Está en la página 1de 2

Feminismo

Introducción

El feminismo es una doctrina política y social que pide para la mujer el reconocimiento de las mismas
capacidades y derechos para el hombre. También es considerado un movimiento social, político.
económico y cultural, que busca crear conciencia y condiciones para transformar las relaciones
sociales.

El feminismo nace por el hecho histórico que paso en Nueva York en Marzo de 1909 durante una
huelga en reclamo por un aumento en salarios, reducción de la jornada laboral y fin del trabajo infantil,
129 mujeres murieron calcinadas en la fábrica Cotton Textile Factory, por un incendio provocado por
sus dueños .

Desarrollo

El concepto del feminismo se refiere a los movimientos de liberación de la mujer, que históricamente han ido
adquiriendo diversas proyecciones. Igual que otros movimientos, ha generado pensamiento y acción, teoría y
práctica.
El feminismo propugna un cambio en las relaciones sociales que conduzca a la liberación de la mujer y
también del varón a través de eliminar las jerarquías y desigualdades entre los sexos. También puede decirse
que el feminismo es un sistema de ideas que, a partir del estudio y análisis de la condición de la mujer en
todos los órdenes –familia, educación, política, trabajo, etc. (ver Estudios de género/perspectiva de género)–,
pretende transformar las relaciones basadas en la asimetría y opresión sexual, mediante una acción
movilizadora. La teoría feminista se refiere al estudio sistemático de la condición de las mujeres, su papel en
la sociedad y las vías para lograr su emancipación. Se diferencia de los Estudios de la Mujer por su
perspectiva estratégica. Además de analizar y/o diagnosticar sobre la población femenina, busca
explícitamente los caminos para transformar esa situación.
Aunque el feminismo no es homogéneo, ni constituye un cuerpo de ideas cerrado ya que las mismas posturas
políticas e ideológicas que abarcan toda la sociedad, se entrecruzan en sus distintas corrientes internas–
podemos decir que éste es un movimiento político integral contra el sexismo (ver Sexo y género) en todos los
terrenos (jurídico, ideológico y socioeconómico), que expresa la lucha de las mujeres contra cualquier forma
de discriminación.
Algunas autoras ubican los inicios del feminismo a fines del s. XIII, cuando Guillermine de Bohemia planteó
crear una iglesia de mujeres. Otras rescatan como parte de la lucha feminista a las predicadoras y brujas (ver
Brujas), pero es recién a mediados del s. XIX cuando comienza una lucha organizada y colectiva. Las mujeres
participaron en los grandes acontecimientos históricos de los últimos siglos como el Renacimiento, la
Revolución Francesa y las revoluciones socialistas, pero en forma subordinada. Es a partir del sufragismo
cuando reivindican su autonomía. El feminismo radical sostiene que la mayor contradicción social se produce
en función del sexo y propugna una confrontación. Las mujeres estarían oprimidas por las instituciones
patriarcales que tienen el control sobre ellas y, fundamentalmente, sobre su reproducción. Shulamith
Firostene en su ya clásico La dialéctica de los sexos (1971) sostiene que las mujeres constituyen una clase
social, pero “al contrario que en las clases económicas, las clases sexuales resultan directamente de una
realidad biológica; el hombre y la mujer fueron creados diferentes y recibieron privilegios desiguales”. Propone
como alternativa la necesidad de una nueva organización social, basada en comunidades donde se fomente
la vida en común de parejas y amigos sin formalidades legales. El feminismo radical tiene como objetivos
centrales: retomar el control sexual y reproductivo de las mujeres y aumentar su poder económico, social y
cultural; destruir las jerarquías y la supremacía de la ciencia; crear organizaciones no jerárquicas, solidarias y
horizontales. Otro rasgo principal es la independencia total de los partidos. Políticos y los sindicatos. La
mayoría de las feministas radicales se pronuncian también por el feminismo de la diferencia, que surge a
comienzos de los setenta en los EE.UU. y Francia con el eslogan ser mujer es hermoso. Propone una
revalorización de lo femenino, planteando una oposición radical a la cultura patriarcal y a todas las formas de
poder, por considerarlo propio del varón; rechazan la organización, la racionalidad y el discurso masculino.
Este feminismo reúne tendencias muy diversas reivindicando por ejemplo que lo irracional y sensible es lo
característico de la mujer, revalorizando la maternidad, exaltando las tareas domésticas como algo creativo
que se hace con las propias manos, rescatando el lenguaje del cuerpo, la inmensa capacidad de placer de la
mujer y su supremacía sobre la mente, la existencia de valores y culturas distintas para cada sexo, que se
corresponden con un espacio para la mujer, y un espacio para el varón, etc. El mundo femenino se define en
términos de anti-poder o no-poder. Esta tendencia fue mayoría en Francia e Italia y tuvo bastante fuerza en
España. Sus principales ideólogas fueron Annie Leclerc y Luce Yrigaray en Francia, Carla Lonzi en Italia y
Victoria Sendón de León en España.
Concusiones

sin duda relevante, es el que refiere a la perspectiva del propio movimiento feminista, articulado,
como mencioné antes, por un conjunto de feminismos diversos, donde confluyen horizontes,
demandas y expectativas comunes, pero donde se confrontan también perspectivas y estrategias
muy disímiles. En la historia del feminismo en México ha habido siempre encuentros y
desencuentros, y ha sido recurrente diferenciar el feminismo de las activistas, del feminismo
académico; el feminismo de clase media del feminismo popular; también se han diferenciado en
otros registros abortistas, abolicionistas, trans, lesbianas, no binaries, bisexuales e intersex. De
esta manera no es una novedad la diferenciación interna del movimiento y los distintos sentidos en
que éste se asume; sin embargo, es de hacer notar la particularidad que representan
las separatistas, que en el momento actual se han expresado con gran vigor. En términos
generales, el separatismo alude a la clara diferenciación y distanciamiento con los hombres-
varones, lo que en términos de "postura política" significa apostar siempre primero por las mujeres
(como académicas, intelectuales, políticas, compañeras de vida, etc.). En el movimiento actual, el
separatismo se ha expresado en esta dirección apuntalando el liderazgo de las mujeres, la lucha
de las mujeres, el marchar en contingentes no mixtos, etc. Y su sola presencia ha dado lugar a un
debate en torno al sentido y validez de esta postura en términos del sentido de la lucha feminista,
donde se ha hecho manifiesta la confrontación entre quienes asumen que la lucha contra las
dinámicas patriarcales vigentes es "contra los hombres", y quienes asumen que esta lucha y el
feminismo en general deben hacer causa común con los varones

Braidotti, R.: Sujetos nómades, Paidós, Bs. As. en J. Butler y E. Laclau (1999), “Los usos de la igualdad” en
Debate Feminista, Año 10, Vol. 19, México, edición de abril.
Castells, C. (comp.) (1996): Perspectivas feministas en teoría política, Paidós, Barcelona.
Gomáriz, E. (1992): “Los estudios de género y sus fuentes epistemológicas: periodización y perspectivas” en
AAVV, Fin de Siglo- Género y cambio civilizatorio, Santiago, Isis Internacional- Ed. de las Mujeres Nª 17.
L. Nicholson (comp.) (1994): Feminismo/posmodernismo, Feminaria Editora, Buenos Aires.
Stoltz Chinchilla, N.: “Ideologías del feminismo liberal, radical y marxista”, en M. León (comp.) (1982):
Sociedad, subordinación y feminismo, ACEP, Bogotá.
Uría, P., Pineda, E., Oliván, M. (1985): Polémicas feministas, Revolución, Madrid.
G. Vargas Valente: “Nuevos derroteros de los feminismos latinoamericanos en los 90” en C. Olea (comp.)
(1998): El movimiento feminista en América Latina, Ed. Flora Tristán, Lima.

También podría gustarte