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EXAMEN DE LICENCIATURA, DERECHO CIVIL, OCTUBRE 2022:

CASO N°2

INSTRUCCIONES:
• Usted dispone de 105 minutos para leer y responder este caso;
• Ambos casos tienen la misma ponderación en su nota final, a saber, 50%; y,
• Recuerde ir guardando su hoja de respuesta.

Gabriel es ingeniero civil, de 37 años de edad, egresado de una prestigiosa universidad de la capital,
que desde hace varios años se desempeña como consultor en una importante empresa de
consultorías ambientales. Gabriel convive de hecho con Camila, psicóloga, de 35 años de edad.
Gabriel y Camila se conocieron mientras ambos estudiaban en la universidad. Iniciaron una
relación sentimental y al poco tiempo, ambos comenzaron a vivir juntos. Producto de esta relación,
han nacido dos hijos: Salvador, de 8 años de edad, y Michelle, de 5 años de edad. El grupo familiar
reside en una casa ubicada en la comuna de Ñuñoa que Gabriel y Camila adquirieron el año 2015.
Los ingresos económicos de Gabriel y Camila les permitieron, no solo gozar de una
holgada situación económica, sino ahorrar para efectuar alguna inversión en el futuro. De esta
forma, en el mes de mayo de 2017 ambos decidieron hacer realidad un sueño que habían acariciado
desde que comenzaron su relación sentimental: adquirir una pequeña parcela de agrado que les
sirviera, primero como vivienda de veraneo y, más adelante, como vivienda donde vivir sus años
de retiro de la vida laboral. Al respecto, ambos siempre quisieron adquirir una parcela ubicada en
las cercanías de la localidad Buchupureo, Región de Ñuble, de donde eran oriundos los abuelos de
Gabriel.
De esta forma, con el propósito de encontrar una parcela que colmara sus expectativas,
durante el otoño e invierno del año 2017 Gabriel y Camila viajaron en reiteradas oportunidades a
la Región de Ñuble en busca de una parcela y que estuviese dentro de su presupuesto. Así, en
octubre de 2017, ambos encontraron en venta una parcela que parecía ser la parcela de sus sueños.
Se trataba de la parcela “El Ciprés”, de una superficie de 5.000 metros cuadrados, con una pequeña
cabaña construida sobre una colina, la que, si bien no se encontraba en buen estado, tenía una
excepcional vista al mar y podía servir de base para construir una buena casa. La parcela se
encontraba situada en un condominio de 20 parcelas con acceso controlado por un cuidador,
llamado Kenneth.
El eventual vendedor de la parcela era Franco, un comerciante dedicado a la actividad del
turismo que vivía y trabajaba en Chillán. Franco le había comprado la parcela a Sebastián, un
inversionista inmobiliario de Santiago, quien, a su vez, en virtud de un mandato, había actuado en
nombre y representación de Toribio, un agricultor de la zona, cuyo dominio (el de Toribio) sobre
la parcela era por completo indubitado. Si bien Franco nunca tomó contacto personal con Toribio,
al momento de la compra había revisado con detención, asesorado por un abogado, el mandato
en cuya virtud actuaba Sebastián. El referido mandato parecía estar en completo en orden, al igual
que los títulos de la propiedad. La compraventa mediante la cual Franco compró la parcela se había

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otorgado por escritura pública de fecha 5 de enero de 2012, inscribiéndose el título a nombre de
Franco con fecha 12 de enero de 2012, a fojas 300, bajo el número 150, del Registro de Propiedad
del año 2012, del Conservador de Chillan.
Como todos los antecedentes de la propiedad parecían estar en completo orden, las
negociaciones entre Gabriel y Franco se desarrollaron con rapidez, hasta que finalmente se
concretó la compraventa. Así, mediante escritura pública de fecha 4 de diciembre de 2017,
otorgada en una Notaría de Chillán, Franco vendió a Gabriel, quien compró para sí, la parcela “El
Ciprés”. El precio de la compraventa fue la suma de $70.000.000.-, los que se pagaron en el acto
mediante transferencia bancaria. El título se inscribió a nombre de Gabriel con fecha 11 de
diciembre de 2017, a fojas 500, bajo el número 200, del Registro de Propiedad del año 2017 del
Conservador de Bienes Raíces de Chillán. En igual fecha Franco le hizo entrega material de la
parcela a Gabriel.
Inmediatamente después de efectuada la venta y transferencia, Gabriel contactó a un
constructor de la zona para efectuar una ampliación de la cabaña. Dicha ampliación, en la que
Gabriel invirtió cerca de $60.000.000, se ejecutó en los meses siguientes a la compraventa.
Producto de dichas labores la parcela quedó con una muy bonita y moderna casa.
De esta forma, en los años siguientes a la compra, Gabriel y Camila, y sus dos pequeños
hijos Salvador y Michelle, disfrutaron de la parcela durante varios veranos y fines de semana largos.
Ambos podían decir, sin duda, que la parcela era la mejor inversión que podían haber hecho.
Cuando todo parecía marchar sobre ruedas, aparecieron las primeras nubes en el camino.
En efecto, en marzo de 2022, Kenneth, el cuidador del condominio donde se ubicaba la parcela,
se comunicó con Gabriel y le informó que se había presentado allí Toribio, quien afirmaba que
seguía siendo el “legítimo dueño” de la parcela, ya que, según él, jamás la había vendido. Toribio
sostenía que había comprado la parcela en el año 2000, inscribiéndola a su nombre en junio del
mismo año en el Conservador de Bienes Raíces de Chillán. Agregaba que había arrendado el
inmueble por muchos años a Sebastián, quien había falsificado íntegramente el mandato en cuya
virtud había actuado en su nombre y representación vendiendo el inmueble a Franco. Toribio
agregaba que se había ido a vivir a Argentina por varios años a emprender un negocio ganadero
en la zona de Neuquén, pero ahora había vuelto y, desde luego, quería recuperar su parcela.
Conforme a las averiguaciones efectuadas por Gabriel y Camila, todo lo señalado por
Toribio resultó ser indubitadamente cierto. Esta circunstancia causó estupor en Gabriel y Camila,
ya que, aparentemente, existía la posibilidad cierta de que perdieran la parcela en que tanto habían
invertido. Inmediatamente después de recibida la noticia trataron de comunicarse con Franco, pero
todo intento fue infructuoso, ya que éste, hace dos años, se había ido a vivir Australia a desarrollar
un negocio turístico, sin que tuvieran noticias de él, resultando ser completamente inubicable. Con
respecto a Sebastián, según las averiguaciones efectuadas, había muerto de Covid-19 durante la
pandemia. Por lo mismo, todo indicaba que el conflicto sería exclusivamente entre Toribio y
Gabriel.

PREGUNTAS

1. Indique si Franco adquirió el dominio sobre el “El Ciprés” en virtud de la compraventa


de 5 de enero de 2012, inscrita a su nombre con fecha 12 de enero de 2012. Explique y

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fundamente su respuesta a la luz de los requisitos de validez y efectos de la tradición
teniendo presente los hechos del caso (Total: 10%)

RESPUESTA:
No, Franco no adquirió el dominio.
En efecto, el caso plantea la operatividad de la tradición como modo de adquirir el dominio.
Los requisitos para que la tradición produzca su efecto propio de transferir el dominio son i.
Presencia de dos partes: tradente, que debe ser dueño y tener facultad e intención de transferir;
y adquirente, que debe tener capacidad e intención de adquirir; ii. Consentimiento no viciado;
iii. Existencia de un título traslaticio de dominio; y, iv. Entrega de la cosa.
Conforme a los hechos del caso, se presentan problemas con los requisitos que deben
concurrir en el tradente (debe ser dueño y tener facultad e intención de transferir). En particular,
es claro que el tradente (Sebastián) no tenía facultad para transferir el dominio. En efecto,
Sebastián vendió y efectuó la tradición del predio a Franco actuando como mandatario del
dueño (Toribio), sin serlo. Pues bien, si no transfiere el dominio la tradición efectuada por
alguien que es mandatario del dueño, pero excediéndose en sus facultades (art. 674 en relación
con el art. 671 inc. 2), con mayor razón no traspasará el dominio la tradición efectuada por
alguien que actúa como mandatario del dueño, sin serlo. De esta manera, como la tradición del
predio se efectuó por un tradente que carecía de facultades para transferir el dominio (art. 670),
dicha tradición no pudo producir el efecto de transferir el dominio. En otras palabras, aunque
Sebastián efectuó tradición del predio, como dicha tradición no transfirió el dominio, Toribio
conservó el dominio del predio.

2. Indique si Toribio perdió la posesión y si Franco adquirió algún tipo de posesión sobre
la parcela “El Ciprés”, en virtud de la inscripción a nombre de Franco con fecha 12 de
enero de 2012, señalando de qué tipo de posesión se trata. Explique y fundamente su
respuesta considerando: i) de qué forma habría perdido Toribio y adquirido Franco la
posesión sobre la parcela el Ciprés (15%); y, ii) cada uno de los requisitos relevantes
para determinar el tipo de posesión eventualmente adquirida por Franco (15%) (Total:
30%).

RESPUESTA:
i. La pregunta plantea lo relativo a la adquisición de la posesión de un inmueble inscrito (la
parcela “El “Ciprés”) respecto del cual se invoca como título posesorio un título translaticio de
dominio: la compraventa en virtud de la cual Franco compró la parcela a Sebastián, actuando
éste como mandatario de Toribio, el dueño (art. 703 inc. 3). Cuando, tratándose de un inmueble
inscrito, se invoca como título posesorio un título translaticio de dominio, para adquirir la
posesión del inmueble es menester que el título se inscriba en el Registro de Propiedad del
Conservador respectivo (arts. 686, 696 y 724).
Según los hechos del caso, Franco contaba con una inscripción a su nombre. Sin embargo,
se plantea el problema de determinar si dicha inscripción tuvo el efecto de cancelar la
inscripción a nombre de Toribio (art. 728 inc. 1) y de conferirle posesión a Franco (art. 724).
Ello porque el título inscrito (la compraventa de la parcela) no fue otorgado por el dueño y
poseedor inscrito de la casa (Toribio), sino por Sebastián, quien, siendo solo un mero tenedor

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de la parcela (arrendatario), la usurpó al enajenarla aparentando ser un mandatario del dueño y
poseedor inscrito (Toribio). De esta forma, cobra aplicación la norma del art. 730 inc. 2,
conforme a la cual, en el supuesto de una enajenación efectuada por el usurpador de un
inmueble inscrito, por una parte, el poseedor inscrito no pierde la posesión, y, por la otra, el
que adquirió de manos del usurpador no adquiere la posesión, sin la competente inscripción.
Entonces, la cuestión relevante es determinar si la inscripción a nombre de Franco puede
o no ser calificada como competente inscripción. Ello exige aclarar qué se entiende por
competente inscripción. Al respecto, existen dos planteamientos (que, de alguna manera,
reflejan las doctrinas de la inscripción ficción e inscripción garantía). Para algunos la competente
inscripción es aquella que emana, aunque sea de manera aparente, del poseedor inscrito. Otros,
en cambio, señalan que la competente inscripción es simplemente la que se practica en el
Registro correspondiente, con las solemnidades legales, por lo que la nueva inscripción podrá
estar desconectada de la anterior (no emanará, ni siquiera aparentemente, del poseedor inscrito).
Cabe destacar que esta segunda postura aparecería apoyada por los artículos 2505, 2513 y 683.
Pues bien, considerando los hechos del caso, es claro que, cualquiera que sea la postura que se
siga, la inscripción practicada a nombre de Franco puede ser calificada de competente: si se
sigue la primera postura, la inscripción es competente porque emana, al menos aparentemente,
del poseedor inscrito (Sebastián, quien vendió la parcela a Franco, se hizo pasar como
mandatario del poseedor inscrito, Toribio). Y si se sigue la segunda postura, la inscripción es
competente porque, según se desprende de los hechos del caso, la inscripción se practicó con
sujeción a las formalidades legales en el Registro que corresponda según la ubicación del
inmueble.
De esta forma, como la inscripción a nombre de Franco puede ser calificada de
competente, se debe concluir que dicha inscripción produjo, por una parte, el efecto de cancelar
la inscripción a nombre de Toribio y, por ello, hacer perder a éste la posesión de la parcela (arts.
730 inc. 2 en relación con el art. 728 inc. 2); y, por la otra, el de hacer adquirir a Franco la
posesión de la parcela (art. 730 inc. 2 en relación con el art. 724).

ii. La posesión de Franco debe ser calificada irregular puesto que no reúne todos los requisitos
de la posesión regular (art. 708 en relación con el art. 702 inc. 2 y 3):
-En cuanto al requisito que exige que se adquiera la posesión de buena fe (art. 702 inc. 2),
puede señalarse que Franco sí satisface este requisito. En efecto, adquirió la parcela “EL Ciprés”
con el convencimiento de que estaba adquiriendo su dominio por medios legítimos, exentos de
fraude y todo otro vicio (art. 706 inc. 1). En particular, Franco adquirió la posesión con el
convencimiento de haber recibido la parcela de manos de quien tenía facultad de enajenarlo
(creía que estaba adquiriendo la parcela de manos de un mandatario del dueño) y de que en la
compraventa no hubo fraude ni otro vicio (art. 706 inc. 2). Además, dicha buena fe debe
presumirse (art. 707 inc. 1). Si bien el convencimiento de Franco es erróneo, su error es
excusable porque el propio relato de los hechos del caso dice que fue diligente (asesorado por
su abogado, concluyó que el mandato y los títulos de la propiedad estaban en orden). A pesar
de toda su diligencia, no pudo descubrir que Sebastián no era realmente mandatario de Toribio,
el dueño de la parcela.
-También concurre el requisito conforme al cual, cuando el título posesorio invocado es
translaticio de dominio, es necesario que se haya efectuado la tradición (art. 702 inc. 3). En
efecto, en el caso de Franco el título posesorio invocado es un título translaticio de dominio,

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puesto que se trata de una compraventa (arts. 703 inc. 3 y 675). Y es claro que hubo tradición
porque, de acuerdo con los hechos del caso, el referido título de dominio se inscribió en el
Registro del Conservador respectivo (art. 686).
-Sin embargo, no se cumple con el requisito de que la posesión proceda de justo título (art.
702 inc. 2). En efecto, conforme a los hechos del caso, la compraventa invocada por Franco
como título posesorio configura el supuesto de título injusto del art. 704 N° 2, por cuanto la
compraventa fue otorgada por Sebastián como mandatario de Toribio, sin serlo.

3. Indique si Gabriel adquirió algún tipo de posesión sobre la parcela “El Ciprés” en
virtud de la inscripción a su nombre efectuada con fecha 11 de diciembre de 2017.
Explique y fundamente su respuesta considerando: i) de qué forma Franco perdió y
Gabriel adquirió la posesión sobre la parcela “el Ciprés” (15%) ; y, ii) cada uno de los
requisitos relevantes para determinar el tipo de posesión eventualmente adquirida por
Gabriel. (15%) (Total 30%)

RESPUESTA
i. En el caso de Gabriel también se plantea lo relativo a la adquisición de la posesión de un
inmueble inscrito (la parcela “El “Ciprés”) respecto del cual se invoca, como título posesorio,
un título translaticio de dominio (art. 703 inc. 3): la compraventa en virtud de la cual Gabriel
compró la parcela a Franco.
En tal supuesto, como ya se dijo antes, para adquirir la posesión de un inmueble inscrito,
es menester que el título se inscriba en el Registro de Propiedad del Conservador respectivo.
De esta forma, y considerando que efectivamente la compraventa celebrada entre Gabriel y
Franco se inscribió en el Registro de Propiedad del Conservador respectivo (la inscripción es
de fecha 11 de diciembre de 2017, practicada en el Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Chillán), en virtud de dicha inscripción Gabriel adquirió la posesión de la
parcela “El Ciprés” (arts. 686, 696 y 724).
Por otra parte, la inscripción a nombre de Gabriel también produjo el efecto de cancelar
virtualmente la inscripción a nombre de Franco, haciéndolo perder la posesión de la parcela,
porque la referida inscripción a nombre de Gabriel da cuenta de la compraventa en virtud de la
cual Franco, el poseedor inscrito, pretendía transferir a Gabriel su derecho sobre la parcela “El
Ciprés” (art. 728 inc. 1).

ii. Gabriel adquirió la posesión regular porque se satisfacen los tres requisitos de dicha posesión:
-En primer lugar, Gabriel adquirió la posesión de buena fe (art. 702 inc. 2), esto es, con el
convencimiento de que estaba adquiriendo el dominio de la parcela “El Ciprés” por medios
legítimos, exentos de fraude y todo otro vicio (art. 706 inc. 1); en particular, adquirió la posesión
con el convencimiento de haber recibido la parcela de manos de quien era dueño con facultades
de enajenar (Gabriel estaba convencido que el dueño era Franco) y de que en la compraventa
no hubo fraude ni otro vicio (art. 706 inc. 2). Además, dicha buena fe debe presumirse (art. 707
inc. 1). Aunque en este caso el convencimiento de Gabriel es erróneo (Franco, como se dijo
antes, no había adquirido el dominio de la parcela), el error de Gabriel es excusable (el caso dice
que todos los antecedentes de la propiedad parecían estar orden).

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-En segundo lugar, la posesión de Gabriel procede de justo título (art. 702 inc. 2). En
efecto, el título posesorio invocado por Gabriel es la compraventa y, conforme a los hechos del
caso, no hay nada que indique que dicha compraventa es subsumible en alguno de los supuestos
de títulos injustos del art. 704.
-Y, en tercer lugar, como el título posesorio invocado es un título translaticio de dominio
(art. 703 inc. 3), puesto que se trata de una compraventa, es necesaria la tradición (art. 702 inc.
3). Y, como ya se dijo, en los hechos del caso se establece que procedió a inscribirse la
compraventa entre Gabriel y Franco en el Registro de Propiedad del Conservador respectivo,
esto es, se efectuó la tradición requerida (art. 686).

4. Indique si Gabriel tiene la facultad de unir a su propia posesión la de Franco para los
efectos de mejorar su posición jurídica frente a la pretensión de Toribio. Explique: i)
qué es la agregación de posesiones y su fundamento legal (5%); ii) cuáles son sus
requisitos y si se cumplen en la especie (10%); iii) cuáles son sus efectos jurídicos y si
en la especie la agregación de posesiones resultaría o no conveniente a Gabriel (5%)
(Total: 20%)

RESPUESTA:
i. Considerando los hechos del caso y que su posesión principia en él (art. 717 inc. 1), Gabriel,
si bien es poseedor regular, no alcanza a tener los cinco años de posesión (adquirió posesión el
11 de diciembre de 2017) que lo habilitarían para alegar la prescripción adquisitiva ordinaria
(art. 2508). Para salvar este obstáculo, Gabriel podría optar por la agregación de posesiones,
esto es, optar por añadir a su posesión la posesión de su antecesor, es decir, la posesión de
Franco (art. 717 inc. 1).

ii. Gabriel puede optar por añadir a su posesión la posesión de Franco porque, de acuerdo con
los hechos del caso, concurren los requisitos para ello:
-El que alega la agregación debe ser sucesor de el o los poseedores anteriores (art. 717 inc.
1). Para que proceda la agregación es necesario que el que la alega tenga un vínculo jurídico con
el o los poseedores anteriores. Debe ser sucesor por causa de muerte a título universal
(heredero) o a título singular (legatario) o sucesor por acto entre vivos (por ejemplo, un
comprador de la cosa). En este caso, si Gabriel opta por añadir la posesión de su antecesor
inmediato, esto es, Franco, puede hacerlo porque Gabriel es sucesor por acto entre vivos de
Franco en razón de haberle comprado la parcela “El Ciprés”.
-Si son varios antecesores, deben constituir una serie no interrumpida (art. 717 inc. 2)
El Código Civil confiere la opción de añadir no solo el tiempo de posesión del antecesor
inmediato (continuidad con el antecesor inmediato), sino también la del antecesor del antecesor
inmediato y así sucesivamente hacia atrás. En el caso en comento Gabriel no necesita ejercer
esta opción, bastándole añadir la posesión de su antecesor inmediato (Franco).
-La posesión debe referirse a la misma cosa. Es claro que la posesión del antecesor
inmediato (Franco) y la posesión de Gabriel se refieren a la misma cosa: la parcela “El Ciprés”.
-El poseedor debe manifestar que desea hacer uso de esta facultad. El artículo 717 confiere
un derecho optativo para efectuar la agregación. De esta forma, Gabriel deberá manifestar
expresamente que opta por la agregación.

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-Conservación de la eficacia del título de sucesión. Si el título por el cual se produce la
sucesión es declarado nulo o resuelto, el poseedor que posee en virtud de dicho título no puede
agregar la posesión de su antecesor. Ello es una consecuencia del efecto retroactivo de la
declaración judicial de nulidad o resolución: el actual poseedor no puede considerarse
jurídicamente sucesor del antecesor que le entregó la cosa en virtud de un título nulo o resuelto.
Conforme a los hechos del caso, la compraventa celebrada entre Gabriel y Franco es
plenamente válida y eficaz, puesto que no ha sido declarada nula, ni resuelta.

iii. Concurriendo los requisitos para que proceda la agregación, Gabriel podrá valerse de ella.
Es decir, Gabriel podrá optar por agregar a su posesión el tiempo de posesión de su antecesor
inmediato. El efecto principal de dicha agregación es que se deberá entender que Gabriel (el
poseedor actual) ha sido poseedor por el tiempo que lleva de posesión propia y por el tiempo
de posesión que tuvo Franco (su antecesor inmediato en la posesión). De esta forma, deberá
entenderse que al tiempo de posesión de Gabriel (desde el 11 de diciembre de 2017) debe
añadirse el tiempo de posesión de Franco (desde el 12 de enero de 2012 hasta el 11 de diciembre
de 2017). En definitiva, debe entenderse que Gabriel tiene un tiempo de posesión de más de 10
años.
Por otra parte, la posesión que se agrega, se agrega con sus calidades y vicios (art. 717 inc.
1). Las calidades son las circunstancias que permiten calificar a la posesión como regular o
irregular, mientras que los vicios consisten en la violencia y la clandestinidad. De esta forma, si
Gabriel opta por agregar la posesión de Franco, la agregará con la calidad de irregular que tenía
dicha posesión. En otras palabras, luego de añadida la posesión de Franco, la posesión que
podrá invocar Gabriel será una posesión irregular.
Sin embargo, de todas formas, es ventajoso para Gabriel agregar la posesión de Franco.
En efecto, aunque la posesión que podrá invocar Gabriel será irregular, el tiempo de posesión
que podrá alegar será de más de 10 años, el tiempo necesario para aprovecharse de la
prescripción adquisitiva extraordinaria (art. 2511).

5. Señale si Gabriel podría alegar alguna clase de prescripción adquisitiva frente a la


eventual demanda de Toribio señalando: i) de qué prescripción se trata, cuáles son sus
requisitos y si se cumplen en la especie (5%); ii) cómo tendría que ser alegada (2,5%)
y, iii) cuáles serían los efectos específicos de ser acogida la alegación señalada. (2,5%)
(Total: 10%)

RESPUESTA:

i. Frente a una demanda de Toribio, Gabriel podría alegar la prescripción adquisitiva


extraordinaria (arts. 2510 y 2511). En efecto, concurren en este caso los requisitos para ello:
-Cosa susceptible de adquirirse por prescripción. En el caso de las cosas corporales debe
tratarse de cosas comerciables (arts. 2498 inc. 1 y 2510 inc. 1). La parcela “El Ciprés” es una
cosa corporal y, conforme a los hechos del caso, comerciable, es decir, es apta para integrar el
patrimonio de una persona particular. No hay antecedentes para establecer que sea
incomerciable.

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-La cosa debe haber sido poseída (art. 2498 inc. 1). En este caso Gabriel, como se dijo
antes, adquirió posesión de la parcela mediante la inscripción del título translaticio de dominio
(art. 724), inscripción que, además, ha sido acompañada por la detentación material. Para la
prescripción adquisitiva extraordinaria basta una posesión irregular (art. 2510) y esa es,
precisamente, como ya se dijo, la posesión que podrá invocar Gabriel después de añadir a la
suya la posesión de Franco (que era una posesión irregular). Por otra parte, la posesión invocada
por Gabriel es una posesión útil, es decir, apta para conducir a la prescripción adquisitiva
porque, conforme a los hechos del caso, ni la posesión de Gabriel, ni la posesión de Franco,
que Gabriel opta por añadir, son posesiones viciosas.
-La cosa debe haber sido poseída por un lapso de tiempo. Tratándose de la prescripción
adquisitiva extraordinaria el tiempo de posesión requerido es de 10 años (art. 2511), plazo que
no se suspende (arts. 2512 y 2509). Como ya se dijo antes, Gabriel cumple con este plazo de
posesión en la medida que opte por añadir a su posesión la de su inmediato antecesor en la
posesión (Franco) porque, en tal caso, el tiempo de posesión de Gabriel se debe contar desde
el 12 enero de 2012.
-La prescripción debe ser alegada y declarada en juicio (art. 2493).

ii. Como se dijo recién, Gabriel debe alegar en juicio la prescripción adquisitiva extraordinaria
y obtener que esta sea declarada por sentencia judicial (art. 2493).
Al respecto, aunque se discute si la prescripción adquisitiva debe ser alegada como acción
o excepción, pareciera que la mayoría de la jurisprudencia exige que se alegue como acción, por
la vía reconvencional, lo cierto es que, frente a una demanda de Toribio, Gabriel debería pedir
que se rechace la demanda alegando la prescripción adquisitiva como excepción (art. 2517) y,
además, por la vía reconvencional, alegar la prescripción adquisitiva como acción, a fin de que
el juez declare que efectivamente Gabriel adquirió el dominio de la parcela por prescripción
adquisitiva extraordinaria (art. 2493).

iii. En el evento de prosperar la alegación de Gabriel, una sentencia judicial declarará la


prescripción adquisitiva. Una vez que la sentencia respectiva quede firme o ejecutoriada, se
constituirá el dominio sobre la parcela en el patrimonio de Gabriel. Además, como la cosa
respecto de la cual se declaró la prescripción es inmueble, la sentencia firme deberá inscribirse
en el Registro de Propiedad del Conservador respectivo para que sea oponible a terceros (art.
2513).
Como la referida sentencia solo es declarativa, debe entenderse que Gabriel adquirió el
dominio no desde de la fecha de la sentencia firme, sino desde la fecha en que comenzó a
prescribir y no desde que completó el plazo. En efecto, si bien la prescripción opera al cumplirse
el plazo, ella tiene un efecto retroactivo, esto es, el prescribiente debe reputarse dueño desde
que comenzó a prescribir, o sea, desde que comenzó a poseer. En virtud de la agregación de
posesión, debería entenderse que es dueño desde el 12 de enero de 2012.

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