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Organizaciones

Han decidido emprender un nuevo desafío en su vida, acercarse a la Universidad y comenzar una
carrera. Esto lo hacen seguramente por distintos motivos: primero, por su vocación y también
para capacitarse, conseguir un trabajo, procurar un ascenso en la empresa donde trabaja,
prepararse para asumir responsablemente su rol en la sociedad, etc.

Y cuando ingresan a la Universidad ya forman parte de una organización. Pero detengámonos un


instante...

Dada la amplitud y complejidad de las situaciones que periódicamente viven las organizaciones,
es de suma importancia que comencemos a “trabajar” desde lo más simple y básico, por lo cual
nos podemos preguntar:

Un ente ¿tiene alguna relación con una organización, con una empresa, con la contabilidad?

Conceptualmente un ente se define como:


Todo lo existe, es, o pueda existir.

Este es utilizado desde el punto de vista del derecho para conceptuar a las personas, dado que
jurídicamente se considera persona a:

Todo lo que existe, que sea susceptible


de adquirir derechos y contraer obligaciones

Pero desde un punto de vista contable un ente es toda persona física ó jurídica, o un grupo de
ellas, que posee un patrimonio destinado al logro de ciertos fines.

Dicho patrimonio es propio e independiente del patrimonio de sus propietarios.

Busquen en un diccionario el significado del término “ente”.

Ahora sí ya podemos cuestionarnos:


¿Qué es una organización?

Una organización está conformada por grupos de individuos, que persiguen objetivos comunes y
cuentan con los recursos necesarios para alcanzarlos

De esta definición podemos extraer los siguientes elementos:

 existencia de grupo

 diferenciación interna de funciones

 comunidad de objetivos

 disponibilidad de recursos.

Los invitamos a describir una organización del medio al cual pertenecen. ¿Qué elementos
identifican en la organización que describieron? Esperamos sus opiniones en el foro.

Como analizamos en el foro, toda organización está compuesta por un grupo de personas que
con acciones conjuntas, persiguen fines y objetivos que les son comunes y referidos al fin por el
cual se han agrupado; y que necesariamente cada uno cumple una tarea o función definida en
base a un sano principio de diferenciación interna de las funciones, acciones que requieren
indefectiblemente de la existencia de recursos que permitan su consecución.

Ahora bien, las organizaciones pueden - según el fin que persigan - clasificarse de variadas
formas. Veamos la siguiente que las separa en dos grandes grupos:

A las primeras se las conoce como empresas y a las segundas como Asociaciones Civiles,
Culturales, Fundaciones, ONG (organizaciones no gubernamentales), Organismos Públicos, etc.
(ver si se saca)

A partir de esta introducción: ¿cómo describirían a una empresa?


Una definición es:

Una empresa es toda unidad económica que produce bienes o servicios con la
finalidad de obtener un resultado (ganancia) fruto de la combinación de los factores
de la producción (el trabajo, los recursos naturales y el capital)

Agreguemos también que en toda organización existe un recurso fundamental: el recurso


humano.

Es preciso aclarar que una empresa definida como toda organización con fines de lucro, es decir
que desarrolla actividades destinadas a obtener ganancias, también cumple una función social de
vital importancia y que es la generación de bienes y servicios económicos que permiten la
satisfacción de necesidades de la comunidad.

Para entender con mayor precisión los distintos tipos de empresas frente a los que se
encontrarán y a fin de poder adaptar las técnicas a las características propias de cada una de
ellas, las clasificaremos desde el punto de vista de su objeto.

Tipos de empresa

Encontrarán alguna bibliografía que las clasifica en industriales y de servicios incluyendo a las
comerciales dentro de estas últimas.

Pero desde un punto de vista práctico seguiremos con esta división.


Las comerciales son aquellas cuya actividad principal es la venta de mercaderías en el mismo
estado en que se han comprado o bien se las somete a procesos simples de fraccionamiento o
empaquetado, etc.. Por ejemplo podemos mencionar un supermercado, un quiosco, una casa de
venta de repuestos, una concesionaria de autos, etc.

Las de servicios se caracterizan por ofrecer (“vender”) “productos”, generalmente tangibles, que
en algunos casos se nutren de mercaderías para poder con ellas brindar una prestación
adecuada. En otras palabras estas empresas tienen por objeto principal la prestación de servicios,
pudiendo encontrar dentro de ellas a los Bancos, los Estudios Profesionales, un taller de
reparaciones, un restaurante, etc.

En cambio las industriales se encargan de comprar materias primas y - mediante la contratación


de mano de obra y utilización de maquinarias y tecnología - someterlas a distintos procesos para
su transformación en productos terminados. Estos productos manufacturados en algunos casos
serán bienes finales que se comercialicen en el mercado y en otros se transformarán en insumos
para industrias que luego elaborarán nuevos bienes. Por ejemplo podemos mencionar una fábrica
de autos, una panadería, una explotación agropecuaria, etc.

También advertirán que muchas empresas desarrollan actividades combinadas, es decir no


necesariamente son comerciales o industriales o de servicio, sino que podrá encontrar por
ejemplo una empresa de catering (servicio de comidas) que para prestar de una manera más
eficiente sus servicios elabora sus propias materias primas y productos terminados, con lo cual
estaremos frente a una empresa de Servicios que también desarrolla actividades de tipo
industrial.

La empresa y el proceso decisorio

¿Ya comprendieron lo que es una empresa? Seguramente que sí, por lo tanto avancemos....

Para que una empresa alcance el objetivo de obtener ganancias debe contar con una eficaz y
eficiente administración de los recursos. Pero esta “búsqueda” de excedentes (utilidades) no solo
es una “preocupación” de las empresas sino que también es extensible a las organizaciones sin
fines de lucro....

Veamos por qué:

Primero desde el punto de vista de la empresa para su mejor entendimiento y luego para otros
tipos de organizaciones. Una sana administración de los recursos debe permitir
obtener resultados.

Estos se originan cuando las empresas comienzan a desarrollar sus actividades y se obtienen
periódicamente como la diferencia entre flujos positivos y flujos negativos (ingresos - gastos). Es
decir, quien inicia una actividad empresaria aporta bienes y/o dinero para obtener un resultado
que, cuando es positivo, se denomina ganancia y, en consecuencia, aumenta la riqueza del dueño.

Pero también el propietario asume los riesgos de toda actividad económica, por lo que debe
soportar los resultados negativos, es decir, las pérdidas.
Lo veamos con un ejemplo:

Germán y Sergio aportan dinero para constituir una empresa de servicios dedicada al
desarrollo de programas de computación. Durante el primer mes realizan trabajos por los
que facturan $3.500 pero también tienen gastos por la actividad de $1.500.

El resultado que surge del primer mes de actividad es:

Ingresos .................... $3.500

Gastos ...................... ($1.500)

Resultado .................. $2.000 (ganancia)

Sin entrar en tecnicismos, lograr una ganancia o un resultado positivo es obtener frutos de la
actividad desarrollada (ventas de productos por ejemplo) mayores que los esfuerzos realizados
(costos y gastos los productos vendidos). Cuando esta ecuación se invierte (es decir los frutos
obtenidos son menores a los esfuerzos) la empresa se encuentra en una situación de pérdidas.

Pero tengamos en claro un concepto: una empresa que obtiene resultados positivos es una
empresa que goza de buena salud económica. Está generando excedentes que en principio le
permitirán conservar en buen estado de uso y mantenimiento sus bienes, tener las necesidades
satisfechas de su personal y fundamentalmente otorgarle a los dueños los niveles de utilidades
por los cuales han invertido en la misma, entre otros.

Y aquí sí podemos visualizar por qué también es de suma importancia que las organizaciones sin
fines de lucro obtengan resultados positivos.

Recuerden lo que vimos, estas organizaciones persiguen fines distintos a la obtención de una
utilidad, como ser la difusión de valores culturales, deportivos, entre otros y para alcanzar estos
objetivos necesitan también administrar recursos, entonces:

¿qué pasaría si una organización sin fines de lucro gasta más de lo que obtiene como ingresos?

Seguramente no podrá conseguir sus fines....

Por ello los conceptos que se analizan desde el punto de vista económico para la administración
de una empresa son totalmente adaptables y válidos para la conducción de una organización sin
fines de lucro.

Si estas organizaciones, fruto de una buena gestión de sus recursos y gastos, obtienen
excedentes positivos (utilidades para una empresa) seguramente estarán en mejores condiciones
de continuar las actividades desarrolladas, de incrementar los niveles de servicios y beneficiarios
y de conseguir una mayor satisfacción de necesidades de todos los actores intervinientes:
personal que trabaja en ellas, miembros, proveedores, beneficiarios, comunidad.

Ahora bien, quienes están relacionados con cualquier tipo de organización necesitan disponer de
elementos de juicio válidos para llevar a cabo sus actividades y sobre todo para poder
administrarlas.
En otras palabras para que podamos conocer todo lo que pasa en las organizaciones - inclusive
sus resultados-, debemos contar con:

En esta etapa que inician como alumnos universitarios es importante que utilicen fluidamente la
terminología específica del ámbito profesional en el cual se desempeñarán. Para ello deberán
consultar en forma permanente bibliografía, publicaciones, libros, diarios y muy especialmente un
buen diccionario, en los que encontrarán la diversidad de términos propios, que tendrán que
asimilar e interpretar correctamente.

Comencemos a identificar algunos de ellos.

En todos los ámbitos de nuestra vida tomamos decisiones, elegimos qué productos comprar,
cómo educar a nuestros hijos, qué indumentaria vestir, a dónde ir de paseo. Lo mismo ocurre en la
vida de las organizaciones, dado que para alcanzar los objetivos fijados es necesario tomar
decisiones.

¿Qué entendemos por “tomar una decisión?

En líneas generales,

Adoptar una decisión es escoger una alternativa o un camino de acción entre varias
posibilidades, destinadas a alcanzar un objetivo.
Pero, las decisiones nunca se adoptan en forma aislada, sino que responden a un plan de acción y
forman parte de un proceso decisorio.

Este proceso se integra y articula en una cadena de decisiones que comienza con la fijación del
objetivo - saber el para qué - y culmina con el control destinado a verificar si éste se alcanzó y en
qué grado.

Veamos las etapas de este proceso:

Analicemos el siguiente caso particular:

Los propietarios de una fábrica de helados han decidido alcanzar en los próximos 5 años
una penetración del 40% en el mercado de la ciudad de Córdoba con el lanzamiento de una
nueva marca. Además, pretenden lograr un incremento en su nivel de utilidades del 10%.

Los asesores del proyecto han estimado los recursos necesarios para lograr los objetivos
delineados por los dueños y, entre otras, que se necesitará un local para la comercialización
en un lugar estratégico de la ciudad, los recursos humanos y el capital de trabajo.
Una vez conseguidos los medios necesarios se pone en funcionamiento la empresa.

Pasado un año, como consecuencia de las acciones (ventas, compras, publicidad, etc.), se
logró incrementar las utilidades; pero sólo en un 7% debido a que las ventas no llegaron al
nivel previsto, fruto de fallas en la campaña publicitaria.

Confrontados los resultados obtenidos con los objetivos que se habían planeado se
identifican las causas que motivaron las diferencias y se decide lanzar una nueva línea de
helados, además de mejorar la publicidad de las existentes para lograr el nivel de resultados
que pretenden los dueños.

En definitiva, tomar una decisión es elegir la mejor alternativa de acción entre todas las
disponibles, pero si la información en la que sustentamos nuestro análisis no es confiable pues
los resultados que se obtengan tampoco lo serán. La base de una buena decisión, además de
sentido común y análisis crítico de la situación, requiere indefectiblemente
de información confiable, precisa y que se disponga en el momento oportuno, entre otros
atributos.

A lo largo de esta clase hemos desarrollado los conceptos de organización, ente y empresa,
vimos las características de cada uno de ellos, las similitudes y diferencias entre sí.

Además, vimos las etapas del proceso decisorio, así como la importancia de la información a la
hora de tomar decisiones para alcanzar los objetivos que nos hayamos propuesto lograr y
controlar los resultados. Justamente en la siguiente clase trabajaremos sobre la relación entre la
información y la contabilidad, además de la distinción entre dato e información.

Después de realizar las actividades propuestas para esta primera clase, los invitamos a comenzar
con la clase nº 2 de la asignatura.

¡Los esperamos!

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