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Capítulo 3.
CAMBIOS FISIOLÓGICOS DEL EMBARAZO Y PLACENTACIÓN
La mantención del feto in útero, proporcionándole un medio ambiente favorable y el apropiado
aporte de nutrientes y oxígeno para su desarrollo, requiere una serie de cambios adaptativos maternos. Estos
cambios fisiológicos adaptativos son secundarios a eventos mecánicos y eventos hormonales (altos niveles de
estrógenos y progesterona de origen placentario).
Los cambios fisiológicos adaptativos crean el medio favorable para el feto, pero, a su vez, son
responsables de síntomas frecuentes y propios del embarazo. En este capítulo se comentan los principales
cambios adaptativos (ordenados por sistemas) y los síntomas que ellos ocasionan.
Útero
Existe un crecimiento uterino por hipertrofia e hiperplasia de las fibras musculares
existentes. A medida que avanza el embarazo las paredes uterinas se adelgazan.
La musculatura uterina se divide en 3 capas: externa, interna y media o plexiforme.
Esta última forma una densa red de fibras musculares perforada en todas sus
dimensiones por vasos sanguíneos, de modo que cuando estas fibras se contraen
después del parto, comprimen los vasos y actúan como ligaduras vivas: ligaduras
vivas de Pinard.
En las primeras semanas del embarazo el útero tiene forma de pera invertida. Entre las 7-16 semanas
es asimétrico, debido a que el sitio de inserción placentaria crece más rápido que el resto. Este signo de
asimetría al examen bimanual recibe el nombre de signo de Piskacek. Después de las 16 semanas el útero
toma una forma ovoide característica.
Asociado al crecimiento uterino, el istmo uterino (región entre el cuerpo y el cuello uterino) se
reblandece, lo cual se denomina signo de Hegar. Asimismo, el cuello uterino presenta una mayor
vascularización, edema de los tejidos e hiperplasia con hipertrofia de las glándulas cervicales.
Mientras el útero crece, aumenta la tensión sobre los ligamentos ancho y redondo. El útero asciende
emergiendo desde la pelvis, usualmente con una rotación hacia la derecha (dextro rotación).
Es frecuente que, durante el primer trimestre del embarazo, la mujer embarazada se queje de dolor
similar a la dismenorrea; suponemos que estas molestias se deben al crecimiento uterino. Desde el segundo
trimestre en adelante, las mujeres suelen referir dolor localizado en las fosas ilíacas o región inguinal, el cual
probablemente se origina en los ligamentos redondos.
Durante el embarazo el útero sufre muy pocas contracciones; sin embargo, se han descrito dos
fenómenos contráctiles antes del inicio del trabajo de parto. Las contracciones de Álvarez son aquellas
pequeñas y de gran frecuencia que se localizan únicamente en una pequeña área uterina. Por otra parte, las
contracciones de Braxton Hicks son de mayor intensidad, menor frecuencia (1 en 60 min), y se propagan a
una gran zona uterina; estas contracciones son esporádicas, no tienen un ritmo definido y su intensidad varía
entre 5-25 mm Hg. Las últimas semanas aumentan su frecuencia, y suelen confundirse con el inicio del trabajo
de parto.
Vagina
Aumenta la vascularización y se produce hiperemia en la piel, mucosa y músculos del periné y vulva.
La vagina se pone de color violeta/cianótica, lo cual se denomina signo de Chadwick, secundario a la hiperemia
local. A contar de las 8 semanas, los fondos de saco laterales de la vagina están parcialmente rechazados y
abombados por el crecimiento uterino, denominándose signo de Noble-Budin (evidenciable al tacto vaginal,
percibiendo el útero turgente al explorar los lados del cuello uterino). Durante el embarazo, el flujo vaginal es
de tipo progestativo, por lo tanto, es más blanco y espeso; no debe confundirse con una infección. Si la
paciente refiere que el flujo es de mal olor o produce prurito, debe ser examinada pues estos síntomas sí
sugieren una infección.
Ovarios
Durante el embarazo no se produce ovulación. El cuerpo lúteo es el principal productor de
progesterona y, por tanto, encargado de la mantención del embarazo durante las primeras 12 semanas hasta
que la placenta comienza a producir hormonas.
Mamas
Desde el comienzo de la gestación la glándula mamaria se prepara para
la lactancia. Es posible observar aumento de la irrigación y volumen mamario,
secreción láctea y pigmentación de la areola y el pezón. Con frecuencia, las
embarazadas se quejan de congestión mamaria, galactorrea y prurito en los
pezones, síntomas que se consideran fisiológicos para el embarazo.
SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO
PIEL Y FANÉREOS
del tórax y cara, y habitualmente desaparecen en el posparto. También es característico el eritema palmar, el
cual aparece en el primer trimestre de gestación y desaparece en la primera semana posparto. Éste último se
puede presentar como eritema difuso de toda la palma o eritema confinado a las eminencias tenares e
hipotenares. Tanto las telangectasias aracnoídeas como el eritema palmar son secundarios a los elevados
niveles de estrógenos característicos del embarazo.
SISTEMA ENDOCRINO
Páncreas
En el primer trimestre se produce una hiperplasia de los islotes pancreáticos con
aumento de la secreción de insulina y aumento de la utilización periférica de glucosa.
Todo ello ocasiona una reducción de la glicemia de ayuno los primeros meses de
embarazo. En el 2º y 3er trimestre, en respuesta a la hormona lactógeno placentario,
se produce aumento de la resistencia periférica a la insulina.
Las mujeres sanas logran compensar la resistencia a la insulina mediante niveles
mayores de esta hormona. Aproximadamente un 10% de embarazadas no logran
esta compensación y desarrollan diabetes mellitus gestacional (DMG). En Chile, como parte del control
obstétrico de rutina, se solicita una glicemia de ayuno al inicio del embarazo y una prueba de tolerancia oral
a la glucosa (TTOG) a las 28 semanas.
Hipófisis
Se produce un aumento de volumen y secreción de las células lactótropas encargadas de la
producción de prolactina ubicadas en la hipófisis anterior. Este crecimiento hipofisiario del embarazo es la
base del síndrome de Sheehan, cuadro caracterizado por un hipopituitarismo postparto producto de la
necrosis por hipoperfusión hipofisaria, secundaria a shock hipovolémico en el contexto de hemorragia
excesiva durante el parto. Los síntomas del síndrome se explican por el compromiso de todos los ejes
hipofisiarios: agalactia, fatiga, amenorrea e hipotensión, entre otros.
Tiroides
Las pruebas de función tiroidea cambian durante el embarazo normal debido a la influencia de la
gonadotropina coriónica humana (hCG) y los estrógenos, sin embargo, la mujer se mantiene eutiroidea. La
hCG tiene capacidad agonista débil del receptor de TSH, de este modo, puede estimular levemente a glándula
tiroides. Los niveles elevados de hCG en el primer trimestre pueden ocasionar niveles de TSH bajos que harían,
por desconocimiento, pensar que la paciente tiene un hipertiroidismo. En la realidad, los niveles de TSH
regresarán a lo normal de forma espontánea. El estrógeno aumenta la cantidad de proteínas que transportan
la hormona tiroidea (TBG). Niveles elevados de estrógenos, como sucede en el embarazo, resultan en
elevación de los niveles totales de hormona tiroidea, pero la fracción libre de la hormona permanece normal.
Suprarrenal
Durante el embarazo existe producción de ACTH placentaria, la cual estimula la producción de
cortisol. Paralelamente, por acción de los estrógenos existe un aumento de CBG (proteína transportadora de
esteroides); como consecuencia, el cortisol libre se mantiene en rangos normales.
SISTEMA CARDIOCIRCULATORIO
SISTEMA RESPIRATORIO
SISTEMA NEFROUROLÓGICO
Las modificaciones que se producen se deben, en primer lugar, al aumento del flujo
renal, determinando un pequeño pero significativo aumento del tamaño de los
riñones (1-1.5 cm). Asimismo, es posible observar dilatación de la pelvis renal y de
los uréteres.
La dilatación de la vía urinaria se debe al efecto de la progesterona, la cual induce
hipotonía del músculo liso ureteral. Asimismo, el complejo venoso ovárico del
ligamento suspensorio del ovario aumenta de tamaño y comprime el uréter contra
el borde de la pelvis ósea. Se ha descrito que la dextrorotación del útero durante el
embarazo puede explicar por qué generalmente el uréter derecho está más dilatado que el izquierdo. Todos
estos mecanismos contribuyen a la dilatación de la vía urinaria y la estasia urinaria característica del embarazo.
El aumento del flujo plasmático renal determina consigo un aumento de la filtración glomerular
(clearance de creatinina mayor a 120 mL/min). El aumento de la filtración glomerular hace que muchas
embarazadas presenten glucosuria (sin ser diabéticas) y proteinuria (el límite normal de proteinuria en la
embarazada es 300 mg en 24 horas).
El volumen total de orina no se modifica, sin embargo, con frecuencia la embarazada se queja de
micción frecuente, probablemente en relación con compresión vesical. No siempre es fácil diferenciar entre
este síntoma normal y una ITU, de modo que, en caso de duda, siempre es mejor solicitar un urocultivo.
Durante el embarazo existe un mayor riesgo de infección urinaria, tanto baja como alta. Este
aumento de riesgo se debe a cambios fisiológicos que promueven el desarrollo de microorganismos en el
tracto urinario: glucosuria, estasia por dilatación de la vía urinaria, pH alcalino por mayor secreción de
bicarbonato y disminución de IgA secretora de la mucosa vesical.
SISTEMA DIGESTIVO
SISTEMA HEMATOLÓGICO
MODIFICACIONES METABÓLICAS
El agua corporal total aumenta 7-9 litros hacia el final del embarazo, este volumen se distribuye
proporcionalmente entre el compartimiento materno y el fetoplacentario. En la madre, el 75% del incremento
hídrico se ubica en el espacio extracelular.
Metabolismo proteico
El 50% del anabolismo proteico corresponde al contenido placentario y el 50% restante se distribuye
entre la mama y la sangre materna (en forma de hemoglobina y proteínas plasmáticas.) Para el anabolismo
proteico es indispensable una ingesta adecuada de lípidos e hidratos de carbono.
Metabolismo lipídico
Existe un estado de hiperlipemia durante la gestación caracterizado por elevación de ácidos grasos,
colesterol (HDL, LDL), fosfolípidos y triglicéridos. La fracción LDL es la que más aumenta.
La homeostasis del calcio es regulada por un sistema complejo que involucra a la paratohormona
(PTH), la calcitonina y el calcitriol (D3). La Vitamina D es una hormona sintetizada por la piel o adquirida por
la dieta, la hormona D3 es metabolizada por el hígado a 25-hidroxivitamina D3, y los riñones, la decidua y la
placenta la convierten en su forma biológicamente activa 1,25 (OH)2-D3.
Las concentraciones maternas de hormona D3 aumentan durante el embarazo, promoviendo la
absorción de calcio y su transporte al feto. La demanda aumentada de calcio durante el embarazo debe ser
reconocida, recomendando ingesta de abundantes lácteos durante el embarazo o bien indicando su
suplementación.
PLACENTACIÓN
Resumen
x Cambios fisiológicos en el embarazo: Hay múltiples cambios en el embarazo que son considerados
normales. Es necesario conocerlos para advertir y tranquilizar a las pacientes. Considerar aquellos
cambios que impliquen un mayor riesgo de patologías gestacionales, como el reflujo gastroesofágico
o la diabetes gestacional.
o Aparto genital y reproductivo: útero: hipertrofia e hiperplasia de las fibras musculares, capa
plexiforme es perforada por vasos sanguíneos y forma las ligaduras vivas de Pinard (se contraen
posterior al parto y comprimen los vasos). En el 1° trimestre el dolor similar a la dismenorrea sería
secundario al crecimiento uterino. Vagina: aumenta su vascularización y se produce hiperemia.
Flujo vaginal progestativo, más blanco y espeso, no debe confundirse con una infección. Ovarios:
cuerpo lúteo es el principal productor de progesterona las primeras 12 semanas (encargado de
mantener embarazo). Glándula mamaria: aumenta su irrigación, volumen y secreción láctea.
o Musculoesquelético: hiperlordosis lumbar, cambios progresivos en la musculatura paravertebral
y las articulaciones pélvicas, que pueden llevar a lumbago y pubalgia.
o Piel: hiperpigmentación (90% de las embarazadas, dado que los estrógenos son fuertes inductores
melanogénicos), aparición de estrías (aumento de cortisol y distensión abdominal), telangectasias
y eritema palmar (ambos por aumento en los niveles de estrógeno).
o Endocrino: Páncreas: 1° trimestre aumenta insulina y utilización de glucosa, en el 2° y 3° hay
aumento de resistencia a la insulina (lactógeno placentario), mayor riesgo de DMG. Hipófisis:
Crecimiento de células lactótropas (riesgo de Síndrome de Sheehan). Tiroides: Aumento de la TBG,
T3 y T4 totales, resultando un nivel de T4L normal. Suprarrenal: Aumento de ACTH eleva cortisol,
sin embargo, aumento de CBG mantiene cortisol libre en rangos normales.
o Cardiovascular: aumento del GC, asociado a una reducción de la RVP y PA (dado que la placenta
es un territorio de baja resistencia). Edema por menor retorno venoso y retención hidrosalina.
o Respiratorio: aumenta el consumo de O2 (20%), lo que es compensado mediante polipnea (efecto
de los niveles elevados de progesterona), que lleva a una alcalosis respiratoria leve.
o Nefrourológico: aumento en la filtración glomerular, lo que produce en algunas pacientes
glucosuria y proteinuria microscópica. Hay disminución de la motilidad de la musculatura lisa que
produce estasia urinaria. Micción frecuente por compresión vesical. Aumento riesgo de ITU por:
estasia urinaria, glucosuria, pH alcalino y disminución IgA secretada por mucosa vesical.
o Digestivo: disminución de la motilidad de la musculatura lisa (progesterona), causa constipación
y distensión abdominal, además aumenta la ERGE por disminución de tono de EEI y el riesgo de
litiasis sintomática por disminución de función vesicular (progesterona inhibe CCK).
o Hematológico: aumento la volemia en un 60%. Mayor aumento de volumen plasmático respecto
ĚĞůĂƵŵĞŶƚŽĚĞůĂŵĂƐĂĞƌŝƚƌŽĐŝƚĂƌŝĂŐĞŶĞƌĂ͞ĂŶĞŵŝĂĨŝƐŝŽůſŐŝĐĂ͘͟,ĂLJĚŝƐminución de plaquetas.
Estado de hipercoagulabilidad (aumento de factores procoagulantes: VII, VIII, X y I; y reducción de
factores anticoagulantes: antitrombina III, proteína C y proteína S), de predominio puerperal.
o Modificaciones metabólicas: En el metabolismo del agua (aumento del agua corporal total),
proteico (aumento anabolismo proteico, 50% placentario), metabolismo de los hidratos de
carbono (estado diabetogénico), de los lípidos (hiperlipemia), del calcio (aumento demanda de
calcio, se recomienda aumentar ingesta o suplementar) y del hierro (aumento demanda de hierro,
por lo que siempre debe ser suplementado).
x Placentación: la principal adaptación materna al embarazo es el proceso de placentación, el cual
permite establecer el sostén estructural del embrión al útero y acercar la circulación materna y fetal
para permitir la transferencia de gases y nutrientes. Cuando fallan los mecanismos de placentación, se
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como: PE, RCF, PP y RPPM.