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“Año de la Unidad, la Paz y el Desarrollo”

UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO

FACULTAD DE DERECHO Y
CIENCIAS POLÍTICAS

ASIGNATURA:
DERECHO PROCESAL PENAL III

TEMA:

FUNDAMENTOS
CONSTITUCIONALES DEL
PROCESO PENAL

ALUMNO:
 OCHOA GARGATE, Mercedes Guadalupe.

DOCENTE:
 Dr. Jeremías Rojas Velásquez.

CICLO:
VIII

SECCIÓN:
“C”

Huánuco – Perú
2023
LOS DERECHOS HUMANOS Y LA CONSTITUCIÓN COMO
FUNDAMENTOS DEL PROCESO PENAL

El tópico del proceso penal, visto desde una perspectiva convencional, debe
y tiene que ser entendida desde la Constitución nacional, e incluso desde un
panorama de los Derechos Humanos y los Tratados Internacionales.

Si nos remitimos a nuestra Carta Magna, es conocido que, en la misma, está


estipulado que el Ministerio Público comprende un órgano autónomo, con
principios y funciones establecidos por el cuerpo jurídico ya mencionado. La
función de esta institución u órgano es la defensa de la legalidad y la acción de
la justicia, el mismo que está estructurado de manera jerárquica y que tiene
competencia en distintas ramas del ordenamiento jurídico.

Ahora bien, hablando del ámbito penal, es ahí donde se destacan contornos
constitucionales, puesto que el Ministerio Público tiene como rol el de protector
de la justicia y actúa en defensa de la legalidad, asimismo, es el órgano que
tiene la dirección de la investigación desde su inicio y es el titular del ejercicio
público de la acción penal. En pocas palabras, el Ministerio es persecutor del
crimen.

Teniendo en cuenta lo mencionado en el párrafo anterior, el Ministerio


Público, en el ejercicio de buscar la justicia penal tiene mayores probabilidades
de que se afecten derechos fundamentales de la persona. Es decir, que el
principio del debido proceso, los derechos del imputado, el ius puniendi del
Estado y la titularidad en el ejercicio de la acción penal, en cierto punto del
proceso pueden encontrarse entre sí en conflicto.

Por ello, es menester abordar todo sobre la función del Fiscal, sus principios
rectores, la actuación de los sujetos procesales en el marco del debido proceso
y el respeto de los derechos fundamentales del investigado o imputado.

Si hablamos de los Principios que rigen la actuación del Ministerio Público,


podemos referirnos a:

1) Independencia y Autonomía: Este principio exige al fiscal a una


actuación independiente en el ejercicio de sus funciones, esto abarca a
todas las etapas del proceso penal y conforme a la Constitución y la ley.
Lo que quiere decir que se exige a los poderes del Estado de no
intervenir o influir de alguna manera en las decisiones del representante
del Ministerio Público, lo mismo se exige a las instancias superiores
dentro de la Fiscalía. En conclusión, que la actuación no debe depender
de ningún poder del Estado, en especial del Poder Judicial 1.

2) Principio de Jerarquía: Los Fiscales actúan independientemente en el


ejercicio de sus atribuciones2. Estos tienen que establecer relaciones de
1
. Exp. N. 6204-2006-PHC/TC, Loreto, 09 de agosto de 2006.
2
. Artículo 5 de la Ley Orgánica del Ministerio Público.
coordinación conjunta entre sí en atención a que la tarea de la
persecución del crimen no pueda definirse por cada fiscal de forma
particular, sino conforme y a fines de la institución.

3) Principio de Legalidad: El Fiscal actúa como defensor de la legalidad y


es representante de la causa pública en el proceso penal 3.

4) Debido Proceso y Tutela Jurisdiccional: En sí, este principio es uno


general del derecho como tal, que comprende dentro de sí otros
derechos y garantías propias del proceso judicial. Tal es así que las
garantías del NCPC serán aplicables al proceso penal, estas mismas
también deben ser interpretadas de conformidad con el artículo 1 de la
Constitución, la que estipula que “la defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”.

5) Principio de la Interdicción de la Arbitrariedad: La arbitrariedad en un


sentido general es entendido como el reverso de la justicia y el derecho,
o sea todo aquello carente de vínculo natural con la realidad. En el
ámbito del Ministerio Publico, este tiene cierto grado de discrecionalidad
para realizar la investigación con el objetivo de determinar la existencia
de elementos probatorios suficientes que puedan justificar la
formalización de la denuncia. Es decir que toda decisión jurídica del
Fiscal debe sujetarse a tales criterios a fin de no afectar la facultad de
discrecionalidad del órgano en mención 4.

Con todo lo anterior ya expuesto, hemos podido observar la


conceptualización o estructuración de aquellos principios que protagonizan el
proceso penal, en este caso, visto desde la Constitución Política nacional.

Ahondando o profundizando un poco más sobre los fundamentos


constitucionales que rigen al Derecho Penal y, en especial, al Derecho
Procesal Penal, voy a permitirme citar al doctor César Landa Arroyo, quien es
un gran constitucionalista y precisamente, en uno de sus aportes materiales
jurídicos, nos habla sobre los Derechos Humanos como fundamento
constitucional del Derecho Penal y Derecho Procesal Penal 5. En el referido
texto, se centra en el propósito de precisar los principios de derechos humanos
que fundamentan el denominado “derecho constitucional penal”.

Y como punto de partida tenemos a los Derechos Humanos, que no son más
que la expresión jurídica de un conjunto de facultades y libertades humanas
que tienen como fin la realización de una vida digna, racional y justa. Es por
ello que estos derechos son dotados de ciertos principios 6, como:

I. Universalidad: Por el simple hecho de ser humano, la persona es titular


3
. Exp. N. 6167-2005-HC/TC, Lima, 28 de febrero de 2006.
4
. Exp. N. 090-2004-AA/TC, Lima, 05 de julio de 2004.
5
. Landa Arroyo, César R. Los Derechos Humanos como Fundamento Constitucional del Derecho Penal.
Lima, 2002.
6
. Ayala Corao, Carlos. El derecho de los derechos humanos; Revista de la Faculdade de Direito da
Universidade de Lisboa. Lisboa, 1994; asimismo, Ministerio de Justicia, Minjus. Lima, 2001.
de derechos frente al Estado y los particulares; sin menoscabo alguno
por condición circunstancial.
II. Imprescriptibilidad: Los derechos humanos son inextinguibles. El Estado
no puede proscribirlos.

III. Irrenunciabilidad e Inalienabilidad: Las personas no pueden disponer de


sus derechos renunciando a los mismos, asimismo, tampoco pude
enajenarlos o manipularlos.

IV. Inviolabilidad: Es prohibido imponer privaciones a una persona en contra


de su voluntad respecto a sus derechos humanos.

V. Eficacia: Los derechos humanos tiene eficacia vinculante en todo


ordenamiento jurídico.

VI. Trascendencia Positiva: Estos derechos no requieren ser reconocidos


expresamente por la legislación interna para que sean protegidos; es
decir que su reconocimiento y protección trasciende.

VII. Interdependencia y Complementariedad: Los derechos humanos son


tutelables tanto en su forma de derechos civiles y políticos, como
derechos económicos, sociales y culturales.

VIII. Igualdad: Los derechos humanos protegen a todos los seres humanos
por igual y sin distinción por origen, sexo, raza, religión, opinión,
condición económica o de cualquier otra índole.

IX. Progresividad e Irreversibilidad: Estos derechos son producto de la


evolución humana, por lo que los ya reconocidos quedan integrados al
elenco de los derechos preexistentes y no pueden ser suprimidos
posteriormente.

X. Corresponsabilidad: Todos somos responsables de los derechos


humanos. Es así que, solo cuando el Estado, la sociedad, las
instituciones y las personas asuman su compromiso con la plena
vigencia de los derechos humanos, se hará posible su realización.

A continuación, veremos los principios que rigen la potestad punitiva del


Estado en función al respeto irrestricto de los Derechos Humanos y la
Constitución7:

I. Principio de Legalidad: Estipulado en el art. 2, inciso 24), numeral “d” de


la Constitución, en el que se nos habla de “no hay delito ni pena sin ley”.

II. Principio de Taxatividad: Derivado del principio antes mencionado, en la


que se determina que se debe precisar que la conducta considerada
punible debe estar estipulada previamente por la ley de manera
inequívoca.

III. Principio de Irretroactividad: Considerado como un elemento básico del

7
. Mir Puig, Santiago. Derecho Penal Parte General. Barcelona, 1996.
derecho penal, puesto que nos indica que las normas penales no
pueden aplicarse retroactivamente salvo cuando estas favorezcan al reo
(Principio de Retroactividad Benigna), con el fin de favorecer el principio
natural de la libertad humana.

IV. Principio de Intervención Mínima: Referido a que la intervención del


derecho penal o del ius puniendi del Estado, debe producirse
únicamente cuando sea absolutamente necesario.

Y ya adentrándonos a lo que es el Derecho Procesal Penal en sí, es aquí


donde podemos hablar del derecho al acceso a la jurisdicción y al derecho al
debido proceso. Tal es así que en este ámbito también están compuesto por
ciertos principios8:

I. Derecho de acceso a la jurisdicción: Enunciado en el artículo 139, inciso


3) de la Constitución, que nos regula el derecho de toda persona de
acudir a los órganos jurisdiccionales con el objetivo de que pueda
obtener un pronunciamiento.

II. Derecho al debido proceso formal: También se encuentra enunciado en


el artículo 139, inciso 3) de la Constitución, en la que se nos indica que
todo proceso debe desarrollarse con irrestricto respeto de un conjunto de
derechos y principios de naturaleza procedimental para que sea
considerado como justo o conforme a derecho.

III. Derecho al debido proceso sustantivo: Considerado como el derecho a


que la resolución de la controversia o conflicto jurídico sea conforme a
derecho, es decir, que cualquier decisión que no sea razonable, racional,
proporcional con los derechos humanos o sea inconstitucional, debe ser
considerada como injusta y, por lo tanto, no acorde al debido proceso
sustantivo.

IV. Derecho a la presunción de inocencia: Estipulado en el artículo 2, inciso


24), literal “e” de la Constitución. Que básicamente nos quiere decir que
toda persona es considerada inocente en tanto no haya sido demostrado
judicialmente que es culpable (in dubio pro reo).

V. Derecho a la información: Artículo 139, incisos 14) y 15) de la


Constitución. Referido a que el acusado tiene derecho a conocer los
hechos que se le están imputando y los cargos correspondientes, para
que de esa manera pueda ejercer su derecho de defensa.

VI. Derecho de defensa: Inciso 14) del artículo mencionado previamente.


Consistente en el derecho del acusado de defenderse de manera eficaz
y oportuna en todo el proceso penal. Quiere decir que el acusado tiene
derecho a ser oído, a la asistencia de un abogado defensor, ya sea que
este sea elegido por el propio acusado o designado por el Estado.
8
. Landa Arroyo, César. Derecho Fundamental al debido proceso y a la tutela jurisdiccional.
VII. Derecho a un proceso público: Art. 139, inciso 4) de la Constitución. La
publicidad del proceso tiene por propósito proteger a las partes de una
justicia sustraída al control de la opinión pública, asimismo, también sirve
para sostener la confianza en los tribunales por parte de la sociedad.

VIII. Derecho a la libertad probatoria: Es aquella facultad del acusado para


que pueda ofrecer pruebas que estimen pertinente y actuadas en el
proceso, siendo estas mismas valoradas oportuna, razonable y
proporcionalmente.

IX. Principio de igualdad procesal: Deriva del artículo 2, inciso 2) de la


Constitución Política, que nos indica que las partes de un proceso penal
deben encontrarse en igualdad de condiciones y que dispongan de los
mismos instrumentos para hacer valer sus pretensiones en el proceso.
Lo que comúnmente se conoce en el ámbito penal como Igualdad de
Armas.

X. Derecho a la certeza judicial: Lo encontramos en el inciso 5) del artículo


139 de nuestra Carta Magna, que está referido a que las sentencias y
autos deberán estar debidamente fundamentados y motivados.

XI. Principio ne bis in idem: Entendido como el derecho de la persona a no


ser sancionada dos veces por un mismo hecho (delito), falta o infracción.

XII. Derecho a un proceso judicial sin dilaciones indebidas: Consiste en el


derecho de toda persona procesada a que su situación jurídica tenga
que resolverse sin retardos no imputables a él y dentro de un plazo
razonable.

XIII. Derecho a la indemnización ante error judicial: Enunciado en el artículo


139, inciso 7) de la Constitución. En el que se reconoce el derecho que
tiene toda persona que haya sido objeto de error judicial en un proceso
penal para que sea indemnizada en la forma que la ley lo disponga.

En conclusión, podemos decir que el Derecho Penal y, en especial, el


Derecho Procesal Penal, debe reformarse y desarrollarse a la luz de los
derechos humanos, asegurando que no se vulneren los derechos
fundamentales de alguno de los sujetos dentro del proceso. Asimismo, todo ello
debe seguirse en conformidad con el bloque constitucional nacional y con los
Tratados de los Órganos Supranacionales. Todo ello para que el Estado de
Derecho garantice legítimamente la seguridad, tranquilidad y la paz social de
todos los ciudadanos.

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