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Introducción

El Desplazamiento forzado en Bolívar , va ligado al recrudecimiento


del conflicto armado, generando una grave crisis humanitaria cuya
consecuencia inmediata es una fragmentación del tejido social y
fragilidad del Estado de Derecho. Con la ayuda de revisiones de
fuentes bibliográficas que abordan el tema del desplazamiento
forzado en Colombia recopilaremos información para conocer
sobre los distintos fenómenos sociales que se desprenden de la
ocurrencia de éxodos forzados. Así, numerosos estudiosos del tema
han indagado desde distintas disciplinas por el tipo de impacto que
el desplazamiento tiene sobre ciertos grupos poblacionales en
términos del quebrantamiento de identidades colectivas.
Según la Consulta Permanente sobre Desplazamiento Interno en las
Américas, es objeto de desplazamiento forzado “toda persona que
se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o sus actividades
económicas habituales, porque su vida, su integridad física o
libertad han sido vulneradas o se encuentran amenazadas, debido a
la existencia de cualquiera de las siguientes situaciones causadas
por el hombre: Conflicto armado interno, disturbios o tensiones
interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de derechos
humanos u otras circunstancias emanadas de las situaciones
anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden
público.” A la luz de esta definición, se hace posible diferenciar al
desplazamiento forzado de otras dinámicas de flujo poblacional
que han sido importantes en la historia de Colombia, como lo son la
colonización y las migraciones internas.
El conflicto armado y el desplazamiento forzado en el
departamento de Bolívar tienen una relación causa- efecto. Por un
lado, los estudios de la geopolítica de la guerra en esta parte del
país han demostrado que la amplia magnitud estadística que
presenta la dinámica de expulsión de población tiene sus raíces en
los ataques paramilitares contra áreas de larga influencia
guerrillera.
La ubicación geográfica de los Montes de María ha sido clave para
el tránsito de mercancías y personas del interior del país hacia la
costa Atlántica. Debido a esta privilegiada posición, así como a su
gran potencial agroindustrial y ganadero, la región desde mediados
del siglo XX ha sido de interés estratégico, tanto para los
departamentos de Bolívar como al nivel nacional. No obstante,
estas condiciones favorables también han convertido a los Montes
de María en escenario de extensos conflictos por la tierra y de altas
dinámicas de violencia generadas por el ingreso de movimientos
insurgentes, grupos paramilitares y una presencia estatal altamente
represiva.

En la década de los noventa, el paramilitarismo se consolidó


fuertemente en la región, respaldado por los intereses de los
ganaderos y los grandes propietarios de tierras. Basta comprender
que para 1996 se habían creado siete de estas estructuras en la
región. El crecimiento de estas organizaciones se produjo como
consecuencia de la llegada a los Montes de María de las
Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), que
surgieron en 1994 bajo el liderazgo de los hermanos Carlos y
Vicente Castaño Gil y Salvatore Mancuso.

Solo entre los años 1996 y 2003 los grupos paramilitares


perpetraron 42 masacres contra la población civil en la región. Los
asesinatos en muchos casos se acompañaron por otros actos
crueles como la destrucción de bienes civiles; actos de pillaje,
tortura, y violencia sexual; desplazamientos forzados y
desapariciones forzadas; incluso llegaron a regular la vida cotidiana
de los habitantes de la zona. En Colombia existieron y aún
persisten varios grupos criminales al margen de la ley que dieron
origen al desplazamiento interno, uno de los fenómenos
caracterismos de la violencia los cuales generaron un escenario de
terror para miles de familias quiénes fueron las víctimas de esta
violencia política y su fin fue huir para salvaguardas sus vidas,
dejando a tras todas sus pertenencias que por derecho propio les
pertenecen.

Evidentemente este nuevo desplazamiento se ha convertido en uno


de los más temidos por los campesinos del territorio colombiano, y
en especial los habitantes de las zonas rurales de la Región Caribe,
quiénes se han visto obligados a huir de sus tierras por miedo, para
ellos es mucho más importante “huir, dejar todo tirado y salvarguar
sus vidas, que quedarse y proteger sus tierras”, si al final nadie los
protege y su final es la muerte.
Lastimosamente al huir del conflicto, los habitantes de la zona rural
de los municipios de San Jacinto y el Carmen de Bolívar, huyen
hacia las ciudades más cercanas. Su ubicación muchas veces es
incierta algunos de ellos se refugian con familiares cercanos, pero el
resto no cuenta con estas oportunidades y su ubicación en algunas
de estas ciudades es hacia las zonas de dificil acceso y conflicto
entre los grupos de pandillas.
La calidad de vida que presentan estos nuevos desplazados es muy
deprimente, su ubicación geografica hace que los servicios públicos
sean muy deficientes o no existentes. Hoy en día el termino
adaptación, dependen de las mismas personas, es decir cada uno
de ellos viven sus propias percepciones con respecto a la tristeza, el
bienestar físico, psíquico, social, religioso y su felicidad; factores
que le son propios y jamás se podrán transferibles hacia otros, por
tal motivo la calidad de vida vivida por cada miembro del grupo es
subjetiva.
Un aliado silencioso y cruel para los desplazados es la dependencia
quien produce en el desplazado un fuerte impacto psicológico. Los
habitantes de la zona rural de San Jacinto y el Carmen de Bolívar,
municipios situado en los Montes de María, zona centro de la
Región Caribe, narran que antes de desplazarse y huir de sus
tierras, estas familias se dedicaban a cultivar el campo y a producir
su propio sustento alimenticio que le brindaba la madre tierra, pero
después de la retirada de esta zona, miles de familias ahora, se ven
forzados a pedir la ayuda estatal y cuando esta falta su calidad de
vida se hace mucho más deficiente, y su única salida es recurrir a la
caridad de los ciudadanos, convirtiendo la limosna en su única
fuente de ingreso. No obstante, este desplazamiento forzado es un
flagelo que ha dejado cicatrices indelebles en el rostro de estos
habitantes, donde la pobreza hace de ellos un aliado peligroso.
La pobreza deja huellas, el desplazado nunca olvida, simplemente
estos individuos se acostumbran a su nuevo estilo de vida
amoldandose a las nuevas adversidades y posibilidades que trae
consigo su entorno. A raiz de esto el gobierno en su ley de justicia
transicional busca saber la verdad y conocer quienes son realmente
las victimas para posteriormente reparar parte del daño,
apoyandose en la ley 1448, quien reparara y restituira las tierras a
quienes tengan derechos como victimas del conflicto.

Finalmente Con la instauración de la Zona de Rehabilitación y


Consolidación en los Montes de María sucreños y bolivarenses, se
establecieron unidades de soldados campesinos, se conformaron
escuadrones contraguerrilleros especializados, y se ejecutaron
acciones encaminadas a desarticular las redes insurgentes
operantes en las áreas urbanas y rurales. Estas medidas arrojaron
resultados relativamente exitosos para el Gobierno, por cuanto
fortalecieron la presencia de la fuerza pública en la región y
llevaron a las guerrillas a replegarse hacia las zonas periféricas.

Conclusiones
El conflicto armado y el desplazamiento forzado en el
departamento de Bolívar tejen entre sí una relación causa – efecto
dotada de complejidad. Por una parte, el estudio de la geopolítica
de la guerra en esta zona del país enseña que las amplias
magnitudes estadísticas presentadas por las dinámicas de expulsión
de población se enraízan en la arremetida paramilitar a partir de
1997- contra territorios de prolongada influencia guerrillera, que
presentan un alto valor estratégico de cara a la confrontación. Tal
ofensiva despertó dinámicas contrapuestas de violencia que
terminaron por arrojar al éxodo a grandes porciones de la
población bolivarense. En este sentido, se puede concluir que el
desplazamiento forzado en el departamento de Bolívar es el
correlato de la evolución del conflicto armado, y, en especial, de los
avances y retrocesos territoriales y políticos de las luchas
paramilitar e insurgente.
Bibliografía

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https://www.rcnradio.com/colombia/caribe/enfrentamientos
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 Efectos Económicos del Desplazamiento Forzado en


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