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Llevar una vida saludable implica adoptar hábitos y prácticas saludables como comer de manera equilibrada, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, cuidar la salud dental y emocional, dormir bien y reducir el estrés. Algunos de estos hábitos incluyen comer frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa y una variedad de proteínas.
Llevar una vida saludable implica adoptar hábitos y prácticas saludables como comer de manera equilibrada, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, cuidar la salud dental y emocional, dormir bien y reducir el estrés. Algunos de estos hábitos incluyen comer frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa y una variedad de proteínas.
Llevar una vida saludable implica adoptar hábitos y prácticas saludables como comer de manera equilibrada, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, cuidar la salud dental y emocional, dormir bien y reducir el estrés. Algunos de estos hábitos incluyen comer frutas, verduras, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa y una variedad de proteínas.
vivir en armonía, es decir, mantener la mejor calidad de vida que podamos conseguir. Para ello es importante prestar atención a varios aspectos:
• Comer bien, de manera
equilibrada • Hacer ejercicio de manera habitual • Mantener un peso saludable (consultando el IMC y al médico) • Evitar el consumo excesivo de sustancias como el alcohol • Evitar fumar • Acudir de manera regular al médico • Cuidar los dientes • Mantener una saludable presión arterial • Cuidar nuestra salud emocional • Seguir las normas de seguridad • Dormir bien (los adultos deben dormir alrededor de 8 horas por día y los niños entre 10 y 12 horas dependiendo su edad)
Prácticas y hábitos sanos :
que permiten llevar una vida saludable son: comer sano, realizar periódicamente ejercicio o actividad física, tomar agua, no fumar, reducir el consumo de alcohol, mantener un peso adecuado, reducir el nivel de estrés, evitar el consumo de drogas legales e ilegales, cepillarse diariamente los dientes, tener una buena higiene, entre otros comportamientos saludables.
Alimentos para mantener una dieta balanceada
Resalta la importancia de las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche y los productos lácteos sin grasa o bajos en grasa. Incluye una variedad de alimentos con proteínas como mariscos, carnes rojas, huevos, legumbres (frijoles y guisantes), productos de soya, nueces y semillas.