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Propósito del libro: Ayudar al lector a ver el mundo de los niños desde sus propias necesidades,

interés, momento del desarrollo, y experiencias. Atender y mentalizar el mundo de los niños desde
su propio mundo de las necesidades y experiencias.

- Implica un cambio de estado mental y emocional hacia ellos.


- Para el niño, la presencia es fundamental.

¿Qué es A.M.A.R? Es un estado mental/emocional de respeto y validación de la experiencia,


necesidades, intereses y reacciones de los niños.

ATENCIÓN: Es prestar atención a las reacciones y conductas de los niños. Es decir, que aprendan a
mirarlos de un modo más agudo, que puedan reconocer si están tensos observando su lenguaje
corporal, si están enojados prestando atención a su expresión facial, si están con miedo
atendiendo a la mirada del niño.

MENTALIZACIÓN: Es importante desarrollar la capacidad de mentalización de las necesidades,


experiencias, reacciones y conductas de los niños, se trata de la habilidad del adulto para inferir,
captar y pensar lo que el niño podría estar sintiendo, necesitando, comunicando y expresando.
Permite al adulto poder comprender que es lo que le está pasando internamente al niño.

AUTOMENTALIZAR: Es igualmente importante que el adulto desarrolle la capacidad de identificar


sus propios estados emocionales provocados por el vínculo con el infante.

REGULACIÓN: Actuar de un modo respetuoso con el niño, es la fase donde el adulto aplica algún
tipo de acción para ayudar al niño a desarrollarse y calmarse.

C.R.E.S.E : Cuidado respetuoso emocionalmente seguro. La idea de este concepto es respetar las
diversas experiencias y dimensiones de la vida del niño, pero el caso de las emociones negativas y
el estrés es muy central, ya que es precisamente en esos momentos donde el niño realmente
evalúa el cariño, la protección y la disponibilidad del adulto.

Capítulo 1: El cuidado de los niños en el mundo actual.


Introducción.

Dificultades emocionales, conductuales y sociales (2 tipos), en los niños de la sociedad actual.

Dificultades externalizantes: Todos los problemas que un niño puede tener y que expresa hacia
afuera de él. Por ejemplo, la agresividad, la hiperactividad, el descontrol emocional.

Dificultades internalizantes: El niño vive sus problemas emocionales y sociales hacía adentro y no
los expresa. Por ejemplo: la ansiedad, depresión, tristeza, timidez.

Necesidades ancestrales versus necesidades modernas.

Etnopediatria(1985): Trata de comprender como las diferentes culturas moldean diferentes estilos
de cuidado y, a su vez, cómo esto afecta al bienestar, salud y desarrollo de los niños.

“En la época que fuimos cazadores- recolectores se veía un estilo de vida que tenían ciertas
condiciones humanas positivas: vida comunitaria, sentido familiar, cuidado especial y comunitario
de los hijos, ausencia de individualismo, cooperación entre los géneros, tiempo libre. Esto implica
que el niño necesita de esas características para desarrollarse de un modo sano.”

Sobrevivir el cuidado versus aprender del cuidado.

Muchos adultos piensan que el cambio mental/emocional implicaría mas tiempo, en realidad no
implica más tiempo, sino todo el contrario. Lo que implica es lo que se hace se realice bajo un
estado mental diferente, mas respetuoso, menos estresante, por sobre todo con más A.M.A.R.
Entonces, no es “hacer más”, es hacerlo diferente, con una predisposición donde el niño exista en
la escena, donde se atiendan y mentalicen sus necesidades y sus emociones (especialmente las
negativas).

Sobrevivir el cuidado: frases como “tienes que hacer lo que yo te digo”. Uno de los aspectos
centrales es que los niños tienen que cumplir las expectativas de sus padres. Por lo mismo, el niño
vive inundado de expectativas referidas a que se tiene que ser una buena persona, buen
estudiante. Dado que es imposible que un niño pueda satisfacer todas las características de un
padre en algún momento le llegará una mala palabra (lo que se llama mentalización negativa). La
sobre exigencia que está generando niveles muy altos de estrés crónico en los niños.

Otro aspecto central en este cuidado se relaciona con el hecho de que expresar emociones
negativas no es algo aceptable, no es bueno llorar y si expresa alguna reacción aparecerá la
mentalización negativa.

Finalmente, el tercer aspecto fundamental es lo que se relaciona con el control. Es una actitud
mental/emocional donde el niño tiene que hacer todo lo que el adulto le diga, sin importar las
razones, las explicaciones, y las emociones. “Si yo te digo X, tú haces X”.

Es una actitud en la que el adulto es incapaz de ver las cosas desde un punto de vista de los niños.
Y el adulto que lo aplica en general suele estar pasando por un periodo de estrés.

Cuando nuestro “cerebro emocional” se activa, lo que ocurre en nuestro “cerebro racional y
empático” se desactiva. Esto quiero decir que cuando estamos en un estado emocional negativo,
nuestra actitud mental no es capaz de pensar y de controlarse, pero, sobre todo, no es capaz de
mentalizar las necesidades y experiencia emocional de las otras personas.

Progresivamente los niños empiezan a alejarse de los adultos, no solo físico sino también
emocional.

Estos adultos “sobreviven” el cuidado, es decir, para ellos en muchas ocasiones el estar con el niño,
el cuidado

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