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Actitud
Es recomendable ser amable y simpático.
Esto se consigue no sólo con la utilización de palabras que así lo indiquen,
sino a través del lenguaje no verbal, sobre todo, mediante el uso de la
sonrisa y la mirada (es importante mirar al cliente a los ojos, para
transmitirle confianza y captar sus reacciones).
Siempre hay que mostrar interés y eficacia en el trabajo. Es importante
conocer la empresa, comprender el organigrama, las actividades que se
desarrollan, etc.
Aspecto físico
El aspecto físico también es importante, debe ser agradable ya que la
primera impresión la causamos con nuestro aspecto: la higiene personal,
la ropa apropiada, etc.
Tratamiento
No hay una regla fija respecto al tratamiento que debemos utilizar con los
clientes, pero tratar a alguien de usted nunca le va a ofender, mientras que
el tuteo sí puede molestar. Si a alguien no le gusta el tratamiento de usted,
siempre se puede alegar, sonriendo, que es una costumbre.
De cualquier manera, siempre que se pueda, hay que tratar a la personas
por su nombre o apellidos, por ejemplo: “D. Carlos, ya hemos solucionado
el problema que había con su reserva”, “estoy de acuerdo con usted Sra.
Pérez
Escucha activa
La escucha al público es, sin duda, el aspecto más importante. Hay que
dejar hablar, no interrumpir ni responder demasiado deprisa. La clave
radica en demostrar que estamos escuchando, tanto con la actitud como
con la mirada, con gestos de asentimiento.
Es conveniente comprobar que se ha comprendido el mensaje
reformulando la petición del interlocutor con nuestras propias palabras.
Por ejemplo, si un cliente se está quejando porque ha habido un error en
la fecha de su reserva para un hotel, podemos decirle “entonces, el
problema consiste en que hay un error en las fechas de la reserva del hotel,
¿es así?”
Mensaje
Respecto a la información que se facilite al público, hay que tener presente
que cuanto más sencillo y breve sea el mensaje mejor se recordará.
En cuanto al orden en la exposición, si bien todo el mensaje que se
transmita al cliente tiene importancia para él, hay que prestar especial
atención a lo que se dice en primer y en último lugar pues es lo que
normalmente se recuerda con más intensidad de una conversación. No
obstante, la parte central también debe ser clara.
Actividades propuestas
1. Elabora un esquema conceptual del tema
2. ¿Por qué piensas que no deben abordarse temas personales en
conversaciones superficiales?
3. Comenta tres pretextos que pueden servir para iniciar una
conversación.
4. ¿Qué sensación te produce alguien con quien has mantenido una
conversación breve pero agradable?