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EL FEMINISMO

Proyecto de Investigación e Intervención


Sociocomunitaria

Integrantes:
 Aguirre Fátima
 Alvarenga Alexa
 Caballero Valeria
 Olivera Lourdes
 Salles Lara

Curso y División: 6to “I”


Problema de estudio: ¿Cuánto conocen los alumnos del Instituto Privado General San
Martín sobre el feminismo, tanto en Argentina como mundialmente?
Feminismo

El feminismo es un movimiento social, político, económico y cultural, que se inicia


formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que
supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión,
dominación, y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en
el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las
mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la
sociedad que aquella requiera.

El movimiento feminista tiene como objetivos principales: reivindicar la igualdad de mujeres y


hombres en todos los ámbitos de desarrollo de la vida humana y, en particular:

 Eliminar las discriminaciones directas, indirectas y encubiertas existentes en los


ámbitos de la docencia, la investigación y el ejercicio del poder en la Universidad que
afectan a todas las personas comprometidas en la lucha por la igualdad.
 Promover la efectividad de la igualdad real entre mujeres y hombres y la eliminación de
la desigualdad histórica que tiene su base en la discriminación por razón de sexo.
 Reformular las bases del actual conocimiento del Derecho Constitucional, para que
tanto la investigación, el estudio y la enseñanza del mismo incorpore los aportes de la
teoría feminista.
 Integrar a la ciencia del Derecho las nuevas categorías elaboradas desde la
perspectiva de género y difundirlas en el ámbito académico especialmente en la
educación superior.
 Promover la eficacia en la aplicación de los instrumentos jurídicos internacionales,
comunitarios, nacionales y locales para alcanzar la igualdad real entre mujeres y
hombres en el ámbito académico.

HISTORIA DEL MOVIMIENTO FEMINISTA

La primera ola. El feminismo ilustrado y la Revolución Francesa

El Feminismo, como movimiento social y teórico, surge vinculado a la Ilustración cuando se


conforma un nuevo orden político y social basado en la primacía de la ley y la autonomía de
los seres humanos y que reconoce la dignidad humana y los derechos que le son inherentes,
pero que excluye a las mujeres y a otros muchos grupos continuamente vulnerados. Frente a
esa marginación, según Cristina Sánchez, “las ilustradas reivindicarán la inclusión de las
mujeres en los principios universalistas que la Ilustración mantenía: la universalidad de la
razón, la emancipación de los prejuicios, la aplicación del principio de igualdad y la idea de
progreso”. En definitiva, el objetivo de estas propuestas teóricas de la llamada Ilustración
consecuente era hacer evidentes las incoherencias y contradicciones del discurso ilustrado,
del mismo modo que la finalidad del feminismo posterior ha sido mostrar las incongruencias
de los discursos teóricos y de las prácticas sociales dominantes. De modo que, como afirma
Ana de Miguel, “aun cuando las mujeres quedan inicialmente fuera del proyecto igualitario, la
demanda de universalidad que caracteriza a la razón ilustrada puede ser utilizada para
irracionalizar sus usos interesados o ilegítimos, en este caso patriarcales” y añade que así, “el
feminismo supone la efectiva radicalización del proyecto igualitario ilustrado.”

La Revolución Francesa (1789) planteó como objetivo central la consecución de la igualdad


jurídica y de las libertades y derechos políticos, pero pronto surgió la gran contradicción que
marcó la lucha del primer feminismo: las libertades, los derechos y la igualdad jurídica que
habían sido las grandes conquistas de las revoluciones liberales no afectaron a la mujer. En la
Revolución Francesa la voz de las mujeres empezó a expresarse de manera colectiva. Entre
los ilustrados franceses que elaboraron el programa ideológico de la revolución destaca la
figura de Condorcet, quien en su obra Bosquejo de una tabla histórica de los progresos del
Espíritu Humano (1743) reclamó el reconocimiento del papel social de la mujer. En este
contexto, no tuvo mucho más eco la Declaración de los derechos de la Mujer y de la
Ciudadana, redactada por Olimpia de Gouges (1791). Olimpia de Gouges denunciaba que la
revolución había olvidado a las mujeres en su proyecto igualitario y liberador. Sus demandas
eran libertad, igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho al voto, para las
mujeres. Desafortunadamente, las palabras de Olympe de Gouges tardaron mucho tiempo en
ser tenidas en cuenta, pues ella fue ajusticiada en el cadalso por apoyar la causa de los
girondinos. No obstante, en la actualidad su declaración es considerada como uno de los
grandes alegatos escritos a favor de las mujeres.

Mary Wollstonecraft (Inglaterra) escribe la obra Vindicación de los Derechos de la Mujer


(1792) en la que hace un alegato contra la exclusión de las mujeres del campo de bienes y
derechos que diseña la teoría política de Rousseau, que afirmaba que las mujeres debían
recibir una educación diferente a la de los varones, pues ellas estaban hechas para “agradar”.
Para Wollstonecraft, la clave para superar la subordinación femenina era el acceso a la
educación. Las mujeres educadas podrían además desarrollar su independencia económica
accediendo a actividades remuneradas. Sin embargo, Wollstonecraft no dio importancia a las
reivindicaciones políticas y no hizo referencia al derecho de voto femenino. La Vindicación
solamente logró traspasar sus ideas a pequeños círculos intelectuales.

De modo general, las mujeres del siglo XVIII reivindicaron el derecho a la educación, al
trabajo, los derechos matrimoniales y al voto. Sin embargo, el Código Civil napoleónico
(1804), que recogió los avances sociales de la revolución, negó a las mujeres los derechos
civiles reconocidos para los hombres e impuso leyes discriminatorias como definir al hogar
ámbito exclusivo de las mujeres. Se instituyó un derecho civil homogéneo en el cual las
mujeres eran consideradas menores de edad; esto es, hijas o madres en poder de sus
padres, esposos e incluso hijos. Se fijaron delitos específicos como el adulterio o el aborto. De
otra parte, la institucionalización del currículo educativo también excluía a las mujeres de los
tramos educativos medios y superiores. Aunque en la Revolución Francesa las mujeres
tomaron clara conciencia de colectivo oprimido, ésta supuso una derrota para el feminismo y
las mujeres que tuvieron relevancia en la participación política compartieron el mismo final: la
guillotina o el exilio. La República no estaba dispuesta a reconocer otra función a las mujeres
que la que no fuera de madres y esposas (de los ciudadanos).

De esta manera, sin ciudadanía y fuera del sistema normal educativo, las mujeres quedaron
fuera del ámbito de los derechos y bienes liberales. Por ello, los objetivos principales del
sufragismo fueron el logro del voto y la entrada en las instituciones de alta educación.

La segunda ola. El feminismo liberal sufragista

La misoginia romántica

Las conceptualizaciones de Rousseau que tenían como fin reargumentar la exclusión tomaron
fuerza y fueron filósofos como Hegel, Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzche los que lideraron
esta filosofía. El primero en abordar la reconceptualización de los sexos fue Hegel, que en la
Fenomenología del Espíritu explicó que el destino de las mujeres era la familia y el de los
varones el Estado y además éste no podía contradecirse. Schopenhauer añadió que el sexo
masculino encarna el espíritu, mientras que la naturaleza es el sexo femenino y que la
continuidad en la naturaleza es la característica fundamental en la ella. Esto es, lo femenino
es una estrategia de la naturaleza para producir ser. La misoginia romántica se utilizó contra
la segunda ola del feminismo, el sufragismo.

El sufragismo

En Estados Unidos las mujeres lucharon por la independencia de su país junto a los hombres
y posteriormente se unieron a la causa de los esclavos. Cada vez en mayor medida las
mujeres empezaron a ocuparse de cuestiones políticas y sociales. En el Congreso
Antiesclavista Mundial celebrado en Londres en 1840, el Congreso rehusó reconocer como
delegadas a cuatro mujeres y en 1848 en una convención se aprobó la Declaración de
Séneca Falls, uno de los textos básicos del sufragismo americano. La declaración consta de
doce decisiones e incluye dos grandes apartados: de un lado, las exigencias para alcanzar la
ciudadanía civil para las mujeres y de otro los principios que deben modificar las costumbres y
la moral.

El sufragismo tenía dos objetivos: el derecho al voto y los derechos educativos y ambos
marcharon a la par apoyándose mutuamente. El costoso acceso a la educación tenía relación
directa con los derechos políticos ya que a medida que la formación de algunas mujeres
avanzaba, se hacía más difícil negar el derecho al voto. El movimiento sufragista era de
carácter interclasista ya que consideraban que todas las mujeres sufrían en cuanto eran
mujeres, independientemente de su clase social, discriminaciones semejantes. El movimiento
sufragista en Inglaterra surgió en 1951 e intentaron seguir procedimientos democráticos en la
consecución de sus objetivos durante casi cuarenta años. Las sufragistas inglesas
consiguieron tener como aliado a John Stuart Mill, que presentó la primera petición a favor del
voto femenino en el Parlamento y fue una referencia para pensar la ciudadanía no excluyente.
Mill sitúa en el centro del debate feminista la consecución del derecho de voto para la mujer:
la solución de la cuestión femenina pasaba por la eliminación de toda traba legislativa
discriminatoria. Una vez suprimida estas restricciones, las mujeres superarían su
subordinación y lograrían su emancipación. Hubo que pasar la Primera Guerra Mundial y
llegar el año 1928 para que las mujeres inglesas pudiesen votar en igualdad de condiciones.
En 1903, las sufragistas cambiaron de estrategia y pasaron a la lucha directa. Interrumpieron
los discursos de los ministros, fueron encarceladas, recurrieron a la huelga de hambre y
realizaron actos terroristas contra diversos edificios públicos. Con el estallido de la Primera
Guerra Mundial, los varones fueron llevados al frente y las mujeres sostuvieron la economía
fabril, la industria bélica y gran parte de la administración pública. En tales circunstancias,
nadie pudo oponerse a las demandas de las sufragistas, el Rey Jorge V amnistió a todas ellas
y en 1917 fue aprobada la ley de sufragio femenino. En el Estado español el feminismo llegó
más tarde. Instaurada la república en 1914, se aprueba el artículo 34 de la Constitución, que
reconoce el derecho de las mujeres al voto. En 1920 existían varias asociaciones feministas
de diferente signo y sus temas prioritarios eran la educación de las mujeres, la reforma del
Código y el derecho al voto. Hacia los años 30 la mayoría de las naciones desarrolladas
habían reconocido el derecho al voto femenino, salvo Suiza, que no lo aceptó hasta 1970. El
objetivo principal de las sufragistas se había logrado y el feminismo pareció entrar en fase de
recesión. Las feministas de esta primera época plantearon también el derecho al libre acceso
a los estudios superiores y a todas las profesiones, la igualdad de derechos civiles, compartir
la patria potestad de los hijos, denunciaban que el marido fuera el administrador de los bienes
conyugales, pedían igual salario para igual trabajo. Todos estos objetivos se centraron en el
derecho al voto, que parecía la llave para conseguir los demás. Las feministas del siglo XIX y
principios del XX pusieron énfasis en los aspectos igualitarios y en el respeto a los valores
democráticos. Era un movimiento basado en los principios liberales.

El socialismo marxista

A mediados del siglo XIX comenzó a imponerse en el movimiento obrero el socialismo de


inspiración marxista. El marxismo abordó la “cuestión femenina” y ofreció una explicación a la
opresión de las mujeres: el origen de su subordinación no estaría en causas biológicas, sino
sociales. En consecuencia, su emancipación vendría por su independencia económica.
Además, el socialismo insistía en las diferencias que separaban a las mujeres de las distintas
clases sociales y así aunque apoyaban las demandas de las sufragistas, también las
acusaban de olvidar la situación de las proletarias. Por otro lado, a las mujeres socialistas se
les presentaba la contradicción de que aun suscribiendo la tesis de que la emancipación de
las mujeres era imposible en el capitalismo, eran conscientes de que para la dirección del
partido la “cuestión femenina” no era central ni prioritaria.

La teórica marxista Rosa Luxemburgo, nacida el 5 de marzo de 1871 en Polonia —dominada


en ese entonces por la Rusia zarista—, es una de las figuras más importantes en la historia
del marxismo, que representó el feminismo como pocas mujeres. Luxemburgo es reconocida
como una de las grandes revolucionarias del siglo XX y una de las fundadoras del socialismo
democrático. Todavía es venerada como símbolo de la lucha obrera y el pensamiento
socialista europeo. En una carta a Clara Zetkin, por quien se celebra el Día Internacional de la
Mujer cada 8 de marzo, Rosa señaló que estaba orgullosa de llamarse feminista, en una
época en la cual los derechos de las mujeres eran restrictivos.

La Mística de la feminidad

Tras la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos y los medios de comunicación de masas se
comprometieron en un doble objetivo: alejar a las mujeres de los empleos obtenidos durante
el periodo bélico devolviéndolas al hogar y diversificar la producción fabril. Las mujeres
debían encontrar en el papel de ama de casa un destino confortable y no salir a competir al
mercado laboral. Pero la mística de la feminidad estaba produciendo graves trastornos en la
población femenina sobre la que se ejercía. Inmediatamente antes de esta maniobra, se
había producido una obra fundamental para el feminismo, El segundo sexo de Simone de
Beauvoir (1949): La obra de Beauvoir no se sabe si considerarla un colofón del sufragismo o
la apertura a la tercera ola del feminismo. Simone de Beauvoir analiza a las mujeres como el
otro, el sexo femenino es la otra cara del espejo de la evolución del mundo masculino y aporta
un análisis no biologicista al afirmar “no se nace mujer, se llega a serlo”. La libertad es la idea
central de esta obra que, sin embargo, cayó en el vacío pues se produjo en el mismo
momento en que la mística de la feminidad se estaba forjando.

La tercera ola. El feminismo de los 70’ y 80’

La publicación del libro de Betty Friedan, La Mística de la feminidad, que apareció en


Norteamérica en 1963 era una descripción del modelo femenino avalado por la política de los
tiempos postbélicos. El mensaje central de Betty Friedan fue que “algo” estaba pasando entre
las mujeres norteamericanas, ella lo denominó “el problema que no tiene nombre”: las
mujeres experimentaban una sensación de vacío al saberse definidas no por lo que se es,
sino por las funciones que se ejercen (esposa, madre, ama de casa…). Las mujeres fueron
atrapadas por la “mística de la feminidad” y para romper esta trampa y lograr su propia
autonomía, deberían incorporarse al mundo del trabajo. En 1966, Betty Friedan pasó a la
acción y creó la Organización Nacional de Mujeres (NOW), llegando a ser la organización
feminista más influyente y sin duda Friedan la máxima representante del feminismo liberal.
Esta organización consideraba que si las mujeres ejercían los derechos adquiridos, los
ampliaban y se incorporaban activamente a la vida pública, laboral y política, sus problemas
tendrían solución. Aceptando este planteamiento, muchas mujeres centraron sus esfuerzos
en desarrollar una vida profesional compatible con sus funciones dentro de la familia. El
feminismo liberal se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una de
desigualdad -y no de opresión y explotación- y por postular la reforma del sistema hasta lograr
la igualdad entre los sexos. Las liberales comenzaron definiendo el problema de las mujeres
como su exclusión de la esfera pública, propugnando de esta forma su inclusión en el
mercado laboral y terminaron abrazando la tesis de lo personal es político. Sin embargo, fue
al feminismo radical, caracterizado por su oposición al liberalismo, a quien correspondió el
protagonismo en las décadas de los sesenta y setenta. Las primeras feministas de los setenta
realizaron el siguiente diagnóstico: el orden patriarcal se mantenía intacto. El marco político
de nacimiento de la tercera ola del feminismo fue la izquierda contracultural de los 70’ y 80’.

El feminismo de los años setenta supuso el fin de la mística de la feminidad y abrió una serie
de cambios en los valores y en las formas de vida. El origen del Movimiento de Liberación de
la Mujer hay que buscarlo en el descontento con el papel que las mujeres jugaban en aquel
sistema.

Movimiento de Liberación de la Mujer

La primera decisión política del feminismo fue la de organizarse de forma autónoma,


separarse de los varones, lo que llevó a la constitución del Movimiento de Liberación de la
Mujer. Todas las mujeres estaban de acuerdo en la necesidad de separarse de los hombres,
pero disentían respecto a la naturaleza y el fin de la separación. Así se produjo la división
dentro del feminismo radical entre “políticas” y “feministas”. Todas ellas forman parte del
feminismo radical por su posición antisistema y por su afán de distanciarse del feminismo
liberal, pero para las “políticas” la opresión de las mujeres deriva del capitalismo y
consideraban el feminismo un ala más de la izquierda y las “feministas” se manifestaban
contra la subordinación a la izquierda ya que identificaban a los hombres como los
beneficiarios de su dominación. Finalmente, el nombre de feminismo radical pasó a designar
únicamente a los grupos afines a las posiciones teóricas de las “feministas”.

Feminismo radical

El feminismo radical norteamericano que se desarrolló entre los años 1967 y 1975 identificó
como centros de dominación patriarcal a las esferas de la vida que hasta entonces se
consideraban “privadas”. A ellas corresponde el eslogan “lo personal es político”. Hay que
citar dos obras fundamentales Política sexual de Kate Millet y La dialéctica de la sexualidad
de Sulamit Firestone (1970). Estas obras acuñaron conceptos fundamentales para el análisis
feminista como el de patriarcado, género y casta sexual. El patriarcado se define como el
sistema básico de dominación sobre el que se levanta el resto de las dominaciones, como la
de clase y raza. El género expresa la construcción social de la feminidad y la casta sexual
alude a la común experiencia de opresión vivida por todas las mujeres. El feminismo radical
organizó los grupos de autoconciencia, en los que se impulsaba a cada participante a exponer
su experiencia personal de opresión para analizarla en clave política y lograr su
transformación.

Otra característica común de los grupos radicales fue el exigente impulso igualitarista y
antijerárquico: ninguna mujer estaba por encima de otra, por lo que las líderes estaban mal
vistas. Los grupos se formaban por afinidad a la par militante y amistosa.

Feminismo de la diferencia

El feminismo radical estadounidense habría evolucionado hacia un nuevo tipo de feminismo


que se conoce con el nombre de feminismo cultural. Mientras el feminismo radical lucha por la
superación de los géneros, el feminismo cultural parece centrarse en la diferencia. El
feminismo cultural exalta el “principio femenino” y sus valores. Se autoproclama defensor de
la diferencia sexual, de ahí su designación como feminismos de la diferencia frente a los
autoritarios, se condena la heterosexualidad y se acude al lesbianismo como única alternativa
de no contaminación. En Francia y en Italia existen notables partidarias del feminismo de la
diferencia. Las pensadoras de la diferencia sexual consideran que las mujeres no tendrían
nada que ganar de un acceso más equitativo al poder y a los recursos. Sus críticos dudan de
que puedan construir la identidad femenina y al mismo tiempo destruir el mito “mujer”.

El feminismo después de los ochenta

En la década de los ochenta apareció una formación conservadora reactiva que intentó
relegar al movimiento feminista. Mientras que en algunos países se intentó crear organismos
de igualdad para que construyeran un modelo femenino conservador, en otros, por su muy
distinto signo político, el pequeño feminismo presente en los poderes públicos reclamó la
visibilidad mediante el sistema de cuotas y la paridad por medio de la discriminación positiva.
Siguió patente que el poder, autoridad y prestigio seguía en manos masculinas, existía un
“techo de cristal” en todas las escalas jerárquicas y organizacionales, por lo que el tema de la
visibilidad se convirtió en objetivo y el sistema de cuotas fue la herramienta que permitía a las
mujeres asegurar presencia y visibilidad en todos los tramos en lo público. Fueron
apareciendo multitud de grupos pequeños e informales en los que las mujeres se reunían,
intercambiaban experiencias, promovían la auto concienciación, etc. En los últimos años
muchos de estos grupos se han ido transformando en asociaciones que ofrecen apoyo a las
mujeres, muchas veces con programas subvencionados por organismos estatales. Otro
fenómeno que se ha dado es la realización de estudios sobre la problemática de las mujeres
dentro de las universidades.

Inicios del feminismo y las luchas por el sufragio femenino en la Argentina (1900-1947)

El surgimiento del feminismo forma parte del paisaje de época de la Argentina “moderna” –
fines del siglo XIX inicios del XX–, en una sociedad en la que a lo largo de los tiempos las
mujeres actuaron, trabajaron, y no sólo cuidando a la prole y sirviendo al marido, sino que
opinaron e influenciaron en la vida política, aunque no se las reconociera y estuvieran lejos
del derecho a la ciudadanía. Al finalizar el siglo XIX ya estaba en plena vigencia el Código
Civil que sancionaba la inferioridad jurídica de las mujeres, a semejanza de la mayoría de los
códigos en boga. No puede sorprender que desde mediados de aquel siglo se extendieran las
acciones femeninas para revocar esa insidiosa circunstancia. La adhesión temprana al
feminismo de las mujeres socialistas y de las denominadas librepensadoras –en todo caso un
grupo entre las que destacaban las “letradas”– significó la puesta en marcha de por lo menos
cuatro demandas fundamentales: la remoción de la inferioridad civil, la obtención de mayor
educación, el auxilio a las madres desvalidas y la cuestión del sufragio, reclamo que se había
empinado especialmente en otras latitudes. Pero el sufragio encontrará interpretaciones
diferenciadas entre nuestras primeras feministas. Hacia 1910, y por ocasión del Primer
Congreso Femenino, es evidente que las voces más advertidas sobre los derechos cívicos
harán sentir las diferencias. Dos notables feministas de la primera hora, María Abella Ramírez
–una docente de origen uruguayo radicada en La Plata– y Julieta Lanteri –una inmigrante
italiana que se había recibido de médica–, abogarán por el sufragio de las mujeres sin
cortapisas. Alicia Moreau –que se tornaría una destacada luchadora por los derechos
femeninos y una singular referente del Partido Socialista– era de las que pensaban, en los
primeros años del siglo pasado, que el voto debía adquirirse por escalones. Opinaba que
primero había que ejercitarlo en la esfera local para acceder en alguna ocasión –y con mayor
educación– a las elecciones de orden nacional. Pero después de terminada la Gran Guerra –
momento de grandes transformaciones–, las feministas más conspicuas, incluyendo a Elvira
Rawson de Dellepiane –médica que había adherido de modo temprano a la causa de las
mujeres–, sostuvieron que el sufragio debía ser universal, en igualdad de condiciones con los
varones. Debe reflexionarse que en buena medida la base argumental reposaba en la
particular dignidad de las mujeres debido a su condición de madres, de modo que los
primeros cauces feministas adoptaron la forma del maternalismo como una estrategia
fundamental para la acción. La perspectiva del maternalismo fue común a la mayoría de los
movimientos que reivindicaban la igualdad con los varones.

Los años 1920 fueron de ascenso en las luchas para la obtención del sufragio, con un mayor
número de asociaciones de mujeres apoyando la medida. Deben evocarse los nuevos
núcleos compuestos por mujeres de origen social más alto y de actitudes ciertamente más
moderadas; una de sus líderes más proyectadas era Carmela Horne de Burmeister. Habían
ingresado varios proyectos al Congreso y en 1932 la Cámara baja aprobó el voto femenino,
pero nunca fue tratado en el Senado, donde estaban las representaciones más
conservadoras. El interregno hasta mediados de la década de 1940 representó una cierta
declinación de las demandas feministas en aras de una dominante preocupación por los
avances autoritarios europeos y sus amenazantes repercusiones locales. El mayor empeño
militante estuvo destinado a socorrer a las víctimas de la guerra civil española, a desplegar
medidas solidarias con los refugiados y a proveer auxilio a quienes eran perseguidos por el
nazifascismo. La inquietud por la situación local no era menor entre las socialistas, radicales,
católicas liberales, y entre las anarquistas que, aunque habían estado lejos de las demandas
de derechos formales, siguieron abogando por la completa autonomía femenina –incluyendo
el derecho a recusar la maternidad forzosa–, en un mundo asediado por la pérdida de las
libertades y asolado por gobiernos totalitarios. Como síntesis de esas luchas antiautoritarias
basta mencionar la organización femenina denominada Junta para La Victoria, que tuvo
adherentes a lo largo y ancho del país, y la acción desplegada por la revista  Vida
Femenina que dirigía Juana Berrondo, de inscripción socialista.

La llegada del peronismo pareció la profecía autocumplida para estas huestes femeninas.
Con su advenimiento, y el decidido empeño de la propia Eva Perón, que estaba lejos del
feminismo pero que movilizó a las mujeres sobre todo a través de los sindicatos frente al
inminente tratamiento en el Congreso en el invierno de 1947, pudo sancionarse la ley del
sufragio. La primera experiencia de voto femenino se realizó en 1951: la concurrencia fue
masiva, y tal como había calculado Eva, las mujeres consagraron el triunfo del peronismo con
la enorme mayoría de sus votos. Sin duda, Eva Perón se ofrece como una figura de visos
excepcionales por muy diversas razones, en especial por su singular intuición relacionada con
la justicia social, con la protección de los vulnerables y debe destacarse que en buena medida
la acción de la fundación que llevaba su nombre se dirigió a atender a las mujeres y los niños.
La Argentina pudo mostrar una circunstancia inédita, ya que las representantes femeninas
alcanzaron en torno al 30 por ciento en ambas cámaras del Congreso. Pero en 1955, como es
bien conocido, el general Perón fue depuesto por un golpe del Estado, y en los raros
momentos posteriores de interregno democrático –y con el peronismo proscripto– casi no
hubo mujeres en los escaños parlamentarios.

Movimiento de mujeres y feminismo entre 1976 y el presente

Entre 1976 y 1983 la Argentina vivió la más feroz dictadura de su historia, con miles de
desaparecidos, perseguidos y exiliados. Fue un grupo de mujeres el que enfrentó con mayor
contundencia este proceso, reclamando por la aparición de sus familiares. Es ampliamente
conocida la trayectoria de las Madres de Plaza de Mayo, espacio del que surgió la asociación
de las Abuelas en procura de los nietos apropiados por los represores. La recuperación
democrática significó, entre otras cosas, el retorno del movimiento feminista con un cambio
notable de posiciones epistémicas y sobre todo de agenda, gracias a la crítica aportada por la
Segunda Ola –movimiento que había profundizado las transformaciones reclamadas por el
feminismo, especialmente en Estados Unidos y Europa, en los años 1960–.

La diferencia jerarquizada de los sexos fue vista por el renaciente feminismo argentino de la
posdictadura no sólo como una rémora patriarcal, sino como una expresión de las formas
autoritarias que debían ser removidas por el Estado de derecho. Hubo dos tópicos centrales
en la nueva agenda feminista, a saber, la violencia doméstica y el reconocimiento político. Si
las organizaciones de mujeres pusieron sobre el tapete la cuestión de la violencia sufrida en
el seno del hogar, fueron diferentes militantes de partidos políticos las que propusieron alterar
las reglas de juego de sus fuerzas solicitando el reconocimiento pleno, el derecho a obtener
cargos partidarios y lugares en la representación parlamentaria. Se habían presentado
diversos proyectos en materia de “cupo” femenino en ambas cámaras, y en 1991, cuando
menudeaban las incertezas, se sancionó la ley que modificó la composición de las listas
partidarias determinando un piso mínimo de 30 por ciento para las mujeres, ubicadas en
lugares expectables, con posibilidades de resultar electas. La Argentina se convirtió en el
primer país en sancionar la cuota de participación femenina y más tarde fue seguida por un
grupo de países de América latina. Han transcurrido más de dos décadas de la experiencia, y
sorteando las acusaciones de la manipulación patriarcal, la imputación de que hay arreglos de
conveniencia por parte de los varones regentes en los partidos políticos –como si no ocurriera
lo mismo tratándose de los propios varones–, lo cierto es que el balance de la actuación en el
Congreso debe celebrarse. Sin duda, el número de las feministas en los cargos electivos no
ha sido generoso. Sin embargo, una excepción fue la composición de la primera Legislatura
de la Ciudad de Buenos Aires (1997-2000), en donde sobre un total de una veintena de
diputadas, un tercio de estas se identificaba con el feminismo. Esto posibilitó que dicha
Legislatura sancionara una de las leyes más progresistas en materia de derechos sexuales y
reproductivos. Más allá de la mengua de legisladoras feministas, la mayor representación de
mujeres ha permitido sancionar un vasto número de leyes que ampliaron la ciudadanía,
comenzando por la reforma constitucional de 1994 que incluyó en su plexo la Convención
contra todas las formas de Discriminación de las Mujeres –CEDAW–, circunstancia singular
en América latina. Ninguna otra reforma constitucional en la región ha incluido el texto
completo de esa convención, aunque tanto la de Venezuela como la de Ecuador y Bolivia se
refieren expresamente a la equidad de género.

Las diversas formas en las que ha transcurrido la acendrada politización de las mujeres en la
Argentina y los derechos políticos, acentuados con la ley de cupo, han permitido que un
expresivo número pudiera “construir carreras”, alargar la temporalidad de empeños
partidarios, ser admitidas como cuadros permanentes y no eventuales. No puede sorprender
que una mujer haya llegado a la primera magistratura y que haya sido reelecta, como no
puede sorprender que algunos liderazgos de la vida política más reciente hayan recaído en
figuras femeninas. Aunque el goce de la ciudadanía sea muy imperfecto para la inmensa
mayoría de las mujeres –ya que la discriminación apenas ha atenuado sus peores facetas–, la
arena política se ha tornado sin duda más porosa.

Han actuado a lo largo de estas décadas diversas formas de feminismo aunque podríamos
concluir que hay un trazo común que todavía caracteriza a una enorme proporción de
nuestros colectivos a favor de los derechos de las mujeres. “Mi convicción es que persiste la
vertiente “relacional” sobre la “individual” –según la clásica expresión de Karen Offen–. Se
entiende por “feminismo relacional” aquel que, además de procurar prerrogativas iguales para
las mujeres, también alarga preocupaciones y solidaridades con otros sectores subalternos de
la sociedad, mientras que el de corte “individual” focaliza exclusivamente la acción sobre las
propias mujeres. Aunque no deriva de modo directo del atributo “relacional”, el “feminismo de
la diferencia” –que hace eje en las singularidades culturales de los colectivos femeninos–
constituye la matriz hegemónica que abunda en las manifestaciones del ancho arco feminista
argentino. Por cierto, la afinidad con el feminismo individual coloca a la acción feminista en
una perspectiva menos comprensiva de los atributos de clase y de etnia que caracterizan a
fracciones sustantivas de la población femenina. De modo que la persistencia de la
forma relacional ha permitido comprender más a las mujeres que sufren opresión de género,
especialmente agravada por la clase y la etnia, y ha provocado alianzas en la lucha por la
conquista de derechos.

Más allá de las diferencias en el terreno político partidario, las feministas han apoyado dos
leyes fundamentales: el matrimonio igualitario que permite el casamiento de personas del
mismo sexo (2010) y la ley de identidad de género (2011) que posibilita tener la identidad civil
de acuerdo con la identidad de género subjetiva. No hay dudas de que en la germinación de
los movimientos reivindicativos de la disidencia sexual hay viejos fermentos del feminismo. De
todos modos, creo que este se ha derramado en múltiples formas en expresiones más
populares y la novedad consiste en que hay menos feminismo de “capilla” y más expresiones
de colectivos que actúan a favor de los derechos de las mujeres. No obstante, hay numerosos
círculos de mujeres que sí se definen como feministas en todas las regiones del país. Con
certeza, todas esas organizaciones mantienen en pie la lucha contra la violencia y contra la
trata –fenómeno especialmente recrudecido en las últimas décadas–, aunque no sea uniforme
la sensibilidad respecto de las mujeres en situación de prostitución. Hay un debate entre
quienes piensan que es asimilable a un trabajo, y las que sostienen –creo que la enorme
mayoría– que es una condición penosa no “elegida”, un recurso extremo frente a la
necesidad.

Pero hay una cuestión principal en la agenda de las mujeres movilizadas por derechos: se
trata de la legalización del aborto, la accesibilidad gratuita y segura a los servicios de salud
para abortar, la prerrogativa de decidir sobre nuestros cuerpos. Se trata de una demanda que
unifica a todo el espectro del feminismo, una asignatura pendiente en el arco de los
innegables avances habidos en estos treinta años de democracia.

Hombres feministas

Un creciente número de hombres se han convertido en simpatizantes del feminismo (en


cuanto al contenido, aunque no siempre en cuanto al nombre), y se han acogido a la teoría y
a la acción feminista (aunque, de nuevo, más en función de la teoría que de la acción). Hay
diferentes razones para esta aceptación del feminismo. Podría ser por indignación ante la
desigualdad; podría resultar de la influencia de un colega, un familiar o una amistad; podría
deberse a su sentido de la injusticia sufrida a manos de otros hombres; podría ser por un
sentido de opresión compartida, por ejemplo, a causa de su orientación sexual; podría ser por
su sentido de culpabilidad por los privilegios que disfruta como hombre; podría ser por horror
ante la violencia de los hombres o bien por simple decencia. Mientras que la mayoría de los
hombres en Norteamérica aún no se declaran abiertamente partidarios del feminismo, un
número considerable de ellos en Canadá y un porcentaje razonable en los Estados Unidos
simpatizarían con muchos de los problemas planteados por este movimiento. Como sabemos,
esto no siempre se traduce en cambios del comportamiento, pero las ideas están cambiando
cada vez más y, en algunos casos, el comportamiento se pone a la altura de las ideas.

¿Cómo puede explicarse el creciente número de hombres que apoyan el feminismo y la


liberación de las mujeres (para usar un término que se abandonó demasiado rápido antes de
finalizar la década de los años sesenta)? Con la excepción del caso del marginado o el
iconoclasta, la historia ofrece pocos ejemplos en los que miembros de un grupo dominante
hayan apoyado la liberación de sus dominados, y de cuya subordinación se han beneficiado.
Una posible explicación es que la ola feminista actual-con todas sus debilidades y la reacción
que pueda existir en su contra ha tenido un impacto masivo durante las últimas dos décadas y
media. Gran número de hombres, igual que muchas mujeres que han apoyado el status quo,
se han dado cuenta de que la marea ha cambiado y, gústeles o no, el mundo está cambiando.
La rebelión de las mujeres contra el patriarcado lleva implícita la promesa de acabar con él;
aunque éste, en sus diversas formas sociales y económicas, todavía tiene mucha capacidad
de resistir, muchas de sus estructuras sociales, políticas, económicas y emocionales se están
volviendo inoperantes. Algunos hombres reaccionan con acciones de retaguardia, mientras
que otros pisan, temerosa o decididamente, en dirección al cambio.

Machismo

La Real Academia Española (RAE) define al machismo como la actitud de prepotencia de los
hombres respecto de las mujeres. Se trata de un conjunto de prácticas, comportamientos y
dichos que resultan ofensivos contra el género femenino.

El machismo es un tipo de violencia que discrimina a la mujer o incluso, a los hombres


homosexuales. También puede hablarse de machismo contra los denominados
metrosexuales o todo aquel hombre cuya conducta exhibe alguna característica que suele
estar asociada a la feminidad.

A lo largo de la historia, el machismo se ha reflejado en diversos aspectos de la vida social, a


veces de forma directa y en otras ocasiones, de manera sutil. Durante muchos años se negó
el derecho al voto de la mujer, por ejemplo. En algunos países, por otra parte, todavía se
castiga el adulterio de la mujer con la pena de muerte, cuando a los hombres no les
corresponde la misma pena.

La sumisión de la mujer a su marido aun suele ser vista como un valor positivo. Hay quienes
sostienen que una mujer alcanza su plenitud cuando se casa y se convierte en ama de casa
para atender a su esposo y a sus hijos. Otro reflejo del machismo instaurado en la sociedad
aparece en frases como “Maria es la mujer de Facundo”, ya que la oración inversa no es
usual (Facundo es el hombre de Maria). La mujer aun es vista como una propiedad del
hombre.

Las publicidades sexistas (con mujeres escasas de vestimenta para incentivar la venta de
productos) son otra muestra del machismo.

Mujeres machistas

El avance de la mujer en muchos ámbitos de la sociedad, y la mayor participación del hombre


en las tareas domésticas hacen creer que la histórica distinción (y superioridad) entre ambos
géneros está desapareciendo y ha logrado de manera paulatina la tan anhelada igualdad. Sin
embargo, en la vida cotidiana, inconscientemente las mujeres se ubican en el lugar de la
“débil” y reclaman protección masculina. Aunque duela admitirlo, las mujeres suelen ser
mucho más machistas que los hombres. ¿Por qué? Y, ¿Cómo modificar esa conducta? Son
preguntas abiertas que requieren auto-análisis para encontrar respuestas.

Para muchos expertos, el machismo femenino encierra razones sociales, culturales y


psicológicas. La mujer machista es aquella que tiende a sacrificar su individualidad, identidad,
creencias, trabajo, amigos y, a veces, hasta su salud cuando está en pareja. Es decir, es
dependiente emocional.

Las mujeres pueden ser machistas independientemente de la edad o nivel socio-cultural.


Incluso las mujeres económicamente independientes y las que aparentan ser fuertes, cuando
llega el momento de formar pareja, le otorgan el poder al varón. Es que fueron criadas para
ser dependientes y se fomentó la necesidad de ser protegidas. La educación está orientada
en ser amadas, complacientes, a creer en fantasías románticas y en esperar la llegada del
príncipe azul, es decir, al “varón salvador”, que “resolverá todos los problemas”. Estas
creencias, alimentadas desde la infancia, explican por qué las mujeres adultas son inseguras
(aunque se muestren como independientes y fuertes ante el mundo) y buscan en sus parejas
cuidado, apoyo y protección.

Feminismo, “hembrismo” y “feminazismo”

Una de las estrategias que han servido para desprestigiar al feminismo, es el falso significado
que se le atribuye y que ha servido para debilitar la ideología y el movimiento, a través de la
utilización de conceptos para referirse a él y que no reflejan su verdadero significado ni los
principios que lo sustentan. Un claro ejemplo es el uso del término “hembrismo”, el cual se ha
construido desde una lógica patriarcal para denominar la contra parte del machismo. Sin
embargo, si tal cosa en realidad existiera, hablaríamos también de la existencia de
movimientos, ideologías, pensamientos y teorías que defienden el que los hombres sean
sometidos a las desigualdades en la que nos hayamos las mujeres. Estos además serían
reforzados por sistemas culturales, prácticas sociales, tradiciones y estructuras que facilitarían
la reproducción del supuesto hembrismo, defendiendo, por ejemplo, el despojo de los
derechos económicos o políticos de los hombres. Nada más alejado de la realidad. Como
afirma Vanessa Rivera, “el hembrismo es un invento machista para que las mujeres
rechacemos la emancipación de otras, cuando ellas no complacen al patriarcado. Nos hace
creer que es malo rebelarse ante la discriminación de género y que existen mujeres rebeldes
buenas y malas, de acuerdo al grado de aprobación que el sistema les concede”.

Lo mismo sucede con la palabra “feminazi” la cual ha sido empleada para referirse
peyorativamente a las feministas. Equiparar el nazismo con los movimientos que buscan la
igualdad entre las personas, que reivindican los derechos de las mujeres y que defienden su
dignidad, constituye una estrategia reaccionaria liderada por aquellos que ostentan los
privilegios, que detentan el poder y que ven amenazada dicha posición. Es por ello que se
han dado a la tarea de difundir los estereotipos del ser feminista como una “odia hombres”.
Visibilizar dichas estrategias y combatirlas sirven para deconstruir los falsos discursos en
torno a los movimientos feministas, fortalecer las voces que los conforman y crecer sus
alcances en las sociedades.

Influencia en la sociedad por el feminismo

El feminismo ha traído importantes cambios en la sociedad, incluyendo el sufragio femenino,


el empleo igualitario, el derecho de pedir el divorcio, el derecho de las mujeres de controlar
sus propios cuerpos y decisiones médicas (como el controvertido tema de la Interrupción
Voluntaria del Embarazo), entre otros.

Unas de las aportaciones más importantes del feminismo es el edificio teórico que han
construido las diferentes autoras a lo largo de siglos; la teoría feminista ha introducido en la
sociedad y en el mundo académico, multitud de nuevos conceptos y áreas de estudio que, de
no ser por la vitalidad del movimiento feminista, no habrían aparecido. Entre estos podemos
destacar ejemplos como, los estudios de género, la crítica literaria feminista, la teoría y la
crítica feminista de cine, la teoría legal feminista, o de forma más indirecta, la teoría Queer.
El feminismo ha tenido una importante influencia en la legislación de gran parte de países del
mundo, afectando a amplias áreas del ordenamiento jurídico, con leyes contra la violencia de
género o leyes de paridad electoral, por poner algunos ejemplos, cabe mencionar la Ley 581
de 2000 en Colombia que impone una cuota mínima del 30% de mujeres, la Ley 7142 de
1990 de Costa Rica que impone un mínimo del 40 % ; el Código Federal de Procedimientos
Electorales de México que limita al 70% la presencia de cualquiera de los dos sexos; la “ley
de igualdad” española que obliga a la paridad o la resolución del Consejo Electoral
Venezolano de 2008, que obliga a que las postulaciones de los partidos tengan un 50% de
mujeres. En Chile, el presidente Gabriel González Videla, firmó la Ley N°9.292, que otorgó el
sufragio pleno de la mujer.

Feminismo en la actualidad

En este momento, las reivindicaciones de las mujeres se plantean en tres grandes áreas de
actuación, no sólo piden acceso a las actividades y puestos de los que están excluidas.

En primer lugar, señalan que su biología no las condiciona para ser exclusivamente madres.
Que tienen derecho a la sexualidad, al control de su cuerpo y a decidir libremente sobre su
maternidad.

En segundo lugar, plantean que las relaciones entre los hombres y mujeres tiene un
componente de poder.

En tercer y último lugar, señalan que existe una dicotomía entre lo público (la economía, la
política y cultura) y lo privado (la familia) y que el rol que tiene en el ámbito privado es tan
importante para el funcionamiento social como el público. La familia es también una unidad de
producción de bienes y servicios.

En estas tres nuevas áreas de demandas feministas surgen las reivindicaciones concretas
que centran las movilizaciones: el derecho al aborto; la paridad como forma de terminar con la
jerarquía hombre/mujer y el poder masculino; y la exigencia de que el trabajo doméstico y los
servicios que hacen las mujeres en el hogar sean reconocidos y compartidos. Muchas de
estas demandas son incorporadas a la agenda de los poderes públicos que comienzan a
implementar políticas específicas. Sin embargo, en muchos casos esta incorporación a la
agenda pública no ha hecho que las actuaciones cambien efectivamente la realidad. Las
estadísticas siguen mostrando que existe discriminación hacia las mujeres.

En los últimos años ha surgido una nueva perspectiva desde el feminismo que busca
visibilizar la diversidad y presencia de distintas etnias, orientaciones sexuales, identidades,
etc. Estas nuevas perspectivas se han apoyado en distintas teorías, como la teoría queer o la
teoría postcolonial. La primera afirma que la orientación sexual y la identidad sexual o de
género son una construcción social, por lo que existen maneras socialmente distintas de
desempeñar uno o más papeles sexuales.5 Entre sus máximas exponentes se encuentran
Judith Butler, con su libro Gender Trouble, y Eve Sedgwick, con Epistemology of The Closet.
La segunda dicta que la experiencia que han tenido las mujeres de las culturas afectadas por
el colonialismo es muy diferente al de las mujeres de los países occidentales y debe ser
reconocida como tal. Entre sus principales exponentes están Chandra Mohanty, con su texto
Under Western Eyes: Feminist Scholarship and Colonial Discourses, y Gayatri Spivak con
Can the Subaltern Speak?.

Para el movimiento feminista internacional y nacional, ha sido y sigue siendo primordial


visibilizar y erradicar el tipo de violencia específica que se ejerce contra las mujeres por el
solo hecho de serlo. Esto es lo que se denomina como violencia de género. Aunque también
se lleva a cabo de mujeres hacia hombres y esto es considerado bajo el mismo concepto.
Existen diversos tipos de violencia de género, como la violencia física, psicológica, sexual,
económica, patrimonial, social y vicaria.
Día Internacional de la Mujer

El 8 de marzo de 1908, un suceso transcendental marcó la historia del trabajo y la lucha


sindical en el mundo entero: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de
Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su
lugar de trabajo. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10
horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y las
malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas
del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar. Sin embargo, el
resultado fue la muerte de las obreras que se encontraban en el interior de la fábrica.

Ese mismo año, el 3 de mayo, se realizó un acto por el día de la mujer en Chicago, preámbulo
para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se conmemore por primera vez el “Día
Nacional de la Mujer”.

Con este antecedente, un año después, en 1910, se desarrolló la segunda Conferencia


Internacional de Mujeres Socialistas, en la capital danesa, Copenhague. El tema central fue el
sufragio universal para todas las mujeres, y por moción Clara Zetkin, líder del “levantamiento
de las 20.000”, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.

Más cerca en el tiempo, en 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones


Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer.

Asimismo, en el 2011, se celebró el centenario del día, con la premisa de Igualdad de Género
y el Empoderamiento de la Mujer (ONU mujeres).

Referente internacional del momento: Emma Watson

Emma Watson, quien fue nombrada hace algunos meses como embajadora de buena
voluntad en la Onu Mujeres, sorprendió con su discurso acerca del feminismo en la sede de
las Naciones Unidas, con motivo del lanzamiento de su nueva campaña “He for she”.

Fue un discurso contundente y asertivo a la hora de describir la situación del feminismo hoy, y
el camino que debe seguir.

Uno de los aspectos que más resalto de este magnífico discurso, fue la inclusión del sexo
masculino en el problema del feminismo. Para Emma, la igualdad de género no sólo era
cuestión del feminismo y las mujeres, sino también hacia parte del sexo masculino.

La campaña “He for She” busca que en los meses se unan más de un 1 millón de hombres a
apoyar la igualdad de género, y este se convierta en problema que compete a toda la
sociedad y no solo a una parte de ella: "Hombres: quiero extenderles una invitación formal. La
igualdad de género es asunto de ustedes también".

Según la joven actriz, el feminismo hoy día es considerado un sinónimo de odio a los
hombres, y un emblema poco popular entre las mismas mujeres. Para ella la igualdad de
sexos es tener los mismos derechos como oportunidades, más no querer imponer algún sexo
sobre otro.

Es por ello que decir que se es feminista no es algo extremo o temerario, pues solo se busca
revindicar a la mujer como un ser con los mismos derechos del sexo masculino.
A la vez, Emma resaltó los datos obtenidos de estudios sobre igualdad de género, en donde
se dice que faltarían unos 75 años o quizá 100 para que una mujer logre ganar el mismo
sueldo que un hombre teniendo el mismo empleo.

La activista también se refirió a que ningún país ha superado del todo los problemas de la
desigualdad de género, y afirmó que las mujeres no deben tener ninguna clase de
limitaciones por pertenecer a este sexo, y contar con las mismas oportunidades de educación,
trabajo y decisión sobre su cuerpo.

"Nací en Reino Unido y creo que lo justo es que me paguen lo mismo que a mis compañeros
varones, que pueda tomar decisiones sobre mi propio cuerpo y que las mujeres jueguen un
papel en la creación de políticas que afectarán a mi vida. Merezco el mismo respeto que un
hombre, pero lamentablemente no existe un país en el mundo en el que todas las mujeres
esperen recibir estos derechos", dijo Watson.

Emma Watson finalizó su discurso con un mensaje claro: "Si no soy yo, ¿quién?, si no es
ahora ¿cuándo?", refiriéndose a la lucha que todos debemos seguir por la defensa de los
derechos de las mujeres en el mundo.
Objetivos:

1. Averiguar el nivel de conocimiento de los jóvenes sobre el movimiento feminista en


general.
2. Delimitar las fuentes de información con respecto al feminismo.
3. Conocer lo que consideran los alumnos del IPGSM con respecto a los objetivos de la
lucha del feminismo.
4. Indagar los saberes de los alumnos con respecto a la lucha feminista.
5. Determinar el nivel de adhesión o rechazo al feminismo.
6. Delimitar los saberes en cuanto a la existencia de hombres feministas y mujeres en
contra de este movimiento; identificar la justificación de estas variables.
7. Averiguar el grado de interés con respecto al movimiento feminista.
8. Analizar el nivel de participación de los alumnos en marchas feministas.
9. Identificar el grado de conocimiento del impacto del movimiento feminista en la
Argentina.
10. Reconocer que referentes tienen los jóvenes sobre el movimiento feminista.

Hipótesis:

1. El nivel de conocimiento de los alumnos del IPGSM sobre el movimiento feminista es


insuficiente.
2. Las fuentes de información con respecto al feminismo son las redes sociales (Twitter,
Instagram, Google, otros).
3. Los alumnos del IPGSM no conocen los objetivos de la lucha del feminismo.
4. El nivel de opinión de los alumnos del IPGSM con respecto a la lucha feminista es alto.
5. El nivel de adhesión al feminismo supera al nivel de rechazo, ya que cada vez se toma
más consciencia entre los jóvenes de un mismo grupo sobre el movimiento y realizan
acciones directa o indirectamente.
6. La presencia de hombres adheridos al feminismo es cada vez más alta, debido en
mayor parte, a la valoración de la mujer.
7. La existencia de mujeres en contra del movimiento es cada vez menor, y si en realidad
es mayor, se produce por el estigma que construye la propia sociedad, invisibilizando
todos los logros feministas a lo largo del tiempo.
8. El grado de interés con respecto al movimiento feminista es bajo.
9. La participación de los jóvenes en las marchas feministas es escaso.
10. El nivel de saberes de los jóvenes sobre los cambios producidos en la sociedad por el
feminismo es alto.
11. Los jóvenes toman como referente feminista en mayor medida a Eva Duarte de Perón.

Variables:

 El movimiento feminista.
 El feminismo y los derechos de la mujer.
 El feminismo y sus objetivos.
 El feminismo y las mujeres machistas.
 El feminismo y los hombres feministas.
 El feminismo y los medios de comunicación.
 El feminismo y las marchas feministas.
 El feminismo y sus referentes.

Independientes (variables):

 Sexo.
 Edad.
Proyecto de Investigación Socio-Comunitaria
Profesora: Amelia Molinas

“El feminismo”
Edad: Sexo:
Marcar con una “X”:
1. ¿Qué considerás que es el feminismo?
a) El odio hacia el género masculino
b) Movimiento social, político, económico y cultural que busca la igualdad de género.
c) Una campaña que posiciona a la mujer sobre el hombre.
d) Otros.
2. ¿A qué fuente de información sobre el feminismo accedés? Se puede marcar más de una opción:
a) Familia.
b) Colegio.
c) Redes Sociales.
d) Medios de Comunicación.
e) Otros.
3. ¿Cuáles considerás que son los objetivos del feminismo?
a) Eliminar las discriminaciones directas, indirectas y encubiertas en los ámbitos de la docencia, la investigación y el
ejercicio del poder en la Universidad.
b) Reformular las bases del actual conocimiento del Derecho, especialmente del Derecho Constitucional, para que
tanto la investigación, el estudio y la enseñanza del mismo incorpore aportes de la teoría feminista.
c) Buscar y perseguir la superioridad de la mujer sobre el hombre, en todos los ámbitos.
d) Promover la eliminación de la desigualdad histórica que tiene su base en la discriminación por razón de sexo.
4. ¿Qué opinión te merece la lucha feminista?
a) Me parece justo
b) No me parece justo
c) Por qué:…………………………………………………………………………………………………………………………………………
5. ¿Te adherís al feminismo?
a) Sí.
b) No.
c) Por qué:…………………………………………………………………………………………………………………………………………...
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
6. Para vos, ¿Existen hombres feministas?
a) Si
b) No
c) Tal vez
7. En caso de que tu respuesta haya sido afirmativa, ¿Por qué existen hombres “adheridos”? Pueden marcar varios:
a) Indignación ante la desigualdad.
b) Compromiso social.
c) Valoración de la mujer.
d) Otros.
8. Para vos, ¿Existen mujeres en contra del feminismo?
a) Si
b) No
c) Por qué:…………………………………………………………………………………………………………………………………………….
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
9. ¿Tenés interés por conocer más sobre el feminismo?
a) Si.
b) No.
c) Por qué:……………………………………………………….……………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
10. Participaste en alguna marcha feminista?
a) Si.
b) No.
c) Por qué:……………………………………………………….……………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

11. Según tu conocimiento, ¿Cuáles fueron los cambios producidos por este movimiento en Argentina? Pueden
marcar varios:
a) Derecho al Matrimonio Igualitario.
b) Ley de la Identidad de Género.
c) Derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
d) Derecho al Divorcio.
12. ¿Con qué persona asocias más al feminismo como referente?
a) Eva Duarte de Perón.
b) Olymphia de Gouges.
c) Rosa Luxemburgo.
d) Alicia Moro de Justo.
e) Mary Wollstoncraft.
f) Malena Pichot

Entrevista

1. ¿El movimiento feminista ha disminuido o aumentado en estos últimos años? ¿A


qué se debe? ¿Qué factores contribuyeron a la organización de un movimiento
feminista de esta envergadura? Los movimientos feministas datan desde hace
mucho tiempo...pero donde se conoció con mayor ahínco fue en la Revolución
Francesa, dieron inicio a ciertas protestas, reclamaban derechos que no les habían
sido reconocidos, y a partir de allí se fueron formando muchos movimientos feministas
en la lucha por la igualdad. Justamente el feminismo es un movimiento que tiene como
objetivo alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres; es decir, que el feminismo no es
la lucha de las mujeres en contra de los hombres. Me considero feminista, y no
queremos anular al hombre; sino que el hombre esté “a la par” de la mujer y la mujer lo
mismo. Porque estos movimientos nacieron como consecuencia de que en todos los
ámbitos de la sociedad el hombre siempre un paso más adelante que la mujer.
Entonces, lo que se plantea es una igualdad real, no una igualdad “formal”, porque ésta
última surge de las leyes, de todas las normativas legales que existen, porque incluso
en la Constitución Argentina dice que “todos somos iguales ante la ley”. El problema es
que las mujeres aún no tenemos las mismas oportunidades que los hombres en ciertos
sectores de la sociedad.
Durante todo el siglo XX, el objetivo principal del feminismo fue conseguir el derecho al
voto, porque la mujer veía que conformaba la mitad de la sociedad, pero solamente los
hombres votaban. Y a través de eso, de alguna manera nos daba o empoderaba a la
mujer para poder elegir sus representantes, y así nace también el movimiento
sufragista.
En el año 1900 en Argentina, surgieron varios centros y ligas feministas, pero las más
destacadas son, en 1918, la Unión Feminista Nacional, donde participaba la
reconocida feminista y una de las mujeres más destacadas en la historia argentina que
es Alicia Moreau de Justo. Y en 1920 se crea el Partido Feminista dirigido por Julieta
Lantieri, que se presentó varias veces a elecciones nacionales.
Que quiere decir ser feminista: el término feminista es aquella persona, puede ser un
hombre o una mujer, porque hay hombres feministas también, que defienden la
igualdad de derechos entre ellos. El feminismo es un movimiento, una concepción, una
idea, un objetivo que lo pueden tener tanto hombres como mujeres.
Feminismo siempre es sinónimo de igualdad, es lo contrario al machismo. Es la lucha
por ser igual al otro, ni más ni menos.
Recuerdo una frase muy interesante de Victoria Ocampo, que también es una de las
mujeres que se han destacado en la historia argentina: “Hombres tranquilos, las
mujeres no venimos por sus derechos, venimos por los nuestros, venimos a
igualarnos”.
Se cree que el feminismo es sectorizar los derechos de las mujeres, y sólo es sinónimo
de igualdad y de equidad.
Este movimiento social que busca primordialmente la igualdad de derechos

2. ¿Cuáles son los objetivos de la lucha feminista en la actualidad?

3. En Formosa, ¿Cómo está organizado el movimiento feminista? ¿Qué objetivos tienen?

4. El movimiento femenino ¿Tiene una composición homogénea o heterogénea teniendo en


cuenta sus ideales?

5. ¿Usted considera que la lucha feminista generó una quiebra o división en la sociedad entre
quienes adhieren o rechazan? Según su opinión, ¿Son más las mujeres o los hombres los
que adhieren o rechazan el feminismo?

6. ¿Conoce el término “feminazi”? ¿Por qué cree que surgieron este tipo de términos
sociales?

7. Muchos critican a los/ las adolescentes por su nivel de adhesión al movimiento y


consideran que es una moda o tendencia ¿Qué opina al respecto?

8. ¿Qué conquista del movimiento feminista nos puede mencionar?

9. ¿Se considera feminista?

10. ¿A qué persona tiene como referente del movimiento?

Conclusiones

¿Ha desaparecido el movimiento feminista? Quizás conviene comenzar por recordar que un
movimiento social no es un partido político o una organización que mantiene su existencia
independientemente del grado de participación, movilización o acceso a los medios de
comunicación. Un movimiento social. Esta diversidad es la que ha caracterizado a los
movimientos feministas antes y ahora.
Si comparamos las distintas oleadas feministas lo que tienen en común sus demandas es que
se basan en la constatación de que el sexo biológico se convierte en género social. Es decir,
el hecho de ser mujer no es sólo un fenómeno biológico; sobre la biología se le construye un
rol social y unos ámbitos de participación que constituyen su género. A este género se le
asigna un estatus inferior que se traduce luego en la discriminación. Las sociedades y su
organización social, económica y cultural ha cambiado históricamente. Sin embargo, en cada
caso se ha mantenido esta jerarquía entre los géneros y esta discriminación. Por eso el
feminismo reaparece a través del tiempo. Como la expresión en cada período histórico es
diferente, las mujeres se han encontrado con discriminaciones de diferente tipo y en cada uno
de los períodos de "resurrección" del feminismo se plantean reivindicaciones específicas.
Bibliografia

https://www.cultura.gob.ar/por-que-se-celebra-el-dia-internacional-de-la-mujer_5494/

http://www.espolea.org/uploads/8/7/2/7/8727772/ddt-mitosfeminismo_final.pdf

http://www.mujeresenred.net/spip.php?article135

https://www.vix.com/es/imj/famosos/6304/el-feminismo-segun-emma-watson

http://www.bantaba.ehu.es/formarse/ficheros/view/Historia_del_Movimiento_feminista.pdf?
revision_id=53767&package_id=33304

http://www.vocesenelfenix.com/content/los-caminos-del-feminismo-en-la-argentina-historia-y-derivas

https://www.vix.com/es/imj/famosos/6304/el-feminismo-segun-emma-watson

www.machistaenrehabilitacion.com

Matriz de datos: Turno Mañana

P1 P2 P3 P5 P6 P7
Eda Sexo A B C D A B C D E A B C D A B C A B C A B C D
d
11 Masculino 1 0 1 0 0 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 1 0 1 0 1
11 Masculino 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0 0 0 1
12 Femenino 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0
12 Femenino 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 1 0 1 0 0 0 0 1 0
12 Femenino 0 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0
12 Femenino 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0
12 Masculino 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 0 1 0 1 0
13 Masculino 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
13 Femenino 0 1 0 0 1 1 1 0 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1 1
13 Femenino 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1 0
13 Femenino 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1 0
13 Femenino 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0
13 Femenino 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0 1 0
13 Masculino 1 0 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 0 1 1 0 1 0
13 Masculino 0 1 0 0 0 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 0
13 Masculino 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 0 0 0 1 0
13 Femenino 0 1 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 1 0 1 0 1
14 Masculino 0 1 0 0 1 1 1 1 1 0 0 0 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 1
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14 Masculino 0 1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1 0 1 1 0 0 1 0 0 1 0
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P8 P9 P10 P11
da
Sexo A B C A B C A B C A B C D A B C D E F

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11 Masculino 1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0

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12 Femenino 1 0 1 1 0 0 0 1 1 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0

12 Femenino 1 0 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0 0

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16 Femenino 1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0

16 Femenino 1 0 0 1 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0

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16 Femenino 1 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0

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17 Femenino 1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0

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X P1 P2 P3 P5 P6 P7

Eda Sexo A B C D A B C D E A B C D A B C A B C A B C
d

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o

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o

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o

12 Femenin 0 1 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1
o

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o

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o

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o

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o

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o

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o

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o
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o

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o

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o

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o

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o

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o

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o

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8 7 8 2 1 7 0 6
P8 P9 P10 P11 P12
A B C A B C A B C A B C D A B C D E F
1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 0 1 1
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1 0 1 1 0 1 0 1 1 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 1 1 0 0 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 1 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0
1 0 0 1 0 0 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 0 0 1
1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0
1 0 0 0 1 0 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 0
1 0 1 0 1 1 0 1 1 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0
0 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1
1 0 0 0 1 0 0 1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 0 0
1 0 0 0 1 0 0 1 0 1 0 1 1 0 0 0 1 0 0
0 0 0 1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0
0 1 1 1 0 1 0 1 1 0 1 0 1 0 1 0 0 0 0
1 0 1 0 1 1 1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 1 0
1 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 0 1
1 0 1 1 0 1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 1 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1
1 0 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 1 1 0 0 0 0 0
1 0 0 1 0 0 0 1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 0 0
1 0 1 0 1 0 0 1 1 1 0 1 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1 0 1 0 1 0 0 0 0
1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0
1 0 0 1 0 0 0 1 0 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0
0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 0 1 1 0 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0 0
1 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 0 1 1 0 1 1 1 0 0 1 0 1 0 1 0 0
1 0 1 0 1 1 0 1 1 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1
1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 1 1 0 0 1 0 0 0 0
1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0 0
1 0 0 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1
1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0 1 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 1 1 0 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0
1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 1 0 1 0 1 0 1 0 1
1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 0
1 0 1 1 0 1 1 0 1 1 1 1 1 1 0 0 0 0 1
1 0 1 0 1 1 0 1 0 1 0 1 0 1 1 0 0 0 1
0 1 1 0 1 1 0 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0
1 0 1 1 0 1 1 0 0 0 1 1 0 1 0 0 0 0 0
50 4 42 31 23 35 10 45 29 23 33 27 21 28 17 7 10 3 11
Encuestas Turno Mañana: 55 personas

¿Que considerás que es el feminismo?


4% 5%

23% El odio hacia el genero masculino

movimiento social, politico, economico


y cultural que bussca la igualdad de
genero

una capaña que posiciona a la mujer


sobre el hombre

68%
otros

El análisis de este gráfico comprende cuatro indicadores: el 4% corresponde al indicador


“otros”; el 5% corresponde a “el odio hacia el género masculino”; el 23% corresponde a “una
campana que posiciona al hombre sobre la mujer”; el 68% corresponde a un “movimiento
social, político, económico y cultural que busca la igualdad de género”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM del turno mañana saben lo
suficiente sobre lo que es el movimiento feminista, por lo tanto nuestra hipótesis es errónea.
¿A qué fuentes de informacion sobre feminismo accedés?
6% 9%

23% 16%
Familia
Colegio
Redes Sociales
Medios de comunicación
Otros

45%

El análisis de este gráfico comprende los siguientes indicadores: el 7% corresponde a “otros”,


que pueden los amigos, conocidos, etc.; el 9% corresponde al indicador “familia”; el 16%
corresponde al indicador “colegio”; el 23% corresponde al indicador “medios de comunicación”
y el 45% corresponde a “Redes Sociales”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM del turno mañana, adquieren
información sobre el feminismo a través de redes sociales, por lo tanto, nuestra hipótesis fue
acertada.

¿Cuáles consideras que son los objetivos del feminismo?


Eliminar las discriminaciones directas, indirectas y
encubiertas en los ambitos de la docencia, la
11% investigacion y el ejercicio del poder en la
Universidad

13% Reformular las bases del actual conocimiento del


Derecho, especialmente del Derecho Constitucional,
para que tanto la investigacion, el estudio y la
enseñanza del mismo incorpore aportes de la teoria
feminista
10%
67% Buscar y perseguir la superioridad de la mujer
sobre el hombre, en todos los ambitos

Promover la eliminacion de la desigualdad historica


que tiene su base en la discriminacion por razón de
sexo

El análisis de este grafico comprende los siguientes indicadores: el 9% corresponde al


indicador “buscar y perseguir la superioridad de la mujer sobre el hombre en todos los
ámbitos”; el 11% corresponde al indicador “eliminar las discriminaciones directas, indirectas y
encubiertas en los ámbitos de la docencia, la investigación y el ejercicio del poder en la
universidad”; el 13% corresponde al indicador “reformular las bases del actual conocimiento
del derecho Constitucional, para que tanto la investigación, el estudio y la enseñanza del
mismo incorpore aportes de la teoría feminista; el 67% corresponde al indicador “promover la
eliminación de la desigualdad histórica que tiene su base en la discriminación por razón de
sexo”.

De acuerdo a nuestra encuesta, los alumnos del IPGSM turno mañana, si conocen en mayor
parte los objetivos que persigue en feminismo, por lo tanto nuestra hipótesis es errónea.

¿Te adherís al feminismo?

30%
Si
41%
No
Por qué

29%

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 29% corresponde al indicador
“No”; el 30% corresponde al indicador “Si” y el 41% corresponde al indicador “Por qué”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM del turno mañana, por una
diferencia menor sí se adhieren al feminismo, mientras que los demás alumnos no lo hacen.
Hubieron más personas que contestaron el por qué no se adhieren (21) que el por qué si se
adhieren (19), siendo que también nos encontramos con personas que prefirieron contestar
sólo que sí apoyan al feminismo (9) y los que no apoyan al movimiento (6).

Las personas que sí se adhieren lo hacen porque: es necesario acabar con la desigualdad de
género, porque es una lucha a favor de los derechos humanos reconocidos para las mujeres,
para lograr el empoderamiento de la mujer tras haber sido/ser considerada inferior al hombre,
por el simple hecho de que al salir las mujeres jóvenes de sus hogares sufren el constante
peligro de ser acosadas, abusadas e incluso asesinadas, porque los jóvenes quieren un
cambio revolucionario en la sociedad para que esta realidad sea atendida, por los distintos
tipos de discriminación, porque quieren un “mundo más justo” e incluso expusieron varias
demandas actuales del feminismo como el aborto legal, seguro y gratuito y la separación de la
Iglesia del Estado.

Las personas que no se adhieren, no lo hacen porque: no les agrada la forma de


representación/manifestación, no es su problema personal, no les interesa, porque no lo
consideran su lucha, porque no saben lo suficiente, prefieren no involucrarse en el tema
porque no tienen necesidad de hacerlo, porque piensan que el feminismo es un mecanismo a
través del cual la mujer se sentiría superior al hombre, porque el movimiento feminista busca
darle a la mujer privilegios, esto la hace parecer un ser débil y que necesita que le provean de
todo para lograr algo, porque no se sienten identificados con su postura actual, porque el
feminismo trata de censurar todo lo que está en contra del movimiento.
Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis fue acertada, ya que
el nivel de adhesión al feminismo supera al de rechazo.

Para vos, ¿Existen hombres feministas?

37%
Si
No
Tal vez
56%

7%

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 7% corresponde al indicador


“No”; el 37% corresponde al indicador “Tal vez” y el 56% corresponde al indicador “Si”.

De acuerdo a nuestras encuestas, para los alumnos del IPGSM turno mañana sí existen
hombres que se adhieren al feminismo, por lo tanto nuestra hipótesis si pudo ser concretada.

¿Por qué existen hombres adheridos?

13%

32% Indignacion ante la


desigualdad

Compromiso social

Valoracion de la mujer

43% Otros
12%

El análisis de este gráfico abarca los siguientes indicadores: el 12% corresponde al indicador
“compromiso social”; el 13% corresponde al indicador “otros”; el 32% corresponde al indicador
“indignación ante la desigualdad” y el 43% corresponde al indicador “valoración de la mujer”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM turno mañana consideran que
existen hombres adheridos por una valoración de la mujer, por lo tanto nuestra hipótesis se ve
confirmada.
Para vos, Existen mujeres en contra del feminismo

Si
44% No
Por qué
52%

4%

El análisis de este gráfico abarca los siguientes indicadores: el 4% corresponde al indicador


“No”; el 44% corresponde al indicador “Tal vez” y el 52% corresponde al indicador “Si”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM turno mañana consideran que sí
existen mujeres en contra del movimiento feminista. Hubieron más personas que contestaron
el por qué existen (36) que el por qué no existen (2), siendo que también nos encontramos
con personas que sólo contestaron que sí existen (9) y que no existen (8).

Las personas que contestaron que sí existen mujeres en contra del movimiento feminista, lo
hicieron porque: no les parece correcta la forma de manifestarse, porque no están informadas
acerca del tema y en caso de que lo hagan, no entienden el concepto feminista, porque se
acostumbraron a las viejas costumbres machistas , porque mediante las redes sociales
acrecientan su rechazo hacia el movimiento, porque creen que como se encuentra la
sociedad ahora es lo mejor, porque dicen que exageran las feministas sobre el acoso y
violaciones que sufren las mujeres, porque fueron criadas de otra manera y se acostumbraron
a costumbres machistas, ya que hay distintos tipos de pensamiento influyentes en la familia
que pueden ser conservadores y de otra época, porque también están acostumbradas las
mujeres a no respetarse entre sí, porque simplemente no le dan importancia al tema, porque
no entienden lo que persigue el movimiento feminista, se dan cuenta de que el feminismo
actual apunta hacia el odio por el hombre y tienen que superarlo socialmente, porque algunas
mujeres sienten odio frente al extremismo, otras porque vivieron toda su vida en buenas
condiciones sin depender de este movimiento, porque ya están inculcadas a vivir bajo la
sombra de un hombre, porque creen que no existe la desigualdad de género, porque hay
quienes no se identifican con el movimiento por algún motivo y ya se posicionan en contra de
él, porque el mundo es machista y mediante actos de la misma índole tratan de parecer
“femeninas”.

Las personas que contestaron que no existen mujeres en contra del feminismo, lo
respondieron porque: no es que no existen mujeres en contra del movimiento, sino que
solamente no se incorporan a él, porque no todos piensan lo mismo a la hora de defender sus
derechos.

Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis no fue concretada, ya
que la existencia de mujeres en contra del movimiento es cada vez mayor, y se produce en
parte por el estigma que construye la sociedad, invisibilizando la lucha feminista.
¿Tenés interés por conocer más sobre el feminismo?

35%
39% Si
No
Por qué

26%

El análisis de este gráfico comprende los siguientes indicadores: el 26% corresponde al


indicador “No”, el 35% corresponde al indicador “Sí” y el 39% corresponde al indicador del
“Por qué”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM turno mañana sí tienen interés en
conocer más sobre el feminismo. Hubieron más personas que contestaron el por qué se
interesarían (24) que el por qué no lo harían (12), siendo que también nos encontramos con
personas que prefirieron responder sólo que sí tienen interés (10) y que no tienen interés (9).

Las personas que contestaron que sí tienen interés por saber más sobre el feminismo, lo
hicieron porque: en los cursos dicen que intentan suprimir los derechos del hombre y colocar
a la mujer por encima de ellos, para obtener más información sobre el tema y de esa forma
estar más conscientes de los derechos que les corresponden a las mujeres, porque cuanto
más hombres entiendan lo que viven las mujeres día a día se van a poner en su lugar, para
conocer las metas/objetivos feministas, porque algunas personas tienen muchos conceptos
diferentes y quieren aclararlos, porque es un movimiento importante para ellos, porque
quieren saber cuáles son sus principios, lo que consiguieron y hacia a dónde van, porque
quieren informarse más acerca del movimiento que las representa como mujeres, porque
siempre hay algo de lo cual aprender.

Las personas que contestaron que no tienen interés por conocer más sobre el feminismo, lo
hicieron porque: ya saben bastante, porque es un movimiento que no les afecta a los
hombres, porque es un tema que no llega más allá de las protestas, porque en la actualidad el
feminismo no es más que un movimiento que fomenta el odio hacia el hombre y la familia
tradicional, porque es un tema polémico.

Con respecto a estas respuestas, podemos aclarar que nuestra hipótesis no fue confirmada,
ya que el nivel de interés de los jóvenes sobre el feminismo es alto.
¿Participaste en alguna marcha feminista?

12%

35%
Si
No
Por qué

54%

El análisis de este gráfico comprende los siguientes indicadores: el 12% corresponde al


indicador “Sí”, el 34% corresponde al indicador “Por qué” y el 54% corresponde al indicador
“No”.

De acuerdo a nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM turno mañana no participaron de
ninguna marcha feminista. Hubieron más personas que contestaron el por qué no participaron
(21) que el por qué sí participan (8), siendo que también nos encontramos con jóvenes que
prefirieron contestar sólo que no participaron (23) y que sí lo hicieron (3).

Las personas que contestaron que no participaron de marchas feministas, no lo hicieron


porque: las marchas no son muy pacíficas, porque los padres de los jóvenes no quieren que
ellos asistan, porque no les llama la atención, porque no están al tanto de cuándo se llevan a
cabo las marchas, porque nunca propusieron las feministas una razón justificable para
marchar, porque les parece una pérdida de tiempo.

Las personas que contestaron que sí participaron de marchas feministas, lo hicieron porque:
ayuda a concientizar acerca de las injusticias que ocurren en la sociedad, para lograr la
obtención de la despenalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, para
simplemente acompañar, porque están de acuerdo con los ideales feministas.

Con respecto a estas respuestas, podemos aclarar que nuestra hipótesis fue acertada, ya que
la participación de los jóvenes en marchas feministas es escasa.

¿Cuáles fueron los cambios producidos por este


movimiento en la Argentina?

20% 22%
Derecho al Matrimonio Igualitario

Ley de la Identidad de Género

Derecho a la Interrupcion
Voluntaria del Embarazo

26%
Derecho al Divorcio
32%
El análisis de este gráfico comprende los siguientes indicadores: el 20% corresponde al
indicador “Derecho al Divorcio”, el 22% corresponde al indicador “Derecho al Matrimonio
Igualitario”, el 26% corresponde al indicador “Derecho a la Interrupción Voluntaria del
Embarazo” y el 32% corresponde al indicador “Ley de la Identidad de Género”.

De acuerdo a nuestras encuestas, el nivel de saberes de los alumnos del IPGSM sobre los
cambios producidos por el movimiento feminista en la Argentina no es tan alto como
propusimos, por lo tanto nuestra hipótesis no se ve confirmada.

¿Con qué personas asocias más al feminismo como


referente?

14% Eva Duarte de Perón

Olymphia de Gouges
4%
37%
Rosa Luxemburgo

13% Alicia Moro de Justo

Mary Wollstonecraft

9% Malena Pichot

22%

El análisis de este gráfico comprende los siguientes indicadores: el 4% corresponde al


indicador “Mary Wollstonecraft”, el 9% corresponde al indicador “Rosa Luxemburgo”, el 13%
corresponde al indicador “Alicia Moreau de Justo”, el 15% corresponde al indicador “Malena
Pichot”, el 22% corresponde al indicador “Olymphia de Gouges” y el 37% corresponde al
indicador “Eva Duarte de Perón”.

De acuerdo a nuestras encuestas, la referente feminista de los alumnos del IPGSM es Eva
Duarte de Perón, por lo tanto nuestra hipótesis fue confirmada.

Encuestas Turno Tarde: 35 personas


¿Que consideras que es el feminismo?

5% 11%

19%

65%

el odio hacia el genero masculino


movimiento social, politico, economico, y cultural que busca la igualdad de genero
una campaña que posiciona a la mujer sobre el hombre
otros.

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: El 5% que corresponde al


indicador “otros”; el 11% que corresponde al indicador “el odio hacia el género masculino”; el
19% que corresponde al indicador “una campaña que posiciona a la mujer sobre el hombre” y
el 65% que corresponde al indicador “movimiento social, político, económico, y cultural que
busca la igualdad de género”.

De acuerdo con nuestras encuestas, los alumnos del IPGSM del turno tarde en su mayoría,
saben que es el feminismo, por ende nuestra hipótesis es errónea.

¿A QUE FUENTE DE INFORMACION SOBRE EL FEMINISMO ACCEDES?


7% 11%

7%

37%

38%

familia colegio redes sociales


medios de comunicación otros.
El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: El 7% que corresponde al
indicador “otros” (amigos, conocidos, etc.); el 7% que corresponde al indicador “colegio”; el
11% que corresponde al indicador a “familia”; el 37% corresponde al indicador “medios de
comunicación” y el 38% corresponde a “redes sociales”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM del turno tarde se informan sobre
el feminismo a través de las redes sociales, por lo tanto nuestra hipótesis en acertada.

¿CUALES CONSIDERAS QUE SON LOS OBJETIVOS DEL FEMINISMO?


8%

15%

55%
eliminar las discrimaciones directas, indirectas y encubiertas en los ambitos de la docenci, la
investigacion y el ejercicio del poder en la universidad.
reformular las bases del actual conocimiento del Derecho, especialmente del Derecho Constitucional,
23% aportes de la teoria
para que tanto la investigacion, el estudio y la enseñanza del mismo incorpore
feminista.
buscar y perseguir la superioridad de la mujer sobre el hombre, en todos los ambitos
promover la eliminacion de la desigualdad historica que tiene su base en la discriminacion por razon de
sexo.

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 7% corresponde al indicador


“eliminar las discriminaciones directas, indirectas y encubiertas en los ámbitos de la docencia,
la investigación y el ejercicio del poder en la universidad.”; el 15% corresponde al indicador
“reformular las bases del actual conocimiento del Derecho, especialmente del Derecho
Constitucional, para que tanto la investigación, el estudio y la enseñanza del mismo incorpore
aportes de la teoría feminista”;23% corresponde al indicador “buscar y perseguir la
superioridad de la mujer sobre el hombre, en todos los ámbitos”.

De acuerdo a nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, si conocen los
objetivos del feminismo, por ende nuestra hipótesis es errónea.
¿QUE OPINION TE MERECE LA LUCHA FEMINISTA?

29%

44%

27%

me parece justa no me parece justa por que

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 27% corresponde al indicador
“no me parece justa”; el 29% corresponde al indicador “porque” y el 44% corresponde al
indicador “me parece justa”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, en su mayoría les
parece justa la lucha feminista. Hubieron personas que contestaron por qué no les parece
justa (5) y el porque les parece justa (12), siendo que encontramos personas que decidieron
contestar solo que si les parece justa (11) y los que no les parece justa (7).

Las personas que si les parece justa porque: Todos merecemos las mismas condiciones de
vida, ya que es una lucha que busca la igualdad de género y es necesario que cada persona
promueva la eliminación de la desigualdad histórica, mientras sea con respeto.

Las personas que no les parece justa porque: Porque se expresan de mala manera ya que
realizan acciones innecesarias y solo buscan superioridad sobre el sexo masculino, además
de que todo lo que se dice y se transmite ahora es machismo.

Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis fue acertada, ya que
la opinión de que el feminismo es justo supera a la injusta.
¿TE ADHERIS AL FEMINISMO?

28%

41%

31%

si no por que

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 28% corresponde al indicador
“no”; el 31% corresponde al indicador “si” y el 41% corresponde al indicador “porque”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, por diferencia de un
(3%) no se adhieren al feminismo. Hubieron personas que contestaron porque se adhieren al
feminismo (14), y por qué no se adhieren (16), siendo que encontramos personas que
decidieron contestar solo que si se adhieren al feminismo (6) y los que no se adhieren (3).

Las personas que si se adhieren lo hacen porque: Es una lucha que busca la igualdad de
género y es necesario que cada persona promueva la eliminación de la desigualdad histórica
y es momento de cambiar el pensamiento machista presente en la sociedad.

Las personas que no se adhieren no lo hacen porque: Es una lucha violenta además de que
es una lucha por la igualdad inexistente y no les interesa el tema y tampoco tienen interés.

Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis es acertada.
¿Existen hombres feministas?

tal vez
27%

no si
11% 62%

si no tal vez

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 11% corresponde al indicador
“no”; el 27% corresponde el indicador “tal vez” y el 62% corresponde al indicador “si”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, sí existen hombres
que se adhieren al feminismo, por lo tanto nuestra hipótesis si pudo ser concretada.

¿POR QUE EXISTEN HOMBRES ADHERIDOS?

6%

38%

45%

11%
indignacion ante la desigualdad compromiso social
valoracion a la mujer otros.

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 6% corresponde al indicador


“otros” (odio hacia el sexo femenino, no le parece justa, etc.); el 11% corresponde al indicador
“compromiso social”; el 38% corresponde al indicador “indignación ante la desigualdad” y el
45% corresponde al indicador “valoración a la mujer”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, consideran que
existen hombres adheridos por una valoración de la mujer, por lo tanto nuestra hipótesis se ve
confirmada.

¿EXISTEN MUJERES EN CONTRA DEL FEMINISMO?

42%

57%

2%

si no por que

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 2% corresponde al indicador


“no”; el 42% corresponde al indicador “por qué” y el 56% corresponde al indicador “si”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, consideran que sí
existen mujeres en contra del movimiento feminista. Hubieron más personas que contestaron
el por qué existen (26) el por qué no existen (1), siendo que también nos encontramos con
personas que sólo contestaron que sí existen (10) y que no existen (0).

Las personas que contestaron que sí existen mujeres en contra del movimiento feminista, lo
hicieron porque: Tienen en sus pensamientos que la mujer es inferior al hombre, y que tienen
roles distintos, además no les parece correcto buscar derechos de formas violentas o no se
sienten identificadas con el movimiento.

Las personas que contestaron que no existen mujeres en contra del feminismo, lo hicieron
porque: todas buscan igualdad.

Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis errónea, ya que
existen una gran cantidad de mujeres en contra del feminismo.
¿TENES INTERES POR CONOCER MAS SOBRE EL FEMINISMO?

33%
38%

29%

si no por que

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 29% corresponde al indicador
“no”; el 33% corresponde al indicador “si” y 38% “por qué”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, en su mayoría tienen
interés por conocer más sobre el feminismo. Hubieron más personas que contestaron que “si”
quieren saber más sobre el feminismo (20) y “no” quieren saber más sobre el feminismo (17),
siendo que encontramos personas que contestaron por qué si quieren conocer más (14) y que
no les interesa (11).

Las personas que contestaron que si quieren conocer más sobre el feminismo es porque: No
poseen muchos conocimientos, además de que es un movimiento que deberían conocer.

Las personas que contestaron que no quieren conocer más sobre el feminismo es porque: No
poseen interés al respecto y tampoco les interesa, ya que opinan que es un tema absurdo.

Con respecto a estas respuestas, podemos decir que nuestra hipótesis es errónea, ya que los
alumnos si tienen interés por conocer más sobre el feminismo.
¿PARTICIPASTE EN ALGUNA MARCHA FEMINISTA?
8%

34%

58%

si no por que

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 8% corresponde el indicador


“si”; el 34% corresponde el indicador “por qué” y el 58% corresponde el indicador “no”.

De acuerdo a nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, en su gran mayoría no
han participado en una marcha feminista. Hubieron más personas que contestaron por qué no
participaron (18) que el por qué si participan (2), siendo que también nos encontramos con
jóvenes que prefirieron contestar sólo que no participaron (14) y que sí lo hicieron (3).

Las personas que contestaron que no participaron de marchas feministas, no lo hicieron


porque: Realizan actos dañinos, además de que les parece algo innecesario o simplemente
nos les gusta o no tuvieron tiempo para asistir a alguna marcha feminista.

Las `personas que contestaron que si participaron de marchas feministas lo hicieron porque:
Así pueden expresarse, estar con compañeras o amigos de entiendan sobre la lucha.
¿CUALES FUERON LOS CAMBIOS PRODUCIDOS POR ESTE MOVIMIENTO EN
ARGENTINA?

25%
28%

14%

33%

derecho al matrimonio igualitario ley de identidad de genero


derecho a la interrupcion voluntaria del embarazo derecho al divorcio

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 14% corresponde al indicador
“derecho a la interrupción voluntaria del embarazo”; el 25% corresponde al indicador “derecho
al divorcio”; el 28% corresponde al indicador “derecho al matrimonio igualitario” y el 33%
corresponde al indicador “ley de identidad de género”.

De acuerdo a nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, si conocen sobre los
cambios producidos por el feminismo, por ende nuestra hipótesis es acertada.
¿CON QUE PERSONA ASOCIAS MAS AL FEMINISMO?

13%

2%

39%
13%

9%

24%

Eva Duarte de Peron Olimphya de Gouges Rosa Luxemburgo


Alicia Moro de Justo Mary Wollstoncraft Malena Pichot

El análisis de este grafico abarca los siguientes indicadores: el 2% corresponde al indicador


“Mary Wollstoncraft”; el 9% corresponde al indicador “Rosa Luxemburgo”; el 13% corresponde
al indicador “Alicia Moro de Justo”; el 13% corresponde al indicador “Malena Pichot”; el 24%
corresponde al indicador “Olimphya de Gouges” y el 39% corresponde al indicador “Eva
Duarte de Perón”.

De acuerdo con nuestras encuestas los alumnos del IPGSM turno tarde, tienen como
referente del feminismo a Eva Duarte de Perón, por ende nuestra hipótesis es acertada.

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