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El Mito de las Calorías

Dice la nutrición oficial que para tener Energía en el organismo es necesario ingerir alimentos Calóricos,
preferentemente provenientes de los Carbohidratos. También se dice que estos alimentos y otros (como
Grasas o incluso Proteínas) se queman para ser transformados en azúcares simples para utilizarlos como
Energía (Glucólisis, Gluconeogénesis). Dentro de estos alimentos calóricos, además hacen distinción entre
varios tipos en función de su eficiencia o rendimiento: azúcares simples, azúcares complejos, almidones,
hidratos de carbono (de absorción rápida, lenta, de índice glucémico alto, medio, bajo, o la nueva moda de
la carga glucémica).

Sin embargo, en la práctica y cuando uno realiza distintos experimentos en lugar de guiarse por teorías
leídas, a cerca del organismo y su energía, suceden resultados que invalidan todas y cada una de estas
propuestas nutricionales, veamos cómo.

La Combustión, ese extraño fenómeno

En primer lugar los carbohidratos, las grasas y las proteínas, no se queman. No hay combustión sino
reacciones químicas. Es imposible que en una máquina que muere por encima de los 40-42º se
combustione nada. Como mucho hay oxidación, putrefacción, fermentación, enranciamiento... reacciones
químicas que todavía la ciencia ni si quiera ha llegado a comprender.

Azúcares si, pero azúcares simples

En una cosa aciertan y es en admitir que lo único que reconoce la célula en última instancia son azúcares
simples. También llamados azúcar de uva o azúcar de frutas. Cuando algunos radicales de vegetarianismo
aseveramos que somos frugívoros y que nuestro alimento ideal son las FRUTAS y HIERBAS (Génesis 1:29)
parece una declaración exagerada, ya que nuestra alimentación actual dista mucho de la frugívora. Sin
embargo que nuestro organismo y aparato digestivo estén soportando otros alimentos (no biológicos) no
significa que se haya adaptado, que los reconozca, que los pueda transformar en azúcares simples, ni que
asimile un átomo de ellos. También estamos soportando el consumo de drogas, medicamentos y otros
venenos y tampoco significa que nos hayamos adaptado a ellos, siguen siendo tóxicos.

A día de hoy todavía nadie ha demostrado científicamente que nuestro organismo y nuestro aparato
digestivo sea capaz de reconocer algo que no sean precisamente, azúcares simples. Sólo justifican
mediante distintos mitos nutricionales que etiquetan de "científicos" que todo aquello que comemos que
no son azúcares simples (como grasas, almidones y proteínas) se asimilan porque dentro del cuerpo sufren
una transformación que los convierte o degrada en azúcares simples. La prueba es tan sencilla como
ingerir alguno de esos principios (grasas, almidones o proteínas) en monodieta con el intestino limpio
después de un laxante, y analizar las heces después, para comprobar como la cantidad de grasa, de
proteína o de almidón de lo que hemos ingerido, es la misma cantidad que la que ha salido.

Por tanto, transformación cero y asimilación cero. Lo único que el organismo reconoce es aquello que
puede asimilar. Sin necesidad de transformarlo. Es lógico porque nuestro aparato digestivo es: una
máquina diseñada exclusivamente para el consumo de frutas.
Lo que más energía te proporciona es lo que menos te la roba

Y lo que menos te ensucia el organismo. Ya hemos visto que nuestra dieta se basa en comer alimentos no
fisiológicos, irreconocibles por nuestro aparato digestivo. Dentro de los alimentos no fisiológicos, aquellos
que se sitúan en el top 10 de nuestras fuentes de energía más calóricas: cereales, tubérculos, vegetales
amiláceos crudos y derivados (productos hechos con harinas, etc). Es decir: trigo, cebada, centeno, arroz,
maiz, avena, mijo, quinoa, teff, trigo sarraceno, patatas, batatas, calabacín, brócoli, zanahoria, calabaza... y
todos sus derivados como panes, pastas, galletas, tostas... A todos ellos vamos a llamarles Almidón ya que
es el principio que más contienen. Y vamos a dejar fuera las frutas y los vegetales que no contienen
almidón, y a los vegetales que contienen muy poquito almidón (calabacín, brócoli, zanahoria, calabaza)
vamos a sacarlos fuera del grupo de los almidones siempre y cuando transformemos, esta vez sí –
mediante procesos de cocción suave fuera del organismo- todos sus almidones en azúcares simples que
además, sí son reconocibles y asimilables por nuestro aparato digestivo.

Cuando el organismo recibe este tipo de "comestibles" (e independientemente de su carga glucémica,


asimilación rápida o lenta, etc) no los reconoce como alimento, ya que hemos dicho que el aparato
digestivo exclusivamente reconoce azúcares simples. Entonces los trata como un tóxico y se dispone a
eliminarlos. Entonces gasta Energía Vital (Vitalidad) en procesarlos para eliminarlos, que es energía que
perdemos.

- en la gestión de los residuos que producen (gases y tóxicos venenosos derivados de sus fermentaciones)

- en defendernos de ellos (creamos mucosidad, también llamada leucocitosis digestiva).

Lo cual se traduce en que ingerir esos alimentos no es un aporte de Energía sino todo lo contrario,
gestionar estos supuestos alimentos energéticos nos roba energía, y como además no son nuestro
alimento ideal, al defendernos de ellos ensuciamos el cuerpo, intoxicándolo. Sobretodo cuando los
consumimos mezclados con otros principios (proteínas y grasas) como habitualmente sucede, porque "hay
que comer de todo".

Si el consumo de estos "comestibles" nos hace sentir bien, es simple y llanamente porque al poner toda
nuestra energía en ese proceso "digestivo" por llamarlo de alguna manera, dejamos de poner energía en
los procesos de eliminación y cesa el malestar que conllevan, malestar al que habitualmente llamamos
"hambre". Si a más alimento "energético" tuviésemos más energía, las personas obesas estarían muy
enérgicas y sin embargo es todo lo contrario. También se nos explica que "si comes más calorías de las que
quemas engordas, si comes menos, adelgazas, porque el cuerpo acumula el exceso". Esto tampoco sucede
así, sino nadie estaría gordo gracias a las dietas hipocalóricas (que fracasan en la mayoría de las ocasiones).
De igual modo también hay muchas personas que comen bastante más calorías de las que supuestamente
gastan y sin embargo están delgadas.

¿Viviendo de las Reservas?

Con esto llegamos a la teoría inventada de la vía secundaria de obtención de Energía: las grasas e incluso
las proteínas. Es decir, cuando se agota el glucógeno acumulado en músculos e hígado, supuestamente
procedente de los carbohidratos nos dicen que entonces el cuerpo tira de sus reservas creadas por la
ingesta de grasas y proteínas. Si esto fuera así, entonces las personas obesas, con grandes reservas de
grasa, podrían ayunar por muy largo tiempo y vivir de sus reservas, y sin embargo, es justo al contrario, los
grandes ayunadores precisamente son personas delgadas (faquires, hindúes, yoguis). Ni el exceso de
carbohidratos se transforma en grasa, ni las reservas de grasas se "queman" después transformándose en
azúcares simples para obtener una vía de obtención de energía secundaria (gluconeogénesis). Otra cosa es
que de nuestros propios residuos y elementos químicos en el organismo, seamos capaces de sintetizar,
todo aquello que necesitamos. Como hacen el resto de especies del planeta.

La energía ni si quiera se obtiene de los Azúcares Simples

Y todo esta mitología no funciona porque se parte de la base errónea de que: la energía sale de los
azúcares simples! Hemos dicho que los azúcares simples es lo único que podemos asimilar a nivel celular,
bien, pero no tienen una función Energética, sino que tienen la función que siempre se le ha atribuído a la
proteína. Que es construir tejidos, reparar. Pero para poder asimilarlos hemos de tener un intestino limpio,
un cuerpo bastante desintoxicados. Sino estaremos manteniendo nuestros tejidos por "anabolismo"
mientras todos nuestros procesos de eliminación están frenados. No es de extrañar que una gran masa de
humanos se estén "manteniendo con vida" gracias a la ingesta abusiva de azúcar, incluso refinada. Ya que
del resto de "elementos" que colocan en sus intestinos no están asimilando nada.

Entonces ¿de dónde sacamos la energía?

¿Cuánto tiempo puedes estar sin comer? Si nunca has hecho la prueba, te respondo: el ser humano medio
"sano" puede aguantar hasta 30 ó 40 días sin comer. Ahora piensa ¿cuánto tiempo puedes estar sin
respirar? Muy poco, tenemos una capacidad asombrosa de obtener toda la energía que necesitamos del
aire puro (oxígeno, nitrógeno atmosférico y más elementos indispensables para la vida). Alimento
proveniente del infinito. Es por esto que durante los ayunos correctamente realizados no se experimenta
ningún descenso de energía, sino todo lo contrario, sobretodo en personas que no tienen grandes reservas
de tejido adiposo.

¿Cómo es posible esto? ¿Tener más energía sin comer que comiendo?

La fórmula REAL del Metabolismo Humano

Esto es posible teniendo en cuenta que la energía real se aprovecha mejor en un cuerpo limpio. Pero
estamos muy intoxicados para poder experimentar eso todavía. La formula de la Vitalidad o de la Energía
Vital, sería la siguiente:

V=P–O

Donde V es Vitalidad, o Energía Vital. P es Poder (una incógnita que ahora desvelaremos) y O es la
Obstrucción (nuestro taponamiento, constipación, o toxemia)

V aumenta (tenemos más energía vital) cuando O disminuye (a medida que removemos y eliminamos la
obstrucción de nuestro organismo)
¿De dónde estaríamos sacando actualmente la Vitalidad con nuestros cuerpos Obstruidos?

A expensas de P, es decir, estamos forzando a un cuerpo sucio y obstruído a sacar energía del Poder de la
presión del Aire, y para ello necesitamos estimulantes del sistema nervioso, excitantes, que muchas veces
conseguimos a través de la comida, por ejemplo, abusando de la proteína.

El Metabolismo rápido / lento

También nos hablan de que en función de cada persona, hay un tipo de Metabolismo (rápido, lento) y que
esto justifica el tener que tomar alimentos calóricos cada poco tiempo, etc. Sin embargo, al remover
cuidadosamente la obstrucción de estos organismos, sorprendentemente cambia su metabolismo! Por
tanto no se trata de tener un metabolismo o una genética, sino de que en un organismo altamente
intoxicado que aprovecha cada momento en que no hay digestión para eliminar su toxemia, hay malestar,
a dicho malestar le llamamos hambre porque el subconsciente sabe que se calma con... comida. Por tanto
nos inventamos que hay personas que tienen que comer "calorías" cada poco tiempo y así mantenemos
sus procesos de eliminación parados. Pero la obstrucción y la intoxicación siguen su curso. Y siguen sin ser
removidas. Por muy sano que se coma (en 5 – 7 tomas al día que mantienen paralizados los procesos de
desintoxicación).

Retornar a la Dieta Original

¿Significa esto que la solución sea ponernos a comer sólo Frutas y Hierbas y eliminemos de la dieta los
almidones, las grasas y la proteína? No. Eso es una mala idea, porque estaríamos forzando una máquina
sucia, obstruída, a trabajar con el mejor combustible. Estaríamos poniendo alimento ideal, depurativo,
disolvente y vitalizante, en un cuerpo que debido a su toxemia ya está muy lejos de ser el cuerpo ideal.
Primero hemos de remover la obstrucción y esto requiere de un sistema lento y largo que permita hacerlo
suavemente, sin poner en peligro los órganos y llevando nosotros las riendas de la velocidad de la
eliminación de dicha obstrucción. Y dentro de ese sistema -aunque NUNCA como aporte de nutrientes-
sino como elementos frenadores de los procesos de la eliminación sí tendría sentido el uso estratégico,
bien combinado y ordenado, de pequeñas cantidades de grasa, almidón o proteína. Veremos cómo en el
siguiente módulo.

El peligro del Almidón

De todas las sustancias presentes en esos "comestibles" altamente energéticos y caloríficos como los
carbohidratos, cereales, tubérculos... el más peligroso de todos es el almidón. Que si bien tampoco se
asimila, y roba mucha energía vital para ser gestionado y eliminado, genera mucosidad y además de la
mucosidad generada por el propio organismo (leucocitosis) nos aporta una mucosidad extra como buen
amiláceo, dejando dentro de nuestros intestinos su propia pegajosidad. Hay algunas "dietas" que ya se han
dado cuenta de esto (paleo, atkins, dukan) y han retirado de forma drástica y radical, sin tener en cuenta el
resto de factores, y fuera de ningún sistema de depuración física, los cereales, harinas, tubérculos y
derivados (e incluso las legumbres). Por supuesto son dietas que tampoco funcionan a largo plazo. Aunque
a corto plazo den mejores resultados que la dieta omnívora o incluso que la vegetariana y temporalmente
alivien síntomas, o parezca que resuelven ciertas enfermedades. Son "pan para hoy, hambre para
mañana". En tanto que cometen otro error garrafal que es utilizar como elemento frenador de su
eliminación a la proteína en cantidades abusivas (acidificante y mucoproductora, aunque en menor
medida) y a las grasas (acidificantes), en paralelo además, generan una desnutrición importante por falta
de lo único que se asimila: azúcares simples. De hecho es muy común mientras se están practicando estas
dietas sentir hambre de azúcares, ganas de comer cereal, y estar en constante cetosis hasta llegar a la
cetoacidosis en los casos en que se persiste.

¿Y las dietas alternativas más sanas?

Incluso las corrientes alternativas de alimentación natural (vegetarianas, veganas, alimentos vivos... ) que
se prometen más saludables siguen basadas en estas teorías obsoletas de nutrición. Insistiendo en que el
consumo de alimentos no fisiológicos como los cereales, las legumbres, los frutos secos, las semillas... son
necesarios y se asimilan.

Y decimos obsoletas porque Arnold Ehret en Sistema Curativo por Dieta Amucosa y en Ayuno Racional, ya
avisó hace más de 100 años de que la fórmula de la VIDA era otra bien distinta: V = P - O

El Mito de las Proteínas


Dice la nutrición oficial que necesitamos consumir proteínas porque necesitamos su función plástica y
reparadora, para construir tejidos. En realidad esta función la hacemos a través de reacciones químicas a
partir de los azúcares (Ver artículo El Mito de las Calorías).

Aun así vamos a desmontar toda la mitología en torno al consumo de proteína. En primer lugar, nosotros
ya estamos construídos, sólo tenemos que mantenernos. Si la vaca o el elefante no necesita comer
proteína para construir proteína ¿porqué la necesitamos nosotros?

Antes de seguir avanzando vamos a recordar -sin entrar en detalles más técnicos- que:

Llamamos Proteína, como Macronutriente, a las moléculas formadas por cadenas de Aminoácidos. Todas
las proteínas tienen Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno, y casi todas contienen también Azufre.

Llamamos Aminoácido, a los compuestos orgánicos que se necesitan para formar proteínas. Generalmente
y según su obtención se clasifican en Aminoácidos Esenciales, aquellos que deben ser captados de los
alimentos (Valina, Leucina, Treonina, Lisina, Triptófano, Histidina, Fenilalanina, Isoleucina, Arginina,
Metionina) y en No Esenciales, aquellos que pueden sintetizarse en el propio organismo (Alanina, Prolina,
Glicina, Serina, Cisteína, Asparagina, Glutamina, Tirosina, Ácido Aspártico, Ácido Glutámico).

Llamamos Albúmina, a la proteína que se encuentra en mayor proporción en el plasma sanguíneo. Es la


principal proteína de la sangre y una de las más abundantes del Ser Humano.

El Mito del Metabolismo de la Proteína

Nos han contado que para tener Fuerza y Músculos necesitamos ingerir suficientes Proteínas. Sin embargo
nuestras células sólo entienden de azúcares simples, minerales, ácidos grasos, aminoácidos,... y todos
estos elementos micronutrientes se encuentran por supuesto en el reino vegetal, más concretamente en
las Frutas y algunas hierbas (hojas verdes).
La nutrición oficial nos explica que si queremos construir y reparar tejido (no sólo muscular) hemos de
ingerir proteínas completas de alto valor biológico, que es la proteína que contiene todos los aminoácidos
esenciales y que además, tiene una alta proporción de proteína absorbida, asimilada por el organismo (o
mejor dicho: que después de haber entrado al organismo, no sale de él).

Sin embargo las vacas no necesitan beber leche para producir leche, los elefantes no comen proteína para
construir proteína, y los animales a los que más nos parecemos (grandes simios como chimpancé, gorila,
bonobo...) tampoco necesitan una ingesta de proteína de alto valor biológico para construir sus grandes
músculos.

En la sangre sólo encontramos Albúmina, que según Julius Hensel – Químico Alemán, es una combinación
de hierro oxidado con azúcares.

"Si nosotros deseamos tener cultivos normales y saludables, y que tanto hombres como animales que viven
de ellos, puedan encontrar en estos todo lo que es necesario para el sostenimiento de sus cuerpos (fosfato y
fluoruro de calcio y magnesio para la formación de huesos y dientes; potasio, hierro y manganeso para los
músculos, cloruro de sodio para el suero sanguíneo, azufre para la proteína de la sangre, hidrocarburos
para la grasa de los nervios), no será suficiente reponer el potasio, ácido fosfórico y el nitrógeno (NPK). Los
otros también son una necesidad imperativa."

"Los teóricos nutricionistas quienes afirman que el hombre debe tener tanta cantidad de hidro-carburos,
tanta cantidad de grasa y tanta proteína, evidentemente entienden poco de la íntima relación en que se
encuentran estas sustancias, por lo que una puede convertirse en otra; por ejemplo el hidro-carburo azúcar
gracias a la adición de minerales y amoniaco se transforma en proteína." [Manual práctico de Agricultura
Orgánica y Panes de Piedra – Julius Hensel]

Hidrocarburos para la grasa de los nervios... azúcares que se combinan con minerales y amoníaco para
transformarse en proteína... ¿Transmutación Biológica? ¡Magia!

Desde luego los grandes, mejores y auténticos Expertos Nutricionistas de la Historia de la Humanidad
siempre han estado relacionados de alguna manera con la producción orgánica de nuestro alimento ideal :)

Por otra parte habría que considerar el hecho de que, al igual que ocurre con grasas y almidones, la
Proteína aislada, tal cual, cuando se ingiere en monodieta y con el estómago vacío, no sufre asimilación en
nuestro aparato digestivo y la cantidad que se excreta es la misma que la que se ingiere. Este experimento
lo puede realizar cualquiera. El resultado es lógico en tanto que ningún alimento en la naturaleza por
encima de un 2 – 3 % de proteína puede ser reconocido por nuestro aparato digestivo y por tanto no
puede considerado nuestro alimento ideal.

¿Cuánta proteína necesitamos?

Podemos responder a esta pregunta copiando y pegando lo que dice la OMS, la ADA, las Asociaciones
Vegetarianas y más teorías (rondan el 10% de las calorías ó 0,8grs por kg de peso) o si queremos la Verdad
sin intereses, mejor preguntarle a la Naturaleza.

La leche materna humana contiene entre un 2,5 y un 3% de Proteína. Un bebé lactante es capaz de
DOBLAR su peso en 180 días (6 meses) con este aporte. Nunca más necesitamos tanta proteína, mejor
dicho, nunca más necesitamos construir tanto tejido (no sólo muscular) en tan poco tiempo.

Por otra parte no existe en la naturaleza ningún animal mamífero que se alimente a lo largo de su vida con
alimentos con más porcentaje de proteína que la leche de su mamá. Excepto el animal humano.
Casualmente (o sin casualidad ninguna) las frutas y hojas verdes contienen exactamente entre un 2 y un
3% de proteína en forma de aminoácidos simples.

Es decir, estamos diseñados para obtener nuestra proteína humana a través de nuestro alimento natural
biológico, los alimentos con mayor porcentaje de proteína (ya sea vegetal o animal) no se aprovechan y
resultan, además, nocivos/tóxicos para el organismo. En concreto enfermedades de hiper sensibilidad
tóxica (como SQM, EHS, PAS, etc) así como enfermedades mentales y trastornos psicológicos, mejoran
notablemente reduciendo considerablemente el aporte de proteínas en la dieta.

La Proteína completa, o la proteína de alto valor biológico

Es otro error común, el hacer malabares en cada comida, para tener todos los aminoácidos esenciales en el
plato. ¿Qué animal hace eso? ¿Qué árbol da más de una sola fruta a la vez? Al margen de los daños al
organismo del "mezclivorismo", sobretodo al intestino y al sistema inmunológico. No necesitamos ingerir
en cada comida todos los nutrientes de los que estamos compuestos para poder mantenerlos o
construirlos. El organismo ya tiene sus propios mecanismos de asimilación y síntesis de todo aquello que
necesita a partir de azúcares simples. Y también gracias a las reservas endógenas de elementos químicos
que disponemos.

Los peligros de la Proteína en Exceso

Y cuando digo "proteína en exceso" no hay que irse muy lejos. Simplemente todo aquel alimento (vegetal o
animal, procesado o crudo) que supere ese 2 – 3 % de proteína. Por ejemplo: carnes, pescados, mariscos,
embutidos, huevos... pero también legumbres, frutos secos y semillas. Es decir incluso del sano mundo
vegetal, tenemos alimentos antifisiológicos que no se asimilan en absoluto que gastan nuestra energía
para ser eliminados y que dejan residuos en el organismo, como: lentejas, garbanzos, judías, nueces,
almendras, pistachos, piñones, avellanas, sésamo, lino, chía...

Esto nos hace pensar, que excepto vegetarianos auténticos radicales (muy estrictos que basan su
alimentación en alimentos orgánicos provenientes del huerto y no de los supermercados y que evitan
legumbres, frutos secos y semillas) la mayoría de la población con alimentación de cualquier índole, abusa
del consumo de proteína.

Cuando comemos más proteína de la que necesitamos (sobretodo si no es en forma de aminoácidos


provenientes de frutas y hojas verdes) ocurren las siguientes catástrofes:

- Los excesos de proteína no se asimilan ni se destruyen, tampoco se eliminan en su totalidad, sino que se
acumulan, se pudren y nos envenenan, agotando nuestra vitalidad y empeorando nuestra salud porque
después de gestionar el exceso de proteína, NO nos queda energía para eliminar toxinas. Si no hay energía
para eliminar toxinas... entonces no hay malestar producido por la eliminación, no hay hambre y nos
sentimos "bien". Temporalmente.

- La proteína es mucoproductora, aunque menos que el almidón, pero en general siempre suele ser
consumida en compañía de este, lo cual es una de las peores incompatibilidades alimentarias, resultando
altamente intoxicante, mucoproductora. Pero muy saciante y agradable al paladar, pues es tal la cantidad
de energía que requiere gestionar la incompatibilidad de Proteína + Almidón que durante ese proceso, el
organismo retira toda la energía de los procesos de eliminación, haciéndonos sentir temporalmente
"aliviados".

- El organismo tiene una carga extra para deshacerse de los residuos que genera el consumo en exceso de
proteína (urea, ácido úrico) con lo cual tenemos agotados órganos como el hígado y los riñones.
- Los residuos nitrogenados y azufrados consecuencia de la putrefacción y del intento de eliminación por
una dieta hiperprotéica (y ya hemos visto que es muy fácil que lo sea) rebosan a través de nuestro mayor
órgano de eliminación (la piel) envejeciendo este órgano, intensificando nuestro olor corporal y
favoreciendo daños difícilmente reversibles como la calvicie, canicie o alopecia.

- Acidificamos el organismo (iones de sulfato), convirtiéndonos en el caldo de cultivo ideal para la


proliferación de virus, hongos, bacterias, degradación de tejidos, etc (helicobacter, candidiasis, herpes,
artritis, osteoporosis, debilidad dental...)

- Muchas otras enfermedades (cáncer, obesidad, cardiovasculares...) están directamente relacionadas con
el consumo de proteína (sobretodo animal) en la dieta (Ver: El Estudio de China del Dr. T. Collin Campbell)

- Las proteínas funcionan como estimulantes del organismo (ya sean vegetales o animales) ya que generan
purinas durante su proceso de "digestión" y por tanto, adicción. Un efecto muy parecido al café. Lo que
nos hace pensar que "las necesitamos" ya que cuando las consumimos en demasía nos dan una aparente
vitalidad, energía y sensación de bienestar temporal.

- Cuando llevamos años abusando de proteínas (animales o vegetales), la intoxicación es tal que nos vemos
con falta de Energía, de Fuerza y lo peor, alteraciones en el ánimo como depresión, tristeza y ansiedad.

- Además, las proteínas animales traen el añadido de que cualquier producto animal, en cuanto el animal
muere, entra en proceso de putrefacción, generando más toxinas al entrar en contacto con el oxigeno que
se vuelven todavía más venenosas a temperatura elevada (basta con los 37-38ª de nuestro intestino). Y eso
sin hablar de la cría intensiva, de la alimentación artificial de los animales y la utilización de hormonas,
antibióticos... etc.

- En el caso de la proteína cocinada (animal o vegetal) hay que considerar que la albúmina muerta por la
cocción, desnaturalizada y coagulada (Reacción de Maillard) NO resucita en el cuerpo humano para
después, fabricar o reparar tejidos con ella.

- La proteína tampoco nos aporta Energía, ni se transforma en Energía. Es más, hay una clara relación y
evidencia (Ver estudios Dr. Chittenden y Prof. Hindede) de que la Energía y Resistencia del individuo
siempre aumentan con la disminución de Proteínas en la Dieta.

Por último, calcular las necesidades de proteína necesaria para un individuo sin calcular primero
la Obstrucción de ese individuo, es el mayor absurdo de la Dietética Actual. Ya que en un cuerpo
obstruido, poco o nada se puede asimilar.

¿De dónde obtiene el cuerpo la proteína que necesita?

Como ya estás intuyendo a estas alturas, no necesitas ingerir proteína para construir proteína. En un
cuerpo limpio los alimentos pobres en proteínas pero ricos en azúcares, minerales, aminoácidos esenciales,
enzimas, oligoelementos, fibra y agua desarrollan los mayores niveles de Salud, Energía y Rendimiento
Físico. Así como el mejor desarrollo muscular NATURAL, no esperpéntico.

Estos alimentos son: Frutas y vegetales de hojas verdes.

Por otra parte el Nitrógeno es parte esencial de la proteína, por lo que debemos considerarlo un factor
importante para mantener la máquina humana y su Vitalidad. Si tan necesario es, entonces tiene mucho
sentido que en un cuerpo limpio el mismo nitrógeno atmosférico presente en el aire puro y en las bacterias
sea asimilable. Alimento proveniente del infinito :) De ahí que podamos aguantar semanas sin comer y sin
embargo apenas unos minutos sin respirar.
Sobre el matiz "en un cuerpo limpio"

Hemos postulado que el cuerpo humano no asimila un átomo que no provenga de las frutas y/o vegetales
de hoja verde. Pero esto lo hace con suficiencia para la vida siempre que esté en óptimo estado de salud.
Es decir, con un cuerpo limpio.

Lamentablemente muy pocos pueden asegurar eso a día de hoy, ya que hasta las personas que se dicen a
sí mismas "sanas", están intoxicadas en un stand-by conocido como "enfermedad latente". O toxemia
retenida, aparcada. Procesos de desintoxicación y eliminación frenados por la energía que requiere la
gestión de la dieta errónea.

Nuestra sobrealimentación lleva a una hipertoxemia que, para ser eliminada produce un malestar que sólo
se frena... con más sobrealimentación.

Una auténtica historia de terror. Un círculo vicioso del que resulta difícil escapar. Y más cuando todos
estamos enfermos, y no atendemos a la evidencia de que cuanto más se alimenta a un enfermo, más se le
daña.

Cuando hacemos mal una mejora dietética (vegetarianismo estricto, crudivorismo, frugivorismo higienista)
al principio, todo es maravilloso. Pues es cierto que el organismo tiene por primera vez en su vida, algo de
energía disponible para deshacerse de su escoria más grosera. Pero tarde o temprano, eso que nos iba tan
bien al principio, falla. Precipitamos el proceso de desintoxicación -en lugar de ralentizar la eliminación con
Dieta de Transición adaptada y Ayunos- se pone en circulación mucha mucosidad que impide la absorción
de nutrientes como los aminoácidos, esto puede producir una pasajera deficiencia protéica, ya que
nuestra inteligencia digestiva y la misma célula, saben que es imprescindible y necesario limpiar, antes que
nutrir.

Las personas muy intoxicadas NO asimilan bien los nutrientes en su estado natural. Además, generalmente
cuanto más intoxicadas están, más proteína dicen necesitar, ya que al tomarla obtienen la función
estimulante y la función frenadora de toxinas, por lo que momentáneamente se sienten mejor.

Es decir, comen proteína en exceso para estimular al organismo (falsa energía y ácido úrico actuando casi
como si fuese... cafeína) y para crear cierta presión para que parte de los nutrientes puedan entrar en la
célula. Las células pierden su permeabilidad por exceso de toxemia, por eso a mayor toxemia, más
cantidades necesitamos ingerir, para forzar la nutrición celular. Pero por mucho que se ingiera, muy poco
se asimila y todo lo que no se asimila acidifica, intoxica, se acumula, genera más mucosidad y nos hace
enfermar a medio / largo plazo.

Entonces queda claro que atiborrarse de proteína porque no podamos asimilarla o sintetizarla, NO es ni
de lejos... la solución.

Las personas que están menos intoxicadas o que siguen una correcta Dieta de Transición adaptada
combinada con Ayunos Cortos frecuentes personalizados, para ir limpiando poco a poco su organismo,
tienen menos requisitos de proteína porque tienen mejor asimilación, evitando así todas las consecuencias
catastróficas del consumo de proteína excesiva.

Además el consumo excesivo de proteína está directamente relacionado con las carencias de Vitamina
B12, lo cual tiene sentido ya que la síntesis natural de B12 requiere de una flora bacteriana intestinal
adecuada, no putrefactiva.

¿Porqué tantas personas cogen peso y "músculo" con dietas altas en proteína vegetal e incluso en
proteína animal?

Habría que cuestionarse ¿de qué se compone ese peso y ese volumen que ellos llaman músculo?

Después de un corto ayuno podemos demostrar fácilmente que lo primero que se pierde es Agua, Grasa y
Mucosidad. Mucha mucosidad. Y esto pueden suponer muchos kilos menos en un "culturista" que se queja
de "estar perdiendo músculo" en su proceso de desintoxicación, cuando lo que está perdiendo son
peligrosos venenos diluídos y neutralizados en agua, grasa acumulada, mucosidad y toxemia generada por
su dieta acidificante hiperprotéica de años y años.

Por otra parte, en estas personas hay que tener en cuenta que debido a la alimentación errónea, están
paralizados todos los procesos de desintoxicación, de catabolismo (no se eliminan toxinas porque la
energía vital está puesta en digerir y entrenar constantemente) por lo cual se propicia el anabolismo, pero
de una forma artificial, antinatural y poco saludable a medio / largo plazo. Como así sucede en la práctica
(envejecimiento prematuro, tendencia a las lesiones, calvicie, daños hepáticos y renales, trastornos de la
personalidad con tendencia a la depresión, etc).

Como ya hemos comentado antes, si la desintoxicación se hace demasiado rápida, se pone demasiada
mucosidad en circulación (no sólo en el intestino) y esto impide la asimilación de aminoácidos (incluso a
nivel celular) por lo que también podemos sufrir de carencias protéicas por hacer las cosas con muchas
prisas.

Entonces, ¿Porqué funcionan las dietas hiperprotéicas para adelgazar?

Primero, ¿a qué nos referimos cuando decimos que "funcionan"?

Que el cuerpo soporte el omnivorismo, no significa que seamos omnívoros. Que el cuerpo soporte los
medicamentos y las drogas, no significa que no nos vayan a pasar factura en el futuro.

De igual forma, que el organismo por mera "supervivencia" sea capaz de tirar "sólo algunas semanas o
meses" con una dieta hiperprotéica y que durante ese tiempo a parte de agotamiento, cetosis y
estreñimiento, el cuerpo se adapte perdiendo agua y grasa, no significa que la dieta ideal para estar en
nuestro peso (al menos a medio / largo plazo) sea una dieta hiperprotéica. Es más, debería hacernos
pensar, porqué el cuerpo deja de hincharse como un globo cuando simplemente eliminamos de la dieta,
cualquier tipo de Almidón (harinas refinadas, cereales, legumbres). Lo cual ya hemos visto en el punto
anterior sobre el mito de la Energía.

Segundo, ¿durante cuánto tiempo funcionan? Es común que muchas personas que han perdido X kilos con
una dieta hiperprotéica (omnívora o incluso vegetariana) después han recuperado X + N kilos y además de
eso, han desarrollado una fuerte ansiedad por la comida por la privación radical de azúcares simples
(fuente REAL de nuestra nutrición) y serios trastornos intestinales debido a la putrefacción de proteína en
el intestino.

La infelicidad humana por dietas mucosas y dinero deuda, y falta de energía


libre por censura, y otros

Lo único que igual creo que puede hacer cada persona por mejorar su vida, su felicidad y la del mundo, es
tender a la dieta amucosa o eso me da por creer ahora, tras tragarme muchos vídeos y explicaciones de
Diego Conesa, Irene Bueno, y otros. Por hacer se pueden hacer cien mil cosas o eso nos parece, pero para
quien no está con dieta de dios, la de la creación, sólo se enreda más y más en solucionar lo que el mismo
creo, cuando montó la agricultura y propiedad privada, etc. Cuanto más intentamos cambiar otras cosas, sin
volver a estar desintoxicados, más vueltas y revueltas a un mundo sin soluciones globales totales y
satisfactorias, porque intoxicados-más inconscientes no podemos sentirnos siendo luz, belleza, vitalidad y
armonía. Evidentemente a casi todos los seres humanos drogadictos de los efectos de las proteínas y
almidones, llenos de tóxicos y mucosidad, no creo que les interese gran cosa, pero quién sabe... siempre
puede llegar un momento en que hartos de todo, intenten algo nuevo.

Si el ser humano está mal porque está intoxicado, la solución es ver qué pasaría intentando dejar de estarlo.
Ya puestos también invitaría a limpiezas hepáticas, sun gazing, balnearios o bañera de agua caliente con sal
marina, para que no trabajen tanto los riñones, y más se vayan por la piel. Hierbas de Sen como purgantes, y
otras muchas cosas que se dicen en estos u otros vídeos, siempre con conciencia de no sobrecargar ninguna
zona e ir poco a poco, y más si está ya uno jodido o bien cascado.

Noticias que parecen cambiar algo y no cambian el circo mundial del capitaltimo contra la vida-vitalidad, las
hay a mares, porque si no nos sentimos vitales, desintoxicados y mucho más conscientes, cómo vamos a
dejar de querer tener más para llenar los vacíos que causa estar cada año peor, más intoxicados, más cerca de
nuestro final. No importa que el capitaltimo cambie, importa que tú cambies y te sientas bien, y luego ya
veremos si aparecen restaurantes para amucosos, como aparecieron los restaurantes para celiácos o no.
Evidentemente, esto tardaría milenios, porque admitir que es droga la comida, y poder parar de mezclarla, y
cargarse el mundo social actual en torno a la comida, es demasie para la gran mayoría. Y encima esta dieta
amucosa requiere años para igual sacar la gran mayoría de los tóxicos.

Conclusión: la gente va a pasar porque además no se lo va a creer y las creencias influyen un huevo o tal
vez más que la dieta (bioneuroemoción-feedback-comida), pero mi obligación creo que es decirlo y así os lo
he contado por ahora.

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