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Malentendidos de la inclusión y la responsabilidad pedagógica

La responsabilidad pedagógica como valor significa cumplir con el deber de asumir las
consecuencias de todos los actos. Es tratar de que todas las acciones humanas sean
realizadas de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos
los sentidos. Por ende, una vez que pase al plano ético, es decir, la puesta en práctica,
se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más
positiva e integral, siempre en pro del mejoramiento laboral, académico, cultural, social
y natural.

Los valores son la base de la convivencia social y personal, la responsabilidad es un


valor porque de ella depende la estabilidad de las relaciones personales. La
responsabilidad es valiosa porque es difícil de alcanzar y es percatarse de que todo lo
que se hace, todo compromiso, tiene una consecuencia, depende de las personas
porque son ellos mismos los que toman las decisiones, es ir educando la
responsabilidad e ir corrigiendo lo que no se hace bien y volver a empezar. Sin
embargo, estar conscientes que la responsabilidad no es algo sencillo, se debe revisar
cada uno de los actos realizados para ver si se cumple con los deberes del día a día.

Así también, la responsabilidad tiene un efecto directo con otro valor fundamental que
es la confianza, porque se confía en aquellas personas que son responsables y que
cumplen a cabalidad con sus actividades y compromisos.

A través de las diversas lecturas y conferencias se pueden analizar varios puntos de


responsabilidades que se están incumpliendo por algunos de los actores
institucionales. Se observa y lo que más impacta es como no se garantiza la
responsabilidad pedagógica que solo se logrará si se trabaja de forma institucional, en
donde cada uno de sus actores ejerza la autoridad que le compete a su rol. Confluyendo
entre las ideas que plantean al respecto Masschelein y Arendt la autoridad del docente no se va
tratar de una autoridad autoritaria, sino que se va a tratar de las estrategias el amor
por el mundo que deseamos brindarles a nuestros estudiantes. De comprender que
somos los responsables de abrir caminos a esos conocimientos, a esa cultura que consideramos
necesaria que sea apropiada por ellos para dar herramientas que les permitan
constantemente interpelar ese mundo y forjar los cambios necesarios para un futuro
esperanzador. En esta tarea de hacer escuela confluyen diferentes conceptos a
garantizar para que esto ocurra, la labor del docente es hacer caminos para seducir a
los estudiantes, pero para considerarlos como tal debemos hacerlos ser estudiantes,
comprendiendo como dice Maschelein que todos los cuerpos y personas pueden
aprender todo y que no es posible anticipar en que son capaces de convertirse, por
lo tanto, el destino de estos no está predeterminado.
Si se analiza el dialogo de la dirección cuando interpelan al profesor por las notas que
registró se pude tomar como punto de referencia que la directora ya determina el
futuro de esos alumnos y los condena a esto basándose en datos, que pueden ser
reales, y en lugar de utilizarlos para reconsiderar la tarea docente y extenuar la
búsqueda de nuevas prácticas pedagógicas con el fin de otorgarle a esos estudiantes
la posibilidad de poder moldear su futuro.
Pa r a e l   p r o f e s o r   r e e m p l a z a n t e   e s a   r e s p o n s a b i l i d a d   e s   d a r l e s  
a   l o s   e s t u d i a n t e s herramientas para ingresar en la universidad y construir un
futuro mejor.
Para la profesora de Artes es importante que los alumnos vayan a la
universidad, pero también sugiere a su compañero “hacer un esfuerzo por poner
mejores notas”, esta docente siente que las notas no reflejan las capacidades del alumno.
Pese a los diferentes puntos de vista algo queda claro: la responsabilidad es de
carácter institucional, es un compromiso de toda la institución, no un compromiso
individual. Para Hannah Arendt la educación es una cuestión de amor y
responsabilidad:
N u e s t r a   r e s p o n s a b i l i d a d   e s   d a r l e  palabras como así
herramientas con las que puedan ocupar un lugar, no librarlos a sus propios recursos”
Aquí se está pasando por alto el derecho de la libertad y la igualdad de esos
estudiantes. De poder entender que dentro de la escuela es donde se crea el tiempo y
el espacio para que exista el aprendizaje.
El aprendizaje escolar es particular, es único, en él se crean tramas que no se crean
en otros ambientes, aquí la construcción es compartida y por lo tanto no está acabada,
sino que forma parte de un consenso que no es de orden natural por lo tanto puede
ser cuestionada y modificada. Aquí se otorga la categoría de estudiante que
deja de lado todas aquellas categorías sociales que tenemos por fuera y que se ven
atravesadas por las desigualdades.
Esto es lo que plantea el profesor Charly , la escuela como un lugar de preparación, de
ejercicio, que permita construir puentes para el futuro. Esto implica no librar a los
alumnos a sus propios recursos que en esta serie se pueden contemplar
que son escasos. Además, los estudiantes son conscientes de ir a una
escuela “pobre” y entienden que eso es todo lo que tienen, para ellos
“arreglarles” las notas está bien ya que no pueden ver  mucho más
allá. Aquí se pone en juego también el concepto de confianza, algo muy importante en
la relación pedagógica.
Aquí en el ámbito escolar todos adquieren la misma categoría independientemente de
su origen, cultura, estrato social. Ser parte de este entramado es ser responsable
sobre nuestro rol, es aprender a relacionarme con él otro, es poder dotar esa práctica
de confianza para como nombra Cornú generar una educación emancipadora, una
educación de libertad, en donde el alumno poco a poco va resolviendo por sus medios.
Poder generar esa confianza entre los actores donde destaca que “la confianza
tieneu n   p o d e r   d i s t i n t o   a l   d e   l a   d e s c o n f i a n z a .   U n o   s a b e   q u e   l a   d e s c o
n f i a n z a   t i e n e   e f e c t o s  poderosos y lo que se trata es de demostrar que la confian
za también los tiene” . E n e l alumnado de la escuela se nota la desconfianza y sus
efectos, a ellos no les preocupa la universidad, nunca confiaron en que llegarían. Pero
el profesor reemplazante va a plantear otro modelo en el cual va a recordar la
etimología de la palabra autoridad: “garantizar y hacer crecer”.
La autoridad es aquello que permite a quienes son menores crecer, hacerse mayores;
a quienes tienen más dificultades sociales y académicas, superarse y buscar
conocimientos y habilidades necesarias para vivir en un mundo globalizado y
desenvolverse libremente y con capacidad para aprender durante toda la vida, sino
que también los prepara para desempeñarse exitosamente en el mercado laboral y así
romper los mecanismos que reproducen la desigualdad

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