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LA CENTRALIDAD DEL

DERECHO CIVIL EN EL
DERECHO PRIVADO
(a propósito del principio de
supletoriedad)

Juan Espinoza Espinoza


Es forzoso, al referirse al
principio de supletoriedad del
Código Civil, evocar la metáfora
del «tronco común»
(ABELENDA) que fue el Ius
Civile en el antiguo derecho
romano (que, en su momento
histórico, abarcaba lo público y
lo privado).
Doctrina argentina afirma que «el
Derecho Civil es el derecho madre
del cual se han disgregado las
restantes ramas del derecho
privado» (BORDA) Sin embargo,
como advirtiera en otra sede, con el
fenómeno de la deregulation y el
proliferar de las leyes especiales,
este «derecho madre» ha perdido
su centralidad.
En efecto, el Código Civil está
pasando por una continua etapa
de redimensionamiento: ha
dejado de ser un monumento casi
sagrado e intocable para
convertirse, con otros cuerpos
normativos, en instrumento
integrante de un orden superior,
que ahora es la Constitución.
Por derecho común se entienden «las normas que,
siendo de derecho privado, se refieren a la
generalidad de las personas, de los bienes y, por
ende, de las relaciones jurídicas». Se agrega que
«el derecho común está contenido en el Código
Civil; pero nada excluye la posibilidad de que
alguna ley particular ⎯llamada a integrar el
Código Civil⎯ forme parte del derecho
común».(BARASSI) El derecho especial «se
refiere únicamente a determinada categoría de
personas o cosas. El “derecho especial” no se
contrapone al “derecho común”, sino que lo
completa». En cambio, «la norma de “derecho
singular” se separa del “derecho común”, porque
no sigue las directrices comunes a la mayoría de
las normas, sino que se contrapone a ellas».
Se puede emplear el principio de supletoriedad del
Código Civil en dos sentidos: hacia fuera y hacia
dentro; es decir, las disposiciones de este cuerpo
normativo se pueden aplicar en caso de
insuficiencia de las leyes especiales
(supletoriedad hacia fuera) o cuando, dentro de
una relación jurídica propia del derecho Civil,
exista una insuficiencia (o falta de regulación) y,
por consiguiente, se aplique lo dispuesto por el
Código Civil (supletoriedad hacia dentro) (art.
1364 c.c.). Un sector de la doctrina española
prefiere utilizar los términos de
«heterointegración» y de «autointegración».
• Asimismo, resulta importante tener en
cuenta que «la aplicación supletoria viene
en grado posterior a la aplicación
analógica» GARCÍA AMIGO y SANTOS
BRIZ
• También se afirma que no cabe aplicar el
principio de supletoriedad cuando se
verifique la «existencia de otra ley cuyo
vacío haya de suplirse conforme a esta
norma». (SANTOS BRIZ). Es el caso, por
ejemplo, de los artículos 6 y 18 Código
Civil, que remiten a «la ley de la materia».
• Opera un «criterio inverso al general de
suplencia del Código en defecto de norma
especial». (SANTOS BRIZ) Aquí el Código
aplica la técnica del reenvío a una norma
especial. Sin embargo, debe tenerse en
cuenta que, si existiese un vacío en dicha
norma especial y «siempre que no sean
incompatibles con su naturaleza», se
aplicarán las normas del Código Civil.
• Transformación, fusión y escisión de las
personas jurídicas (LGS)
Código Civil
Leyes especiales
Art. IX.-
Art. 2 y 5 del Código de
Comercio
Las disposiciones del Art. 4 de la Ley General del
Código Civil se aplican Sistema Financiero y del
supletoriamente a las Sistema de Seguros y Ley
relaciones y situaciones Orgánica de la SBS.
jurídicas reguladas por Art. 116 de la Ley General
otras leyes, siempre que de Cooperativas.
no sean incompatibles con Art. 9 de la Ley del
su naturaleza. Mercado de Valores.
Art. VII del Título
Preliminar del Código del
Niño y del Adolescente.
Otros cuerpos legislativos tienen su propia jerarquía de fuentes
(entendidas en sentido lato). A manera de ejemplo, el artículo
V del Título Preliminar de la Ley N.o 27444, del
Procedimiento Administrativo General, del 10 de abril de
2001, establece, en términos generales, a la ley, la
jurisprudencia que interprete disposiciones administrativas,
resoluciones administrativas, pronunciamientos vinculantes y
los principios generales del derecho administrativo. El artículo
III del Título Preliminar del Código Tributario, aprobado por
el Decreto Legislativo N.o 816, entiende como fuentes a las
leyes, la jurisprudencia, las resoluciones de la Administración
Tributaria y a la doctrina jurídica; en caso de vacíos, el
artículo 9 remite a los principios del derecho tributario o, en
su defecto, a los del derecho administrativo y a los principios
generales del derecho. El ya citado artículo VII del Título
Preliminar del Código del Niño y del Adolescente alude a los
principios y disposiciones legales (Constitución y
Convenciones), a los códigos y a la costumbre, solo por citar
algunos ejemplos.
El legislador procesal ha advertido la
posibilidad de la presencia de vacíos a escala
procesal y a escala sustancial, y eso ha sido
regulado por los artículos III del Título
Preliminar y 50.4, respectivamente.

La inclusión de la analogía, de la doctrina


tout court y de los principios del derecho
dentro de las fuentes, obedece a una
concepción errónea de las mismas, vale
decir, entendidas como un medio auxiliar o
complementario por el cual el operador del
derecho administra la justicia.
Fuentes del derecho:

1.- Ley.
2.- Costumbre (art. 139, inc. 8 Const.)
3.-Doctrina jurisprudencial (art. 400 c.p.c.).
4.- Jurisprudencia (art. VII T.P. c.c.).

Instrumentos de integración en la administración de justicia:

1.Analogía (interpretación
a sensu contrario del art. IV T.P. c.c.).

2.Principios generales del derecho (art. VIII T.P. c.c.).

3.Doctrina de los autores.

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