Está en la página 1de 5

Facultad de Psicología

Sigmund Freud
Licenciatura en Psicología

Cartas a Pedro

Presenta:
Ana Karla Gutiérrez Amaro
Docente: Daniela Ivonne Gutiérrez Loya
Materia: Introducción a la psicoterapia
Chihuahua, Chih. 06 de septiembre de 2023
Es una guía que nos habla sobre un psicoterapeuta que está empezando, se
enfoca mucho en como cuando un profesional termina su formación como
terapeuta y que a pesar de haber tenido todas estas bases para serlo y que más
sin embargo de haber tenido todo para su profesión se presenta con esta
inseguridad ante este gran reto que se le presenta, aún persiste.
No solo tiene como objetivo el ayudar a los próximos profesionistas a poner en
practica todo lo teórico, sino que también tiene una gran función y es que nos
enseña al escuchar y amar profundamente al ser humano; porque no solo es
sentarse a escuchar lo que un paciente tiene que decirnos por 30 o 40 minutos y
perderse entre tantas páginas, si no es amar y proteger lo que esa persona nos
está depositando en esos minutos, el amar profundamente al ser humano; tanto
como para querer ayudarlo a superar sus propios problemas. La expresión de
emociones de lo que le acontece día a día y que lograr que no se guarde ninguna
emoción, sean buenas o malas; el enseñarle a que como aceptamos las cosas
buenas, tenemos que aceptar las malas y que en base de eso siempre ver más lo
positivo que lo negativo, esto para ayudarle tanto en su salud física, como en su
salud mental.
Constan de 17 cartas que una tía psicoterapeuta le escribe a su sobrino, cuando
en realidad les escribe a miles de estudiantes que están empezando en esta
profesión o incluso que están por salir; un libro donde nos hace encontrar miles de
emociones, porque es cierto, ¿Quién no tiene miedo a lo desconocido?
el abrirnos los ojos, el enseñarnos esa empatía y ese amor que se tiene por el ser
humano, por todas esas cartas que estuvieron escritas con todo el amor y
sobretodo con esa empatía hacia los pacientes, me pareció demasiado increíble.
Hablare de los cinco primeros capítulos de los cuales yo quede fascinada y con
tanto amor hacia esta profesión:
Capítulo 1: “la base para ser psicoterapeuta”
La primera carta que es considerada como el primer capítulo, tiene por título “La
base para ser psicoterapeuta”, encontré este primer capítulo con mucha sinceridad
del miedo que pasa todo terapeuta a la hora de atender un paciente y si somos
más claros el miedo al atender a un primer paciente, que se rebosara la alegría
por darle frutos a lo que mucho costo, pero con miedo de no saber qué hacer, o
simplemente de fallarle al paciente. Pero ella enfatiza mucho en que todo lo que
hagamos, sea con amor, que tiene que ser la base de la terapia. Ayudar a la otra
persona a salir de su pequeña o enorme tormenta; esta pequeña frase “no hay
buenos terapeutas, sino buenos pacientes”, ya que nosotros solo les brindamos
estas pequeñas herramientas, nosotros estamos ahí para ayudar claramente, pero
son ellos los que hacen posible que su proceso siga adelante. Nuestro deber es
guiarlos, cuidarlos y protegerlos.
Capítulo 2: “tu espacio de terapia”
El hablar sobre el lugar el cual será nuestro segundo hogar, este espacio donde
atenderemos a todas esas personas que vendrán a depositar en nuestras manos
sus miedos, inseguridades, todo aquello que le duele, es sumamente importante y
creo que es magnífico hacer de nuestro lugar, un lugar seguro para nuestro
paciente, en el cual llegue y él se sienta tranquilo, que la paz lo abunde, donde
sienta que no es una visita cotidiana al “doctor”, brindarle este espacio de
seguridad a nuestros pacientes, es un punto demasiado increíble, ya que no solo
nos estamos centrando en generar dinero, sino que va más allá de eso, es
comprender que estamos aquí para ayudar.
Capítulo 3: “el modo de hacer sentir bienvenido al paciente”
Fue un capitulo que la verdad me conmociono bastante, ya que nos habla de
cómo se le debe de dar la bienvenida al paciente, cuenta que es la base para
tener una buena relación con tu paciente, que, si haces esto con mucho amor y
dedicación, tienes que darte cuenta de lo importante de una buena bienvenida, de
alegrarte y de hacerle sentir al paciente la felicidad que te hace sentir el volverlo a
ver y no caer en esa monotonía. Ame esta parte de hacer sentir cálido al paciente
y que no sienta estas barreras y que incluso le parezca incomodo el estar ahí, el
lograr que nuestro paciente se sienta con esa plenitud de saber que será
escuchado.
Capítulo 4: “el clima emocional”
Nos habla de cómo debería de ser el clima emocional, nos explica que es todo
aquello que el terapeuta debe brindar al paciente para que se sienta acogido,
querido y aceptado, y que mediante de eso él se pueda abrir y podamos trabajar
en sus heridas, sus conflictos o sus problemas.
Nos habla de cómo la mayoría de los que van a terapia es algo que justamente
han carecido en sus vidas, es como brindarles este sostén, de acogida, de reposo
y de contención. Esto porque nos menciona que muchos pacientes vienen de
familias o situaciones en donde nunca tuvieron este clima emocional estable y
nuestro papel en esa necesidad por un tiempo y dar estos soportes adecuados
para que el paciente se pueda estructurar dese un sitio completamente distinto al
acostumbrado, o sea a este sitio que lo hizo enfermar. Nos platica que no todos
los pacientes van a responder igual, que muchas veces están acostumbrados al
maltrato, y que alguno les angustia este buen trato y se vuelven algo agresivos o
no llegan a comprender del porqué de este trato especial, y que a esta situación
no se le debe tener miedo.
Capítulo 5: El terapeuta “tonto”
Nos dice que el terapeuta no debe saberlo todo, ni entenderlo todo, que cuanto
más tonto sea, más sabio y buen terapeuta será. Ser terapeuta es muy arriesgado
pues puedes pensar que siempre tienes la razón, el que sabe todo o el que dice
todo.
No es darle al paciente que por ser terapeuta seremos una maquinita que tenga
respuestas a todo o que incluso conozcamos todas las situaciones por haber. Es
como darle esta confianza de darle a entender que no sabemos, para que el
mismo comience a desenvolverse, para que pueda a hablar de sus emociones, de
todo aquello que le afecta, que el comience a reconocer lo que siente y sin pensar
que, por ser terapeutas, leeremos su mente y sabremos cómo se siente en el
momento.
Es brindarle este espacio para que el exprese, defina, detalle sus emociones, sus
pensamientos y pareceres. Esto con el objetivo de que la persona aprenda a
hablar, a expresarse de modo menos confuso, que logre transmitir lo que está
sintiendo, pensando, es ayudarlo a usar palabras que nunca antes uso, a descifrar
sus emociones de una manera más transparente.

Son 17 cartas más sin embargo una engloba a otra, ya que nos habla sobre el rol
del terapeuta, del amor al ser humano, la importancia del amor hacia esta
profesión, la empatía, el brindar un lugar seguro al paciente y sobretodo de la
importancia del respeto hacia nuestro paciente, cuando nos habló sobre que el
paciente nunca será considerado como cliente, ya que si, trabajamos para un
sustento económico, más sin embargo eso no nos debe quitar el objetivo principal
que es ayudar, ser esa compañía y ese sostén para esa persona que viene a tocar
la puerta y pedir ayuda.
El terapeuta no debe saber todo, ni entender todo. En la mayoría de casos
siempre es importante poder reconstruir la información con el discurso del mismo
paciente y no andar en conjeturas adelantadas solo por pensar que maneja de
todo. Siempre se le tiene que dar paso a la expresión emocional del paciente, al
desarrollo de sus ideas y sentimientos y a la construcción conjunta de estrategias
de abordaje.
Son muchos los desafíos por lo que atraviesa un terapeuta, en ocasiones se
desataca el nerviosismo, negatividad e inclusión aversión por la labor que se viene
haciendo. Se entiende que ningún caso es igual al otro sin embargo es necesario
que el terapeuta pueda resolver sus propios temas y llegue a garantizar un
espacio de aceptación y entendimiento
Es sumamente fascinante como en 17 cartas la autora nos proyecta una
información tan clara. El cómo humaniza tanto al paciente como al terapeuta, el
espacio y la importancia que le da a cada uno, como en cada carta la terapeuta
utiliza partes de sus experiencias para que sea aún más clara la información y que
todas estas técnicas o consejos que se utilizan deben tener mayor provecho para
el paciente que para el terapeuta. Para terminar con esto la autora define el trato y
al abordaje de los terapeutas desde un plano más humano y sensible que teórico.
Lo que crea una reflexión absoluta de las tareas que deben tomar con seriedad
quien atiende pacientes.

Conclusión:

Este libro me gusto bastante, ya que me ayudo a ver la terapia de una forma más
humana, comprendiendo al paciente, acompañándolo por su camino con amor en
lo que hago, fijarme en los detalles de su historia, entender que somos humanos
y pasamos por cosas difíciles, ser empático, tener un buen ambiente terapéutico,
una buena bienvenida, hacer buenas preguntas que conecten con la historia del
paciente.

También podría gustarte