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La gestión empresarial se define como el proceso que dirige y guía las operaciones de una
organización para llevar al cumplimiento de los objetivos establecidos. Es decir, esta área
de actuación se encarga de administrar todos los recursos existentes para diseñar y poner en
marcha acciones que permitan alcanzar las metas de la empresa.
Idalberto Chiavenato; en Teoría General de la Administración; la describe como: “La
gestión empresarial es el proceso de planear, organizar, integrar, direccionar y controlar los
recursos (intelectuales, humanos, materiales, financieros, entre otros) de una organización,
con el propósito de obtener el máximo beneficio o alcanzar sus objetivos”.
Gestión empresarial son todos los esfuerzos y acciones que buscan mejorar la productividad
y la competitividad de las empresas o negocios. La optimización en la gestión de una
empresa no pretende sólo hacer las cosas mejor; sino hacerlas correctas y en ese sentido es
necesario identificar los factores que influyen en el éxito o mejor resultado de la gestión. La
gestión empresarial busca garantizar que la oferta cubra a la demanda de las distintas
actividades o productos de la empresa, generando procedimientos con costos más bajos y
beneficien al consumidor, generando así el aumento constante de la productividad de la
empresa. Ante un panorama global, donde el mercado es cambiante, el desarrollo de las
tecnologías de información y comunicaciones (TIC´s) ha encaminado a las empresas a
desenvolverse en un contexto cada vez más complejo y de acceso fácil a la información.
Las empresas deben asumir el desafío de modificar y adaptar la gestión empresarial, para
competir con éxito en el mercado cambiante, competitivo y flexible.
Por tanto, la Gestión Empresarial es el corazón de cualquier negocio, y ahí radica su
importancia; toda compañía, independientemente de su tamaño o del sector de actividad,
necesita aplicarla para ser competitiva y lograr el éxito. En este sentido, la gestión
empresarial sería como el capitán de un barco, el director de una orquesta o el entrenador
de un equipo de fútbol. Sin ellos, la nave flotaría, pero no llegaría a puerto; los
instrumentos sonarían, pero de forma descompasada y sin melodía; el balón rodaría por el
campo, pero le costaría entrar en la portería.
Capacidades y habilidades de la función gerencial.
Ante este contexto, la función gerencial involucra la capacidad de conducir, ser reconocidos
y seguidos por los dependientes; para esto se requiere mayor capacidad técnica profesional,
espontánea y otros aspectos directivos, como:
• Toma de decisiones.
• Imaginación, creatividad, desarrollo de ideas nuevas e iniciativa.
• Honestidad, imparcialidad y firmeza.
• Supervisar, controlar y liderar.
• Visualización de la actividad en el futuro.
• Paciencia para escuchar, generar entusiasmo, empatía y manejo de conflictos.
• Capacidad de trabajo en equipo.
• Capacidad para relacionarse.
• Asumir responsabilidades y correr riesgos inherentes.
• Detectar oportunidades y generar nuevos negocios.
• Capacidad de análisis y solución de dificultades.
• Capacidad para adaptarse al cambio.
• Deseo de superación.
• Manejo de técnicas de marketing para promocionar.
Gestión autoritaria.
Es el modelo de gestión tradicional, pero también el más contradictorio y que está cayendo
en desuso en la mayoría de las organizaciones. Se trata de un modelo que tiene al gerente
como figura central. Toma todas las decisiones y apenas da voz a los equipos, aunque
apoya a los empleados para que realicen las actividades de acuerdo con sus orientaciones.
Gestión democrática.
En este modelo, los empleados con mejor rendimiento son el foco de atención de la
dirección. Esto anima a los empleados a participar más activamente en los procesos de la
empresa para ser reconocidos y contribuir directamente a los resultados. Al mismo tiempo,
si el directivo no sabe dirigir a los equipos, puede surgir un clima de competencia y tensión.
Excelencia en la gestión
Una gestión orientada a los resultados busca siempre alcanzar o superar los objetivos
previamente definidos; sin preocuparse demasiado por las etapas para llegar al resultado
final. Lo importante es conseguir el objetivo. Aunque tiene la ventaja de garantizar más
libertad e individualidad a cada trabajador, la gestión puede convertirse en un lío si no se
documentan los procesos seguidos.
La gestión orientada a los procesos, en esencia es aquella que busca estandarizar las
operaciones y garantizar una mayor organización en toda la cadena de producción. Pero a la
vez; en este modelo también hay un gran interés por los resultados, ya que la búsqueda
constante de la mejora de los procesos tiene como objetivo resultados más interesantes y el
incremento de la eficiencia del negocio.
El Ciclo PDCA es una metodología empresarial guiada por la mejora continua y sistemática
de los procesos. Las siglas significan:
- Plan (planificar).
- Do (hacer).
- Check (verificar).
- Act or adjust (actuar o ajustar).
Hay una mayor organización de los procesos, con el objetivo de garantizar un
funcionamiento más eficiente y agilidad en la toma de decisiones.
Papel del gerente empresarial.
El director comercial gestiona y coordina las actividades del equipo. Su función es
optimizar los procesos internos y actuar como facilitador, planificando los calendarios de
entrega, fijando objetivos y siendo el medio de comunicación entre los equipos. Aunque no
tienen que "ponerse manos a la obra", deben entender lo que hace cada trabajador y sus
responsabilidades en el proceso global de producción. Además, debe tener un perfil
estratégico, visión de negocio, ser un buen mediador de conflictos y tener capacidad de
análisis del mercado y de la competencia.
La gestión empresarial es un concepto amplio, que abarca todos los ámbitos del entorno
empresarial. Aunque las empresas dependen de una serie de factores para tener éxito o no,
una buena gestión empresarial es fundamental en el éxito de una organización. Con
conocimientos técnicos, análisis de mercado precisos y creatividad, es posible superar los
escenarios negativos y evitar el cierre, incluso en medio de la crisis. Un buen gestor
también asegura el crecimiento constante de la empresa, con costos reducidos y procesos
más eficientes.
En definitiva, confecciona una visión completa de todo lo que hay que realizar a medio y
largo plazo, así como los puntos que se deben potenciar para alcanzar las metas
establecidas.
Tener una estrategia corporativa bien definida permite actuar de una manera más segura.
Además, se dispone de las herramientas para comprobar si se está yendo por el camino
correcto o si, por el contrario, se debe cambiar de rumbo. Es decir, resulta más fácil
manejar los imprevistos o dificultades que puedan surgir y tomar decisiones más
inteligentes. Por otro lado, una buena estrategia corporativa facilita crear alianzas
estratégicas que pueden contribuir a ser más eficientes, mejorar la calidad de los productos,
reducir costos, apostar por la innovación tecnológica o conseguir nuevos inversores.
Sin embargo, la administración de empresas es un campo de estudio interminable, por lo
que adquirir nuevas habilidades y conocimientos de manera constante resulta
imprescindible si se quiere liderar con solvencia las organizaciones y así contribuir a su
éxito.
Estructura organizacional.
Existen tres componentes clave en la definición de la estructura organizacional:
1. La estructura organizacional designa relaciones formales de subordinación, como el
número de niveles en la jerarquía y el tramo de control de los gerentes y supervisores.
2. La estructura organizacional identifica el agrupamiento de individuos en departamentos
y el de departamentos en la organización total.
3. La estructura organizacional incluye el diseño de sistemas para garantizar la
comunicación, la coordinación y la integración efectivas de los esfuerzos entre
departamentos.
Estos tres elementos de estructura pertenecen a los aspectos vertical y horizontal de la
organización. Por ejemplo, los primeros dos elementos son el marco estructural, que es la
jerarquía vertical. El tercer elemento pertenece al esquema de interacciones entre los
empleados de la organización. Una estructura ideal alienta a los empleados para que
proporcionen información horizontal y coordinación donde y cuando sea necesario.
La estructura organizacional se refleja en el organigrama. No se puede ver la estructura
interna de una organización como pudiera verse en la manufactura de herramientas, las
oficinas o los productos. Aun cuando pudiéramos ver empleados dedicados a sus
responsabilidades, a realizar diferentes tareas y trabajar en distintas ubicaciones, la única
forma en que, de hecho, se ve la estructura en la que está implícita toda esta actividad es
por medio de un organigrama. El organigrama es la representación visual de un conjunto
completo de actividades implícitas y procesos en una organización. En la figura 1.1 se
muestra un organigrama simple de una organización tradicional. El organigrama puede ser
bastante útil para entender cómo funciona una empresa. Muestra las diversas partes de una
organización, su interrelación y la manera en que cada posición y departamento encaja en el
todo.
Entorno específico.
Este entorno comprende aquellos elementos externos a la empresa que están relacionados
estrechamente con ella y, por tanto, tienen una influencia muy directa. Un ejemplo muy
claro son los clientes: sin ellos la empresa no tendría ingresos y, por tanto, desaparecería.
Además, es necesario orientar las actividades productivas y comerciales a satisfacerlos.
El análisis del entorno específico es fundamental a la hora de decidir dónde se ubica la
empresa. Los principales componentes del entorno específico son los siguientes:
- Proveedores: Como ya hemos visto, todas las empresas sin excepción necesitan una
serie de entradas o inputs para realizar su proceso productivo. Las empresas o personas
que los proporcionan se denominan proveedores. Cuando se trata de factores como
electricidad, agua, teléfono; a las empresas que los sirven se les suele denominar
suministradores.
- Clientes: Los clientes son los destinatarios del bien o servicio prestado por la empresa.
Pueden ser consumidores finales o bien otras empresas que usan esos productos como
inputs de sus procesos productivos.
- Competidores: Una empresa nunca puede perder de vista a aquellos que pueden hacerle
la competencia, bien porque ofrezcan el mismo tipo de producto o porque ofrezcan un
producto alternativo.
- Entidades financieras: Las más comunes son los bancos, que prestan dinero a las
empresas a cambio de un interés. Constituyen un elemento indispensable para la
financiación de la empresa.
- Administración pública: Con este término nos referimos no sólo al Estado y a las
comunidades autónomas, sino también a las diputaciones provinciales y, sobre todo, a
los ayuntamientos. Es fácil comprobar la estrecha relación entre una empresa y la
municipalidad de donde se encuentra establecida: por ejemplo, para abrir un
establecimiento es necesario solicitar la licencia de apertura, y además hay que pagar
impuestos municipales.
- Mercado laboral: No en todas partes existen las mismas condiciones laborales. Estos
factores son muy importantes en la decisión de localización de una empresa. Los más
importantes son:
o Costos salariales. Constituyen una de las principales fuentes de costos de la
empresa, por lo que es lógico que los quieran reducir.
o Cualificación. En ciertos sectores se necesitan trabajadores con un alto nivel de
formación, por lo que las empresas deben instalarse en países y regiones donde
sea posible encontrarlos. Es lo que ocurre en el sector de las nuevas tecnologías
y en muchas empresas de servicios (bancos, sanidad).
- Comunidad: Finalmente, existe un elemento del entorno específico que en muchos
casos se olvida y, sin embargo, está fuertemente vinculado a la empresa: la comunidad
donde se inserta, con una estructura social determinada, una mayor o menor inquietud
por el medio ambiente y con un estilo de vida determinado.
Entorno general.
En este caso se refiere a factores no tan directamente vinculados a la empresa pero que en
muchas ocasiones tienen una influencia decisiva. Este entorno es más difícil de controlar,
pues depende de factores que están fuera del alcance de la empresa. Sin embargo, es
necesario efectuar un análisis y un seguimiento detallados de esta situación con el objeto de
adelantarse a posibles cambios. De este modo se tendrá capacidad de reacción para
aprovechar las oportunidades que surjan o para protegernos ante futuras amenazas. En la
siguiente tabla se encuentra un ejemplo de cada uno de los componentes de este entorno:
Por otro lado, el sector empresarial puede definirse como grandes áreas o segmentos en los
que se dividen las actividades económicas desarrolladas por la sociedad. Esta
categorización se realiza mediante tres sectores, que agregan empresas, negocios y puestos
de trabajo similares en su forma de ejecución y / o en su finalidad final.
Esta forma de dividir la producción económica de un determinado nivel territorial es de
gran utilidad para conocer el perfil socioeconómico de ese espacio (que puede ser un país,
estado o municipio) e incluso para la elaboración de políticas públicas orientadas a la
generación de empleos, económicos. recuperación y desarrollo, por ejemplo. A través de la
sectorización de las actividades económicas, es posible identificar dónde se asigna la mano
de obra de un territorio y comprender la composición de su Producto Interno Bruto (PIB)
en función de la producción.
La importancia de distinguir el sector empresarial viene porque existen grandes diferencias
entre una empresa que opera en el sector primario y una empresa que brinda un servicio.
También existen grandes diferencias entre empresas dentro del mismo sector. Por ejemplo,
una mina de carbón y una granja están en el sector primario, pero son muy diferentes.
Además, un negocio que produce chocolate es diferente de un negocio que produce
neumáticos para automóviles, pero se encuentran en el mismo sector. Los sectores
comerciales comprenden una variedad de empresas diferentes. Algunos son pequeños, otros
son grandes. Algunos pueden configurar como corporaciones, sociedades, o individuales.
Algunos pueden tener su base en el hogar, mientras que otros operan en docenas de fábricas
en todo el país. Los sectores de la economía son parte integral del ciclo económico de
países o regiones.
En el capitalismo, los sectores primario, secundario y terciario están interconectados y
hacen girar la economía. Para entender más sobre la economía de un país, basta con
analizar cuál de los tres sectores es más importante o destacado para las actividades
económicas de un territorio determinado. Dependiendo del desarrollo económico de un
país, es posible entender qué sector es predominante. Los países más desarrollados, por
ejemplo, no invierten mucho en el sector primario. Por otro lado, los países considerados
subdesarrollados tienen la agricultura familiar como su principal o única fuente de ingresos.
Sectores de la economía.
Sector primario.
Sector secundario.
Sector terciario:
El sector terciario de la economía se puede definir como aquel que aglutina todas las
actividades relacionadas con los servicios prestados por empresas y particulares, así como
el comercio. Este segmento es mucho más amplio que los dos descritos anteriormente y
abarca los más diversos tipos de profesionales, ya sean proveedores de servicios formales o
trabajadores informales. Se puede citar a profesores, investigadores, abogados,
comerciantes, mecánicos, agentes de viajes y turismo, vendedores, asistentes, conductores,
meseros, asistentes de telemarketing, desarrolladores, profesionales del entretenimiento y la
cultura, y muchos otros que trabajan brindando algún tipo de servicio a un consumidor
directo. La gestión y todos los servicios relacionados con el ámbito público, como salud,
educación, defensa y limpieza urbana, por mencionar algunos de los más importantes del
sector terciario. Además, no podemos olvidar que el turismo, las finanzas, el transporte y el
sector inmobiliario pertenecen al tercer sector de la economía.
El sector terciario es hoy el principal segmento económico en lo que respecta a la economía
a escala mundial y también a escala nacional, teniendo en cuenta un análisis detallado del
PIB y la composición de la población activa en varios países. El sector representa el 63%
del PIB mundial y emplea aproximadamente a la mitad de su fuerza laboral.
Mega tendencias del sector.
Una “Mega tendencia” es la dirección dominante que toman determinados elementos que
tendrán gran influencia en la sociedad durante una década o más. Se trata de fuerzas
transformadoras que impactan en países, comunidades, organizaciones y economías y que
cambian de forma dinámica. Pueden identificarse Mega tendencias en los nuevos
comportamientos de la sociedad, la economía, la política o la tecnología. Su análisis
permite localizar riesgos y oportunidades, facilitando la definición del camino a seguir en
los próximos años.
La revisión del Modelo EFQM (el modelo de excelencia de la “European Foundation for
Quality Management”) realizada en 2019, que dio lugar al nuevo Modelo EFQM 2020 de
Transformación Empresarial, había tomado en cuenta una serie de Mega tendencias que las
empresas excelentes debían analizar para la definición de sus estrategias. Sin embargo, los
tres últimos años han supuesto tal cambio en la sociedad y la economía (entre otros, con la
pandemia y las medidas que se tomaron para controlarla, y con la guerra de Ucrania, tan
cercana para todos los países europeos) que algunas de estas Mega tendencias han de ser
matizadas y, a su vez, otras tendencias toman fuerza y deben ser incluidas en los análisis
estratégicos.
Entre las principales mega tendencias para el 2023, se tienen:
Se debe ser consciente del impacto de la inestabilidad política en las organizaciones. Las
guerras (como la de Ucrania), los cambios de gobierno en España y en las principales
economías del mundo, la polarización de las sociedades en el ámbito político, la crisis
económica y de recursos que ha creado la pandemia de COVID19 (impactando
principalmente en una inflación importante y un crecimiento comedido o inexistente del
PIB: estanflación), el incremento de la demanda de recursos pero con limitación de su
disponibilidad, son todas variables que han ido creando un contexto de incertidumbre y
volatilidad política y económica, con impacto directo en las sociedades y las empresas.
Se constata que:
- La incertidumbre internacional se traslada a los gobiernos nacionales y locales, lo que
afecta a la gestión de los recursos públicos.
- Los mercados de la energía están en un momento de volatilidad con precios al alza,
provocando inflación y sobrecostes en todas las actividades.
Las organizaciones deben utilizar los recursos existentes, de forma eficiente y sostenible,
para disminuir la contaminación medioambiental y seguir siendo competitivos. El
incremento del consumo es constante y seguirá aumentando de forma acelerada. La
cuestión es que los bienes producidos utilizan recursos naturales que no siempre se
regeneran. Teniendo en cuenta los escenarios mapeados por Naciones Unidas, un escenario
moderado nos lleva a que, si las tendencias de población y consumo se mantienen, en 2030,
la humanidad necesitará el equivalente a dos planetas Tierra para soportar la vida del
hombre. En 2022, los cálculos muestran que se necesitan 1.75 planetas Tierra para hacer
frente a la demanda mundial de recursos (Global Footprint Network, 2022).
Energía: Se proyecta un incremento de la demanda de energía de alrededor de un 14% para
2050, y se estima que la demanda mundial de energía eléctrica se triplicará de aquí a 2050
(“Global Energy Perspective 2022” McKinsey). Teniendo en cuenta que el sector de la
energía es responsable de casi tres cuartas partes de las emisiones que ya han situado las
temperaturas por encima de 1.1ºC sobre la época preindustrial, este sector tendrá que estar
en el centro de las soluciones contra el cambio climático. La energía renovable será la que
experimentará un mayor crecimiento (el 43% de la energía eléctrica generada en 2030
provendrá de estas fuentes); si bien, según el informe World Energy Outlook 2022, estamos
muy lejos de lograr la descarbonización para el año 2050 (“World Energy Outlook 2022”,
IEA).
Agua: El agua es esencial para la vida y para el desarrollo humano. Aunque el 70% de la
superficie de la tierra está cubierta por agua, sólo el 2.5% es agua dulce y sólo el 1% es apta
para el consumo humano. Se espera que la demanda de agua siga creciendo hasta 2050 en
aproximadamente un 20-30% sobre el nivel de 2016 (“UN World Water Development
Report 2019”, Naciones Unidas). Por tanto, uno de los grandes retos del desarrollo
sostenible es mantener el crecimiento y abastecer a la creciente población preservando los
recursos hídricos.
Crecimiento de la urbanización.
Las crisis ambientales y de salud tienen impactos en las sociedades con importantes
consecuencias económicas (para las empresas y para las administraciones públicas),
notablemente provocadas por los desastres ambientales y las pandemias, y pueden conllevar
un incremento elevado de la mortalidad y de la carga sobre los sistemas públicos.
Medio ambiente: El cambio climático es el mayor reto ambiental al que nos enfrentamos
actualmente, y las distintas naciones del mundo ya han integrado en gran medida este
aspecto en sus políticas, además de firmar compromisos de limitación del calentamiento
global y adaptación a este cambio. Asimismo, es importante conocer los límites del planeta
(Stockholm Institute, 2022) que se están sobrepasando, y aquellos que están cerca de
hacerlo, para tomar conciencia de la dimensión de la crisis ambiental y priorizar las
acciones a llevar a cabo.
Se han superado 6 límites:
- Cambio climático.
- Renovación del agua (en el caso del agua disponible para las plantas, “green
wáter”).
- Integridad de la biosfera (tasa de extinción de especies).
- Capacidad de renovación de suelos.
- Flujos bioquímicos (nitrógeno y fósforo).
- Nuevas entidades contaminantes (incluyendo plásticos).
Asimismo, se está llegando al límite seguro de nivel de acidificación de los océanos.
Salud: Desde el punto de vista de la salud, la pandemia de COVID19 ha cambiado la forma
de vivir y relacionarse de las personas, y ha acelerado algunas tendencias que ya venían
observándose:
- Una mayor conciencia de la salud en la población, lo que conlleva una nueva manera de
vivir, sobre todo entre los jóvenes.
- Un aumento de la esperanza de vida conforme avanza la ciencia, junto con la tendencia
a tener menos hijos por familia, generando el envejecimiento de las sociedades más
avanzadas.
La revolución digital llega a todos los sectores y no tiene fronteras, por lo que afecta a la
demanda y a la forma de ofrecer productos y servicios, impactando en el enfoque mismo de
los negocios. A nivel global, la transformación digital, que ya era necesaria e importante
antes, con la pandemia del COVID-19 se ha hecho urgente:
- En la esfera empresarial, el uso de la tecnología paulatinamente afectará a todos los
procesos internos, de gestión y de relación con el entorno.
- En la esfera personal, la digitalización y las nuevas herramientas y tecnologías permiten
a las personas autonomía y capacidad de gestión. Los consumidores cada vez organizan
sus actividades con mayor autonomía en el plano profesional y en el personal, apoyados
en la tecnología en internet y en las apps.
La UE considera la revolución digital como una de las Megatendencias principales a tener
en cuenta a la hora de legislar y transformar las organizaciones (“Economics of the digital
revolution”, UE, 2020). Marcan la automatización, la robotización, y el desarrollo de la
inteligencia artificial como los elementos clave de esta transformación.
Incremento de la regulación.
Economía compartida.
Se imponen nuevos puestos de trabajo, con nuevos roles, habilidades y competencias. Los
cambios tecnológicos y digitales de los últimos años, la necesidad de adaptación a los
nuevos paradigmas sociales y ambientales, así como el aumento de la regulación de todos
estos aspectos a nivel europeo y nacional, han propiciado la aparición de nuevas
necesidades de perfiles especializados en estos aspectos. Y es que se estima que el 85% de
las
que existirán en 2030 aún no se han inventado (“Realizing 2030: A Divided Vision of the
Future”, Dell Technologies, 2019).
Asimismo, los propios puestos de trabajo requieren de una actualización de competencias
en línea con todos estos aspectos, que permita el avance social y económico de las
organizaciones a la par con las necesidades del entorno. Destacan competencias en materia
de digitalización y de gestión ambiental. La gestión de la información en todos los ámbitos
de la empresa será también una variable crítica y fundamental en la alineación de las
estrategias de la empresa de cara a estos nuevos paradigmas de capacitaciones
profesionales.