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Facultad de Derecho
Ciclo: III
Secc: N01
Turno: Noche
LIMA - PERÚ
2023
¿Las intervenciones policiales vulneran el debido proceso?
I.Introducción
En nuestro país se reporta un número significativo de detenciones policiales cada año.
Estas detenciones pueden ser por diversas razones, como sospecha de comisión de un
delito, orden judicial, flagrancia, entre otros. En este contexto es importante garantizar
algunos de los más importantes derechos fundamentales como lo son: La libertad
individual, seguridad personal y debido proceso.
En primer lugar, se establece que toda persona tiene derecho a ser informada de los
motivos de su detención y de los cargos que se le imputan. Esta información debe ser
comunicada de manera clara y comprensible. Además, se garantiza el derecho a la
asistencia legal desde el momento de la detención, para que la persona pueda contar con
la representación de un abogado que la asesore y defienda sus intereses.
Asimismo, se establece que las detenciones deben ser llevadas a cabo por autoridades
competentes y en estricto apego a la ley. No se permite la detención arbitraria o ilegal, y
toda persona tiene derecho a impugnar la legalidad de su detención ante un juez.
Además, se garantiza el respeto a la integridad física y psicológica de la persona
detenida, prohibiendo cualquier forma de tortura, trato cruel o inhumano.
Antecedentes:
Un segundo trabajo de Ramos (2021), quien realizó su tesis “Análisis del régimen
disciplinario de la Policía nacional del Perú desde la perspectiva del debido
procedimiento”, nos menciona la forma en la que se debe aplicar el principio del debido
procedimiento acorde los estatutos del régimen disciplinario de la Policía Nacional
peruana según el principio de legalidad y razonabilidad.
Bases teóricas:
Debido proceso
Para Castillo (2013), en su estudio sobre el debido proceso y la tutela jurisdiccional
pretende averiguar sobre las interpretaciones que se ha venido haciendo sobre este
derecho fundamental y sobre su contenido. En primer lugar, hace hincapié en la persona
como fin, en calidad de ello, se deben resolver los conflictos no por la fuerza, sino a
través del Derecho, puesto este establece mecanismos para una realización justa, la cual
se busca para respetar la dignidad de cada ser humano.
Por otro lado, si bien las leyes persiguen un procedimiento o fin justo, esta no está
asegurada en su totalidad.
El Hábeas Corpus
El Habeas Corpus es una figura fundamental en el ámbito jurídico, que se remonta a la
Edad Media en Inglaterra, y que hoy en día se encuentra vigente en muchos países
alrededor del mundo. Esta institución ha sido esencial en la defensa de derechos
humanos y la protección de las libertades civiles en todo el mundo, y su importancia
radica en su capacidad para salvaguardar uno de los valores fundamentales del Estado
de derecho, a saber, la libertad.
En términos generales, el Habeas Corpus es un recurso legal que permite que cualquier
persona que haya sido detenida de forma ilegal o arbitraria, o que esté siendo retenida
en contra de su voluntad, pueda impugnar su detención ante un juez. El juez debe
entonces evaluar la legalidad de la detención y, en caso de que determine que la
detención es ilegal, ordenar la puesta en libertad inmediata del detenido. El Habeas
Corpus es un instrumento fundamental para proteger los derechos fundamentales de las
personas y evitar abusos por parte de las autoridades. En muchos países, esta figura se
encuentra garantizada en la Constitución y goza de un alto nivel de protección legal.
En conclusión, el habeas corpus es una garantía vital para la protección de los derechos
humanos y las libertades civiles. Su importancia radica en su capacidad para proteger a
los ciudadanos de detenciones ilegales o arbitrarias, y en su papel fundamental en el
mantenimiento del Estado de derecho y la defensa de las libertades civiles. Es esencial
garantizar que el habeas corpus siga siendo una herramienta.
Principio de legalidad
Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no
esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción
punible, ni sancionado con pena no prevista en la ley. (Artículo II, Título Preliminar del
Código Penal)
oda persona está obligada a hacer lo que la ley dice y puede hacer todo lo que la ley no
le prohíbe.
Gracias al cumplimiento correspondiente a realizarse, respetando la Carta Magna en su
esencia, el maestro Morón Urbina nos mencionó tres partes clave de esta: la legalidad
formal, que pide el cumplimiento de la ley tal cual está establecida; la legalidad
sustantiva, la cual no permite ejercer atribuciones penales o de seguridad sin previa
disposición de la ley; la legalidad teleológica, que obliga a cumplir lo que el espíritu del
legislador pensaba sobre la norma y estableció previamente.
Esta doctrina incluye dos opciones, mantenerse conforme sobre el sometimiento o
mantener una ausencia de contrariedad a este.
La primera tesis para llevarse a cabo correctamente menciona que los 14 actos
administrativos podrían presentar cualquier contenido a excepción de los que generan
incompatibilidad con las normas jurídicas expresas (este es el alcance mínimo de
legalidad). La segunda tesis implica que con la conformidad de dichos aspectos basta
dicho acto de presencia de manera que se aplique y se autorice por la legislación (este es
el alcance máximo de legalidad). En otras palabras, para la noción mínima las
decisiones administrativas necesitan tener compatibilidad con el sentido de las reglas,
no solo estar en contrariedad sesgadamente a estas. Al tiempo que, para la noción
máxima todo esto debe mantener un riguroso procedimiento influenciado directamente
por las normas previas.
El enfoque de todo esto es instar que la administración se ejerza al margen de la ley o en
esta (MORÓN. 2018. Pág. 63,64,65).
Por otro lado, para el maestro FRAGA este principio se adhiere a favor de los
administrados, ya que menciona que estos poseen la capacidad de instar a la
administración una acción de cumplimiento y funcionamiento según las normas
jurídicas, y que en consecuencia estos se verifiquen con los organismos competentes,
aplicando una rigurosa especialización para su correcto fin. Es otras palabras, el derecho
a la legalidad se fragmenta en una sucesión de derechos respectivos como, el derecho a
la competencia, a la forma, al motivo, al objeto y al fin prescrito por la ley (FRAGA.
1992. Pág. 451,452).
Intervención policial:
En el decreto legislativo N° 1267, sobre la Ley de la Policía Nacional del Perú
Se encuentra en el artículo III de su Título Preliminar, en cuanto a Función Policial, en
sus incisos 1, y 3, que es la Policía Nacional la que garantiza y mantiene el orden
interno y el orden público. Este último entendido como el conglomerado de normas que
respetan principios constitucionales y derechos fundamentales, que aseguran la
convivencia social pacífica. Asimismo, que es el que brinda protección a los ciudadanos
y que garantiza el cumplimiento de las leyes.
En el inciso 5 del artículo 2, en torno a sus funciones, es la Policía Nacional del Perú la
que debe garantizar los derechos de las personas (…)”
Pero este a su vez, en el inciso 6, menciona que la Policía debe “prevenir, combatir,
investigar y denunciar la comisión de los delitos y faltas previstos en el Código Penal y
leyes especiales.
En el inciso 10, referido a que deben realizar sus pertinentes investigaciones por
iniciativa propia o bajo la orden jurídica del Fiscal.
Por otro lado, la Ley N° 30714, titulada Ley que regula el régimen disciplinario de la
Policía Nacional del Perú, en el artículo 1 sobre las Garantías y Principios Rectores,
principio de legalidad: los órganos disciplinarios deben actuar con respeto a
Constitución Política del Perú, dentro del límite de sus facultades establecidas.
En torno, a sus sanciones disciplinarias, las clases de sanciones que existen son: la
amonestación, sanción simple, sanción de rigor, pase a la situación de disponibilidad
por medida disciplinaria y el pase a la situación de retiro por medida disciplinaria.
En el artículo 32, los efectos de la sanción pueden darse por infracción leve, la cual se
remite a la Dirección Ejecutiva de Personal dentro del plazo de 3 días hábiles. Por otro
lado, la infracción grave y muy grave una vez notificada, surte inmediato efecto. Esta
también será remitida dentro del plazo de 3 días hábiles.
SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
En este rango de ideas, “La Constitución es, norma jurídica y tiene fuerza vinculante.
Es por ello por lo que, puede hacerse referencia a ella aludiendo al ‘Derecho de la
Constitución’, esto es, al conjunto de valores, derechos y principios que, por pertenecer
a ella, limitan y delimitan jurídicamente los actos de los poderes públicos.” Palomino
(2004)
Artículos:
Sin embargo, en el artículo 205 del Código Procesal Penal, señala que la Policía
Nacional, tiene bajo sus facultades requerir la identificación de cualquier transeúnte y
realizar comprobaciones pertinentes, sin necesidad de alguna orden Fiscal o del Juez.
Esto hace referencia a cada vez que resulte necesario para poder prevenir un delito u
obtener información para la indagación de un hecho punible.
Y el artículo 2.3 del Decreto Supremo Nro. 028-2009-MTC tenemos que las acciones de
fiscalización “(…) Comprende al personal policial de Comisarías y del Escuadrón de
Emergencias de la Policía Nacional del Perú.”
III.Discusión
En el presente trabajo se encuentra en contraposición las facultades conferidas a la
Policía Nacional para que ejerza su función en la búsqueda de la paz social, sin
embargo, esta puede verse impedida si la ejecutan arbitrariamente, pues dentro de la ley
orgánica establece que están supeditadas al respeto de la Constitución y por ende, a los
derechos fundamentales contenidos en esta.
El Perú es un país que cuenta con un Sistema de Protección de los Derechos Humanos,
como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en los que se encuentran
recogidos el respeto de los derechos fundamentales, teniendo como los principales: el
derecho a la vida, a la dignidad, a la integridad y al debido proceso, por mencionar unos
cuantos.
En el presente trabajo, se busca explicar que a pesar de la competencia que pueda tener
la Policía Nacional operando como agente estatal, es decir en representación del Estado,
no puede ser mayor buscar el fin de éste, si en alguna intervención policial usan la
fuerza o armas de fuego en busca de “justicia” cuando claramente vulneran derechos
fundamentales, y el más importante de todos, es decir, el derecho a la vida. A su vez,
existe la presencia de que una ley, en este caso orgánica o de materia penal, no puede
ser mayor que una norma constitucional, por el llamado principio de supremacía
constitucional.
En el mismo orden de ideas, en el entendido que los derechos fundamentales son
elementos de todo ordenamiento jurídico y siendo uno de ellos el debido proceso, su
existencia no debería de depender de un reconocimiento expreso en la Constitución
Política, puesto que, la base de ella encuentra sustento en la dignidad humana.
En efecto, los derechos fundamentales no tienen un carácter taxativo en nuestra
constitución política. Sin embargo, encuentra un reconocimiento implícito en el Artículo
3° del marco constitucional, que reconoce aquellos que buscan como fin la protección
de la persona humana y su dignidad.
Finalmente, en este extremo, el reconocimiento de la importancia de los alcances del
derecho del debido proceso se viene dando de manera progresiva, de manera tal, la
manifestación del debido proceso sustantivo debe ser taxativa, no con la finalidad de
reconocer la existencia del derecho ya que todo derecho fundamental es anterior al
ordenamiento jurídico, sino más bien con la finalidad de hacer más efectiva su
protección. Entendido el debido proceso sustantivo como aquel que sirve de protección
para los derechos fundamentales de los ciudadanos ante las leyes que contradigan a
esta.
IV.Conclusiones