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Reflexión acerca de más allá del principio del placer

En Más allá del principio del placer, Freud intenta aproximarse al proceso de la vida
anímica, como regulados por el principio del placer. En correspondencia con dicha tesis,
en primer lugar, intenta aclarar los conceptos de placer y displacer. Si bien ambos
dependen de la cantidad de excitación presenta en la vida anímica, el placer, es la
reducción de la excitación, mientras que el displacer es el incremento de esa cantidad de
excitación. En segundo lugar, Freud, intenta adentrarse en la dinámica que ejerce el
displacer en la vida anímica. Entiende que existen cuatro fuentes del displacer en la vida
anímica. La primera fuente de displacer es la del principio de realidad, la segunda está
relacionada con el juego del niño, la tercera, es la repetición de eventos displacenteros y
al cuarta, tiene relación con la anterior pues es la repetición de los eventos dolorosos en
la vida anímica de la personas que han sufrido algún tipo de trauma. La segunda fuente
del displacer muestra que La tercera fuente de displacer me ha parecido interesante pues
muestra que la repetición de los eventos displacenteros se da por transferencia, en la
etapa sexual infantil, que mediante el complejo de Edipo se exterioriza lo reprimido. Y
constantemente se repiten las Tercera objeción: Repetición de eventos displacenteros
por transferencia. Parte de la sexualidad infantil, que mediante el complejo de Edipo,
exterioriza forzosamente una parte de lo reprimido. Se repiten experiencias
displacenteras. El mecanismo con la capacidad de elaboración de ciertos traumas, ya
sean del mundo interno o externo, toma la energía no ligada que proviene de estos
traumas y mediante la repetición la va ligando para su tramitación para que entre bajo el
imperio del placer y que pueda ser descargada placenteramente. Esta compulsión de
repitición que es displacentera es un acto preparatorio para entrar en el principio del
placer.
¿Cómo esta pulsión displacentera se relaciona con un acto de preparación o es la
exteriorización de una tendencia agresiva o destructiva que proviene de la pulsión de
muerte que busca agredir al propio yo?

Revisión del proceso de la vida anímica. Todos los procesos animicos están dirigidos
por el placer. Objeciones al principio del placer.
Primera objeción. Principio de realidad, que busca pasar por el displacer para luego
alcanzar el placer. Principio del
Ecesiones del yo, pulsiones parciales reprimidas.
Segunda objeción, el experimento con el juego del niño. El niño hace desaparecer el
objeto una y otra vez. Lo que busca es hacer activo lo vivido pasivamente. Tiene que
ver con un impulso. Venganza hacia la madre por desaparecer. Un carretel atado por un
piolín.
Tercera objeción: Repetición de eventos displacenteros por transferencia. Parte de la
sexualidad infantil, que mediante el complejo de Edipo, exterioriza forzosamente una
parte de lo reprimido. Se repiten experiencias displacenteras. El mecanismo con la
capacidad de elaboración de ciertos traumas, ya sean del mundo interno o externo, toma
la energía no ligada que proviene de estos traumas y mediante la repetición la va
ligando para su tramitación para que entre bajo el imperio del placer y que pueda ser
descargada placenteramente. Esta compulsión de repitición que es displacentera es un
acto preparatorio para entrar en el principio del placer.
¿Cómo esta pulsión displacentera se relaciona con un acto de preparación o es la
exteriorización de una tendencia agresiva o destructiva que proviene de la pulsión de
muerte que busca agredir al propio yo?
Cuarta objeción. El destino fatal, que repiten una y otra ves los eventos dolorosos en la
vida de la persona.
A partir de aquí todo es especulación. Lo contradice la teoría, lo que sería la conciencia,
esta a la frontera entre el mundo exterior y el mundo interior. Percibe lo exterior y lo
interior muestra su placer o displacer. Huella nemica, la energía exterior es hipertrofica,
con cual no deja una huella nemica.
Sistema percepción conciencia.
Pulsión busca reproducir un estado animico anterior que es lo inorganico.
Pulsiones libidinosas (yoicas y sexuales) de vida, contra las pulsiones de muerte o de
destrucción.

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