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¿QUÉ ES LA PSICOTERAPIA?

La idea es que la familia encuentre en la psicoterapia un espacio para convertirse


cada vez más en sí mismo, descubrir nuevos límites a su propia operación, una
nueva libertad para expresar la cólera, para la intimidad, para centrarse en sí
mismo.
La psicoterapia contribuye a que los integrantes de la familia alcancen una
verdadera autonomía y aprenda a vivir en libertad. Es decir que puedan liberarse
del pasado, “... del miedo obsesivo de que “eso” vuelva a ocurrir”, p. 180, genera
la capacidad de empatía entre los integrantes donde entre todos puedan mirar sus
particulares necesidades.
Además permite una “personalidad en continua expansión”, que le permita el vivir
día a día.
Whitaker habla acerca de que existen situaciones e incluso mecanismos que
pueden llegar a ser terapéuticos, pero no son terapia, por ejemplo: una
experiencia de vida altamente significativa, la participación de una asistente social,
la labor educativa o el consejo espiritual por medio de algún sacerdote, aunque lo
que es terapéutico involucra el significado que la persona le atribuye.
“La psicoterapia es en sí misma un rol deliberado (como la parentalidad), mientras
que terapéutico se refiere a una acción integradora o inductora de crecimiento” p.
181. Se orienta hacia el crecimiento de la persona, reconocimiento de su ser como
único integrando los aspectos positivos y negativos de sí mismo, fomentando la
autoestima. A la psicoterapia le corresponde el escenario donde la persona pueda
ser mirada de manera completa mucho más de lo que ella se ha visto así misma,
donde esa mirada le ayude a darse cuenta de lo más que pueda legar a ser.
Siendo en muchos casos eficaz, pero en otros puede no serlo.
“La experiencia terapéutica en sí es un proceso deliberado que tiene lugar con una
persona llamada cliente (paciente), de deliberadamente ocupa una posición
subordinada, y se aventura a que la otra persona, un extraño relativo, pueda
ayudarle a descubrir más de sí mismo” p. 182.
Así entonces la psicoterapia profesional es singular, en cuanto es deliberada,
estructurada y el terapeuta es un profesional pagado. P. 184.
Otro de los beneficios de la terapia específicamente con familias y parejas es que
puedan sentir mayor libertad para observar los aspectos sanos de sus relaciones,
en lugar de continuar lastimándose desde posiciones de dolor.
Orientaciones generales para la psicoterapia:
1 Alivio del síntoma. La familia se presenta como débil o insegura con
incapacidad de solucionar sus situaciones, la respuesta es la búsqueda del
nutrimento que los haga fortalecerse y salir adelante, por lo que el terapeuta ejerce
este rol de madre que resuelve, aunque el terapeuta debe romper con esta
transacción.
2 Reconstrucción de la vida. Se centra en la propuesta de insights, comprensión,
análisis y en el esfuerzo a demostrar que el terapeuta conoce un modo mejor de
vivir. La sensación de depender es más notoria y la pérdida de iniciativa, más
tentadora.
3 Restitución del poder al paciente. El terapeuta en su rol de padre, exige, exhorta,
dice que es posible que el paciente puede soportar la tensión de mayores
esfuerzos. El paciente o la familia en algún momento ha perdido o desperdició
algo, entonces es importante fortalecerlo para que sobreviva y sea creativo a
pesar de su dolor y su impotencia.
Rol del terapeuta Whitaker comparte que cuando la familia acude a terapia
presenta en sí misma una serie de ideas y/o expectativas, sobre la persona del
terapeuta, sobre el proceso y sobre los peligros, de manera consciente e
inconsciente.
- Los pacientes “suponen” que lo que le ha sucedido a alguien más, un
amigo, pariente etc, le sucederá a ellos. Esto puede tener un sentido
positivo y negativo, ya que aquello que les sucedió al conocido es positivo,
maravilloso puede ser que esto les cambie su vida. Sin embargo, si lo que
le sucede a su amigo es una tragedia, puede legar a sumergirse en la
fatalidad. Temen que sus esfuerzos sean desvalorizados por el terapeuta o
que sus fantasías al quedar descubiertas, resulten ciertas y esto les genera
culpa.
- El terapeuta también genera internamente la expectativa de que sus
pacientes se muestran en una aceptación abierta y esperanzada, de franca
participación.
- Otro supuesto es creer que la comunicación verbal producida de manera
consciente coincide con lo que realmente sucede y es la base para la
recuperación que esperan.

En el quehacer de la psicoterapia cuando dichas expectativas no se logran


esclarecer el terapeuta se puede ver envuelto en un sinfín de transferencias en
ambas direcciones. Por lo tanto, clarificar eficientemente el rol del terapeuta
contribuye a que no se presente exponencialmente los llamados atolladeros, por lo
cual Whitaker sugiere expresar los afectos negativos. También explica que toda
psicoterapia consiste en una relación simbólica y en una relación real, en esta es
donde el terapeuta toma decisiones y debe prevalecer sobre la relación simbólica.
Beneficios de la psicoterapia profesional
La psicoterapia siendo una acción deliberada y bajo la esperanza de que la familia
alcance mayor libertad para ser, se mencionan los siguientes beneficios:
1 El alivio o liberación de los síntomas.
2 Abrir una nueva expresión de sí mismo.
3 Integración, unicidad entre el cerebro derecho intuitivo y el cerebro izquierdo
analítico.
4 Generar la capacidad de adaptación ante las nuevas presiones que la vida o la
experiencia humana representa.
Es importante reconocer que todo lo terapéutico, incluso la psicoterapia
profesional, requiere una cierta intimidad psicológica, aunque el rol parental del
terapeuta asume una responsabilidad de control, adaptación y protección.
Para generar un cambio dentro del proceso de psicoterapia, se deben presentar
tres niveles más profundos de comunicación:
- Nivel de la asociación libre, es donde se comunican las experiencias
interiores del terapeuta, que surgen de su aburrimiento, de su mundo de
fantasía o de sus respuestas corporales. Conforme transcurre el proceso
ambos, paciente y terapeuta, irán adentrándose en otros niveles
comunicativos.
- Lenguaje del paciente, es sobre todo un lenguaje interiorizado, es donde
refiere sobre todo su dolor e impotencia.
- Lenguaje de la inferencia, es donde a partir de lo que dice el paciente se
infiere cuáles elementos pueden estar encubiertos, cuáles pueden ser
temibles o manipulados. Paciente y terapeuta tienen tres conjuntos de
conocimientos disponibles: de lo conocido, de lo conocible y el de lo
inconocible. El lenguaje de la inferencia también puede comunicarse de
modo no verbal.
- Lenguaje de la no pertinencia. Son pensamientos y enunciados que no
parecen tener ninguna conexión con nada.
- Lenguaje de la transformación. Se refiere a la capacidad de mantener el
respeto incondicional por la historia generacional de la familia, es decir,
cuando el terapeuta realiza una intervención, deberá ser consciente de que
la familia surge de una cultura singular, por lo tanto, es la única que él
podrá ayudar a movilizar.
ESTABLECIENDO EL CONTEXTO PARA LA TERAPIA FAMILIAR
El ingrediente primordial de toda psicoterapia es la capacidad que tiene el
terapeuta de generar empatía con el dolor que presenta la familia. En la
psicoterapia se presentan cuatro lenguajes a observar:
- El lenguaje del dolor y la impotencia que los miembros de la familia viven.
- El lenguaje de la inferencia que el terapeuta utiliza al estructurar el proceso
familiar en su iniciación.
- El lenguaje de opciones que el terapeuta utiliza en la fase media de la
terapia para ayudar a la familia a desplegar la libertad de ser irracional y
personal.
- El lenguaje de la separación, con el dolor compartido, reconociendo que
apartarse es una pena muy dulce.

“Me resulta muy claro que a mejor contexto, mejor progreso. Creo que el proceso
es esencialmente más importante que el progreso, porque uno nunca sabe hacia
dónde conduce el proceso, y el progreso puede ser una ilusión; el progreso en un
territorio puede destapar algo prodrido en otro, algo que nadie sabía que existía”.
P- 150. Por ello resulta muy crítico establecer el escenario y la pauta de la terapia
familiar.

¿QUÉ ES UN PSICOTERAPEUTA?
Las personas que eligen alguna profesión parten de motivaciones propias
generalmente inconscientes y los profesionistas del área de la salud mental, a
veces eligen desde sus temores o necesidades de reparación. Los
psicoterapeutas, a palabras de Carl Whitaker, deciden su profesión a raíz de un
esfuerzo por sanar a sus padres de la infancia y en mecanismos de transferencia
en la vida real busca activar estos deseos de cambio.
Un psicoterapeuta profesional es aquel que continuamente está en un
entrenamiento para incrementar sus recursos. El terapeuta imita el rol paternal, al
posicionarse de un status superior, de tener competencia y sabiduría, conoce sus
limitaciones y cuida su ser terapeuta y su ser persona, por ello continuamente
acude a su propio proceso de terapia para poder clarificar justamente esta
separación, para luego ponerlo al servicio del propio proceso terapéutico. No
habrá de olvidarse que una relación psicoterapéutica, es por principio de cuentas
una relación de persona a persona.
- El terapeuta es la persona que alivia la angustia en la medida en que lo
considera aconsejable y también la persona que controla la cantidad de
angustia tolerada.
- Es un crítico de la interacción entre los miembros de la familia.
- En su rol como progenitor temporal, otorga muchos derechos al paciente:
expresar su ira, contenerse, al secreto, a confesar y a quejarse, pero nunca
a querer controlar.
- Es una persona que gradualmente va a desarrollar una seguridad personal
en el trato con los problemas que se enfrentan en cada familia.
ROL DEL TERAPEUTA
Para el terapeuta su disciplina es la base que pondrá en juego durante los
procesos de psicoterapia.
Pero... ¿qué supone el rol del terapeuta?: un esfuerzo voluntario para ayudar al
paciente, a “ser más de sí mismo”, lo consigue mediante atributos personales
como siendo atento, sensible y orientando el esfuerzo del paciente a ser mejor
persona. Entre terapeuta y paciente se establece lo que es una alianza terapéutica
a través de la técnica, pero fortalecerla implica una relación de intimidad que
puede llevar al éxito o al fracaso. Aunque en un principio pueda darse una
transacción de dependencia hacia el paciente, esta se puede contrarrestar cuando
el cliente paga su sesión al terapeuta, es decir, también lo parentaliza.
En esencia el rol del terapeuta se convierte como en un “padre o madre
sustitutos”, que el individuo o la familia necesitan para crecer, aunque no para toda
la vida, esta presencia suele ser temporal. Este rol como “sustituto temporal”
suele ser además: artificial, decidido, estimulado, de la intimidad y de la relación
humana. En su obra “Meditaciones nocturnas de un terapeuta familiar”, Carl
Whitaker comparte su recorrido en formación como terapeuta familiar y señala
como fue comprendiendo su función ante un escenario de psicoterapia, se retoma
el siguiente pensamiento: “Yo estaba aprendiendo a ejercer el papel de madre y,
después de adquirir esa conciencia y esa habilidad, dejé de necesitar la técnica” p.
31.

Otra atribución positiva del terapeuta es su libertad para reírse del paciente y de sí
mismo, junto con él, este es un indicativo de salud en el proceso psicoterapéutico.
El rol del terapeuta también consiste en alentar con entusiasmo al paciente y en
disfrutar de su progreso.
Uno de los mayores desafíos para el terapeuta es perfeccionar su rol para no
perpetuar la dependencia de los pacientes o la fantasía de su propio poder. Por lo
tanto, ser terapeuta implica la ser persona y rol. Whitaker específica, que el rol se
puede aprender, pero ser persona es un proceso lento y doloroso, pues implica
cambiar el funcionamiento en la propia vida. Él sugería a sus alumnos de
psiquiatría en formación como terapeutas que aprendan a vivir en relación consigo
mismos, que hagan de la relación un proceso de meditación, de convivencia
corporal y un proceso de reflexión.
LA RAZÓN DE LA SUPERVISIÓN
La supervisión implica un ejercicio donde el terapeuta deberá ser instruido,
corregido y dirigido acerca de cómo tiene que otorgarse la psicoterapia. La
supervisión es un proceso, que incluye no sólo mecanismos de transferencia, sino
una desvalorización en cuanto que el terapeuta (en entrenamiento) no debe
confiar en sí mismo, por el contrario, debe mostrar una actitud de apertura a las
instrucciones del grupo. En la relación de supervisor y aprendiz puede surgir una
conducta de regresión, el terapeuta en formación necesita aumentar la seguridad
que le ofrece su transferencia y de adular al supervisor.
El entrenamiento, generalmente sucede en un contexto grupal, el supervisor se
coloca detrás de un espejo transparente con un grupo de estudiantes que
observan al compañero que trabaja con un paciente individual, una pareja o una
familia.

¿Pero cuál es la razón de ser de la supervisión?


Para un terapeuta ejercer el rol de “progenitor temporal y artificial”, detrás de esto
hay un ser humano con muchos problemas tal vez no resueltos de su vida
personal, que siente inseguridades, es inexperto, tiene miedos, duda de sus
propias capacidades, busca apoyo y la aprobación. Así entonces, la supervisión,
adecuadamente implementada orienta de alguna manera la autotranformación
profesional del terapeuta. En algunos momentos el terapeuta se ve en la
necesidad de solicitar ayuda a otro colega, aunque este no es para el diagnóstico,
sino que funciona como consultor del terapeuta, no para la familia. Cuando el
terapeuta se enfrenta a su propio fracaso es muy valioso que explore sus
sentimientos que pueden ser desde culpa o vergüenza, y solicitar la ayuda de una
supervisión, además de aceptar la decisión de los consultantes por continuar o no
en la terapia.

Carl Whitaker dice que hacer psicoterapia requiere un entrenamiento y propone 36


recursos, para que todo terapeuta sea más profesional. Pero antes menciona que
es importante diferenciar: la presencia de la escena, el proceso escénico y la vida
real.
1 El juego en sí es una dialéctica. Esto significa tener la capacidad de transitar
entre la locura y la cordura.
2 Yo soy el único modelo que puedo representar. Al generar empatía con las
circunstancias de la familia, el terapeuta puede aportar algunas de sus
experiencias personales a manera de ser un reflejo positivo para ellos, cuidando la
posibilidad de no convertirse él mismo en paciente.
3 La psicoterapia requiere una autoridad transgeneracional. La autoridad es un
aspecto que en primera instancia el terapeuta deberá desarrollar para sí mismo,
ya que en la terapia requiere establecer límites, pero es más útil cuando esta
autoridad existe en equilibrio con una sinceridad genuina por parte del terapeuta.
4 Despreguntar la pregunta.
5 El proceso de la lógica y el proceso de la razón son por igual artificiales. Esto
significa trascender a niveles más profundos de comunicación.
6 Un mejor recurso de la psicoterapia es la evolución de una crisis.
7 Capacidad de generar conciencia, esta se logra a través de la capacidad para
generar confusión sobre los esquemas o pautas establecidos por el paciente.
8 Otro recurso es la escritura, donde el paciente externalice sus fantasía y sueños,
y de esta manera se permita acceder a su mundo intrapsíquico.
9 En el juego de la psicoterapia, se entra a una conexión de inconsciente a
inconsciente.
10 El terapeuta debe tener claro que él no es igual al paciente. Es decir
respetando la brecha generacional y rol que cada uno juega.
11 En ocasiones el ser rígidos y actuar deliberadamente con entrevistas
planificadas, puede distanciar la realidad del paciente, y verse destruida la alianza
terapéutica.
12 Si el terapeuta no tiene claridad en su pasado y su futuro es mejor no exponer
su presente.
13 Tener cuidado en no caer en la compulsión a la repetición, ya que esto no
necesariamente significaría un crecimiento y evolución del paciente, sino una
manera de evitar ser lo que uno es.
14 Resulta un peligro para el terapeuta, pensar sobre lo que sucede y dirigir al
paciente hacia un “estado de salud”, sin considerar la libre asociación de ideas y
del mundo interno del paciente.
15 El terapeuta necesita trabajar a través de un equipo que representa a ambos
progenitores, ya sea un colega o bien equipo electrónico de videograbación.
16 Uno de los recursos más difíciles consiste en evitar el proceso de diagnóstico.
Al colocar una etiqueta a la persona o a la familia, se puede llegar a difuminar la
esencia de la persona total.
17 El terapeuta aunque disfrute de su rol y del trabajo en conjunto que pueda
realizar con algún colega, debe tener claro que la terapia tendrá un fin, por lo
tanto, deberá vivir la experiencia del nido vacío.
18 El hecho de la interacción produce impotencia no sólo en el terapeuta, sino
también en el paciente. El hacerlo patente tanto el terapeuta como el paciente,
produce un nivel de relación más estrecha.
19 Parecería que el mejor modo de enseñar la asociación libre es ser creativo.
20 El silencio en muchas ocasiones también es un recurso, aunque el terapeuta
deberá entrenarse en esa capacidad de generar la visión de un mundo que
necesita la meditación y la autorreflexión.
21 Es importante que el terapeuta modifique la postura de víctima a la familia o al
paciente, mirando o redefiniendo cuáles son los problemas que realmente lo han
llevado a esta situación de víctima.
22 En el contexto de la terapia familiar, la utilización de un espejo translúcido y
estando detrás de él un colega que le facilita al terapeuta el proceso ya que puede
recurrir a él para consultarlo y servir de guía.
23 La función del supervisor metafóricamente hablando sería como la de una
abuela real que hable al terapeuta sobre su vida pasada, su objetivo es mirar lo
que esta sucediendo entre la familia y el “progenitor temporal”, es decir el
terapeuta.
24 Es importante que la familia sepa que el terapeuta no actúa solo, sino que lo
respaldan un equipo de profesionales.
25 Aunque es penoso, hay que reconocer los fracasos del terapeuta.
26 El trabajo de un terapeuta profesional, hay mucha confusión acerca de las
cualidades de la responsabilidad y la responsividad. El terapeuta puede tener una
muy buena capacidad de respuesta ante las necesidades internas de la familia o
paciente. Pero también es responsable en la medida en que cuida todo el contexto
y límites de la terapia, por tanto, ambos aspectos son integrales.
27 En ocasiones el terapeuta a través de sus técnicas e intervenciones para
generar el cambio, la familia puede responder de dos maneras: con resistencia o
complacencia. La resistencia puede indicar que el paciente puede aceptar más
responsabilidades por sí mismo. La complacencia del paciente con aquello que
hace feliz al terapeuta, se ha convertido en víctima de la transferencia.
28 Una de las tareas del terapeuta es tener claro que en su quehacer profesional
hay un beneficio que esperaría recibir: económico, obtención de mayor
crecimiento como profesionista y en su vida personal.
29 Evitar convertirse en un seudoterapeuta, no quedarse fijado en un solo rol. Esto
se consigue cambiando artificialmente de roles. Pidiendo ayuda al paciente con un
atisbo de su propia patología.
30 Una forma de compartir el escenario de la psicoterapia, consiste en plantear la
situación del atolladero.
31 Es importante que el terapeuta tenga conciencia de que algunas de sus
acciones deliberadas pueden quebrar una pauta y determinar una diferencia, por
ello, asume una responsabilidad sobre lo que sucede dentro del escenario
terapéutico.
32 El miedo que todo terapeuta siente a que el paciente se suicide, asesine o
enloquezca es profundamente significativo y nunca debe considerarse que esta
fingiendo. Este miedo debe enfrentarse como un acontecimiento bipersonal.
33 La cuestión de qué persigue uno con su trabajo probablemente se comprenda
mejor si se asume el supuesto de que el único síntoma universal es la muerte.
34 Para precipitar el cambio, es esencial que el equipo trascienda la tolerancia
clínica del paciente. Entonces el paciente realiza todos los movimientos
necesarios para generar el cambio.
35 Para el terapeuta es esencial reconocer que donde hay vida hay locura. La vida
no está en la adaptación social. La vida no está en la sesión de terapia, la vida
está en la expresión del propio uno-mismo total.
36 El último recurso del oficio es la importancia de no prestar atención al progreso.
“El proceso de hacer terapia es el esfuerzo fundamental que realiza el terapeuta
profesional para convertirse en un actor, y no sólo para realizar un acto; para
quedar completamente investido del rol con un aumento de su propio poder
creativo, su propia libertad para vivir hasta el final el esfuerzo predeterminado de
ser un progenitor temporal, y no un progenitor adoptivo o un agente de cambio
desidual”, p. 230.

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