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V. La ley 24.417
La ley 24.417 fue sancionada en 1994 y publicada en BO del 03/01/1995, de manera que tiene una
antigüedad cercana a los 25 años.
Se discutió inicialmente si era una ley procesal o de fondo.
Para Toribio Sosa, la ley 24.417 contiene esencialmente disposiciones propias del derecho civil (concepto de
violencia, grupo familiar) y no regulaciones procesales, o sea de derecho de fondo, por lo cual son aplicables a
todo el país (14).
El criterio generalizado de que se trata de un régimen que por sobre todo establece una forma de actuar ante
un tribunal, que sólo delinea un proceso, ha obligado a que se dictaran normas semejantes por las legislaturas
provinciales, para que la llamada protección contra la violencia familiar llegara con sus beneficios a todas las
jurisdicciones, y así, poco a poco, se fuera difundiendo esto que siempre advertimos como una necesidad
imprescindible, en el sentido del dictado de una normativa con el alcance y consecuencias de la que
comentamos, que tiene efectos verdaderamente revolucionarios en la estructura del proceso, en la mentalidad de
las partes y en la comprensión y aplicación del derecho, especialmente desde el servicio de justicia (15).
En mi opinión, aparece como una ley procesal de alcance nacional, lo que se ve ratificado con la invitación a
las provincias a dictar normas de igual naturaleza (art. 9º) (16).
Esta normativa importa una intromisión del Estado en la vida de las familias para tutelar un valor jurídico
superior, como lo es la armonía y evitar el flagelo de la violencia, que aparece como un maltrato generado por el
abuso de poder del victimario sobre la víctima.
Di Lella sostiene que la "denuncia por violencia familiar" es un "proceso urgente" que se agota en sí mismo
(17).
Esta ley tiene dos propósitos: 1) la cesación de la violencia, o del daño, o intentar evitar el riesgo de una
escalada de la violencia doméstica, y 2) por otro lado, la recomposición de la familia a cauces normales
mediante el tratamiento de la persona violenta.
Indudablemente, los resultados han sido mejores en materia de dar soluciones rápidas a los casos en que
impera la violencia física o psíquica que en el seguimiento de tratamientos terapéuticos que permitan la
rehabilitación del violento. Son mejores los resultados en prevención que en tratamiento y control de las
personas violentas.
Señalemos también que es el derecho de familia el que debe dar solución al conflicto de la violencia
familiar, y no el derecho penal, que es meramente sancionatorio o represivo, pero no aporta soluciones de
fondo.
La ley 24.417 persigue la necesidad de proteger a las víctimas, mientras que los procesos del fuero penal,
están dirigidos a la persecución del victimario, a cuyo efecto el sistema actúa de oficio a través de un
procedimiento inquisitivo
En la ley 24.417 se ha tratado de dar una solución inmediata de protección a la víctima de la violencia,
frente al riesgo evaluado preliminarmente en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD).
No interesa si estamos ante una familia matrimonial o basada en una unión de hecho o en una unión
convivencial, si se trata de una familia ensamblada, monoparental, homoparental o de cualquier otra clase.
Tampoco importa la efectiva convivencia o la intencionalidad de continuar con esa convivencia, si quieren
separarse o seguir unidos. Ni siquiera si concluyeron la vida en común, pero persiste el conflicto.
Hay que hacer notar la diferencia de esta ley con la ley 26.485 que es de orden público y rige a nivel
nacional.
Pese a que en el tít. II se regulan los Procedimientos (se subdivide en dos capítulos: el primero consagra
normas procesales genéricas, que establecen derechos y garantías aplicables a todo el país); a partir del art. 19 se
regula un régimen procesal específico, sólo aplicable a Ciudad de Buenos Aires (por eso las provincias fueron
dictando sus leyes adhiriendo a estas normas o dictando las propias). Además, no sólo se aplica en casos de
violencia familiar sino también a distintas modalidades de violencia de género (institucional, laboral, contra la
libertad reproductiva, violencia obstétrica y mediática, incluso la perpetrada por el Estado y sus agentes (art. 6º).
Volviendo a la primera norma sancionada en la materia, una vez formulada la denuncia, voluntaria u
obligatoria por los funcionarios correspondientes (art. 2º, ley 24.417), que no exige patrocinio letrado, se realiza
una entrevista preliminar por especialistas de la OVD, abogados, psicólogos y asistentes sociales, que es
grabada y permite determinar la magnitud del riesgo, así como la derivación al juez de familia o al juez de
El encargado de este segundo informe, distinto al preliminar de riesgo, es llevado a cabo del Cuerpo
Interdisciplinario de Protección contra la Violencia Familiar (MJyDH).
El diagnóstico de interacción familiar se lleva a cabo también por profesionales multidisciplinarios
(abogados, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales).
Este informe es posterior y más amplio que la evaluación preliminar de riesgo, porque genera una visión
más amplia, con entrevistas variadas con todos los miembros de la familia, y permite determinar los
posicionamientos y comportamientos intrafamiliares. Se indaga el origen de los episodios de violencia y
factores desencadenantes y posibilidades de reversión.
Prevé el informe sobre redes sociales de contención y establece la estrategia a seguir y los recursos para
llevarlos adelante.
Contempla la complejidad de la configuración familiar y en algún caso, frente a la inexistencia de maltrato,
pone de resalto la disfuncionalidad de la pareja, sugiriendo una terapia de revinculación.
Comporta una orientación para evaluar el riesgo y para producir cambios en las familias. Si la violencia es
estructural, no termina el proceso con las medidas precautelares sino a través de una red asistencial.
Apunta a verificar mecanismos defensivos para evitar la resolución de conflictos por medio de la violencia y
fijar estrategias de largo plazo.
IX. Las medidas autorizadas a título ejemplificativo
Entrando en el análisis de las medidas que ejemplifica el art. 4º de la ley 24.417 y que amplía el art. 26 de la
ley 26.485, tenemos en el art. 4º de la ley 24.417:
a) Ordenar la exclusión del autor, de la vivienda donde habita el grupo familiar;
b) Prohibir el acceso del autor, al domicilio del damnificado como a los lugares de trabajo o estudio;
c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir de este por razones de seguridad
personal, excluyendo al autor;
d) Decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los hijos.
En la ley 26.485 se autorizan (art. 26) medidas preventivas urgentes, que el juez puede disponer durante
cualquier etapa del proceso, de oficio o a petición de parte, de acuerdo con los tipos y modalidades de violencia
contra las mujeres definidas (en los arts. 5º y 6º), con su plazo de duración (art. 27).
a. 1. Ordenar la prohibición de acercamiento del presunto agresor al lugar de residencia, trabajo, estudio,
esparcimiento o a los lugares de habitual concurrencia de la mujer que padece violencia;
a.2. Ordenar al presunto agresor que cese en los actos de perturbación o intimidación que, directa o
indirectamente, realice hacia la mujer;
a.3. Ordenar la restitución inmediata de los efectos personales a la parte peticionante, si esta se ha visto
privada de ellos;
a.4. Prohibir al presunto agresor la compra y tenencia de armas, y ordenar el secuestro de las que estuvieren
en su posesión;
a.5. Proveer las medidas conducentes a brindar a quien padece o ejerce violencia, cuando así lo requieran,
asistencia médica o psicológica, a través de los organismos públicos y organizaciones de la sociedad civil con
formación especializada en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres;
a.6. Ordenar medidas de seguridad en el domicilio de la mujer;
a.7. Ordenar toda otra medida necesaria para garantizar la seguridad de la mujer que padece violencia, hacer
cesar la situación de violencia y evitar la repetición de todo acto de perturbación o intimidación, agresión y
maltrato del agresor hacia la mujer.
b) Sin perjuicio de las medidas establecidas en el inc. a) del presente artículo, en los casos de la modalidad
de violencia doméstica contra las mujeres, el/la juez/a podrá ordenar las siguientes medidas preventivas
urgentes:
b.1. Prohibir al presunto agresor enajenar, disponer, destruir, ocultar o trasladar bienes gananciales de la
sociedad conyugal o los comunes de la pareja conviviente;
b.2. Ordenar la exclusión de la parte agresora de la residencia común, independientemente de la titularidad
de esta;
b.3. Decidir el reintegro al domicilio de la mujer si esta se había retirado, previa exclusión de la vivienda del
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presunto agresor;
b.4. Ordenar a la fuerza pública, el acompañamiento de la mujer que padece violencia, a su domicilio para
retirar sus efectos personales;
b.5. En caso de que se trate de una pareja con hijos/as, se fijará una cuota alimentaria provisoria, si
correspondiese, de acuerdo con los antecedentes obrantes en la causa y según las normas que rigen en la
materia;
b.6. En caso de que la víctima fuere menor de edad, el/la juez/a, mediante resolución fundada y teniendo en
cuenta la opinión y el derecho a ser oída de la niña o de la adolescente, puede otorgar la guarda a un miembro de
su grupo familiar, por consanguinidad o afinidad, o con otros miembros de la familia ampliada o de la
comunidad.
b.7. Ordenar la suspensión provisoria del régimen de visitas;
b.8. Ordenar al presunto agresor abstenerse de interferir, de cualquier forma, en el ejercicio de la guarda,
crianza y educación de los/as hijos/as;
b.9. Disponer el inventario de los bienes gananciales de la sociedad conyugal y de los bienes propios de
quien ejerce y padece violencia. En los casos de las parejas convivientes se dispondrá el inventario de los bienes
de cada uno;
b.10. Otorgar el uso exclusivo a la mujer que padece violencia, por el período que estime conveniente, del
mobiliario de la casa.
Como vemos, se regulan las tutelas urgentes, adaptándolas a las particularidades del conflicto familiar y a la
problemática de la violencia intrafamiliar y de género.
Es que, cuando una persona sufre violencia y denuncia estos hechos ante un juez de familia, este debe
ordenar medidas para conocer la situación de la familia y para evitar que los supuestos hechos violentos se
reiteren o se produzcan, quizás por primera vez, en un grado tal de daño eventual que justifiquen la intervención
judicial. El carácter y alcance de la medida en los términos de la ley es el de la cautelar, aun cuando, a nuestro
juicio, lo decisivo de la intervención es su carácter urgente (conf. arts. 1º, 3º y 4º de la ley 24.417).
X. Otros supuestos de medidas adoptadas
Las medidas indicadas en las normas que anteceden son meramente ejemplificativas y no impiden que el
tribunal adopte otras con igual finalidad.
X.1. Así, por ejemplo, en materia de medidas cautelares para preservar la integridad personal en que existía
un persistente quebrantamiento de estas por el accionado y utilización de su automóvil como herramienta para
perturbar la vida cotidiana de la víctima, se resolvió secuestrar el vehículo y el carnet de conducir del
demandado y suspender provisoriamente la licencia de conducir (20).
Existía una reiterada desobediencia a la prohibición de acercamiento con aparición de un instrumento
utilizado por el agresor como elemento facilitador de su estrategia de acecho y hostigamiento, agravando de ese
modo su peligrosidad y el correlativo estado de vulnerabilidad de la mujer: el vehículo.
En tales circunstancias se dispuso como medida cautelar el inmediato secuestro del automóvil del
denunciado por intermedio de la Policía, a fin de afectar su desplazamiento y quitarle la principal herramienta
que emplea para perturbar la vida cotidiana de la mujer y entrometerse en su espacio privado con grave
desprecio a la autoridad del Poder Judicial, sin perjuicio de ampliar la providencia en caso de verificarse la
obtención de otro vehículo, que correrá la misma suerte del secuestro. Además, se ordenará a la Dirección de
Tránsito de la Municipalidad (de Rawson) la inmediata suspensión de la licencia de conducir, y a la Comisaría
el secuestro del carnet en posesión de L.
Se expresó que los recursos judiciales ineficaces para las mujeres constituyen un ejemplo de los efectos
negativos de las formas de discriminación al acceso a la justicia (Comité para la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer, Recomendación General n. 33 sobre el acceso de las mujeres a la justicia, párr.
10).
X.2. En otro precedente se ordenó, como medida de protección, la prohibición de ingreso y acercamiento
respecto del yerno para con su suegra a su domicilio y a todos los lugares que ella frecuente habitual u
ocasionalmente
Existía en el informe psicológico un vínculo altamente disfuncional del entorno familiar, donde las
interacciones estaban basadas en agresiones de índole verbal de tipo cruzado, con potencial para que emerjan
agresiones físicas y el conflicto se enquiste en el tiempo (21).
La pericia psicológica indicó que la denunciante mantiene con su yerno una relación conflictiva de larga
data que le genera sobrecarga emocional en tanto que la edad de la periciada, sumada a las distorsiones
cognitivas y su estado ansioso la posiciona en situación de vulnerabilidad
El yerno invocó una relación conflictiva de larga data, que no puede considerarse per se cómo una situación
de violencia que pueda dar origen a una cautelar y menos aún que dicha violencia pueda serle imputada al
denunciado, destacando por lo demás que la relación conflictiva la mantiene con su hija.
Afirmó ser una persona honorable y de trabajo que mantiene una relación sentimental con la Sra. S. M., hija
de la accionante, pero sin que conviva con ella. Señaló que la medida de prohibir acercarse lo perjudica en razón
de que la hija vive en una casa construida en la parte trasera del terreno en donde se asienta la vivienda de la
suegra denunciante.
El Tribunal invocó el fallo "Arito, Edith N. y Gaitán, María Victoria c. Gaitán Mario R. p/ med. tut
(29/03/2011)" sentando que, a través de las medidas de protección, como la aquí impugnada, se intenta proteger
en forma inmediata a la persona ante la probable situación de violencia familiar, siendo suficiente la sospecha
del maltrato, sea este físico, psíquico o sexual.
Trajo a colación el art. 1º de la ley 6672 (Mendoza) que establece a la persona que sufriere maltrato físico,
psíquico o sexual por parte de los integrantes del grupo familiar, y lo denuncia ante los jueces puede solicitar las
medidas cautelares conexas, entre las que se encuentra la prohibición de acceso del autor a los lugares de
permanencia habitual de la víctima.
Sostuvo que la ley 24.417 —similar a la normativa provincial citada— "tiene un objetivo preciso y
determinado, que no es otro que remover en forma provisional y urgente las situaciones de violencia física y/o
psíquicas para alguna de las personas que integran el núcleo conviviente, en tanto existan elementos que lleven
a concluir que la denuncia es prima facie fundada y que no se invoca la situación legal en contra de la finalidad
que el legislador tuvo en miras al establecerla ni se emplea el procedimiento como sucedáneo de cualquier
acción que involucre las relaciones conflictivas que puedan derivarse de la problemática familiar (22).
Indicó que para revertir la medida de prohibición de acercamiento dispuesta en primera instancia resultan
necesarios elementos probatorios suficientes y determinantes, pues la función de la Alzada, en este caso, se
limita a revisar si en el momento en que la tutelar se ordenó, los supuestos legales para dictarla estaban
reunidos. La solución definitiva al conflicto no es motivo de este proceso, y su decisión, por las vías y
procedimientos adecuados, implicará analizar con base en las pruebas que se produzcan los derechos que
esgriman las partes
Con las medidas tutelares se intenta proteger inmediatamente a una persona ante una probable situación de
violencia familiar siendo suficiente la sospecha de maltrato sea este psíquico o físico (cfr. 2º Cám. Civ., expte.
34.370, fallo del 23/02/2011).
Por otra parte, mantuvo el criterio sustentado a partir del fallo de fecha 24/04/2013 dictado in re "Hidalgo,
Miriam de Lourdes c. Fernández, Oscar p/ med. de protección" y reiterado en el caso "Villalobos Limbana c.
González Francia" del 07/04/2014 citado por el apelante, en el sentido de que la falta de convivencia entre las
partes no resulta un obstáculo para el despacho de una medida de protección.
Destacó que la Sra. M. es una persona mayor, siendo por tanto más vulnerable ante estas situaciones de
conflicto, justificando la adopción de medidas de protección de carácter preventivo frente al riesgo del
acaecimiento de un daño en su integridad física o psíquica, garantizando así el respeto efectivo de sus derechos
(23).
El mismo fallo afirma la falta de interés del apelante por un lado afirma que la medida lo perjudica en razón
de que la hija de la denunciante vive en una casa construida en la parte trasera del terreno en donde se asienta la
vivienda de la Sra. M. Pero a renglón seguido aclara que mantiene con ella una relación informal que ni siquiera
puede ser calificada como noviazgo. Es decir, no invoca ningún motivo realmente atendible a los fines de
solicitar la revocación de la medida.
X.3. En otro caso judicial se decidió que corresponde confirmar la orden de expulsión del país y la
prohibición de su reingreso por el término de 8 años, dispuesta por la Dirección Nacional de Migraciones
respecto de un ciudadano extranjero que fue condenado por un tribunal oral a la pena de tres años de prisión en
suspenso, en orden a los delitos de amenazas coactivas, desobediencia, lesiones leves y amenazas simples, tras
haberse acreditado que el imputado profirió amenazas a su mujer, la golpeó y continuó amenazando, además de
violar una prohibición de acercamiento dispuesta por un juzgado civil.
Asimismo, cabe destacar que el continuum de violencia delictual del recurrente se perpetúa en la actualidad,
dado que, si bien los hechos delictivos contra su familia han sido cometidos en el pasado y castigados con la
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pena descripta, existen elementos obrantes en el expediente que autorizan a inferir que el reproche y la ilicitud
se mantienen en el tiempo presente (24).
X.4. En algún precedente se secuestró el arma con la que podía existir riesgo para la vida de la familia (25).
En una primera oportunidad (convocada la policía por línea 101) en un contexto en el cual la pareja de la
Sra. se encontraba alterado en su domicilio, rompiendo objetos y discutiendo con ella, en presencia de sus hijos
de 11, 13 y 15 años de edad; ante la crisis de llanto de los adolescentes y de la Sra. y que el Sr. se puso más
agresivo incluso ante la presencia policial, se trasladó a todo el grupo familiar (madre y tres hijos) a la
Comisaría de la Mujer y la Familia de Daireaux, quedando en el domicilio familiar el denunciado, junto a un
oficial de policía, quien le retira un arma de fuego (escopeta), sin la formación de la causa penal pertinente. Esa
noche el grupo familiar se aloja en el domicilio de un familiar, sin que se le tome la denuncia en virtud de no ser
su deseo.
Días después se produce un nuevo hecho que genera la denuncia, donde se relatan las irregularidades
cometidas antes, porque un policía se quedó con el arma de fuego en su poder. Luego la entregó
voluntariamente al Ayudante del Fiscal de Daireaux.
Se adoptaron las medidas de protección y se dispuso una serie de medidas de prueba, incluyendo la
testimonial de los oficiales que intervinieron primero.
Se destacaron las múltiples irregularidades en relación con la intervención policial de aquel día, la
extracción del arma de fuego sin que se formara la pertinente causa penal, a lo que se agrega que el grupo
familiar resultó trasladado a las dependencias de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Daireaux, sin que
tampoco se procediera a formar causa alguna ni se adoptara ninguna medida de resguardo sobre el grupo
familiar.
Se dio intervención al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires a fin de que adopte las
medidas disciplinarias y a la Fiscalía General Departamental a fin de que impulsare las acciones penales
pertinentes para dar con el arma de fuego incautada e inste las acciones pertinentes por los eventuales delitos de
incumplimiento de los deberes de funcionario público, amenazas del denunciado a las víctimas, etcétera.
Se considera necesaria una capacitación integral en materia de violencia de género y familiar de la totalidad
de los efectivos que componen la fuerza en el distrito. Y entre las diversas medidas adoptadas, se encuentra
como novedad el pedido, en carácter de medida cautelar y a través del mandato preventivo, de la capacitación
en materia de violencia de género para la Policía Comunal de Daireaux.
Expresa el magistrado: "... a fin de evitar la repetición de los hechos graves acontecidos en cuanto a la
actuación policial, requiérase a las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, que
arbitren de manera urgente los medios necesarios para una capacitación integral en materia de violencia de
género y familiar de la totalidad de los efectivos que componen la fuerza en el distrito de Daireaux, debiendo
dentro de los 10 días de recepcionada la presente comunicación, informar las medidas adoptadas en tal sentido
(art. 7º, inc. n], de la ley 12.569); así como el principio de la debida diligencia por el cual la obligación de actuar
ante un caso de violencia de género debe entenderse en un sentido amplio, comprensivo no solo de una pronta
investigación y sanción de los hechos acaecidos, sino además el de prevenir estas prácticas degradantes, a lo que
debe adunarse el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia (art. 6º de la Convención de Belém do
Pará y CEDAW); el derecho al acceso a la protección judicial consagrado en el art. 25 de la Convención
Americana (CIDH, 'Acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia en las Américas', 20/01/2007,
párr. 56; ley 26.485 y arts. 1711, ss. y cc. del Cód. Civ. y Com.)".
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, en cumplimiento con la manda judicial,
informó rápidamente en las actuaciones judiciales que el día 28 de septiembre de 2017 se desarrollará en la
localidad de Daireaux la capacitación bajo la denominación "Prevención y abordaje en violencia de género".
X.5. Los alimentos provisorios son reputados como una medida cautelar, dado procurar preservar los
derechos de los litigantes mientras dirimen las cuestiones de fondo (26).
Dado que podría existir violencia económica y de oficio, teniendo en cuenta la perspectiva de género y
tratando de asegurar la igualdad, citando la normativa que rige en estos casos, el tribunal intima al demandado a
acompañar en autos sus recibos y toda otra prueba de que intente valerse.
Al respecto, fundamentó: "En pos de alcanzar la igualdad real y resolver judicialmente el caso conforme la
perspectiva de género, estimo adecuado imprimirle a la presente causa oficiosamente, en mi carácter de director
del proceso, conforme las normas de los arts. 34 y 36 del Código de rito y arts. 2º, 3º, 706, 709 del Cód. Civ. y
Com. la duda razonable respecto de una posible violencia económica contra la madre de los hijos del
denunciado arg. art. 1º, ley 12.569; arts. 2º, 3º apart. c), e), i), 4º, 5º, ley 26.485".
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X.6. Las medidas deben decretarse por el juez, por cuanto en un precedente se declaró la nulidad de la
resolución del secretario del juzgado de origen dispuso la suspensión del régimen de visitas y la prohibición de
contacto entre la imputada y su hijo dado que, si bien es cierto que el juez puede delegar ciertas facultades, la
potestad que tiene de decidir es indelegable y, en el caso, la medida no sólo requería que sea ordenada mediante
un auto fundado, sino que fuera emanada del funcionario competente para esa función (27).
XI. La ley brasileña María da Penha
Al participar en Jornadas Argentino-Luso-Brasileñas sobre daños y violencia, creo que debemos hacer una
breve alusión a la Ley María da Penha.
Los hechos antecedentes de esta norma son verdaderamente dramáticos:
En mayo de 1983, el marido (Marco Antônio Heredia Viveiros), de profesión economista, de la
biofarmacéutica Maria da Penha Maia Fernandes le disparó mientras dormía, dejándola parapléjica de por vida.
Dos semanas después de su regreso del hospital, en junio de 1983 en Fortaleza Estado de Ceará, intentó
electrocutarla.
El caso languideció en los tribunales durante dos décadas, mientras el esposo de María permanecía en
libertad. Años después, en un fallo histórico, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló como
responsable del suceso al Gobierno de Brasil por no haber tomado medidas efectivas para enjuiciar y sentenciar
a los perpetradores de violencia doméstica.
Como respuesta a esta situación de indefensión, el gobierno brasileño promulgó en 2006 una ley bajo el
simbólico nombre de "Ley María da Penha sobre Violencia Doméstica y Familiar".
Se ha generado en Brasil una creciente concientización y cada vez mayores denuncias y sentencias firmes,
con una cada vez mayor intervención ante llamadas a la Central de Atención de la Mujer.
Un balance optimista que María da Penha comparte, con matices. "Antes de la ley los casos de violencia
doméstica se consideraban un crimen de bajo potencial ofensivo. Esa realidad ha cambiado, y es cierto que en
todos los lugares a los que acudo a dar charlas encuentro mujeres que se autodenominan 'salvadas por la ley',
pero son necesarios más recursos económicos para implementarla en todo su poder, afirma.
La Ley María da Penha establece tribunales especiales y condenas más estrictas para los maltratadores, pero
también otros instrumentos de prevención y auxilio en ciudades de más de 60.000 habitantes como Comisarías
de Mujer, Casas Hogares y Centros de Referencia para Mujeres. "El problema no está en la ley sino en su
aplicación. Desgraciadamente, estos instrumentos sólo existen en grandes ciudades", insiste da Penha.
Con un promedio de diez asesinatos diarios, los datos sobre violencia doméstica en Brasil siguen siendo
alarmantes. "Es necesario que se sensibilice y capacite a las personas involucradas en la lucha contra la
violencia; pero tenemos mucha gente involucrada, hombres y mujeres que viven y sueñan con una sociedad más
humana para sus hijos y nietos, concluye.
En la actualidad ONU Mujeres colabora con el Instituto Avón en el diseño de una estrategia que de más
visibilidad a la ley, por ejemplo, a través de la mayor difusión de las páginas web www.quebreociclo.com.br
("rompa el ciclo"). Los portales están dirigidos a jóvenes y profesionales del derecho y la justicia, con diferentes
tipos de contenido. Para el primer grupo hay disponibles juegos y herramientas interactivas; para el segundo
instrumentos legales y discusiones sobre las leyes (28).
XII. Colofón
Finalmente, considero que la difusión de los instrumentos legales y su aplicación tribunalicia contribuyen a
alertar también sobre el fenómeno de la violencia familiar y violencia de género.
En momentos en que nuestro país sufre diferentes crisis: económica, política y social, la violencia atraviesa
a la familia y es menester concientizar sobre ello.
A veces las parejas no se separan, por motivos económicos, de vivienda y otros, y en ocasiones permanecer
juntos retroalimenta la violencia.
Por eso señalamos que la prevención normativa debe ir unida a políticas del sistema de salud y del sistema
social para poder ayudar a la víctima
A veces la violencia alcanza a los niños, y se da, en forma directa e indirecta, por indiferencia en el ejercicio
de la responsabilidad parental o evidencia del abandono familiar.
Las familias con comportamientos disfuncionales, que relacionan a sus miembros con violencia, dificultan,
en fin, la vida de toda la sociedad.
(*) Sobre la base de la disertación en las Jornadas Argentino-Luso-Brasileñas sobre daños y violencia de
fecha 26/04/2019. En agradecimiento a la Dra. Graciela Medina por su invitación. Agradezco también a las
Dras. Silvia García de Ghiglino, especialista en violencia familiar del MJyDH y Fabiana Cicarelli, secretaria de
derivaciones de la OVD, por sus sugerencias y la provisión de algún material para este comentario.
(1) En coautoría con Jorge A. Uriarte, Ed. La Ley, Buenos Aires, 1988 y con prólogo del recordado maestro
del método de casos, Julio Cueto Rúa.
(2) DE LOS SANTOS, Mabel, "Cuestiones procesales a la luz del Código Procesal Modelo de Familia",
Suplemento especial La Ley, Familia, dic. 2104, ps. 125 y ss.
(3) ROPERO, Rebeca, "El principio de tutela judicial efectiva y su relación con la determinación inicial del
proceso en el derecho de familia", en LLGran Cuyo 2017 (noviembre), 1, cita online: AR/DOC/2008/2017.
(4) BERMEJO, Patricia, "El proceso de familia en el nuevo Código Civil y Comercial y su coordinación
con las justicias provinciales", RDP, ob. cit., p. 153.
(5) BERIZONCE, Roberto O., "Técnicas orgánico-funcionales y procesales de las tutelas diferenciadas",
RDP, 2009, idem, "Tutelas Procesales Diferenciadas II", Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, p. 31.
(6) MEDINA, Graciela, "El proceso de Familia en el Código Unificado", RDP, 2015-2, "Procesos de
Familia", Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa FE, año 2015, p. 88
(7) DE LOS SANTOS, Mabel A., ob. cit., ps. 125 y ss.
(8) GRILLO, Iride Isabel María, "El derecho a la tutela judicial efectiva", disponible en
http://www.infojus.gob.ar/iride-isabel-maria-grillo-derecho-tutela-judicial-efectiva-dacf040088-2004/123456789-0abc-defg8800-4
(9) El art. 18 de la CN establece la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
art. 8º de la Convención Americana de Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica, reconoce a toda
persona el derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente, imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. Y el art. 25 otorga el derecho a un recurso sencillo y rápido o
cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
(10) PEYRANO, Jorge W., "Importancia de la consolidación del concepto de la tutela Judicial efectiva en
el ámbito del juicio civil y análisis de su contenido", disponible en
http://faeproc.org/wp-content/uploads/2012/09/Ros_5.pdf.
(11) PEYRANO, Jorge W., con cita de MARINONI LUIZ, "Derecho fundamental a la tutela jurisdiccional
efectiva", Ed. Palestra, Lima, 2007, p. 281, con cita de la sentencia del Tribunal Constitucional 61/1984.
(12) "Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo aplicarse lo dispuesto en el art. 52, al
que matare: 1º A su ascendiente, descendiente, cónyuge, ex cónyuge, o a la persona con quien mantiene o ha
mantenido una relación de pareja, mediare o no convivencia (inciso sustituido por art. 1º de la ley 26.791 BO
14/12/2012) 2º Con ensañamiento, alevosía, veneno u otro procedimiento insidioso. 3º Por precio o promesa
remuneratoria. 4º Por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de
género o su expresión (inciso sustituido por art. 1º de la ley 26.791, BO 14/12/2012) 5º Por un medio idóneo
para crear un peligro común. 6º Con el concurso premeditado de dos o más personas. 7º Para preparar, facilitar,
consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por
no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito. 8º A un miembro de las fuerzas de seguridad pública,
policiales o penitenciarias, por su función, cargo o condición. (Inciso incorporado por art. 1º de la ley 25.601,
BO 11/06/2002). 9º Abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de
seguridad, policiales o del servicio penitenciario. (Inciso incorporado por art. 1º de la ley 25.816, BO
09/12/2003). 10. A su superior militar frente a enemigo o tropa formada con armas. (Inciso incorporado por art.
2º del Anexo I de la ley 26.394, BO 29/08/2008. Vigencia: comenzará a regir a los seis [6] meses de su
promulgación. Durante dicho período se llevará a cabo en las áreas pertinentes un programa de divulgación y
capacitación sobre su contenido y aplicación). 11. A una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y
mediare violencia de género. (inciso incorporado por art. 2º de la ley 26.791, BO 14/12/2012). 12. Con el
propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación en los
términos del inc. 1º. (inciso incorporado por art. 2º de la ley 26.791, BO 14/12/2012). Cuando en el caso del inc.
1º de este artículo, mediaren circunstancias extraordinarias de atenuación, el juez podrá aplicar prisión o
reclusión de ocho [8] a veinticinco [25] años. Esto no será aplicable a quien anteriormente hubiera realizado
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actos de violencia contra la mujer víctima". (Párrafo sustituido por art. 3º de la ley 26.791, BO 14/12/2012).
(13) ZANNONI, Eduardo A., "Reflexiones a propósito de la ley 26.485 y las perspectivas de género, la no
discriminación y el discurso jurídico", Revista Jurídica UCES,
dspace.uces.edu.ar:8180/xmlui/bitstream/handle/.../717/Reflexiones_Zannoni.pdf.
(14) SOSA, Toribio E., su nota en LA LEY, 1995-C-1190.
(15) MOLINA, Alejandro C., "La violencia familiar ante un juez y un proceso que ayudan a superarla",
RDF 2003-24-99, cita online: 0029/000207.
(16) G. de Ghiglino dice que es una ley procesal sólo aplicable por los Juzgados Nacionales con
competencia en asuntos de familia de Ciudad de Buenos Aires, llamada por muchos nacional porque emanó del
Congreso de la Nación y tuvo el mérito de invitar a las provincias a dictar normas de igual naturaleza (art. 9º).
Ver GARCÍA DE GHIGLINO, Silvia S. — ACQUAVIVA, María A., "Protección contra la violencia familiar",
Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 2010, ps. 127 y ss.
(17) DI LELLA, Pedro - DI LELLA, Pedro (h.), "La Ley de Protección Contra la Violencia Familiar de la
Provincia de Buenos Aires", en JA 2001-II-1258, cita online: 0003/008177.
(18) CNCiv., sala A, 14/04/2003, "S., V. c. N., I. R.", LA LEY 2003-D-529.
(19) SCHERMAN, Ida - MORANO, Estela, "Violencia familiar. La aplicación de la ley 12.569. La crisis
económica", en RDF 2002-22-71, cita online: 0029/000012.
(20) Citar: elDial AAA6F4, copyright 1997, 2018, Ed. Albrematica SA, Tucumán 1440 (CP 1050), Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
(21) Cámara de Familia de Mendoza (CFamiliaMendoza), 11/05/2017, "M., M. T. c. Q., R. M. s/ medida de
protección de derechos (P. A.)", LLOnline, cita online: AR/JUR/36988/2017.
(22) Esta sala, r. 361. 662, del 25/11/2002 y sus citas; r.380.021, del 18/07/2003; r. 390.751, del
12/03/2004; r. 508. 916, del 07/07/2008; CNCiv, sala G, H., 20/08/2008, "R. c. Ch. R., R s/ denuncia de
violencia familiar".
(23) Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Toda persona, como miembro de la
sociedad, tiene derecho a la seguridad, social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad" (art.
22). Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, enumera los
mismos parámetros normativos y remarca que el Estado se obliga a proveer los recursos necesarios "hasta el
máximo que disponga". El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, suscripto el 17 de noviembre de 1988 expresa: "Toda
persona tiene derecho a protección especial durante su ancianidad. En tal cometido, los Estados partes se
comprometen a adoptar de manera progresiva las medidas necesarias a fin de llevar este derecho a la práctica,
en particular: a) proporcionar instalaciones adecuadas, así como alimentación y atención médica especializada a
las personas de edad avanzada que carezcan de ellas y no se encuentren en condiciones de proporcionárselas por
sí mismas; b) ejecutar programas laborales específicos destinados a conceder a los ancianos la posibilidad de
realizar una actividad productiva adecuada a sus capacidades respetando su vocación o deseos; c) estimular la
formación de organizaciones sociales destinadas a mejorar la calidad de vida de los ancianos". La Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do
Pará) aprobada el 9 de junio de 1994 por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos,
que si bien no pudo ser incluida en el texto de la Carta Magna de 1994 por haber sido adoptada
contemporáneamente con la reforma constitucional, fue aprobada en nuestro país por la ley 24.632/1996,
establece entre los derechos allí reconocidos y protegidos, el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia, al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de sus derechos humanos, al ejercicio libre y pleno de
todos esos derechos, a vivir libres de toda forma de discriminación, a ser valoradas y educadas libres de
estereotipos y prácticas culturales basadas en la inferioridad y subordinación, debiendo los Estados adoptar
políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (arts. 7º, 8º y 9º) como así
también mecanismos interamericanos de protección, como la posibilidad de presentar peticiones a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos que contengan denuncias o quejas de violación del art. 7º de la
Convención. Se trata de bregar en este caso por la integridad psico-física de la actora que por su condición de
alta vulnerabilidad y de ser prima facie víctima de violencia familiar, merece la protección judicial preventiva
que otorgan las herramientas jurídicas contra el flagelo de la violencia en general y de la violencia de género en
particular, procediendo en consecuencia el rechazo del recurso articulado y la confirmación del decisorio