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70 Clínica Psicológica y Psicoter I - Prof. Etchevers, Martin Juan II 07-12-2022 .

09:00hs IN
R» Mentalización - Regulación afectiva
MENTALIZACIÓN--Mentalizar implica la toma de conciencia de los estados mentales presentes en
uno mismo o en otras personas, sobre todo cuando se trata de explicar la conducta. Los estados
mentales influyen en la conducta. Las creencias, deseos, sentimientos y pensamientos. Mentalizar
supone un espectro completo de capacidades, entre las que se incluyen, fundamentalmente, la
capacidad de ver que los estados mentales organizan y aportan coherencia a nuestra propia conducta,
así como permitirnos diferenciarnos psicológicamente de los demás. No todos somos capaces de
mentalizar con la misma intensidad. Tenemos fortalezas y debilidades en aspectos particulares de la
mentalización. La mayoría somos propensos a tener problemas de mentalización en momentos de
estrés o ansiedad. Mentalizar es principalmente una actividad mental preconsciente e imaginativa en
la que tenemos que imaginar lo que otras personas pueden estar pensando o sintiendo.

Características de la mentalización El concepto principal consiste en que los estados internos


(pensamientos, emociones, etc) son opacos, por lo que solo podemos hacer inferencias al respecto.
Las inferencias son propensas a errores, no es difícil que la mentalización sea incorrecta. A diferencia
de la mayoría de los aspectos del mundo físico, los estados mentales (creencias) son relativamente
fáciles de modificar. El principio predominante de la mentalización es asumir una actitud indagadora.
Esta puede definirse como una conducta interpersonal caracterizada por la expectativa de que la
mente puede verse influida, sorprendida, alterada o ilustrada por el aprendizaje acerca de otra mente.

Ideas centrales del enfoque de la mentalización para los TP---El concepto de mentalización se
basa en la idea de que la comprensión de los demás depende de si nuestros propios estados
mentales se vieron entendidos adecuadamente por adultos cariñosos, atentos y no amenazadores.
Hemos insistido especialmente en la importancia capital de una “especularización marcada” de las
reacciones emocionales del niño, esto es, que el adulto tenga capacidad para representarse el afecto
del niño y hacerle sentir comprendido al tiempo que le transmite la forma de afrontar ese afecto, en
lugar de meramente reflejarselo de vuelta (tuberculosis: tenés que cuidarte porque los chicos se
mueren de esto) Los problemas en la regulación del afecto, el control atencional y el autocontrol ser
derivan de relaciones disfuncionales de apego y se desarrollan debido al fracaso para adquirir
habilidades robustas de mentalización. Los trast. Mentales aparecen cuando la mente malinterpreta la
experiencia que uno tiene de sí mismo y de los demás.

Construcción de la cap. de mentalizar---3 COMPONENTES: 1-ESPECULARIZACIÓN,


ESPEJAMIENTO DE LA AFECTIVIDAD 2-PARENTALIZACIÓN REFLEXIVA: CUIDADO ATENTO Y
FLEXIBLE 3- CAMBIO DESDE LA REALIDAD PSÍQUICA DUAL A SINGULAR

1-ESPECULARIZACIÓN, ESPEJAMIENTO DE LA AFECTIVIDAD Los infantes tienen una capacidad


innata de responder a los gestos de sus cuidadores. Éstos responden automáticamente y en forma

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exagerada (markedness) a los balbuceos y expresiones de sus bebés. Alude al proceso por el cual el
cuidador refleja la experiencia interna emocional del infante y la organiza, al calmar y reafirmar en
lugar de intensificar sus emociones. Constituye un papel importante en el desarrollo de procesos de
control y regulación del afecto. 2-PARENTALIZACIÓN REFLEXIVA: CUIDADO ATENTO Y
FLEXIBLE La atribución al niño de una mente diferente a la propia favorecerá el desarrollo de la
capacidad del yo para aprender a discriminar exterior-interior. Capacidad de los padres de percibir los
cambios en los estados del niño (capacidad de cuidado sensible). 3- CAMBIO DESDE LA REALIDAD
PSÍQUICA DUAL A SINGULAR La realidad interna y externa están relacionadas pero se acepta que
son diferentes.

Naturaleza multidimensional de la mentalización Los neurocientíficos han identificado cuatro


componentes o dimensiones diferentes de la mentalización: Mentalización controlada, versus
automática Mentalización sobre otros, versus uno mismo Mentalización de estados internos, versus
estados externos Mentalización cognitiva, versus afectiva

Mentalización controlada, versus automática--M. AUTOMÁTICA: Procesamiento rápido y reflejo


Mentalización reflexiva reducida, particularmente en el contexto de la activación del apego Mayor
sensibilidad a las señales no verbales para inferir las intenciones agenas Uso cotidiano Asociada a
un entorno de apego seguro. M. CONTROLADA: Proceso lento y serial Verbal Requiere reflexión,
atención y esfuerzo Utilizada cuando son evidentes errores y malentendidos en la mentalización,
cuando la interacción requiere atención, si hay ansiedad e inseguridad o bien en contextos
específicos.

Mentalización sobre otros, versus uno mismo FOCO EN EL OTRO: Mayor susceptibilidad al
contagio emocional Asociada a la precisión en la lectura de las mentes ajenas sin ninguna
comprensión real del propio mundo interior Puede conducir a la explotación o el abuso del otro o a
verse explotado FOCO EN UNO MISMO Hipermentalización del propio estado Interés o capacidad
limitada para percibir los estados ajenos Puede abocar al autoensalzamiento

Mentalización de estados internos, versus estados externos INTERNA: Capacidad para formular
juicios sobre el estado mental basándose en los estados internos Se aplica tanto a los otros como a
uno mismo Puede asociarse a la hipermentalización acerca de posibles motivaciones y estados
mentales de los demás de uno mismo. Mentalización de estados externos, versus estados
internos EXTERNA: Mayor sensibilidad a la comunicación no verbal Tendencia a hacer juicios
basándose en las percepciones y características externas Puede abocar a asunciones rápidas, no
controladas por la vigilancia interna.

Mentalización cognitiva, versus afectiva FOCO COGNITIVO Asociado a una menor empatía
emocional Considera la “lectura de la mente” como un mero juego intelectual y racional Tendencia a
hipermentalizar vacía de un núcleo emocional Comprensión en términos de proposiciones Agente-
Actitud. Mentalización afectiva, versus cognitiva FOCO AFECTIVO Hipersensibilidad a las señales

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emocionales Susceptibilidad incrementada al contagio emocional Tendencia a verse desbordado por
el afecto cuando se piensa en los estado mentales Comprensión en términos de proposiciones Self-
Afecto.

Fallas en el desarrollo de la Mentalización 1-En situaciones de maltrato, en forma defensiva el niño


inhibe su capacidad de mentalizar para evitar la representación de actitudes manifiestamente hostiles
por parte de los adultos a cargo de su cuidado a quienes lo liga una relación de dependencia afectiva.
2-Estos traumas tempranos modifican la actividad cerebral interfiriendo en el proceso de mentalización
3- El trauma en relación al apego puede generar hipersensibilidad a situaciones de apego y un modo
inapropiado de buscar intimidad con otros. Tres modos típicos de subjetividad no mentalizadora
EQUIVALENCIA PSÍQUICA: los pensamientos se experimentan como si fuesen los únicos y
verdaderos. Su propia perspectiva es la única posible MODO TELEOLÓGICO: Los estados mentales
son reconocidos y creídos solo si sus resultados son físicamente observables. El individuo limita el
reconocimiento e importancia de los estados mentales a situaciones muy concretas. MODO
SIMULADO: los pensamientos y sentimientos se desgajan de la realidad Crea modelos mentales y
mundos simulados que solo puede mantener mientras permanezca completamente separados del
mundo real. Se dicen muchas cosas acerca de los estados mentales pero con poco significado
verdadero o escasa conexión con la realidad.

Concepto de “alien-self” Discontinuidad en el yo es lo que se denomina alien-self Los pacientes se


relacionan con aspectos discontinuos de su experiencia mediante la externalización. Puede llevar a
situaciones de maltrato.

REGULACIÓN AFECTIVA La regulación afectiva fue definida como la capacidad de controlar y


modular nuestras respuestas afectivas

Regulación afectiva y mentalización Basándose en estas ideas, Fonagy y otros se centran en la


relación entre la regulación afectiva y la mentalización. Consideran a la mentalización como un factor
clave en la organización del self y en la regulación afectiva. Buscan una integración entre los aspectos
cognitivos y afectivos. La mentalización, o función reflexiva, se define como la capacidad de percibir y
comprender la conducta propia y la de los demás en términos de estados mentales. Implica un
componente autorreflexivo y un componente interpersonal, que posibilitan al individuo la capacidad de
distinguir la realidad interna de la externa. Se adquiere a través de las relaciones interpersonales
tempranas del niño (Fonagy 1999). La regulación del afecto consiste en el proceso de elaborar
estados mentales logrando un sentido de agencia (Stern 1985). El sentido de ser agente de sí mismo
también depende de la función reflexiva, puesto que el sentimiento de propiedad de las acciones está
muy ligado al estado mental que inició la acción. La mentalización es una función específica de la
regulación afectiva. Desde esta perspectiva, la regulación afectiva puede poseer niveles, desde el
nivel más básico equivalente a la homeostasis, el cual tiene lugar fuera de la conciencia. En otro nivel,
la regulación afectiva tiene lugar en las relaciones con otros, permitiría elaborar afectos y
comunicarlos. Este nivel, se relaciona con la emergencia del self.

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AFECTIVIDAD MENTALIZADA La afectividad mentalizada es considerada un tipo complejo de
regulación del afecto, por la cual se adquiere una comprensión de las experiencias afectivas. Señalan
3 tipos de procesos inherentes a la mentalización de los afectos: - Identificación: se refiere al
hecho de nombrar la emoción que uno siente. - Modulación de los afectos: se refiere al ajuste del
afecto que pueda estar alterado de algún modo. - Expresión de los afectos, que puede ser interior o
exterior A partir de sus investigaciones, plantea que fallas en la capacidad de mentalizar, y
consecuentemente en la regulación de los afectos, se relacionan con la presencia trastornos de
personalidad

TRASTORNO DE ANSIEDAD DSM 5 – H. BLEICHMAR


Sistema modular transformacional (Bleichmar)--- Enfoque modular transformacional: es un intento de
dar cuenta de la complejidad del funcionamiento psíquico. Se refiere a un sistema representacional,
una organización de las representaciones conscientes e inconscientes llamadas creencias matrices
pasionales. No se puede hablar de la representación del self como si fuera una unidad. Debemos
destacar la organización modular del psiquismo constituida por subestructuras El sujeto tiende a
representarse bajo un yo unificado y, simultáneamente, subsisten en él representaciones de sí dadas
por diferentes sistemas motivacionales. Cada sistema motivacional crea e impulsa representaciones
que le son propias, en un interjuego continuo con las representaciones de los otros sistemas. Los
distintos módulos no tendrían un determinante o causalidad única sino que estarían determinados por
la articulación entre ellos y sus combinaciones con distintas experiencias, tanto en el desarrollo
psíquico como en la relación con los personajes significativos y el propio dinamismo del incc. a través
de la experiencia. No es homogéneo. Una problemática puede originarse en un sistema (ej. narcisista)
y ocupar un lugar dominante en el conflicto, o puede por difusión, extenderse a otros sistemas (ej.
Heteroautoconservacion) Módulos básicos: --- -sistema sensual-sexual---sistema del narcisismo---
sistema de apego (intimidad otro)-- -módulos de auto y heteroconservación----sistema de regulación
psicobiológica (regulación de la ansiedad, activ. Neurovegetativa)

Trast. de Ansiedad: MIEDO – ANSIEDAD


El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria. tiende a estar
asociado a un aumento de la frecuencia cardiaca y excitación autonómica. El miedo activa los
mecanismos para luchar o huir---Ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Se
asocia con la tensión muscular y la vigilancia en la preparación para el futuro peligro. Tiende a
involucrar conductas de evitación.

TRASTORNOS DE ANSIEDAD---Se caracterizan por --Miedo y ansiedad excesivos sumados a


alteraciones en conducta asociadas.-- Ansiedad y Preocupación excesivos acerca de varios
acontecimientos. Trastorno de ansiedad DSM--- Es un Trastorno mental (síndrome caracterizado por
alteración clínicamente significativa del estado cognitivo, la regulación emocional y /o el

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comportamiento y que conlleva una disfunción en diversos procesos) --- Se clasifican según el tipo de
objetos o situaciones que inducen el miedo, la ansiedad o las conductas evitativas, y según la
cognición asociada. Se diferencian del miedo o la ansiedad normal por ser excesivos o persistir
(suelen tener una duración de 6 meses o más).-- Muchos se inician en la infancia, si no se tratan
persisten.--- El diagnóstico lo hace el clínico teniendo en cuenta el contexto cultural Tipos de
Trastorno de Ansiedad DSM---Trastornos de ansiedad por separación--Mutismo selectivo---Fobia
específica---Fobia social---Trastorno de pánico---Agorafobia---Trastorno de ansiedad
generalizada--Trastorno de ansiedad inducido por sustancias/medicamentos--Trastorno de ansiedad
debido a otra condición médica.-- Otro trastorno de ansiedad especificado.-- Trastorno de ansiedad no
especificado.

Trastorno de Pánico--Presencia de recurrentes e inesperados ataques de pánico (aparición súbita de


los síntomas, miedo intenso o malestar).--- La aparición súbita se puede producir desde un estado de
calma o desde un estado de ansiedad.-- Alcanza su máxima expresión en minutos--La preocupación y
ansiedad (ansiedad anticipatoria) es lo más invalidante del trastorno--Al menos a uno de los ataques
le ha seguido al mes (o más) uno o los dos hechos siguientes:- 1. Inquietud o preocupación
continua acerca de otros ataques de pánico o de sus consecuencias (p. ej. pérdida de control, tener un
ataque al corazón, “volverse loco”).- 2. Un cambio significativo de mala adaptación en el
comportamiento relacionado con los ataques (p. ej.; comportamientos destinados a evitar los ataques
de pánico, como evitación del ejercicio o de las situaciones no familiares)

Trastorno de Ansiedad Generalizada---Ansiedad y preocupación excesivas acerca de una serie de


acontecimientos o actividades--Intensidad, preocupación y frecuencia de ansiedad es
desproporcionada--No controla preocupación--Pensamientos interfieren su vida diaria--Se preocupan
por todo--Causan malestar significativo--Deterioro en varias áreas (ej. social, laboral)-- No es causado
por efectos de sustancias--No se explica por otro trastorno mental--Puede darse en niños pero es
frecuente su aparición cercana a los 30 años--Se diferencia de la ansiedad normal en que no puede
ser aplacada.-- Se mantiene por lo menos durante 6 meses.

Diferencia ataque de pánico y trastorno de ansiedad--El ataque de pánico no constituye por sí


mismo un trastorno mental--Se pueden producir en el contexto de otro trastorno de ansiedad (por lo
menos durante 6 meses) u otros trastornos mentales--Se dan de manera infrecuente en la población
general. El 15% de la población padece alguno en algún momento de su vda

4. Apego La estructuración psíquica en el ser humano se constituye a partir de la protección


brindada por un cuidador que responda a las necesidades del infante. En este sentido, han
cobrado relevancia tanto el estudio de la falta de sostén materno en los momentos iniciales de
la constitución psíquica (Spitz, 1965; Winnicott, 1980),como de la disponibilidad afectiva
parental (Bowlby, 1989). Bowlby (1969) plantea cuatro sistemas de conductas relacionados
íntimamente entre sí, las cuales son consideradas heterogéneas y dependen de distintos

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factores contextuales e individuales para su activación y desactivación, su intensidad y
morfología (Delgado & Oliva Delgado, 2004). El primer sistema se basa en las conductas de
apego, es decir, en aquellas que fomentan la proximidad y el contacto con las figuras de los
cuidadores, considerados como base segura que promueven la exploración. Entre estas
conductas se encuentra el llanto, la sonrisa, las vocalizaciones y los balbuceos. Al
distanciarse de la figura de apego o sentirse en peligro, las mismas se activan para
restablecer la proximidad. En el segundo sistema se encuentran aquellas conductas de
exploración, las mismas disminuyen al aumentar las conductas de apego. Los dos sistemas
anteriores se ven facilitados por la activación de un tercer sistema en relación a las conductas
de miedo a los extraños. Mientras que el cuarto sistema denominado afiliativo, implica
sostener la proximidad y la interacción con los otros cercanos y con aquellos con los que aún
no hay un vínculo afectivo. En 1970, Ainsworth y Bell diseñaron la situación del extraño donde
examinaban los cuatro sistemas de conductas de apego. La misma es una experiencia que se
basa en que una madre y un niño se encuentran en una sala de juegos donde aparece una
desconocida. Mientras el niño juega con la nueva persona incorporada en la sala, la madre se
retira de la habitación. Luego de unos minutos, la misma se reincorpora y vuelve a retirarse
esta vez junto al extraño, quedando el niño solo. Finalmente ambos regresan. Los
resultados fueron concordantes con lo esperado: en presencia de la madre aumentaron las
conductas exploratorias y el juego, mientras que las mismas disminuyeron en presencia de la
desconocida, y aún más, al retirarse la madre. A partir de esta experiencia, se
distinguieron tres patrones conductuales de apego: El apego seguro, representando al
63% de niños en la población general; el inseguro-evitativo, siendo el 21%; y el
inseguro-ambivalente, 16% El patrón de apego seguro, implica un patrón de apego
saludable y se observa en aquellos casos donde el cuidador se muestra atento, sensible y
disponible. De esta forma, el niño se siente seguro en presencia de su cuidador y al
ausentarse experimenta ansiedad y malestar por la separación, reduciéndose la exploración y
el juego. Cuando el cuidador reaparece, busca el contacto físico, la ansiedad disminuye, y
retoma la conducta exploratoria. Por otra parte, en el apego inseguro-evitativo, se observó
que algunos niños exploraban e inspeccionaban los juguetes ignorando la presencia de la
madre, mostrándose bastante independientes. Cuando ésta abandona la habitación, no se
observaron modificaciones en la conducta de los niños, ni se veían afectados, y al regresar la
misma, no intentaban el contacto físico con ella. Ainsworth y Bell (1970) interpretaron que
estos niños sentían que no contaban con el apoyo de la figura de apego y respondían de una
forma defensiva, negando la necesidad de su madre para evitar frustraciones. Otro patrón de
apego es el inseguro-ambivalente. Estos niños se mostraban preocupados y con poca

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exploración. Al retirarse la madre de la habitación se incrementa la ansiedad de separación.
Mientas que al regresar se los observaba irritables y ambivalentes en relación a la resistencia
y el acercamiento de contacto. La hipótesis asociada a estas pautas de apego es que las
madres de estos niños se habían mostrado responsables y sensibles en algunas
ocasiones, y frías e insensibles en otras. Estas inconsistencias por parte de la figura de
apego conllevan a la inseguridad en el niño respecto de la disponibilidad de la madre. A los
tres tipos de apego desarrollados por Ainsworth y Bell (1970), se ha propuesto
recientemente un cuarto tipo denominado inseguro desorganizado el cual presenta
características en común con los dos apegos inseguros (Main y Solomon, 1986). Se
observa en estos niños un comportamiento inentendible y bizarro ante la separación de la
madre. Cuando se reúnen con la misma y como consecuencia de una total desregulación
emocional, el niño responde con conductas confusas y contradictorias como: esterotipias,
quedarse inmóvil, autolesionarse o incluso querer escapar de la habitación. En los niños que
desarrollan este patrón de apego se observa mayor inseguridad. En relación a la teoría del
apego, Bowlby (1980) desarrolló el concepto de modelo interno activo o modelo
representacional (internal working model) entendido como una representación mental de sí
mismo y de las relaciones con los otros constituyendo la base la identidad y la autoestima.
Estos modelos se gestan en la interacción con las figuras de apego y van a influir sobre las
relaciones sociales del sujeto. En 1985, George, Kaplan y Main diseñaron el Adult Attachment
Inventory (AAI), un cuestionario que permite evaluar el modelo interno activo de los adultos. El
mismo consiste en indagar la interpretación y elaboración del recuerdo de las experiencias de
apego durante su infancia y otorgarle un valor a las mismas. De este procedimiento se
desprenden tres tipos de modelos internos activos: padres seguros o autónomos, padres
preocupados y padres rechazadores. Los mismos se corresponden con los patrones de apego
descriptos anteriormente. Algunos estudios proponen una cuarta categoría: padres no
resueltos, que serían el equivalente del apego inseguro desorganizado/desorientado (Main y
Hesse, 1990). En consonancia con los aportes mencionados se llega a la conclusión que el
sistema de apego es regulador de la experiencia emocional (Sroufe, 2000) a lo largo de toda
la vida, por lo cual cumple un rol fundamental en el centro de los trastornos mentales y de la
totalidad de la tarea terapéutica. Diversos autores entienden los problemas de apego
temprano como un factor causal de primer orden para el desarrollo del TLP (Kernberg, Weiner
& Bardenstein 2000; Bateman & Fonagy 2004; Mosquera y González, 2009). Fonagy (2000) y
Fonagy et al, (2000) destacaron la importancia del apego en el desarrollo de la función
simbólica y la forma en la que un apego inseguro y desorganizado puede generar
vulnerabilidad. Distintos abordajes teóricos sustentan que las representaciones del apego en

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personas con patología límite serán muy inseguras y desorganizadas (Fonagy & Bateman,
2007). Bateman y Fonagy (2004) afirman que las personas con TLP son inseguras en su
apego, sin embargo, consideran que las descripciones de apego inseguro desde la infancia o
adultez no proporcionan un relato clínico adecuado ya que el apego ansioso es muy común
(Broussard & Northup, 1995), y que estos patrones de apego persisten relativamente estables
de la infancia a la adultez (Main, Kaplan & Cassidy, 1985). En contraposición, se ubica como
rasgo distintivo de los TLP la ausencia de estabilidad del patrón de apego (Higgitt & Fonagy,
1992).

4.1 Apego y regulación afectiva Distintos autores, se dedicaron al estudio de la vida


afectiva de los infantes dándole relevancia al vínculo madre-bebé y dentro del mismo, al bebé
como activo participante de las interacciones. Es decir, destacan la necesidad innata de
contacto intersubjetivo ubicando a la regulación afectiva como un área significativa dentro de
la investigación. La regulación afectiva fue definida como la capacidad de controlar y modular
nuestras respuestas afectivas. La misma interviene no sólo en la primera infancia sino a lo
largo del desarrollo de la vida adulta propiciando la capacidad de simbolización, un buen
contacto con uno mismo y con el ambiente. Fonagy, establecen una relación entre regulación
afectiva y mentalización, siendo la mentalización un factor primordial en la organización del
self y en la regulación afectiva, que integra aspectos afectivos y cognitivos. La mentalización,
es definida como la capacidad de percibir y comprender la conducta propia y la de los demás
en términos de estados mentales. Implica un componente autorreflexivo y un componente
interpersonal, que posibilitan al individuo distinguir la realidad interna de la externa (Fonagy,
1999). Mientras que la regulación del afecto consiste en el proceso de elaborar estados
mentales logrando un sentido de agencia De todas formas, el sentido de ser agente de sí
mismo también depende de la mentalización, en tanto el sentimiento de propiedad de las
acciones está en relación al estado mental que inició la acción (Vernengo y Stordeur, 2016).
Söderström y Skårderud (2009), investigaron la mentalización en padres con problemática de
consumo de sustancias. Señalaron como factor de riesgo las habilidades de mentalización
dañadas y los trastornos de regulación afectiva de estos padres. La mentalización de la pareja
parental en relación al cuidado y protección del bebé, cuyo cerebro es aún inmaduro y
vulnerable ante el estrés y la excitación fisiológica, se ve afectada por el consumo provocando
conductas de riesgo en las interacciones entre los cuidadores y el niño. Estas familias,
requieren de apoyo sustancial para promover una atención lo suficientemente buena para el
bebé, ya que son consideradas de alto riesgo por la carga de la transmisión intergeneracional
de las representaciones internas de las experiencias de sus padres. Con este propósito, los
autores presentan un programa de entrenamiento a padres en Oregon, llamado “Los años

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increíbles” (The incredible years) en el cual el objetivo está puesto en las modificaciones a
largo plazo de las interacciones comportamentales generales, en lugar de las
representaciones del cuidador de esas interacciones. Promover el funcionamiento reflexivo de
los padres implica ayudarlos a mantener al niño en mente en formas cada vez más complejas
y sofisticadas (Slade, 2006). La estrategia terapéutica consiste en modelar la reflexión y
facilitar la curiosidad en pos de desarrollar la mentalización de los padres (Slade, 2006).
Algunos ejemplos de las técnicas aplicadas en el programa implican hacer menos énfasis en
el contenido histórico y narrativo, y más foco en procesos interactivos y reflexivos actuales.
Sin embargo, el contenido histórico y narrativo de las experiencias pasadas contribuyen a las
experiencias emocionales y relacionales, en especial en cómo se desenvuelven actualmente
en su rol de padres. Es por ello que explorar las experiencias presentes conlleva a considerar
las experiencias propias de apego. Por otra parte, se organizan grupos terapéuticos de
padres, sin los niños presentes, y se realizan preguntas orientadas a reflexionar sobre la
consideración y el entendimiento del otro, por ejemplo: ¿Cómo piensas que tu hijo se
siente en esa situación?, ¿Si tu hijo pudiese hablar, qué diría ante esto?. Asimismo, en
reuniones de padres-hijos se propone trabajar conjuntamente sobre la interacción con la
familia. El objetivo del mismo es generar una actitud benigna, curiosa y calma, en la que los
padres se comprometan a intentar comprender qué es lo que sucede en la mente de sus
hijos. Estas reuniones son grabadas y usadas como herramientas en distintos espacios para

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