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“El éxito de los niños depende de cuan establecido está su inteligencia emocional”
Jason Hidalgo
Entendemos por inteligencia emocional en los niños como aquella capacidad que
tienen para comprender sus emociones y controlarlas, siendo capaces de
establecer adecuados vínculos afectivos con los demás.
Como adultos tenemos que aprender a controlar nuestras emociones y para eso
debemos encontrar el equilibrio necesario y saber qué es lo que me está
pasando, qué estoy pensando que me está haciendo sentir de esa manera para
aprender a controlarme y autoregularme. Tenemos que aprender a expresar y a
canalizar las emociones de tal manera que fortalezca las relaciones y no que sea
de forma contraria. De esa manera seremos capaces de enseñarle con el
ejemplo a nuestros niños.
Es importante tener en cuenta que a partir de los 6 meses los niños empiezan
a desarrollar la rabia y el padre debe ser capaz de canalizar sus reacciones
y enseñarle modelos adecuados. Los niños en esta etapa pueden golpear a
sus progenitores o a sus hermanos, por lo que se debe evitar hacer gracia o
reírse de ello; por ello, es necesario acompañarlos con mensajes que inviten
al razonamiento y control de eso. Por ejemplo: “Hijo golpear no esta bien
porque duele”, o enseñarle a acariciar, ejemplo: “Hijo, mira como te acaricio…
ahora hazlo tú”.
Alrededor de los 5 años es importante que los niños sepan nombrar a las
emociones y darle un sentido según sus propias vivencias: Ejemplo, “estoy
molesto porque no me han llevado al parque”, “me da miedo que apagues la
luz porque me siento solo”, “me da mucha felicidad cuando me abrazas”, etc.
4. DESARROLLA SU EMPATÍA
Algo que escucho mucho en los padres es esta frase “¡cuando los adultos
hablan, los niños se callan!”, pero yo siempre me pregunto ¿y cuando los
niños hablan, los adultos se callan? Parte de la educación emocional en los
niños es la escucha activa, y esto los mismos padres deben enseñarles
mediante el ejemplo.
Muchas veces veo casos en las que los niños hablan o hacen preguntas, pero
los padres no los escuchan; sin embargo, les piden a ellos que escuchen
cuando ellos hablan. Recordemos, no hay mejor enseñanza que el mismo
ejemplo.
Algo que escucho mucho en las empresas por parte de los gerentes es “aquí
no me traigan problemas, sino soluciones”, y esto se enseña en los primeros
años de vida mediante situaciones cotidianas.
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