Es por ello que te daremos las mejores prácticas para exponer tu idea frente a una
audiencia, negociar la mejor solución en caso que no sea 100 % factible su
implementación, y cómo manejarte en momentos en donde tus habilidades de
comunicación y técnicas de oratoria pueden llevarte a fracasar en tus intenciones.
Sí, tal cual se ve en las películas románticas, donde el galán enamorado planea
frente al espejo su discurso de amor, así debes maquetar y planificar la exposición
de tu proyecto. Es decir, crearte un panorama hipotético donde contemples los
pros y contras, las preguntas que pueden surgir y de qué manera vas a sostener la
argumentación de tu discurso.
Según él, esta ocurre porque la mente humana, cuando busca resolver un
problema o entender un principio, está programada para acercarse al objeto,
descomponerlo y estudiar las partes que lo integran. El problema es que la lógica
funciona perfectamente para casos de construcciones mecánicas, pero no lo hace
tan bien cuando se trata de ideas que comunican algo.
Cuántas veces ha escuchado usted, expresiones como: “Si me entiende”, “Si comprende
lo que le digo” este tipo de personas, depositan en la otra parte, la responsabilidad de
haberles entendido o no. Saber comunicar, hacerse entender, puede ser un verdadero arte,
entonces; ¿cómo ser asertivo al transmitir un mensaje?.
La mayoría de personas, son más sensibles a alguno de sus sentidos, siendo los más
utilizados, la vista, el tacto y el oído. y en menor medida el olfato y el gusto. así que
válgase tanto de un buen discurso, como de ayudas visuales y experiencias sensoriales para
hacerse entender.
Recuerda usted esos momentos de tensión, donde sonaba el timbre que indicaba el final de
la clase y el profesor continuaba con su lección, hay competía con un ambiente más fuerte
que él, pues ya nadie le prestaría atención, si lo que va a transmitir requiere de atención, no
lo haga en un lugar con demasiado ruido o distracciones visuales, recuerde lo de los
sentidos.
3. Menos es más
La otra persona no recordará más que lo último o lo más relevante que usted le haya
dicho, así que porque mejor no le cuenta lo más relevante. y deje que las preguntas y
respuestas amplíen la información.
Ads by scrollerads.com
5. Controle la conversación
Asegúrese que le están entendiendo, pero no deposite sobre los demás la responsabilidad de
su explicación, no pregunte si se le han entendido, pregúnteles si usted se ha hecho
entender, pregunte si alguien tiene alguna duda, o pida que le expliquen lo que usted acaba
de decirles.
6. Prepárese, no improvise
Casi cualquier persona puede parecer un experto en un tema, hasta que: llegan las
preguntas, no tiene que dominar al 100% el tema sobre el que va hablar, pero sí debe
haberse informado lo suficiente y contar a mano con el material necesario para resolver
algunas dudas y recuerde no improvise, tal vez pasará desapercibido la primera vez, pero es
fácil detectar a alguien que siempre improvisa.
Lo que usted esté a punto de transmitir debe tener una intención, pero no para usted que es
el que habla, sino para su interlocutor que es el que recibe el mensaje, que va aprender al
prestarle atención, en que puede mejorar su vida o hacerla más práctica con su mensaje, si
lo único que le interesa es ser atendido y no comprendido tal vez ese tren partió hace ya
mucho tiempo.
Es el pan nuestro de cada día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos
improvisando. Cuando saludamos a alguien, hacemos un pedido o damos una opinión; no
decimos el mensaje de memoria ni lo leemos, sino simplemente lo dejamos aflorar
libremente; entonces, estamos improvisando.
Por lo tanto la improvisación no es como creen algunos “hablar por hablar”, es decir cuando
no se conoce el tema o se quiere salir del paso, –al contrario- es cuando habiendo preparado
bien el tema, lo exponemos como si se gestara en ese momento, utilizando nuestras propias
palabras, nuestro propio estilo, allí mismo, delante del público.
Es una exposición original, viva, utilizando las ideas que se van presentando durante el
desarrollo del discurso.
Es pensar y hablar de pie. El público no quiere escuchar lo que nosotros hemos leído en un
libro tal como ha sido redactado. El público quiere saber cual es nuestra opinión con relación
al tema, cual es nuestro aporte.
Se puede consultar cualquier tipo de información, luego viene un proceso de análisis, que da
como resultado un producto -la propuesta que queremos presentar-. Por eso decimos que la
improvisación tiene que pasar por un proceso de digestión, de maduración, antes de ser
presentada.
Para improvisar hay que estar preparado. No se puede hablar de lo que no se conoce, es
preciso referirse a una cosa, sea intelectual o afectivamente.
Jean Guitton nos ha dejado una regla de oro para evitar salirse del tema: “Digo lo que voy a
decir, lo digo, y digo que lo he dicho”, es decir; la introducción, cuerpo y conclusión del
discurso.
El título del tema debe reflejarse en todo el desarrollo de la exposición, en caso contrario nos
hemos equivocado al elegir el título.
c) Liberarse físicamente:
Es necesario cultivar los ejercicios básicos de relajación, respiración y una actitud mental
positiva.
Para sazonar la improvisación hay que utilizar ejemplos e ilustraciones, alguna experiencia
personal, una lectura reciente, una anécdota, pensamientos, refranes, etc., relacionados con
el tema.
Este mecanismo ofrece total seguridad cuando ha sido pulido, de modo que hablar en público
puede convertirse en una diversión que le dará gratas satisfacciones.
Si ustedes creen que es necesario para sus exposiciones, una pizarra, un papelógrafo, un
proyector de transparencias o un proyector multimedia, no duden en utilizarlo. Todo aquello
que ayude a la presentación debe utilizarse: mapas, gráficos, cuadros estadísticos,
flujogramas, entre otros. Lo visual facilita la captación y evita que los ojos del público se
concentren solamente en el expositor.
ENTREVISTA RADIAL Y TELEVISA
Entrevistas radiales
La radio es el medio por el que corre la información con mayor velocidad, en algunos casos aún
más rápido que en televisión. Porque muchas entrevistas se resuelven vía telefónica, cosa que en
la televisión es imposible, simplemente porque se necesita la imagen, aunque se puede poner en
la pantalla una imagen de archivo, ya seleccionada con anterioridad.
Las entrevistas en este medio son casi siempre breves. No hay tiempo para rodeos. Por ejemplo se
tiene a un secretario de estado esperando en la línea de teléfono, listo para salir al aire, entre que
termina una reunión de gabinete y antes de salir de viaje en una gira presidencial.
El Clima en la radio
La radio tiene un detalle particular, como varias entrevistas se realizan por teléfono, en la mayoría
de los casos uno dialoga con una persona a la que no le ve la cara. Eso tiene pros y contras.
Tipos de entrevista
Los elementos generales hasta ahora tratados influyen en la realización de todos los tipos de
entrevistas. Podemos establecer un primer nivel de diferenciación en las entrevistas radiofónicas
según sea su emisión en directo o en diferido. Este nivel representa la primera diferencia
fundamental entre la entrevista radiofónica y la de la prensa.
La entrevista en directo: Es la más difícil de ejecutar pero la más agradecida por el oyente y la más
rica en matices. En este tipo la preparación es aún más importante que en las demás al no haber
ninguna posibilidad de rectificación. El control del ritmo interno y de las frecuencias expresivas, así
como el control del tiempo, son los rasgos a tener presentes por el entrevistador, para que el
resultado sea exitoso.
La entrevista en diferido: Ofrece la posibilidad del montaje antes de la emisión con lo que siempre
es posible controlar su duración y pulir pequeños errores, así como modificar el orden de las
preguntas y respuestas a favor de un desarrollo más lógico. Con el montaje se puede asimismo
hacer más ágil la entrevista, pues casi todas las respuestas podrán ser acortadas.
La entrevista en televisión
Las entrevistas en televisión han sufrido algunas modificaciones estructurales con el paso del
tiempo, sobre todo por la velocidad con que los distintos sucesos se precipitan en la pantalla.
Antes, en su comienzo, la televisión tenía un ritmo mucho más parecido a la realidad. En cambio,
ahora ha adoptado la estética del vidoclip musical y todo pasa a una velocidad imposible de
adaptar a la vida de las personas. Sin embargo, esa misma velocidad es la que el propio público
reclama.
El clima en la televisión
TERCERA UNIDAD
TECNICAS DE LA ORATORIA
Una comunicación efectiva está determinada por la claridad con la que se transmite el
mensaje de tal manera que pueda ser entendido por nuestro interlocutor.
Las siguientes técnicas de oratoria te ayudarán a responder la pregunta que nos plantemos
en principio: ¿Cómo hablar en público efectivamente?
1. Entiende el concepto
Para que tu mensaje pueda ser captado con claridad por el público, debes primero
entenderlo plenamente. Nunca te arriesgues a hablar sobre algo de lo cual tengas dudas.
Aclara con anterioridad cualquier duda que tengas, para esto podrías buscar información
adicional acerca del punto o idea que no entiendes bien.
Usa palabras sencillas y un lenguaje que se corresponda con el tipo de audiencia. Evita un
lenguaje muy técnico y el uso de palabras rebuscadas o que sean poco comunes.
Prefiere oraciones cortas y menos elaboradas, es decir, trata de decir las cosas con la menor
cantidad de palabras posibles.
De manera especial, al concluir tu exposición, debes volver a enfatizar los puntos clave.
4. Habla despacio
Finalmente, siempre he dicho que “comunicar es más que hablar” y para aquellos que se
hacen la pregunta “¿Cómo Hablar en Público Efectivamente?” deben recordar que no solo
se tiene que tener algo importante para decir, también hay que saber decirlo con claridad.
TECNICAS DE RESPIRACION
Por razones obvias, controlar la respiración es esencial al momento de hablar en público
ya que reduce la respuesta al estrés mediante al regular el sistema nervioso. Con el
oxígeno el cerebro funciona mejor.
4. Respira antes de empezar a hablar. Tomar aire permite conectarte tanto física como
mental y emocionalmente. También ayuda a que la laringe se estimule y relaje. Además,
oxigenas el cerebro, lo que te permite tener más claras tus ideas y a sentirte mejor.
5. Regula la velocidad. Al dirigirte al público hazlo con una velocidad moderada, poco
más lento que cuando platicas con tus amigos. Así evitas quedarte sin aire, también es la
forma más fácil de enfocarte en tu mensaje. La velocidad sugerida es de 130 a 170 palabras
por minuto.
Un ejercicio práctico es aplicar una técnica de respiración todos los días, por ejemplo,
mientras estás en tu oficina, al conducir, antes de comer o dormir. No necesitas mucho
tiempo, son suficientes cinco minutos.
TECNICAS DE CONCENTRACION
El orador es la persona que sabe dominar el factor Concentración. No ve, sino observa, no
oye sino escucha. Es decir, puede enfocar adecuadamente su atención y rápidamente
establecer deducciones apelando a criterios lógicos, analíticos y comparativos.
1.- Para concentrarse, primero relájese, luego respire acompasadamente y, cerrando los
ojos, mentalice en el punto DANTIAN (aproximadamente 1 c.m. debajo del ombligo)
alejando de sí todo vestigio de preocupación, tristeza, negativismo, odio o pasión. Si gusta
puede acompañar este ejercicio de concentración pronunciando en voz grave la partícula
iniciática “OMMMM…” a fin de movilizar toda su energía interior en función del éxito.
2.- Otro ejercicio para dominar el sentido de la proporción es introducir las manos en una
bolsa de frijoles y coger un buen número; enseguida intente decir cuantos frijoles
exactamente hay en cada una de las manos.
3.- Para ejercitar la concentración visual, pida a alguien que le muestre durante tres o cinco
segundos una figura cualquiera que UD. no haya visto. Al observarla mírela en la dirección
de las agujas del reloj sin desesperarse tomando nota de las particularidades de la imagen
en términos de colores, relieves, letras, etc. Luego de retirada la figura de su vista, diga en
voz alta todo lo que ha visto.
TECNICAS DE RELAJACION
Para relajarse ubíquese en un lugar tranquilo en el que se sienta a gusto y en el que pueda
estar a solas, este ejercicio le tomará unos 15 minutos aproximadamente, siga estos pasos y
comience a triunfar:
Concéntrese en sus pies, siéntalos, muévalos, ahora haga lo mismo con sus pantorrillas,
tensiónelas y relájelas al ritmo de la respiración, hágalo por 3 veces, continúe con sus
muslos y haga lo mismo, ahora vaya a la cadera y los glúteos, concéntrese en la parte del
cuerpo que está recorriendo, no piense en nada mas, nada lo preocupa ni lo altera, solo
haga consciencia de su cuerpo, ahora vaya a su abdomen tensiónelo y relájelo por 3 veces,
visualice sus órganos, riñones, páncreas, intestinos, hígado, continúe respirando, ahora
pase a la caja torácica, expándala con su respiración, sienta su corazón, haga consciencia
de él, visualícelo, recuerde que nada lo perturba, proceda con los pulmones y haga lo
mismo, ahora perciba sus manos, siéntalas, mueva los dedos, apriételas y suéltelas, al
igual que con las piernas proceda con sus antebrazos y brazos, ahora ha llegado al cuello,
relájelo y continúe respirando, finalmente está en la cabeza, todos sus pensamientos son
tranquilos, nada lo perturba, ahora visualícese frente al público y repita mentalmente
Porte:
Un buen orador demuestra su entusiasmo y conciencia en lo que está
haciendo a través de su postura, adopta una postura derecha y airosa, pero
no rígida, con las piernas no demasiado separadas, las manos sobre los
costados y la cabeza firme, es relevante soslayar que el hombre del alma es
audible, no visible.
En muchas ocasiones el hablar de pie o sentado no va a depender del orador,
no obstante en determinadas circunstancias se puede alterar lo previsto,
por ejemplo, si está sentado y parte del público no lo percibe, conviene
levantarse, ya que el oyente lo agradecerá.
Postura:
La Oratoria es una disciplina eminentemente mental y toda la actividad mental descansa
sobre el principio de la organización espacial. En consecuencia, para empezar a dominar la
ciencia oratoria debemos ejercitar una postura que nos brinde una óptima ubicación dentro
del auditorio para adquirir confianza, aplomo y seguridad en la disertación, nos facilite el
adecuado trabajo cerebral para la asociación de ideas y que además, nos permita movernos
con plasticidad, dinamismo y ubicuidad, a fin de habituarnos al dominio tanto del espacio
físico externo ( Dominio del Escenario) como del espacio bio-sico-somático interno (Auto-
Dominio-Personal): Esta postura es la posición de Bóveda Central.
a.- Ubicarse al centro radial del Auditorio (para gobernar a todos con la mirada)
b.- Separar los pies unos 30 c.m. de distancia o el espacio necesario para ganar estabilidad y
no caerse al momento de efectuar los ademanes.
c.- Juntar las yemas de los dedos en total simetría y posar ambas manos sobre el plexo
solar, para dejar fluir la energía corporal y forzar la auto-relajación.
d.- Mantener el porte erguido, para exhibir aplomo, seguridad y auto-control emocional.
Ademanes:
implican mover las manos, los hombros o el cuerpo entero, a fin de expresar ideas, estados
de ánimo o actitudes. Mover los ojos y la boca, así como inclinar la cabeza, para reforzar
lo que se dice y transmitir sentimientos. Los ademanes para oratoria son de suma
importancia al presentar un discurso o una exposición ya que aportan énfasis visual
y emocional a las palabras. Pueden intensificar los sentimientos del orador y,
en consecuencia, dar vida a su voz.
as ideas y los sentimientos se comunican no solo con la voz, sino también con los gestos. Si
estos no se utilizan bien, puede transmitirse una imagen de indiferencia, pero si se
combinan armoniosamente con las palabras, la exposición resulta mucho más eficaz. Aun al
hablar por teléfono, la persona que gesticula de la forma debida transmite mejor con su voz
la importancia del mensaje, así como lo que siente sobre lo que dice.
Por consiguiente, sin importar que vaya a leer o a expresarse con sus propias palabras, los
ademanes y las expresiones faciales le serán útiles. Algo muy importante es que los gestos
no deben aprenderse de los libros. Así como usted no tuvo que estudiar para poder reír o
mostrarse indignado. De igual modo, los ademanes deben ser una expresión natural de lo
que siente. Cuantos más espontáneos sean, mejor.
Voz:
Como es lógico suponer, la voz en la oratoria es una pieza clave para tener una
intervención más que buena al hablar en público. Ahora si la voz es clave al hablar en
público, entonces debemos esforzarnos por practicar para que la misma sea agradable
para nuestro público.
Una voz baja, monótona, ronca, desagradable, fingida, etc. hace que el público no se
concentre en el mensaje que quieres transmitir sino en cómo es tu voz lo que conlleva a
fracasar en el objetivo principal de la oratoria, “transmitir un mensaje”.
En realidad el problema radica en que nosotros muchas veces no conocemos nuestra voz, no
sabemos como suena frente a un micrófono, es por esto que hasta nos sorprendemos al oír
una grabación de nosotros mismos. En realidad ahí está la clave, el grabarse y luego oír esta
grabación nos ayuda a reconocer y familiarizarnos con nuestra voz.
Contacto visual
Al hablar en público necesitamos crear una conexión con aquellos que forman parte de
nuestra audiencia así como un ambiente de confianza que permita que nuestro mensaje sea
recibido.
La pregunta es: ¿podría crear esa conexión al hablar en público evitando mirar a las
personas a las que me dirijo? ¿Debería mantener contacto visual con el público? La
respuesta es: si. De hecho, es esencial que lo hagas.
Piensa por un momento en esta situación, te encuentras conversando con alguien y esa
persona, mientras habla contigo, se la pasa mirando su reloj, el piso, luego la revista que
tiene en su mano, y finalmente mantiene su mirada en la gente que está pasando cerca y
todo eso mientras habla contigo. ¿Qué pensarías? Pues sencillamente que esa persona tiene
poco o ningún interés en hablar contigo, y probablemente estés en lo cierto, ¿por qué?,
¡porque nunca te mira!
Si evitas el contacto visual con el público y en cambio mantienes tu mirada sobre tus notas,
sobre la proyección de las diapositivas o en el piso, el público entenderá que no tienes
ningún interés en ellos o que no estás seguro de lo que dices, generando como resultado
falta de confianza.
Gestos y fisionomía
Los gestos faciales o los gestos de nuestro rostro deben demostrar tranquilidad,
serenidad, seguridad, emoción, y alegría (claro está de acuerdo al momento), en tanto, a
nivel general, lo importante es saber controlar nuestros gestos. En momentos determinados,
nuestros gestos cumplen una labor importante al hablar en público, con ellos expresamos lo
que con nuestras palabras no podemos dar a conocer; demostramos con una sonrisa cuando
pronunciamos palabras como “paz o felicidad”, como también demostramos tristeza cuando
proferimos palabras tales como “guerra, hambre o pobreza”.
Por tanto, es muy importante que sepas acompañar a tu discurso con los gestos apropiados,
y para tal efecto debes practicar, y para ello te dejare una pequeña guía que te ayudará a
transmitir tus correctos gestos faciales en los momentos determinados. Algunos son:
Expresión de sonrisa, cuando dices: “Paz, alegría, esperanza, amor, vida, etc.”
Expresión de tristeza, cuando dices: “Guerra, tristeza, hambre, pobreza, muerte,
etc.”
Expresión de nostalgia, cuando dices: “Recuerdos, memorias, qué tiempos aquellos,
etc.”
Expresión de emoción, cuando dices: “Sorpresa, regalo, obsequio, lágrimas de
alegría, etc.”
Expresión de inquietud, cuando dices: “Falta poco, ya no mucho, estoy
desesperado, etc.”
Muchos otros como estos quiero que tu complementes, practícalos, mírate a un espejo y
habla, imagina que estas en medio de un público que quiere aprender algo nuevo de ti, que
espera mucho de ti, y tú se los das, simplemente se los das, pero con el impacto que tus
palabras representan. Ten en cuenta que los gestos correctos te ayudarán a tener el
éxito deseado en tu discurso.
“No hay nada mejor que hablar en público con total elocuencia y seguridad”