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Título del diálogo: Dialogando sobre los Fundamentos Psicopedagógicos de

la Educación Superior
Participantes: Franklin Apaza, Adela Callisaya, Silvia Apaza, Brian Averanga, Gregory Beltran,
Yesenia Cahuaya, Jesús Castro, Yamile Colodro, Aleja Cuevas, Moisés Chiquipa.

Contexto del encuentro: Cafetería “La Cubana”, un ambiente cálido de la ciudad de La Paz, es el
escenario donde un grupo de 10 amigos de colegio se reúnen después de seis años. Los primeros
en llegar al encuentro son Gregory y Aleja, como siempre los más puntuales, con un fuerte abrazo
inician una conversación sobre la educación superior que decidieron emprender.

GREGORY: Aleja, ¿cómo estás? Qué gusto verte. Mira, después de tanto tiempo nos
reencontramos.

ALEJA: ¿Qué tal Gregory? Feliz de verte, después de años volvemos a encontrarnos. ¿Qué será de
Brian, Silvia, Yamile, Yesenia, Jhovana y Jesús? Seguro ya llegan, pidamos algo del menú.

GREGORY: Perfecto, yo solo pediré un café. Te cuento que vi algunos compañeros, los encontré en
la universidad y me enteré que algunos estudiaron Informática, Enfermería, pero cuando lleguen
seguro nos contarán, mientras tanto, dime, ¿qué hiciste tú? ¿qué fue de tu vida?

ALEJA: Después de salir de colegio ingresé a un instituto y luego a la UMSA, a la carrera de


Comunicación Social. ¿Y tú?

GREGORY: Bueno, a lo largo de este tiempo vi que la educación en colegio fue más conductista,
según las teorías. ¿Recuerdas? los docentes eran como dioses, ahí arriba, y nosotros los que
recibíamos sus conocimientos, pero al entrar a la universidad esto cambia porque, por ejemplo, ya
no controlan la asistencia y depende de uno si hace o no la tarea. Aprendí mucho, conocí a
distintos docentes con los que debatía en el plano humanista, tomaban en cuenta a las personas y
no como en colegio que nos veían como objetos.

ALEJA: Eso me hace recuerdo que en el colegio no se permitía usar minifalda ni maquillaje ni tener
cabello largo, en el caso de los hombres, como parte de las reglas de disciplina. En la universidad
no existe esa exigencia.

GREGORY: No es tan mala la educación conductista, porque algunos son disciplinados, en cambio
en la universidad fue más liberadora y ya no opresora, pero mira, ya llegó Jesús. Hola Jesús
bienvenido, ¿qué quieres pedir? Ale ya pidió algo de comer.

JESÚS: Hola, ¿qué tal Gregory? Aleja, buenas noches, ¿cómo les va?

GREGORY: Tú, ¿cómo estás? ¿Entraste a la universidad?

JESÚS: No tuve la oportunidad de entrar a la universidad, pero sí a un instituto, estudié


Gastronomía, conocí a docentes rígidos que aplicaban el paradigma exógeno, que solo nos decían
qué hacer y nos llamaban la atención, pero también había docentes que tenían una manera
divertida y didáctica de enseñar, donde todos los compañeros podían participar. Era un ambiente
de mucha confianza, pero se perdía esa confianza con aquellos que imponen su clase.

GREGORY: Bien, un docente en la universidad hablaba del paradigma inmanente che y comparo
esto con los profes y docentes que se creían dioses. Miren ya llegó Jhovana, ¿cómo estás?

JHOVANA: Buenas noches chicos un gusto reencontrarlos. Me parece que hablaban de


paradigmas. Me hacen recuerdo al diplomado que tomé el año pasado y avance temas muy
importantes, les puedo compartir los paradigmas exógenos y endógenos. Quisiera hablarles del
paradigma exógeno, que tiene dos modelos educativos: de contenidos y de conductas. Bueno el
modelo de contenidos donde los estudiantes repiten, escriben y tratan de memorizar, plantea que
los estudiantes son como recipientes vacíos que deberían ser llenados de conocimientos, es decir
se entendía que el conocimiento se podía transmitir y esto formó la mayor parte de nuestra
educación. Seguro todos recordamos las veces que hemos memorizado, copiado o repetido, para
sentir que aprendíamos.

Qué decirles del modelo endógeno que se caracterizan por brindar estímulos que generen
respuestas que sean consideradas positivas dentro de un sistema social. Se entiende que los seres
humanos aprendemos desde procesos internos, desde experiencias y conocimientos previos,
desde deseos personales.

ALEJA: Faaa, ya nos volvimos expertos en temas educativos. Dime Jhovana, ¿qué carrera
estudiaste?

JHOVANA: Licenciatura en Enfermería Aleja y veo que todos estudiamos diferentes carreras:
Derecho, Bioquímica, Comunicación Social, Administración de Empresas, me impresionan.

ALEJA: Llego Silvia, hola amiga y tu ¿qué nos puedes contar de tus experiencias educativas?,
porque aquí veo que todos se volvieron expertos en algo que odiábamos.

SILVIA: ¿Qué tal compañeros? Un gusto verlos después de tan tiempo. Es cierto que cada tomó un
rumbo diferente, persiguiendo sus sueños. Me fui a Santa Cruz, donde ingresé a la universidad.
Qué cambio radical, ¿no? de oriente a occidente. Estoy segura que, como todos, pasamos por el
enfoque conductista, en el que los docentes eran los transmisores de conocimientos y nosotros
debíamos acatar lo que decían, pero había docentes que nos dejaban interactuar, investigar, es
decir, aplicaban el paradigma humanista.

Llegó Moisés, míralo, el más corcho, yaaaaaaaaa.

MOISES: Hola amigos, les escuché hablar de algo que me empezó a interesar, así que me sumo a la
conversa, la mayoría de nosotros en el colegio tuvo formación basado en el modelo exógeno,
tradicional o modelo conductista, donde los profesores imponían sus reglas, normas, además eran
exigentes, teníamos que cumplir según su criterio o tal cual como está en los libros. Se acuerdan
memorizábamos el contenido temporalmente; pero también comentarles que pase clases con
algunos docentes en la universidad que facilitaban la construcción del conocimiento, utilizando
diversos métodos, herramientas y la interacción con los estudiantes basado en el modelo
endógeno

JHOVANA: Acaba de llegar Yamile.

YAMILE: ¡Hola chicos! Me alegra que nos podemos reunir y compartir experiencias, les cuento que
estudié Ingeniería de Sistemas y me ofrecieron ser docente, pero el requisito era tener el
Diplomado en Educación Superior. En un principio pensé en el por qué me pedían eso como un
requisito imprescindible si al final solo es dar clases, pero después de haber aprendido sobre los
paradigmas en la educación me di cuenta que es esencial aprender a enseñar. Les cuento que en
mi experiencia como estudiante conocí a docentes conductistas que me ayudaron mucho, porque
se adecuaron al tipo de persona que soy. Me gusta tener una meta, recibir un premio que me
alienta cuando hago algo bien, de todas maneras, las cosas cambiaron, los paradigmas se van
rompiendo y van cambiando y espero que el cambio no sea tan extremo.

FRANKLIN: Holaaaa chicos, buenos noches compañeros, gracias por la invitación a la reunión.
Disculpen el retraso, pero sobre lo que estaban hablando debo decirles que no son los únicos que
tomaron un diplomado, después de ser auxiliar de docencia en la universidad me inscribí al
Diplomado en Educación Superior. Es motivante porque se trata de nuevos conocimientos, una
visión diferente de la enseñanza y aprendizaje con base a la aplicación teórica de los modelos
exógeno y endógeno, que varios de ustedes ya comentaron.

YESENIA: ¿Cómo están compañeros? Un gusto verlos, disculpen la tardanza, ¿escuché que
hablaban de aquellos años en colegio? Fueron muchas cosas que pasamos, cómo olvidar al
docente que me castigó por dar un comentario que no fue de su agrado, ¿lo recuerdan? Me puso
en la esquina del curso, ahora veo que el profesor aplicaba el enfoque exógeno, ¿verdad Frank?
una educación tradicional, pero en la universidad pude conocer docentes que trabajaban en la
línea de un paradigma endógeno, fomentaban la solidaridad, yo buscaba maneras de mejorar mi
desarrollo porque era muy tímida. Miren, ya llegó Brian.

BRIAN: Hola, ¿qué tal amigos? Tanto tiempo… ¿Cómo están? Perdón por llegar tarde a la reunión.

ALEJA: No te preocupes, cuéntanos, ¿qué fue de tu vida? ¿Escuchamos que tomaste un


diplomado?

BRIAN: Así es, después de terminar la carrera de Ingeniería Civil en la UMSA, tomé el Diplomado
en Educación Superior. Sabrán que en Ingeniería son solo números y no se toca la parte humana y
el diplomado me está ayudando a cuestionar mis paradigmas y también a darme cuenta que
estudie en un modelo exógeno donde el docente era el que tenía la sabiduría y nosotros éramos
los estudiantes sin luz. Les cuento que en el diplomado la doctora Marynés Salazar habló del
paradigma trascendente, que se aplica en la educación católica, porque toda la enseñanza se basa
en un solo Dios.
GREGORY: Bien, Brayan, ¡me alegra!, seguro que lograrás ser docente. Les cuento que también
quiero hacer docencia, por eso tomé un Diplomado en Educación Superior, en cada clase aprendo
conceptos interesantes que explican el proceso de enseñanza-aprendizaje. Lo que más me llamó la
atención es el paradigma humanista, aplicado en la universidad, donde algunos docentes buscan la
manera más interactiva de enseñar, recuerdo que fui a zonas periurbanas a hacer radio, títeres y
otras actividades en contacto con poblaciones periurbanas. Me sirve mucho el Diplomado porque
entendí que, como docentes, necesitamos llegar a los estudiantes y ayudarlos en su formación.

SILVIA: Me parece interesante lo que dice Gregory, que hay nuevos métodos con los que se puede
enseñar a los estudiantes y, con base a las malas experiencias de colegio y universidad, platear
nuevos paradigmas para no cometer los mismos errores que pasamos, imagino que los nuevos
educadores serán más humanistas, así que sigan adelante.

JHOVANA: Me alegra chicos que tomen un diplomado y se formen como docentes, pero no se
olviden del método endógeno y que la relación docente estudiante sea equilibrada, para la
construcción del conocimiento.

GREGORY: Hace tiempo escuché de los paradigmas, pero ahora, con el Diplomado, me quedó
claro qué son los paradigmas, y reitero, para los que seremos docentes.

MOISÉS: Así que, querido Gregory, en este proceso de enseñanza, se abren las nuevas formas de
transmitir conocimientos, y ver el método correcto para el estudiante y mejorar cada día, y ver
como la tecnología cambia a los jóvenes y se desarrollan de distinta manera y gracias al diplomado
ver mejores alternativas.

GREGORY: Comentarles que la docente del Diplomado es muy didáctica, muy alegre, aunque nos
mostró un video donde nos cuenta los problemas que ella atravesó. Ella es un referente de la
educación, porque uso distintas herramientas: bromas, presentaciones, ejemplos, incluso utilizó a
Jaimito, un títere.

ALEJA: Por lo que cuentan, los que decidieron ser docentes, los insumos teórico-filosóficos
compartidos en el Diplomado serán la base para generar nuevos conceptos y nuevos paradigmas.

GREGORY: Así es, aprendimos que los paradigmas aplicados en la educación son un marco
pedagógico y científico que nos sirve de referencia para analizar, comprender y aplicar la
enseñanza, teniendo en cuenta los diferentes tipos de alumnos, situaciones y contextos.

YAMILE: La apuesta es a una educación efectiva, aplicando métodos diversos para lograr formar
profesionales competentes, para ello será necesario incidir en aplicar el humanismo como eje
rector del proceso educativo, sin dejar de lado los otros paradigmas.

GREGORY: Bueno, fue una charla productiva e interesante, espero que se repita este encuentro.

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