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Dentro del aula, los niños están expuestos a muchas situaciones que los hacen
sentir molestos, orgullosos, ridiculizados o efusivos.
Estas influyen considerablemente en el proceso de aprendizaje porque intervienen
en la comunicación, memoria, atención, relación con el entorno y creatividad. Por
esta razón, las emociones negativas afectan el rendimiento académico y la
concentración para adquirir nuevos conocimientos.
La inteligencia emocional permite que los niños tengan la capacidad de
recuperarse de las experiencias desagradables. Además, podrán controlar sus
impulsos, tener buena memoria y planificar a largo plazo sus actividades o
responsabilidades escolares.
Trabajar las emociones en los niños en la educación requiere que los padres y
educadores estén comprometidos y conscientes del proceso.
Existen muchas actividades para expresar emociones en niños, mientras
aprenden a reaccionar a ellas y sobre todo divertirse en grande.
Estas son algunas ideas para poner en práctica en casa o en el aula de clases:
Cuentos para niños:
Los cuentos son un recurso didáctico para trabajar las emociones en los niños.
Estos relatos les permiten cultivar su imaginación mientras experimentan nuevas
sensaciones.
Diccionario de emociones
Esta actividad puede ser muy emocionante, tan solo tienen que escribir en un
cuaderno las emociones y agregar un dibujo para representar cada sentimiento.
Representar una obra de teatro
Un juego de rol es una buena forma de representar con personajes cada una de
las emociones de los pequeños y comunicar sobre los sentimientos.
Ventajas de trabajar las emociones en los niños
Los niños obtienen muchos beneficios cuando fortalecen su salud mental y
emocional desde temprana edad, lo que garantiza que puedan bienestar en sus
relaciones personales:
Conciencia individual y social: la capacidad de reflexionar sobre cómo
influyen las emociones en la conducta, mientras aprenden sobre la empatía
con la otra persona.
Pensamiento crítico: manejar de forma indebida las emociones conlleva a
acciones desacertadas. Por eso la inteligencia emocional ayuda a una toma
efectiva de decisiones.
Resiliencia: el manejo de las emociones también sirve para enfrentar las
situaciones negativas, superarlas y siempre mantener una conducta
positiva ante la vida.
Conclusión