Usted como padre
puede ayudarlos a que ellos aprendan por sí mismos sobre nutrición
proporcionándoles revistas o libros orientados a adolescentes con artículos sobre
alimentación que los alienten y apoyen su interés en la salud, la cocina o la nutrición.
Tenga varios bocadillos nutritivos a mano. Con frecuencia, los adolescentes comerán
lo que les resulte cómodo.
A medida que los años pasan, las necesidades nutricionales van cambiando. Cuando
se está comenzando a salir de la adultez se hace necesario llevar una dieta equilibrada
en la tercera edad en la que se deben reducir las calorías vacías y potenciar el
consumo de proteínas, fibras, vitaminas, además de asegurar que la comida provea
de calcio, hierro y demás minerales esenciales para la buena salud.
Concluimos que si se mantiene una alimentación saludable te ayudará a mantener
una buena salud y a prevenir enfermedades no transmisibles como la diabetes, las
cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Además, que debemos
seguir estos buenos hábitos alimenticios desde temprana edad, para así convertirlo
en una práctica que beneficie a nuestra salud; también que los padres influyen mucho
en este aspecto y en ellos esta que como niños o adolescentes nos ayuden a llevar
una buena dieta equilibrada y a su vez estos también se involucren en esto.

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