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IINTRODUCCIÓN
La progresiva incorporación del individuo a la vida social viene dada por el proceso de
socialización, el que puede ser entendido como la internalización de creencias, representaciones,
formas de comprender y actuar en el mundo. Este proceso puede ser dividido en dos fases:
socialización primaria y socialización secundaria. En la socialización primaria, la familia le brinda
al niño las herramientas para insertarse socialmente. Este proceso se continúa en las
instituciones educativas donde tiene lugar la socialización secundaria, a través de un proceso de
educación formal. Esta última es definida por Emilio Durkheim (1858 - 1917) como “la acción
ejercida por generaciones adultas sobre aquellos que no han alcanzado todavía el grado de
madurez necesaria para la vida social. Tiene como objeto suscitar y desarrollar en el niño un
cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él, tanto la sociedad
política en su conjunto, como el medio ambiente específico al que especialmente está sometido”.
Es así como la familia y la escuela se han constituido históricamente como agentes socializadores
por excelencia, debiendo mantener una estrecha relación para participar activa y conjuntamente
en la formación del niño. Sin embargo, es preciso considerar que en tiempos actuales, la familia
como institución está sufriendo cambios que no son ajenos a las instituciones educativas, lo que
conlleva a la escuela a replantear sus estrategias para abordar y hacerle frente a los mismos.
DEFINICIÓN DE FAMILIA
Se considera necesario definir primeramente que se entiende por familia. En este sentido
Elizabeth Jelin (1998), intenta construir una reflexión sobre este concepto partiendo de la
dimensión institucional, y recuperando elementos de lo que ella llama el "concepto clásico". De
este modo expresa que la familia es la institución social que regula, canaliza y confiere significado
social y cultural a sus miembros, incluye también la convivencia cotidiana, expresada en la idea
del hogar y del techo: una economía compartida, una domesticidad colectiva y el sustento
cotidiano.
En el artículo 40 de la Constitución de la República Oriental del Uruguay (1997) se explicita que la
familia es la base de nuestra sociedad. El carácter fundamental que adquiere esta institución en el
desarrollo de la sociedad está asociado a la idea de que ésta constituye el primer agente
socializador con el que entra en contacto el niño desde el momento de su nacimiento, por lo que
juega un papel importante su rol como educadora y socializadora. Esto hace referencia tanto a la
transmisión de conocimientos, valores, normas, costumbres, tradiciones, como a la formación de
hábitos y actitudes, que los padres inculcan a sus hijos.
Cabe destacar, que este proceso de socialización primaria no lo realizan todas las personas del
mismo modo. Aun cuando conviven en una misma sociedad y participan de una cultura común,
las particularidades del grupo familiar, el lugar donde se desarrollan, la clase social y el entorno
social cercano definen grupos con significados que varían.
Bibliografía:
JELIN, Elizabeth: Pan y afectos. La transformación de las familias, Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 1998.
MARTINIS, Pablo (comp.) (2006): Pensar la escuela más allá del contexto. Montevideo:
Psicolibros.
TEDESCO, Juan Carlos y TENTI FANFANI, Emilio (2002): Nuevos tiempos y nuevos docentes.
Documento presentado en la Conferencia Regional “El Desempeño de los Maestros en América
Latina y el Caribe: Nuevas Prioridades”, Brasilia.