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CUENCA, 7 de junio de 2019

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VIGILIA DE PENTECOSTÉS
1. RITOS INICIALES

A. AMBIENTACIÓN INICIAL

* Vigilia viene del verbo "velar", "estar despierto". Una vigilia


es fundamentalmente una noche de vela, una noche de oración,
de espera, de preparación de un acontecimiento. La tarde-
noche tiene algo especial para la oración. Jesús mismo pasaba
las noches en oración, o se levantaba al amanecer.

* La vigilia de Pentecostés es culminación del tiempo pascual.


Jesús resucitado deja su Espíritu y la Iglesia naciente inicia
una nueva etapa continuando la obra emprendida por su Señor.

* Pentecostés no es una fiesta aislada. La Pascua dura cincuenta


días. Pentecostés es tiempo de plenitud, de tomar conciencia de
lo que somos por la fuerza del Espíritu. En este tiempo, María
tiene también un sitio. Ella estaba allí, reunida con los
Apóstoles asistiendo al nacimiento de la Iglesia.

CANTO:

B. SALUDO DEL CELEBRANTE

Bienvenidos a esta celebración de la vigilia de Pentecostés: Que


la fuerza del Resucitado os inunde con su energía poderosa, os
vigorice en vuestras luchas y os consuele en vuestros
sufrimientos. El Señor esté con vosotros.

C. RITO PENITENCIAL

Les invito a presentarse ante nuestro Dios tal como cada uno es
y está en este momento. Abrimos nuestras manos haciendo con
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ellas un cuenco. Permanecemos unos instantes en silencio.
Nuestra oración es sencillamente nuestra postura de manos. Si
el corazón tiene algo que decir, que lo diga. De lo contrario, que
hable nuestro cuerpo, nuestras manos en forma de cuenco.
Tiempo de silencio y oración. Música de fondo suave mientras
dura el gesto.

ORACION Al ESPIRITU SANTO

Oh, Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo. Inspírame ser
siempre razonable en mi pensar, acertar lo que voy a decir, cuando
me convienen hablar y cuando me conviene callar, ilumíname para
escribir, impúlsame para actuar, que tengo que hacer para saber
perdonar procurando tu mayor gloria y bien de las alma y mi propia
santificación. ¡Espíritu Santo ilumina mi entendimiento y fortalece
mi voluntad! Amén"

Las 9 virtudes del fruto del Espíritu que transformarán tu vida

La vida con Jesús es como un árbol que crece, madura y da fruto.


Según creces en tu andar con Jesús, el Espíritu Santo transforma
tu vida y te ayuda a ser más maduro.
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley
que condene estas cosas. (Gálatas 5:22-23)

1. AMOR
Cuando tienes el amor de Dios en tu
corazón, aprendes a amar más a las
personas a tu alrededor y a ti
mismo.

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2. ALEGRÍA
Como creyente sabes que la
tristeza no dura para siempre.
Aun en medio de las dificultades
puedes encontrar alegría en la
salvación.

3. PAZ
Cuando confías en Dios, aprendes a
echar al miedo a un lado y a
encontrar la verdadera
tranquilidad.

4.
PACIENCIA

La paciencia llega cuando logras


entender que Dios sabe cuál es el
momento perfecto para que
sucedan las cosas. Él promete
ayudarte. Solo debes creer y
esperar.

5. AMABILIDAD

Dios transforma tu relación con las


demás personas ayudándote a ser menos
insensible y a tener más amabilidad.

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6. BONDAD
Es bueno hacer el bien. Cuando
logras entender todo lo bueno
que Dios ha hecho por ti querrás
hacer cosas buenas por los
demás.

7. FIDELIDAD
La fidelidad implica ser una persona de confianza, alguien que no se
echa para atrás luego de dar su palabra. Dios te ayuda a ser fiel a
Él y a los demás.

8. HUMILDAD,
MANSEDUMBRE
Jesús era manso y trataba a
las personas con amor. Él no
buscaba vengarse ni respondía
con maldad a quienes lo
trataban de mala manera.

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9. DOMINIO PROPIO
El dominio propio es una señal
de fuerza. Dios te ayuda a
actuar con sabiduría aun en
medio de las situaciones
difíciles.

¡Permite que el Espíritu Santo


transforme tu vida! Sigue creciendo y usa el fruto del Espíritu.

COMPAC. INTRODUCCIÓN A LA REFLEXIÓN-ORACIÓN DEL


GRUPO

El Espíritu de Jesús no tiene un mensaje distinto que decirnos


que el de Jesús. Es quien nos recuerda “re-cordar”, significa
etimológicamente "volver a pasar por el corazón) lo que Jesús
nos dijo, la sustancia de su mensaje. Y eso es precisamente lo
que a continuación vamos a tratar de hacer. Dejemos que el
Paráclito se convierta en MEMORIA DE JESUS.

CARTEL y da una EXPLICACIÓN, tras un momento de reflexión


los participantes, hacemos oración en torno a ese don para
nosotros o para alguna persona que sepamos que la necesita.

División de grupos por dones

Redactar en el grupo una pequeña oración para pedir a Dios por el


don que se ha trabajado, para crecer como comunidad que vive la
esperanza en el Espíritu Santo.

D. TEXTOS PARA MEDITAR

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1. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA SABIDURÍA.
(ORACIÓN)

Este don, que Tú regalas, Señor, es el don del buen gusto en


las cosas. El saber discernir, disfrutar, agradar. La
espontaneidad con Dios y la familiaridad con los hombres. La
facilidad de moverse con soltura en cualquier ambiente.
Saber gustar donde la gente se intoxica; saber disfrutar
donde todo el mundo tiene prisa por llegar a donde nunca
llega y hacer lo que nunca hace.
El don de vivir y apreciar la vida. Por la sabiduría, que es un
don que se aprende con el corazón, saboreamos y gustamos lo
bueno que es el SEÑOR. Por esta sabiduría aceptamos
TODO lo que en nuestra vida pasa, viendo en todos los
acontecimientos la historia de amor que Dios va escribiendo
junto a nosotros: nuestra propia historia. TIEMPO DE
ORACIÓN

2. DANOS, SEÑOR, EL DON DEL ENTENDIMIENTO.


(ACROSTICO)

Con este don, Señor, podemos leer por dentro, estudiar a


fondo, llegar al corazón de las cosas. Por el don del
entendimiento llegamos a calar en el sentido y en el porqué
de las cosas y de nuestra propia vida, a veces tan difícil de
entender. Por este don nos hacemos capaces de
sorprendernos gratamente con las personas que nos rodean.
Ellas, como son, nos son entregadas como don de Dios. Por
este don del entendimiento podemos reconocer la mano de
Dios donde otros sólo ven casualidades. Con este don del

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entendimiento, en definitiva, vemos con los ojos de Dios.
TIEMPO DE ORACIÓN

3. SEÑOR, DANOS EL DON DEL CONSEJO. (UNA FRASE)

Por este don Tú nos ayudas a vivir y nos ayudas a tomarlas


verdaderas y más importantes decisiones que afectan a
nuestra vida y a la vida de los demás, porque la vida tiene
sentido cuando se entrega. Es escuchar atento y callado
cuando alguien nos cuenta sus desánimos y sus confusiones,
creando un espacio en el que, el que habla, pueda entrar en sí
mismo y encontrar la salida más adecuada a lo que le
preocupa. Este don del consejo es el que nos une unos a otros
para buscar conjuntamente, y para animarnos en el camino
que nos lleva hacia Ti. EXPLICACIÓN TIEMPO DE
ORACIÓN

4. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA FORTALEZA. (UNA CANCION)

Con este don, Tú nos das, Señor, el valor, la constancia y la


perseverancia. Porque la vida no puede vivirse a pedazos,
hay que definirse, hay que “mojarse”; y para eso necesitamos
la tenacidad y la fortaleza. Necesitamos este don para
hacer frente a tantas cosas que nos quieren apartar del
proyecto de Dios; y no tanto cosas fuera de nosotros, que
también las hay, sino cosas que dentro de nosotros están
luchando y tratando de apartarnos de la fidelidad al plan de
Dios. Un don para que no seamos gente que empieza y nunca
sigue ni termina el camino del bien empezado. Constancia y
perseverancia para alcanzar, ayudados por Dios, la santidad a
la que Él nos llama. TIEMPO DE ORACIÓN

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5. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA CIENCIA.

Una ciencia secreta por la que podemos entender la


naturaleza y ver en ella a Dios que la creó. Ver en su belleza,
en su grandeza y en su verdad el reflejo de la verdad y de la
belleza que tienen en Dios su fuente. El don de la ciencia que
no se aprende en libros sino en el diálogo íntimo y secreto
con el Maestro: Cristo crucificado.
Porque la cruz de Cristo es la cátedra en la que se aprende la
ciencia del amor por la que se bendice a Dios por todo lo que
hace en nuestra vida, y sabemos que nada nos podrá separar
del amor de Dios. TIEMPO DE ORACIÓN

6. SEÑOR, DANOS EL DON DE PIEDAD.

El don de sentirnos hijos de Dios. Sentir ternura, admiración


y afecto hacia Dios como Padre, y sentirnos hermanos de los
demás y amarlos, porque Dios mismo nos los ha dado como
hermanos. El don de piedad por el que sabemos vivir
profundamente la amistad.
Tener amigos con los que compartir lo que somos; para poder
abrir nuestro corazón y descansar en la confianza. Un don,
sobre todo, por el que podemos llamar y sentir a Dios como
padre, y por el que nos atrevemos a llamarlo cariñosamente
Papá (Abba). TIEMPO DE ORACIÓN

7. SEÑOR, DANOS EL DON DEL TEMOR DE DIOS.

UN TEMOR QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL MIEDO. Es un


sentimiento profundo por el que valoramos de tal manera el
don del amor que dios nos da, -que es lo mismo que darse a sí
mismo, porque es amor- que tememos perderlo, como

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tememos perder el tesoro más precioso que tengamos. Un
don que nos lleva a respetar y reverenciar a Dios, porque
sabemos que Dios es Dios, y es el que sabe lo que nos hace
falta y nos conviene. TIEMPO DE ORACIÓN

G. ORACIÓN DE LOS FIELES

-CELEBRANTE:

Esta es la fe de la Iglesia. En su seno vimos la acción del


espíritu de Dios y proclamamos ante los hombres que Dios
nos quiere y que Dios nos libera:

 Para que la Iglesia sea recinto de verdad.


Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los que sufren se sientan


confortados
Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los que dudan sean confirmados


en la verdad
Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los que buscan encuentren


Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los descarriados vuelvan


Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los que vacilan sean orientados


Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

 Para que los que no ven vean


Todos: ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU

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3. RITO DE DESPEDIDA

a. PADRENUESTRO

Recitar el Padre nuestro es un signo de la presencia del


Espíritu en medio de la comunidad y en cada uno de
nuestros corazones. Recordad: "Nadie puede decir Jesús
es Señor sin la fuerza del Espíritu" . Por este Espíritu que
reza en nosotros, nosotros podemos rezar: Padre
nuestro...

b. GESTO DE LA PAZ

c. ORACIÓN FINAL

Señor, tú que fecundas la creación entera con tu aliento


de vida: santifica a los que formamos tu Iglesia con el
fuego que tu Hijo ha dejado prendido en la tierra.

Concede la unidad de corazón a quienes vivimos de una


misma fe, para que al unísono podamos alabarte como la
única fuente de la que manan todos los dones.

Concédenos adentrarnos en el silencio y en la oración


para recibir en nosotros con docilidad y alegría la fuerza
del Espíritu de tu Hijo, que hoy, como un nuevo
Pentecostés quiere derramarse sobre nosotros.
Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.

d. BENDICIÓN FINAL

 El Dios Padre del cielo y tierra que iluminó las


mentes de sus discípulos derramando sobre ellas el

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Espíritu Santo os alegre con sus bendiciones y os
llene con los dones del Espíritu Consolador. AMÉN.
 Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo
y Espíritu Santo descienda sobre vosotros. AMEN.
B. CANTO FINAL

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Esperamos con María, el don del
Espíritu Santo
CUENCA, 8 de junio de 2019
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1. INTRODUCCIÓN
En Pentecostés estuvo presente María, en torno a los apóstoles,
esperando la llegada del Espíritu. Hoy también nosotros estamos en
torno a ella. Nos adherimos a su Corazón orante y expectante, para
dejar que nos invada el ardiente viento del Espíritu del Señor.

CANTO:

2. ORACIÓN INICIAL

Señor, Dios, que prometiste derramar el Espíritu de los últimos


tiempos, míranos reunidos con María, la mujer del corazón lleno de
confianza, en espera ardiente de su venida. Abre nuestros
corazones a su acción para que fructifiquen en nosotros sus siete
dones. Permite que nos transformen en familia nueva guiada por la
ley del Espíritu.

Ven Espíritu Santo. Ven sobre nosotros, ven entre nosotros, ven
dentro de nosotros. Haz que vivamos de tu vida, que caminemos a tu
ritmo. Ven, Espíritu de Unidad, a nuestra familia y al mundo entero.
Te esperamos. Nos abrimos a tu presencia, a tu vida que es la vida
de Dios, al amor; a la paz.

Todos: VEN, ESPÍRITU SANTO.

Ven Espíritu Santo: sé nuestro mejor perfume, nuestra alegría


secreta, nuestra fuente inagotable de luz, nuestro sol y nuestra
hoguera, nuestro aliento y nuestro viento, nuestro huésped y
consejero. Ven, Espíritu Santo, amigo, Ven, Espíritu Santo.
(Silencio con fondo musical).

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3. LECTURA: HECHOS 1,14.2, 1-4

"Todos los discípulos perseveraban en la oración con un mismo


espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de
Jesús, y de sus hermanos... Al llegar el día de Pentecostés, estaban
todos reunidos en el mismo lugar. De repente un ruido del cielo,
como de viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban,
y vieron aparecer unas lenguas como de niego que se repartían
posándose encima de cada uno. Se llenaron de Espíritu Santo y
empezaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les
concedía expresarse".

4. MEDITACIÓN: DERRAMA, SEÑOR, TU ESPÍRITU

(Antes de que un lector vaya haciendo las invocaciones a cada don


del Espíritu, se van encendiendo sucesivamente cada una de las
velas que llevan la inscripción del don correspondiente).

SABIDURÍA (se enciende la vela correspondiente).

Derrama, Señor, tu Espíritu de sabiduría que nos haga


experimentar la belleza que envuelve todas las cosas, saboreándolas
en nuestro interior. Que nos lleve a mirar la vida como si viéramos
con los ojos luminosos de María, para comprender el buen sentido
de las cosas. (Momento de silencio).

Pidamos con María el don de la Sabiduría para saber discernir


siempre el bien.

AMOR (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, Señor, tu Espíritu que nos enseñe el arte de amar al estilo


de Jesús. Pon fuego en nuestros corazones que nos mueva a
entender la vida como servicio discreto y silencioso, cordial y

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cariñoso como supo hacer magistralmente María. Enséñanos a
construir los caminos que hacen que los hombres tengan un solo
corazón y destruyan las barreras que los dividen. (Momento de
silencio).
Pidamos con María que nos conceda el don del Amor para amar y
servir siempre a nuestros hermanos.

FORTALEZA (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, Señor, tu Espíritu de fortaleza que nos haga superar


todas las dificultades, eludir todos los peligros, resistir cualquier
ataque. Que, como a María en Cana, nos mueva a tomar iniciativas
atrevidas por los otros; a llegar hasta el calvario y permanecer
junto a tu cruz; a perseverar en la oración, en la fe, en la espera...
(Momento de silencio).

Pidamos con María el don de ser fuertes cuando nos encontremos en


peligro

CONSEJO (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, Señor, tu Espíritu de consejo, que nos haga a la vez


prudentes para distinguir el bien del mal y audaces para tomar
sabias determinaciones, para saber consolar, conversar, callar,
acompañar, iluminar, sonreír., a los otros. Enciende su luz brillante
en nuestra vida y así derramemos sobre los demás, como María, el
suave bálsamo curativo del Evangelio. (Momento de silencio).
Pidamos con María el don de consolar a los que sufren a los
enfermos a los tristes.

CONTEMPLACIÓN-PIEDAD (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, Señor, entre nosotros el Espíritu que nos hace contemplar


el rostro de Dios. Que descienda y anide en nosotros y nos
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convierta en orantes. Personas que, como María, escuchan, acogen y
viven la Palabra de Dios; que descubren la voz y la presencia del
Señor en el mundo, que la meditan con el corazón y que transforman
la propia vida en vida de Dios. Que tu Espíritu nos transfigure.
(Momento de silencio).

Pidamos con María el don de orar, sobre todo cuando la fe


desfallece

AUDACIA (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, Señor, entre nosotros tu Espíritu de audacia que nos dé


fuerza y valentía para anunciar el Evangelio sin miedos, ni
complejos. El Espíritu que nos libre de la cobardía y nos transforme
en testigos arriesgados y audaces para repetir con María a todos:
"Haced lo que Él os diga". Danos, Señor, este don tan apostólico y
misionero. (Momento de silencio).

Pidamos con María la audacia evangélica para anunciar siempre tu


Palabra

MISERICORDIA (se enciende la vela correspondiente)

Derrama, señor, tu Espíritu de misericordia y de paz que nos haga


percibir los latidos del perdón y de la cercanía amorosa de Dios.
Que, al sentirnos amados y perdonados por El, le imitemos siendo
cercanos, solidarios, comprensivos, condescendientes, tolerantes,
misericordiosos,... con todos. Otórganos abundancia de ese buen
Espíritu que nos serene y transforme en bienaventurados.
(Momento de silencio).

Pidamos con María ser misericordiosos sobre todo con los que nos
ofenden.

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PADRE NUESTRO: Terminemos nuestras oraciones rezando todos
juntos. Mantenemos las palmas de las manos levantadas en alto
hacia arriba en actitud de acogida del Espíritu en sus dones.

5. ORACIÓN FINAL

Espíritu Santo, Tú nos cambias por dentro y nos ayudas a vencer las
dificultades. Espíritu Santo, Tú nos ayudas a entender mejor las
palabras de Jesús y nos haces parecemos a Él. Espíritu Santo, Tú
nos ayudas a hablar de Jesús, a pedir para que pronto le conozcan
en todo el mundo. TU ESTÁS CON NOSOTROS. ¡GRACIAS!

CANTO.

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SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
 CUENCA, 9 de junio de 2019

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AMBIENTACIÓN:
Cristo cumple su promesa y envía el Espíritu Santo a la Iglesia
naciente y a la Iglesia de todos los tiempos, para iluminar a todos
los hombres en el conocimiento de la verdad revelada, y guiarnos y
sostenernos en el camino hacia la Casa del Padre. "Y el Espíritu
Santo, descendiendo sobre ellos con fuerza extraordinaria, los hizo
capaces de anunciar a todo el mundo la enseñanza de Cristo Jesús.
Como entonces los Apóstoles, también nosotros nos encontramos
reunidos en un gran cenáculo de Pentecostés, anhelando la efusión
del Espíritu."
SALUDO INICIAL

2. PENITENCIAL

a) Viene el Espíritu Santo y nos encuentra con los corazones


blindados. Cerrados a los demás y bloqueados para las cosas de
Dios. Señor ten piedad (Se puede ofrecer un candado o unas
cadenas)

b) Viene el Espíritu Santo y nos encuentra divididos. Que nos inunde


su fuerza para que busquemos los caminos de la reconciliación.
Cristo ten piedad (Se puede presentar una hoja con palabras
como: guerra, violencia, terrorismo, idiomas…)

c) Viene el Espíritu Santo y nos encuentra fríos, apáticos. Que su


presencia ilumine los caminos de nuestro vivir para que no perdamos
de vista al Señor. Señor ten piedad (Se puede presentar un farol
con una vela)

GLORIA

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LITURGIA DE LA PALABRA
1ª. LECTURA:                       (Hch 2, 1-11)       
Escuchemos cómo se nos presenta la presencia transformadora del
Espíritu entre los Apóstoles. Con símbolos del Antiguo Testamento
se expresa el don sorprendente de Dios.

PRIMERA LECTURA
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el
mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una
fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se
encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de
fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse.
Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las
naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la
multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar
en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían:
« ¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos?
¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia
o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia
Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los
peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes,
todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios». Palabra de Dios.

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SALMO RESPONSORIAL
   103, 1ab. 24ac. 29b-31. 34
 

R.       Señor, envía tu Espíritu


y renueva la faz de la tierra.
 

Bendice al Señor, alma mía:


¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
¡Qué variadas son tus obras, Señor!
¡La tierra está llena de tus criaturas!  R.
 

Si les quitas el aliento,


expiran y vuelven al polvo.
Si envías tu aliento, son creados,
y renuevas la superficie de la tierra.  R.
 

¡Gloria al Señor para siempre,


alégrese el Señor por sus obras!
Que mi canto le sea agradable,
y yo me alegraré en el Señor.  R.  

2ª. LECTURA:                 (1 Co 12, 3b-7. 12-13)         

Pablo escribe a la comunidad de Corinto, y en ellos a nosotros,


dando el criterio para conocer si realmente todo proviene o no de
Dios; el criterio es la fe y la adhesión a Jesucristo, y el servicio y
cohesión comunitarios.

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SEGUNDA LECTURA
  Todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu
  para formar un solo Cuerpo
 

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los


cristianos de Corinto
12, 3b-7. 12-13
 

Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado
por el Espíritu Santo.
Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden
del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo
Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el
que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se
manifiesta para el bien común.
Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es
uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino
un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos
hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo
Cuerpo -judíos y griegos, esclavos y hombres libres- y todos
hemos bebido de un mismo Espíritu. Palabra de Dios.

 Antes de escuchar el Evangelio, unámonos desde el fondo del


corazón, esta plegaria al Espíritu Santo, pidiéndole a Él que venga a
nosotros, nos renueve y acompañe

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SECUENCIA
 

Ven, Espíritu Santo,  

Sin tu ayuda divina


y envía desde el cielo
no hay nada en el hombre,
un rayo de tu luz.
  nada que sea inocente.
 
Ven, Padre de los pobres,
Lava nuestras manchas,
ven a damos tus dones,
riega nuestra aridez,
ven a damos tu luz.
  sana nuestras heridas.
Consolador lleno de bondad,  

Suaviza nuestra dureza,


dulce huésped del alma
elimina con tu calor nuestra
suave alivio de los hombres.
  frialdad,
Tú eres descanso en el corrige nuestros desvíos.
trabajo,  

Concede a tus fieles,


templanza de las pasiones,
que confían en Ti,
alegría en nuestro llanto.
  tus siete dones sagrados.
 
Penetra con tu santa luz
Premia nuestra virtud,
en lo más íntimo
salva nuestras almas,
del corazón de tus fieles.
danos la eterna alegría.
EVANGELIO:                    (Jn 20, 19-23)     

Y ahora hermanos, es el mismo Jesús, el Señor Resucitado, quien


promete a sus discípulos y hoy a nosotros, su gran legado: el don de
su Espíritu.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 20, 19-23

  Al atardecer del primer día de la semana, los discípulos se


encontraban con las puertas cerradas por temor a los judíos.

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Entonces llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: « ¡La
paz esté con ustedes!»

Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los


discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.

Jesús les dijo de nuevo:


« ¡La paz esté con ustedes!
Como el Padre me envió a mí,
Yo también los envío a ustedes».
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió:
«Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados
a los que ustedes se los perdonen,
y serán retenidos
a los que ustedes se los retengan».

Palabra del Señor.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Y ahora, bajo el impulso del Espíritu Santo, que ora en nuestro


interior, dirijamos al Padre del Cielo nuestra oración filial, en
la que le pedimos por las necesidades de la Iglesia y por las de
todos los hombres.

A cada una de las intenciones responderemos orando:

"SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

1.- Para que en la Iglesia, el Espíritu Santo, Dios mismo en el


corazón de cada creyente y en el corazón de la humanidad, nos
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ayude a ser cada día más dóciles a sus inspiraciones que
nos conducen a la salvación. OREMOS AL SEÑOR

 "SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

2.- Para que nuestro querido Papa Francisco siga siendo el


permanente ejemplo de anuncio del Evangelio a todos los hombres y
hasta los confines del mundo. OREMOS AL SEÑOR

"SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

 3.- Para que nuestro Obispo, asistido e iluminado


permanentemente por el Espíritu de tu Hijo, pueda guiarnos para
formar una comunidad diocesana unida por un auténtico amor.
OREMOS AL SEÑOR

 "SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

4.- Para que tu Santo Espíritu ilumine la mente de nuestros


gobernantes y de todo nuestro pueblo, y así el odio se convierta en
amor, el sufrimiento en gozo y podamos vivir en verdadera paz.
OREMOS AL SEÑOR

 "SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

5.- Para que tu Santo Espíritu que todo lo renueva, conceda la salud
a los enfermos, el consuelo a los que viven tristes y la salvación a
todos los hombres. OREMOS AL SEÑOR

 "SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"
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6.- Para que todos los cristianos dejemos que el Espíritu Santo
actúe en nuestros corazones y transforme nuestras vidas, para que
toda ella sea un compromiso a ser verdaderamente los discípulos de
tu Hijo y los testigos de su resurrección. OREMOS AL SEÑOR

 "SEÑOR, ENVÍA TU ESPÍRITU Y RENUEVA LA FAZ DE LA


TIERRA"

CELEBRANTE: Padre bueno, queremos continuar el camino de tu


Hijo; haz que nos dejemos llenar de su Espíritu para ir
realizando, cada vez más, su Reino en la vida de los hombres.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Se ofrecen velas rojas con los dones y frutos del Espíritu Santo
al entregarlas se dice:

VEN, ESPÍRITU DE SABIDURÍA, DE ENTENDIMIENTO, DE


CIENCIA

Líbranos de nuestras cegueras y tinieblas, de nuestras dudas e


indecisiones, de nuestros fanatismos y prejuicios.

VEN, ESPÍRITU DE FORTALEZA

Para que venzamos nuestros miedos y debilidades,


nuestros pesimismos y depresiones, nuestros apegos ataduras,
nuestras parálisis y turbaciones.

VEN, ESPÍRITU DE PIEDAD Y SANTO TEMOR

No nos dejes caer en autosuficiencia y el orgullo, y danos un


corazón humilde y misericordioso, benévolo y protector para los
pequeños.

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VEN, ESPÍRITU DE CONSEJO, DE PRUDENCIA, DE
TOLERANCIA, DE PACIENCIA

Ayúdanos a ser guía para el que dude y maestro para el que no sabe.

VEN, ESPÍRITU DE CONSUELO, DE GOZO ÍNTIMO Y


ALEGRÍA DESBORDANTE.

Enjuga nuestras lágrimas, cura nuestras heridas, mitiga nuestros


dolores, transforma nuestros sufrimientos y haz que sepamos llevar
consuelo a los demás y transmitir a toda alegría y esperanza.

VEN, ESPÍRITU DE AMOR, DE TERNURA, DE GENEROSIDAD,


DE ENTREGA.

Haz arder nuestro corazón en tu santo fuego. Contágianos de tu


misericordia y enséñanos a amar.

SANTO

PADRE NUESTRO

SALUDO DE PAZ

CORDERO DE DIOS

COMUNION

ORACIÓN FINAL

Por tu presencia en nuestra vida


GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por tu soplo en nuestra fe
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por tu aliento en nuestras dudas
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por tu empuje en nuestro caminar

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GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por empujar a nuestra Iglesia
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por hacer fecundo nuestro apostolado
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por traernos la frescura de Dios
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por hacerte presente en el altar
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por encaminarnos hacia el Padre
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por aumentar nuestra fe
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por promover tantas cosas buenas
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por habitar en nuestros corazones
GRACIAS ESPIRITU SANTO
Por rescatarnos de nuestra desesperanza
GRACIAS ESPIRITU SANTO

DESPEDIDA:

Nuestro compromiso es el de los primeros cristianos: reunidos en la


misma fe y en la celebración de la Eucaristía, nos dispersamos
ahora a proclamar las maravillas de Dios en nuestras propias
lenguas y en la diversidad de la vida de cada uno de nosotros, para
que todos las puedan entender. AMÉN

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