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Colegio:

Unidad Educativa “Nueve De Octubre”

Especialidad:
Ciencias

Tema:
Vida Saludable

Estudiante:
Salazar Triviño Carlos Javier
Curso:
2do “E”

Tutor:
Lcdo. Enrique Fuentes

Año Lectivo:
2022-2023

VIDA SALUDABLE
¿Qué es una vida saludable?

Llevar una vida saludable implica vivir en armonía, es decir, mantener la mejor calidad
de vida que podamos conseguir. Para ello es importante prestar atención a varios
aspectos:

 Comer bien, de manera equilibrada


 Hacer ejercicio de manera habitual
 Mantener un peso saludable (consultando el IMC y al médico)
 Evitar el consumo excesivo de sustancias como el alcohol
 Evitar fumar
 Acudir de manera regular al médico
 Cuidar los dientes
 Mantener una saludable presión arterial
 Cuidar nuestra salud emocional
 Seguir las normas de seguridad
 Dormir bien (los adultos deben dormir alrededor de 8 horas por día y los niños
entre 10 y 12 horas dependiendo su edad)

Ten en cuenta que como padre es tu obligación dar el ejemplo a tus hijos. Recuerda
que eres el espejo en el que ellos se miran: si tú tienes hábitos saludables, ellos los
copiarán. Es decir que, cuidándote, ¡los cuidas a ellos!

En el siguiente apartado de este artículo, nos centraremos en la alimentación y el


ejercicio físico, ya que son los dos grandes pilares que nos permiten mantener una vida
saludable. ¡Vamos allí!

Alimentación y ejercicio físico ¡de la


mano!
Como ya hemos dicho en el apartado anterior, una alimentación variada y equilibrada
es esencial para la buena salud. Ahora bien, ¿qué significa esto?

Para empezar, cabe aclarar que una alimentación equilibrada es aquella donde se
consumen todos los nutrientes esenciales, priorizando verduras, frutas y carnes
blancas por sobre carnes rojas y alimentos grasos.

Sin embargo, en el caso de los niños las variables se modifican un poco. Veamos punto
por punto las bases de la alimentación equilibrada para los niños según la pirámide
infantil:

 5 comidas diarias: al igual que los adultos, se recomienda que los pequeños
ingieran alimentos 5 veces al día. Ten en cuenta que sus estómagos son más
pequeños que los nuestros, por ende la ingesta será más pequeña y,
seguramente, más seguida.
 3 raciones de cereales, pastas o arroz al día
 3 raciones de pan, plátano o féculas (entre las que se cuentan las patatas)
al día
 3-5 raciones de verduras y frutas al día
 3-4 raciones de aceite de oliva (se puede usar para aliñar o cocinar) al día
 3-4 raciones de leche y derivados lácteos al día
 2-3 raciones de carnes magras, legumbres y huevo al día

Pero eso no es todo. Los niños necesitan también realizar ejercicio físico cada día.
¿Por qué Sencillamente porque una vida activa significa:

 huesos y músculos más fuertes


 tensión arterial y colesterol más bajos
 menores probabilidades de desarrollar diabetes infantil
 menor probabilidad de tener sobrepeso
 tener una actitud positiva frente a la vida
 disfrutar del aire libre
 aprender motricidad fina y gruesa
 divertirse jugando ¡en familia o con amigos!

Así que ya ves, si deseas que tus hijos tengan una vida saludable no basta con
preocuparte porque coman frutas y verduras, ¡también debes asegurarte de que corren,
juegan, trepan y hacen ejercicios de toda clase!

Acompaña a tus hijos al parque, salid juntos a montar en bicicleta, haced carreras o,
simplemente, jugad a juegos de deporte en la Wii. Lo importante es variar las
actividades y disfrutar juntos de una vida más activa y consciente.

Hábitos para una vida saludable


Veamos algunos consejos para que tanto tú como tus hijos llevéis una vida saludable:

1. Un buen desayuno cada mañana: Recuerda que el desayuno es la primera


comida del día tras un largo período en el que el cuerpo no ha recibido
nutrientes. No desayunéis deprisa ni cosas rápidas y precocinadas. Tomaos el
tiempo para comer bien: frutas, verduras, pan, lácteos. 
2. Comer en familia: Disfrutad de al menos una comida en familia es esencial para
que los niños incorporen nuevos alimentos. Como siempre decimos, tú eres el
ejemplo que ellos seguirán.
3. Comprar alimentos saludables: La mejor manera de cambiar de dieta y
preparar un menú equilibrado cada semana es ¡evitar las tentaciones! Ve a
comprar al supermercado cuando no tengas hambre y escoge principalmente
alimentos sanos, aquellos que conforman la base de la pirámide.
4. Evitar la televisión y la tecnología en general durante las comidas: Los
niños que comen mirando dibujos animados no prestan atención a lo que
ingieren, ni en calidad ni en cantidad.
5. Beber suficiente líquido: El cuerpo necesita hidratación para funcionar
correctamente. La bebida de preferencia debe ser siempre agua, aunque por
supuesto puedes disfrutar de otras bebidas con moderación.
6. Incluir la actividad física dentro de la rutina diaria: Jugar, correr, saltar,
pasear, montar en bicicleta son actividades que los niños deberían realizar cada
día. ¡Acompáñalos! 
7. Limitar las actividades sedentarias como jugar a videojuegos o mirar la
televisión: Cambia estas actividades por otras más activas como, por ejemplo,
pasear al perro o ¡limpiar la casa! 
8. Elegir verduras y frutas como snacks: Cuando los niños
tengan hambre ofréceles tomates cherry, mini zanahorias, manzanas o cualquier
otra fruta en lugar de bollería.
9. Comer despacio: Masticar bien es importante para una buena digestión y,
además, le da el tiempo necesario al organismo para determinar si está
satisfecho o no.
10. Cocinar con los niños: Deja que tus hijos participen en la elaboración de las
comidas, de esta manera les permitirás conocer alimentos e involucrarse con la
comida.
11. Evitar el exceso de fritos y grasas.
12. Prepara un huerto en casa: Los niños aprenderán a cultivar y se
involucrarán en la preparación de alimentos saludables que, además, son mucho
más ricos recién sacados de la planta.

¿Cómo llevar una vida


saludable?
Hacer ejercicio en forma regular y controlar el peso No fumar No tomar
mucho alcohol y evitarlo por completo en caso de tener antecedentes de
alcoholismo. Utilizar los medicamentos recetados por su proveedor de
atención médica según las instrucciones. Consumir una dieta saludable y
equilibrada. Cuidar los dientes.

Una correcta alimentación


Para llevar una vida saludable, es indispensable disfrutar de una correcta
alimentación. Deberás consumir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes
necesarios. En tu dieta no podrán faltar las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las
vitaminas y los minerales. El perfecto equilibrio de estos determinará que sea una alimentación
sana.

La hidratación
Beber agua es uno de los hábitos más saludables. De hecho, mantener la hidratación del cuerpo
es clave tanto para la salud física como mental. El agua ayuda a prevenir la aparición de diversas
enfermedades, nos permite disfrutar de un peso saludable e incluso es beneficiosa para la piel.

Hacer ejercicio físico


El ejercicio físico es otra de las claves fundamentales a la hora de llevar un estilo de vida
saludable. No solo te ayudará a mantenerte en forma, sino también a prevenir y reducir los
riesgos de sufrir ciertas enfermedades. Gracias a la práctica de ejercicio diario, podrás disponer
de un peso saludable y evitar problemas de sobrepeso, diabetes, hipertensión, vida sedentaria,
etc.

Mantener un peso saludable


Comer bien y hacer ejercicio físico te permitirán disfrutar de un peso más saludable. Mantener
un peso de este tipo te ayudará a controlar el colesterol, la presión arterial y los niveles de azúcar
en la sangre. Además, es el remedio más eficaz para prevenir la aparición de enfermedades
cardiovasculares, la diabetes, la artritis y algunos cánceres.

Dormir bien
El descanso es uno de los pilares fundamentales dentro de la vida sana. De hecho, dormir poco se
asocia no solo con un mayor cansancio en la vida diaria. A largo plazo es uno de los principales
motivos a la hora de padecer alguna enfermedad cardiovascular o neurológica. Cumplir con
las horas de descanso es, por tanto, una de las normas a seguir para llevar un estilo de vida más
sano.

Evitar el consumo de alcohol y tabaco


El alcohol y el tabaco son dos elementos que poseen efectos nocivos para la salud de las
personas. Estas sustancias pueden afectar a todo el organismo e incapacitan a la persona a llevar
una vida más saludable. Además, tanto el alcohol como el tabaco son factores que pueden
desencadenar la aparición de múltiples enfermedades.

Cuidar el colesterol
Un exceso de colesterol en la sangre puede hacer que se adhiera a las arterias y las estreche o las
bloquee. Cuidar el colesterol es fundamental para llevar una vida más sana. Para ello, hay que
consumir grasas más saludables, comer mucha fibra soluble, pescados ricos en ácidos grasos
omega 3, frutas y verduras, limitar productos como la sal y el alcohol y hacer ejercicio físico. 

La higiene y salud dental


La higiene y salud dental es fundamental para disfrutar de una mejor calidad de vida. Las
enfermedades bucales no tratadas pueden tener un enorme impacto en la vida y la salud de una
persona. A largo plazo, además, suponen un riesgo para la aparición de otras enfermedades a
nivel general.

Controlar el estrés y la ansiedad


El estrés y la ansiedad son trastornos que cada vez sufren más personas en todo el mundo. La
práctica de ejercicio físico, el descanso y el fomento de las relaciones sociales pueden ayudarte a
aliviar los episodios de estrés y ansiedad. Las personas que viven este tipo de situaciones no
disfrutan de una vida saludable.

Las relaciones sociales


Se suele decir que, para cuidar la salud, debemos cuidar también nuestras relaciones sociales.
Un entorno social positivo va a repercutir en nuestro estado de ánimo y, por consiguiente, nos
permitirá disfrutar de una vida más saludable. Pasar tiempo de calidad con otras personas mejora
la salud mental y es muy importante para nuestro beneficio físico.

CUIDADO DENTAL
La salud general comienza por la boca, y esta es una premisa que todos
deberíamos tener en cuenta. El origen de muchas patologías reside en el cúmulo de
bacterias en la cavidad bucal. Por ello, desde Cenyt Dental, expertos en odontología en
Estepona, Málaga, ponemos énfasis en la prevención, puesto que es fundamental para
conservar en buen estado nuestros dientes y encías, y evitar así tratamientos más
agresivos.
Para comenzar el 2019 con buen pie y procurar llevar a cabo buenas prácticas de salud
bucal durante todo el año, os vamos a resumir cuáles son los cuidados dentales
básicos que, sin duda, nos ayudarán a tener una buena salud bucal:
 No abuses de los azúcares y lleva una dieta sana y equilibrada. Los azúcares
hacen que proliferen las bacterias de la boca y, por lo tanto, que aumenten las
posibilidades de padecer caries.
 Cepíllate los dientes después de cada comida. Este es el consejo más importante a
la hora de cuidar nuestra salud bucodental. Es fundamental cepillarse los dientes tres
veces al día, después de cada comida, y, en el caso de que no fuera posible, al menos
es conveniente hacerlo por la mañana y antes de acostarte. Además, cada cepillado
debería durar entre dos y tres minutos y realizarse mediante movimientos
circulares en la zona de las muelas y de arriba abajo en la zona anterior (de colmillo a
colmillo).
 Renueva el cepillo con frecuencia. Por regla general, los cepillos de dientes deben
renovarse cada tres o cuatro meses, o cuando veas que las cerdas comienzan a
desgastarse y a perder su firmeza.
 No fumes. El tabaco, además de perjudicar gravemente la salud general,
también favorece la aparición de bacterias, pues disminuye la secreción de saliva.
Por lo tanto, esta sustancia también aumenta significativamente el riesgo de
padecer caries y enfermedades de las encías, como periodontitis o gingivitis.
 Utiliza hilo o seda dental a diario. El hilo dental sirve para eliminar los restos de
alimentos y la placa dental que se almacena entre los dientes o en la línea de las
encías.
 Realiza enjuagues con colutorio dental. En función de tus características o
condiciones bucodentales podrás encontrar el colutorio apropiado para mantener tus
dientes y encías sanos. Pregunta a tu dentista cuál es el más indicado para ti.
 Visita al dentista de forma frecuente. Al menos una vez al año debes visitar a tu
dentista para que revise el estado de tu salud bucodental y te realice una limpieza
en profundidad.
 
Si sigues estas pautas y las incluyes dentro de tu rutina de cuidado oral lograrás
unos dientes mucho más blancos, limpios y bonitos, sin restos de alimentos, con
unas encías de color rosado que no duelan ni sangren al comer o al cepillarte los
dientes y una boca que no presente problemas de halitosis o mal aliento. 

UNA BUENA ALIMENTACON,


según la PIRAMIDE ALIMENTICIA
La pirámide alimenticia –conocida en otros países hispanohablantes como
pirámide alimentaria o pirámide nutricional– es una forma de clasificar los
alimentos que debemos consumir para estar saludables. Seguramente has visto
una pirámide alimenticia antes pero, por si acaso, aquí te mostramos cómo luce:

 
 

Como podrás observar, en la pirámide alimenticia se encuentran distintos


grupos de alimentos en niveles de distintos tamaños. En cada nivel hay ejemplos
de comida que puedes intercambiar y variar en tus alimentos, pues aportan
beneficios similares en una dieta. Por ejemplo, puedes intercambiar pan por
pasta o por cereales. Además, el tamaño de cada nivel señala la cantidad que
necesitas de cada grupo de alimentos en tu dieta diaria.

Cada nivel de la pirámide alimenticia aporta:

 Primer nivel (cereales, pan, papas y pastas): dan energía y benefician el


rendimiento cuando la persona realiza actividad física.
 Segundo nivel (frutas y verduras): brindan vitaminas, minerales,
antioxidantes y fibra.
 Tercer nivel (lácteos, carnes y leguminosas): mejoran la salud de huesos y
dientes. También aportan zinc, hierro y otros minerales. Las carnes dan
proteína, hierro y grasas saludables.
 Cuarto nivel (grasas, mantequilla, aceites y alimentos vegetales como
almendras): es mejor preferir aceite de oliva y soya y nueces, almendras y
aceitunas, por el tipo de grasa que brindan.
 Quinto nivel (azúcar y miel): es preferible evitarlos o comerlos en pequeñas
cantidades para prevenir la obesidad. Algunas pirámides nutricionales
consideran que tanto el cuarto como el quinto nivel deben consumirse en
cantidades moderadas e incluso los establecen en un solo nivel.

Los alimentos de cada nivel de la pirámide que necesitas si eres un adulto con
actividad ligera son:

 4 lácteos al día
 Carne blanca 2 a 3 veces por semana
 Carne roja 1 vez por semana
 Legumbres 2 veces por semana
 Huevos 2 o 3 veces por semana
 Diario 2 o 3 porciones de frutas y verduras
 Cereales y pastas 4 o 5 veces por semana
 De 300 a 400 gramos de pan al día
 Pocos aceites y grasas
 Poca azúcar
 De 1.5 a 2 litros de agua

 
En total, una mujer adulta de actividad ligera requiere cerca de 1,700 a 2,000
kcal y un hombre adulto de actividad ligera de 2,500 a 2,800 kcal. Esto se
consigue con las sugerencias antes mencionadas. Así que anímate y cuida tu
alimentación. Verás que los resultados te ayudarán a sentirte mucho mejor.

¿Qué debemos consumir para


mejorar nuestra salud?
La comunidad médica hoy en día está presenciando una era donde los sistemas de
Salud se conectan a la vanguardia de una palpitante escena de salud global. A medida
que los desafíos de atención médica se vuelven más complejos e interconectados,
existe la demanda de una respuesta coordinada con respecto a una salud integrada
con los desafíos intrínsecos de un sistema caracterizado por inequidades en acceso y
cobertura sanitaria. Dentro de estos desafíos podemos hablar de esa tan aclamada
Salud de carácter global, y la nutrición es un tema que definitivamente no se escapa de
este marco.

Cada 28 de mayo se celebra el Día Mundial de la Nutrición. Este día se estableció


originalmente por la Federación Española de Nutrición, Alimentación y
Dietética (FESNAD) con el objetivo de enseñar a la población a establecer correctos
hábitos alimenticios y mejorar de este modo la salud y la nutrición del organismo.  Pero,
¿qué significa  tener un hábito alimenticio saludable?

Esto no sólo se relaciona con el hecho de  preparar bien o elegir adecuadamente los
alimentos que ingerimos, sino con darnos el tiempo, el espacio y el gusto de disfrutar
las comidas cada día. Es importante recordar que el aprender a desarrollar buenos
hábitos alimenticios es esencial para que las comidas produzcan los beneficios
esperados en nuestro cuerpo.

Consejos médicos

Actualmente, la globalización y estilos de vida acelerados a los cuales nos sometemos


diariamente han resultado en vivir influenciados por un ritmo cada vez más abrumador
y hostil. La carga de trabajo, la carrera con sus demandas y sacrificios intrínsecos, la
familia, las tareas de casa y el estrés no nos permiten alimentarnos de forma
saludable. La mayoría de veces  desconocemos lo perjudiciales que algunos
alimentos resultan ser para nuestro organismo, nos dejamos llevar por comidas
rápida, alimentos precocinados y nos engañamos con productos light, sin saber que
hay opciones mucho más apropiadas, así como estrategias para llegar alcanzar una
alimentación más saludable.
Una alimentación adecuada es aquella que cubre:

 Los requisitos energéticos como carbohidratos, proteínas y grasas, los mismos


que están relacionados con el gasto metabólico basal, el gasto por la actividad
física y el gasto inducido por la dieta.
 Las necesidades de micronutrientes no energéticos como las vitaminas y
minerales.
 La correcta hidratación basada en el consumo de bebidas, en especial el agua.
 La ingesta suficiente de fibra dietética.

Durante esta jornada, los esfuerzos se enfocan hacia fijar pautas para comenzar a
llevar a una saludable mejorando sobre todo la nutrición y alimentación. Reconocemos
que es imprescindible la presencia de correctos hábitos alimenticios dentro de los
pilares de una buena salud y para el bienestar general. Conocer esto es de vital
importancia todo el año, pero cabe destacarlo en conmemoración al Día Mundial de la
Nutrición.
He creído necesario hacer hincapié en la importancia que tiene la nutrición para llevar
una vida sana. Y esto ha sido reflejado por la Organización Mundial de la Salud, a
través de afirmaciones que se extienden a varias etapas de la vida, como que la
desnutrición durante el embarazo afecta al feto y contribuye a una gestación con
complicaciones, o que la nutrición es esencial para evitar la anemia en los
adolescentes. Aun así, según se indica, la carencia de vitaminas y minerales
consecuencia de una incorrecta alimentación sigue siendo prevalente en todo el
mundo.

Muchas veces escuchamos hablar sobre la importancia de llevar un estilo de vida mejor
y saludable, pero no sabemos cómo hacerlo ni conocemos las razones para lograrlo.

Para llegar a una alimentación más saludable, es necesario tener en cuenta la salud de
modo integral, ya que así se gozará de una existencia más plena.

Nutrición y Salud

Es importante consumir diariamente carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas,


minerales y agua, estos nutrientes propenderán a la construcción y mantenimiento de
una función corporal saludable.

Una salud pobre puede ser causada por un desbalance de nutrientes ya sea por
exceso o deficiencia. Además la mayoría de los nutrientes están involucrados en la
señalización de células (como parte de bloques constituyentes, de hormonas o de la
cascada de señalización hormonal), deficiencia o exceso de varios nutrientes afectan
indirectamente la función hormonal. Así, como ellos regulan en gran parte, la expresión
de genes, las hormonas representan un nexo entre la nutrición y nuestros genes, que
son expresados en nuestro fenotipo.
De acuerdo a la Organización Mundial de
la Salud, más que el hambre, el verdadero reto hoy en día es la deficiencia
de  esenciales, la misma que no permite al organismo asegurar el crecimiento y
mantener sus funciones vitales.

Existen múltiples enfermedades relacionadas o provocadas por una deficiente


alimentación, ya sea en cantidad, por exceso o defecto, o por mala calidad: anemia y
ateroesclerosis, algunos tipos de cáncer, diabetes mellitus, obesidad, hipertensión
arterial, avitaminosis, desnutrición, bocio endémico, bulimia y anorexia nerviosa.

En nuestra sociedad actual, al ritmo de vida que llevamos, el sedentarismo, poco


tiempo personal y para afectos, una alimentación poco saludable, donde abunda la
comida rápida, harinas refinadas, productos ricos en grasas y sodio, hace que nuestra
salud se vea afectada por muchas patologías crónicas no transmisibles como la
obesidad, diabetes, síndrome metabólico e hipertensión, con todas sus complicaciones
y riesgos cardiovasculares.

Ciertas enfermedades que afectan al intestino delgado pueden provocar una incorrecta
absorción de los nutrientes, como la enfermedad celíaca sin diagnosticar ni tratar y la
enfermedad de Crohn. La nutrición debe ser armónica, sana y equilibrada.
Una mala alimentación también provoca daños bucales, debido a que en el
momento en que el cuerpo deja de recibir los nutrientes necesarios para la
renovación de los tejidos, la boca se vuelve más susceptible a las infecciones.

El exceso de carbohidratos, almidones y azúcares producen ácidos de la placa que se


adhieren al esmalte de los dientes, causando así su destrucción.

El papel del estudiante de Medicina

Luego de analizar el panorama de la latente relación entre la Salud y la Nutrición, debe


nacer de nosotros como estudiantes de Medicina, el reconocer que jugamos un
papel fundamental en educación y promoción de la Salud, esto es difundir
prácticas saludables, asegurar la continuidad de estos consejos, una sociedad
educada que enfoque sus esfuerzos a moldear las condiciones higiénico dietéticas que
muchas veces resultan en problemas de Salud pública, podrá salir adelante y poco a
poco influir en las tasas de prevalencia de dichas enfermedades.

Nuestras actividades deben continuar centrándose no sólo en nuestra formación


académica como tal, sino en empoderar y motivar a los estudiantes de medicina para
promover activamente una alimentación saludable, que la nutrición se vea relevante a
través de la promoción, la creación de capacidades, recursos y herramientas que
fomenten esa conciencia de apoyar a los estudiantes en la realización de actividades
y proyectos, creando una sociedad consiente de la diferencia del cambio de un estilo
de vida, y el papel de un aporte energético adecuado en nuestra vida diaria.

Nosotros, como estudiantes de Medicina, representamos líderes futuros de la salud


actual y, como tales, representamos un campo perfecto para desarrollar futuros líderes
competentes que se involucrarán en encontrar soluciones a problemas de salud
pública, no sólo al momento de formarnos académicamente, sino también más
adelante en la vida. Para iniciar el cambio debemos estar equipados con las
herramientas adecuadas y conocimiento para dirigir con éxito a nuestros compañeros
estudiantes de medicina, nuestras comunidades y la población en general, siendo la
educación entre pares un punto crucial para alcanzar estos objetivos establecidos.

Nosotros como parte de las futuras profesiones de la salud somos un gran componente
en lo que respecta a cobertura global en Salud. Si queremos lograr ese alcance
universal empezando por nuestro país, debemos ser conscientes de la parte jugamos
inherentemente en el proceso  y cómo podemos hacerlo mejor, así nuestras elecciones
y acciones como profesiones de la salud se reflejarán progresivamente, a medida que
sigamos celebrando uno, 10 ó 100 días mundiales de la Nutrición más.
¿Cómo mejorar los hábitos
alimenticios?
 Sé creativa con los alimentos
A excepción de la leche materna para bebés, ningún alimento contiene todos los nutrientes que
necesitas. Por tanto, es importante que en tus platos agregues diferentes tipos de alimentos
nutritivos. 

Incorporar diversos alimentos en tus platos será una manera de obtener


varios nutrientes. Crédito: Pexels
Una recomendación para mejorar los hábitos alimenticios es que seas creativa con tus recetas.
Explora diferentes maneras de combinar frutas y verduras e incluirlas en tus comidas. También trata
de que tus platos contengan alimentos básicos (trigo, maíz, arroz y papa); legumbres (lentejas y
frijoles); y alimentos de origen animal (carne, pescado, huevos y leche). 
Cuando prepares tus platos es preferible que elijas las opciones más saciantes. Los alimentos
integrales como maíz, trigo, avena, arroz integral sin procesar son fuentes de fibra que te ayudarán a
sentirte satisfecha por más tiempo. 
Entre comidas, puedes elegir verduras crudas, frutas y nueces sin sal. 
Reduce el consumo de sal
Un alto consumo de sal puede aumentar la presión arterial y, por tanto, tener riesgo para
enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda limitar la ingesta de sal a 5 gramos por día (es decir, una cucharadita). 

La OMS recomienda consumir 5 gramos de sal al día. Crédito: Pexels


Para obtener un hábito alimenticio sostenible, limita la sal y el uso de condimentos salados como la
salsa soya, el caldo o la salsa de pescado. Cuando sirvas en la mesa, retira la sal y los condimentos
para evitar la tentación de agregarlos en los platos.
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Una de las ventajas de nuestro cuerpo es que las papilas gustativas tienen la capacidad de adaptarse
rápidamente, así que, una vez reduzcas la sal de tus alimentos es posible que disfrute las comidas con
menos sal. 
Por lo general, revisa que los productos que compras en el mercado tengan poco contenido de sodio. 
Limita el consumo de algunas grasas y aceites
La grasa es esencial en nuestra dieta, sin embargo, es importante elegir las opciones más saludables y
medir sus cantidades. 
Reemplaza las grasas trans por opciones más saludables. Crédito: Pexels
Las grasas trans son las más peligrosas para la salud, puesto que aumentan en casi un 30% los riesgos
de enfermedades cardíacas y obesidad. Por lo general, los alimentos procesados, rápidos y fritos
contienen grasas trans. Evita su consumo para mejorar tus hábitos alimenticios. 
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relleno de huevo al horno
Reemplaza la mantequilla, por ejemplo, por aceites más saludables como la soya, la canola, el maíz,
el girasol o el coco. De igual manera, ten como preferencia en tu lista de mercado las carnes blancas,
como el pollo y el pescado. 
Dile adiós al azúcar
El azúcar no solo aumenta las probabilidades de padecer obesidad sino también es perjudicial para la
salud oral.  
Una excelente estrategia para mejorar los hábitos alimenticios es reemplazar las bebidas azucaradas
por agua, té y café sin azúcar. El objetivo es que limites el consumo de gaseosas, jugos, bebidas
energéticas y deportivas. 
Para tus bocadillos es preferible consumir alimentos frescos, en vez de comidas procesadas.

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