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UNIVERSIDAD MAYOR REAL Y PONTIFICIA DE SAN

FRANCISCO XAVIER DE CHUQUISACA


FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS
Y SOCIALES

CARRERA DE DERECHO

Materia: Sociología.

Docente: Dr. Cristian Augusto Reyes Villagoméz.

Universitario: Dariana Llanos Mendoza

Curso: Grupo 1- 1 Turno mañana

Sucre, 03 de agosto de 2022

SUCRE-BOLIVIA

2022
CUESTIONARIO DE SOCIOLOGÍA

¿De dónde y cuando surge el feminismo?

El feminismo surgió alrededor del siglo XIII con la publicación de la obra “Vindicacion de
los derechos de la mujer de Mary Wolistonecraft en 1792, y ha tenido un importante
desarrollo teórico, político y filosófico desde entonces.

Asimismo, “algunas autoras ubican los inicios del feminismo a fines del siglo XIII, cuando
Guillermine de Bohemia, planteo crear una iglesia de mujeres. Otras rescatan como parte
de la lucha feminista a las predicadora y brujas. Sin embargo, recién a mediados del siglo
XIX, las mujeres comienzan una lucha organizada y colectiva. Las mujeres participaron en
los grandes acontecimientos históricos en los últimos siglos como el Renacimiento, la
Revolución francesa y las revoluciones socialistas, pero en forma subordinada. Es a partir
del sufragismo cuando reivindican su autonomía.

El feminismo es un movimiento político, social, filosófico radical que afirma a las mujeres
como personas con derechos. Sobre todo, un pensamiento crítico, ya que se explica la
realidad social, pero también se politiza y pues, transforman esa realidad.

Este grupo se origina a la par con las luchas revolucionarias libertarias, especialmente la
influencia emancipatoria de la revolución francesa del siglo XVIII y XIX. Por tanto, las
mujeres han tomado conciencia de las discriminaciones que sufrían por ser mujeres, y
deciden organizarse para acabar con ellas. El feminismo propugna que mujeres y hombres
somos iguales, con derechos y libertades.

¿Cómo se aplica el feminismo en Bolivia?

En los primeros años del siglo XX, los ecos de diversas ideologías, desarrolladas sobre todo
en Europa, llegaron hasta Bolivia por medio de la prensa y de la difusión de libros. Entre
ellas se destacaron el anarquismo, por un lado y el feminismo, por el otro (Lema, et al,
2006: 35).
En esta etapa surge otro debate importante, esta vez entre feminismo y movimiento
de mujeres. “La cercanía y sensibilidad de las marxistas con la problemática social en
general, y de las mujeres en particular, fue la semilla para el surgimiento del feminismo
moderno en Bolivia, apoyado por la cooperación internacional “(Ayllón, 2015: 13).
Esto sucedió en los años 70 y 80 del siglo XX, fundamentalmente a partir de la creación de
varias organizaciones no gubernamentales, ONG, dedicadas a la promoción de los derechos
de la mujer que luego conformaron redes como la Coordinadora de la Mujer o la
Plataforma de la Mujer.
Este feminismo se enganchó con la llamada “segunda ola” del feminismo
internacional, que, a diferencia de la “primera ola”, tenía en su horizonte los
derechos políticos, el derecho al trabajo y los derechos sexuales y reproductivos de
la mujer. Dicho feminismo, se encontró con otros postulados post estructuralistas de
la teoría feminista que se desarrollaban en el Norte, como el feminismo de la
diferencia y especialmente la así llamada teoría de género. “La teoría enfoque,
variable de género se institucionalizó en la “Cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer (Beijing, 1995), y sus preceptos se integrarona la plataforma de desarrollo de
las Naciones Unidas” (Ayllón, 2015: 13).
Con esto, la visión del término de género llego a Bolivia. Las prioridades de esta visión se
resumen muy bien en la “Plataforma de acción de Beijing”: mujer y pobreza, acceso
desigual a la educación, falta o acceso desiguales a los sistemas de salud, violencia contra
la mujer, vulnerabilidad de la mujer en conflictos armados, desigualdad en las estructuras
económicas, desigualdad en el poder y la toma de decisiones, carencia de mecanismos
institucionales para mejorar el adelanto de la mujer.
No hay que olvidar que en esa época Bolivia transitaba por las constantes tensiones
políticas y sociales. Esa transición de gobiernos militares, a gobiernos democráticos, y las
manifestaciones contra el modelo neoliberal contaron con alta participación
femenina, destacando el papel de las productoras de la hoja de coca, las cocaleras.
En este escenario surge otra tensión al interior del feminismo, protagonizado esta vez entre
las ONG feministas y el grupo Mujeres Creando.
Sin embargo, en la base de estas relaciones del feminismo con el actual gobierno
está un debate que contrapuso el género a la despatriarcalización, en el
entendido que aquél fue apropiado por el neoliberalismo y no comprendía la
lógica andina de las relaciones complementarias entre géneros. Ésta es una categoría
adherida a la de descolonización, que representa el proceso de cambios
en el país (Bolivia, 2008:11).
Ambas categorías, descolonización y despatriarcalización, vienen de los estudios
postcoloniales y fueron puestas en el debate por Mujeres Creando a través de la consigna
“No hay descolonización sin despatriarcalización”. Por otra parte, se incluye en su esquema
elementos marxistas, como la lucha antiimperialista.
El feminismo plantea mejorar la situación de la mujer para lograr su emancipación a través
de sus derechos. La ausencia de las mujeres en los procesos intelectuales. Si bien el
feminismo es un fenómeno mundial con mucha fuerza, en Bolivia y Latinoamérica, se
ha venido defendiendo el feminismo comunitario que presenta fuertes lazos con el
pueblo femenino unido, que lucha en una misma dirección y que se caracteriza por el
sentido de unión y solidaridad comunitaria.
“La primera ola feminista en Bolivia, estaba dirigida a conseguir el ingreso de las mujeres
en espacios como las universidades y el Parlamento, que antes les estaban totalmente
vedados. La segunda ola respondía en gran parte a la experiencia de mujeres que habían
participado en la política nacional o en la de izquierda, pero que permanecían relegadas a
tareas de apoyo” (Arnold, 2012: 9).
En el gobierno del MAS, la participación política de las mujeres responde desde el ámbito
local más restringido hasta el nacional, representan un proceso global con respecto a las
relaciones de género.
Desde la primera ola del feminismo, la participación en espacios sociales ha sido tanto una
reivindicación como una meta, y es el prerrequisito para poder formular y presentar
cualquier otro tipo de demanda.
El feminismo comunitario, es una acción política que se nombra, “(…), además de
luchar en las calles, hay que luchar en el territorio de las palabras, hay que disputar la
hegemonía de los sentidos y significados del pensamiento eurocéntrico. (…)
Consecuentes con esa lucha nos llamamos feministas y construimos nuestros propios
conceptos como un acto de autonomía epistemológica” (Guzmán, 2022: 3).

Como feminismo comunitario, podemos entender que el feminismo es la lucha de las


mujeres en cualquier lugar del mundo, en los momentos históricos, que incluso lucha
contra esa supremacía de poder contra el dominio del patriarcado.

En Bolivia, desde el feminismo se quiere dejar de lado la descolonización, “(…)


Entonces, descolonizar el feminismo es dejar de pensar, únicamente, desde los
parámetros y categorías del feminismo eurocéntrico o de fechas como la revolución
francesa, porque ha demostrado ser insuficientes (…)” (Guzmán, 2022: 3).

El feminismo comunitario se ha encarado “(…) un feminismo descolonizado, hemos


construido conceptos, categorías, acciones útiles para desmontar el patriarcado y
tenemos como propuesta la comunidad como forma de vida, que se construye cada día
(…)” (Comunidad Feminista- Bolivia, s/n).

Así pues, los movimientos feministas declarados participan de hecho en estos cambios,
pero si han tenido una influencia causal, no ha sido a través de los canales convencionales o
reconocidos por los análisis “de los hombres”. Lo cierto es que, para lograr el éxito, esta
nueva lucha feminista plantea desde el inicio la necesidad de un capital político basado en
un movimiento generalizado de mujeres de todos los sectores de la sociedad, y no
restringido.
Entonces, para el feminismo comunitario, el patriarcado es el régimen de todas las
opresiones, es decir, que es un sistema que oprime a la humanidad (mujeres, hombres y
personas intersexuales) y a la naturaleza.
¿Cuáles son las características del feminismo?

El feminismo expreso, es un movimiento social cuyas características principales son:


solidaridad, percepción especifica de la realidad, ruptura y capacidad de producir. La
solidaridad está dirigida a promover o impedir cambios sociales. La percepción de la
realidad cuestionando las ideas normativas y reglas sociales que suponen desventaja para
las mujeres.

Primera Ola: el derecho al voto y a la educación


La primera ola del feminismo considero en demoler el rol femenino como
subordinado y subsirviente del masculino, y los objetivos políticos para lograrlo
eran claros: conseguir el derecho al voto, lo que les daría el poder para acceder a
una educación igualitaria, así como libertad física y financiera de sus tutores
varones.

La agenda de esta primera ola se consolidó en 1848, con tan solo 300 mujeres y
hombres dentro de las filas. En este momento histórico había un vínculo
significativo con la intención antiabolicionista y sufragista que dio foro a activistas
como Sojourner Truth y Paulie Murray. La primera ola entendía la igualdad de
derechos como la admisión de las mujeres en los espacios políticos y económicos.

Segunda Ola: la radicalización y la revolución sexual

La década de los 60 y 70, se desenvolvió dentro de un marco de movimientos anti-


guerra, desconfianza hacia el Estado, el movimiento de derechos civiles y una
creciente conciencia acerca de las minorías sociales que no eran de sexo o raza. Si
bien, el pensamiento radical dentro del movimiento ya existía desde la primera ola,
este se normaliza y se adopta como parte fundamental del proceder feminista.

Con presencia de mujeres en más espacios fuera del hogar, ya no se trataba solo de
las mujeres como un solo grupo. El feminismo comienza a abarcar más temas: las
mujeres y los derechos civiles, las mujeres y el trabajo, las mujeres y su rol en el
campo, entre otros. Es en estos años en los que se consolida como una corriente
social y política de alcance mundial. Para la década de los 90, que vio los años
finales de la segunda ola y los albores de la tercera, había surgido otro marco
conceptual que vendría a cambiar cómo entendemos el feminismo de base y a
diversificarlo aún más: la teoría queer.

Tercera Ola: interseccionalidad y teoría queer

La década de los 80 fue especialmente dura para la comunidad LGBT, la respuesta


pública ante la epidemia de SIDA dejó clara la necesidad de crear organizaciones
que abogaran por la dignidad humana de las personas no hetero normadas. El
género y la sexualidad comenzaron a ser tema de coyuntura tanto del feminismo
como del movimiento LGBT. La consecuencia epistémica de este momento
espacio-tiempo es la teoría queer. 

El término fue acuñado por Teresa de Lauretis, en 1991, en un diario de estudios


culturales feminista. El término abarca tres aspectos: no dimensionar la
heterosexualidad como el único ejemplo de la sexualidad; desafiar la creencia de
que los estudios de la sexualidad lesbiana y gay son una sola cosa; y la
visibilización de cómo la raza y la etnicidad influyen sesgos sexuales.
Con esta última pieza, el feminismo define los temas principales con los cuales se
les asocia en la búsqueda de justicia y equidad: sexo, raza, etnia y clase económica,
sexualidad y género.

Cuarta Ola: un feminismo diverso

Los anteriores cuestionamientos forman parte del marco teórico de la cuarta ola del
feminismo iniciada a principios de los 2000, cuyos temas centrales son el acoso
sexual, el estándar de belleza física (bodyshaming) y la cultura de la violación.

En absoluto, el feminismo como movimiento social ha sobrevivido el tiempo


suficiente y se ha integrado a la fibra social de tal manera que lo que necesita no es
desaparecer, sino establecer métodos, críticas y lineamientos concretos. Definir no
solo para quién es, sino para quienes, como respuesta a todas las demás áreas de
desbalance social a las cuales el feminismo se dirige actualmente. Organizarse,
agendar y dirigirse a los temas planteados en esta última ola con los aprendizajes
obtenidos en el contexto social y político actual, sin aferrarse a aquellos que en su
momento sí representaron un avance pero que hoy son anacrónicos (García, 2022:
s/n).

La primera ola considera al patriarcado como una institución en virtud de la cual una mitad
de la población, es decir, las mujeres, se encuentra bajo el control de la otra mitad, en este
caso os hombres. En esta categoría se pone a la figura del padre como el jefe de todo, desde
las relaciones más pequeñas hasta las más amplias.

En la segunda categoría está el género, el cual es una construcción social que se basa en el
conjunto de ideas, creencias y representaciones que generan las culturas a partir, de las
diferencias sexuales, las cuales determinan los papeles de lo masculino y lo femenino.

Una de las características fundamentales de la teoría feminista es que se inscribe en el


marco de las teorías críticas de la sociedad. La teoría feminista, al conceptualizar la
realidad, pone al descubierto los elementos de subordinación y desventaja social que privan
de recursos y derechos la vida de las mujeres.
4. - ¿Cuál es la corriente extremista del feminismo?

R.- Hembrismo, Feminazismo

Conclusiones. –

- Las mujeres han sido subordinadas durante mucho tiempo. No obstante, el feminismo ha
sido y será un movimiento cuyo fin es buscar la autonomía de la mujer, así como la
igualdad de sus derechos antes los hombres. De esta manera, gozar de los derechos
políticos a las mujeres y el acceso a la educación.

-El pensamiento o concepto de feminismo está en permanente evolución por la defensa de


la igualdad de derechos y oportunidades entre ambos sexos. Constituye una forma diferente
de entender el mundo, las relaciones de poder, las estructuras sociales y las relaciones entre
los sexos.

- Si bien la mujer cumple roles en el hogar, pues, es necesario también saber lo que ellas
piensan, sienten, y a partir de que ellas conciben por ejemplo al mundo o como se imaginan
a una sociedad. Porque la sociedad no solo la conforman hombres, sino también las
mujeres. Entonces, el hombre y la mujer van siempre juntos, se complementan y si
queremos transformar nuestra sociedad se debe comenzar a dejar de lado los prejuicios, y
empezar a trabajar en compañerismo ambos.

Bibliografía

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de Bolivia. La Paz: Coordinadora de la Mujer.
Guzmán. A. (2022). Feminismo Comunitario- Bolivia. Un feminismo útil para la lucha
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Ayllón, V. (2015). Debates en el feminismo boliviano: de la Convención de 1929 al
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Lagarde, M. (1990). Los cautiverios de las mujeres: Madresposas, monjas, putas,
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Oporto, L. (2001). Las mujeres en la historia de Bolivia. Imágenes y realidades del siglo
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