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CONTEXTO DE SEGURIDAD EN EL MARCO DE LA BÚSQUEDA DE

PERSONAS DADAS POR DESAPARECIDAS, EN EL MARCO DE LA


IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN OPERATIVO DE BÚSQUEDA DEL PACÍFICO-
NARIÑENSE DEL PUEBLO INDÍGENA AWÁ Y EL PUEBLO INDÍGENA
EPERARA SIAPIDARA

De acuerdo a una denuncia hecha el 25 de octubre de 2023 por la Organización


CAMAWARI, desde que el Grupo Armado “Segunda Marquetalia” de las Disidencias
de las FARC-EP, llegó a la Región del Pacífico de Nariño, en los territorios
indígenas se han registrado desplazamientos forzados, torturas, asesinatos,
atentados y señalamientos contra líderes y autoridades indígenas, así como también
múltiples violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional
Humanitario.
La violencia generada por la “Segunda Marquetalia” en los territorios indígenas, se
vuelve cada día más crítica, debido a las intimidaciones, amenazas y secuestros
que sufren miembros de la Guardia Indígena y Comuneros de los Resguardos por
parte de este Grupo Armado.

En un comunicado del 9 de octubre de 2023, la Unidad de Búsqueda de Personas


dadas por Desaparecidas (UBPD), como miembro activo del Órgano de
Interlocución de los Pueblos y el Movimiento Indígena, informó que viene
desarrollando acciones de búsqueda en coordinación con la Organización Nacional
Indígena de Colombia (ONIC), la Organización de los Pueblos Indígenas de la
Amazonía Colombiana (OPIAC), la Confederación Indígena Tayrona (CIT), la
Alianza de Organizaciones de Colombia (AICO) y Gobierno Mayor (GM).

Este trabajo en conjunto tiene como objetivo principal unir esfuerzos en términos
administrativos, financieros, legales, espirituales y operativos para llevar a cabo
acciones humanitarias y extrajudiciales enfocadas en la búsqueda de personas que
fueron dadas por desaparecidas en el contexto del conflicto armado antes del 1 de
diciembre de 2016.

Sin embargo, en la actualidad siguen presentándose enfrentamientos entre distintos


grupos armados en todo el territorio nacional, especialmente en regiones como el
Pacífico de Nariño. Esto dificulta y pone en riesgo los esfuerzos de búsqueda que
buscan encontrar a seres queridos que se encuentran desaparecidos.

Por esto, se hace énfasis en la importancia de que todos los grupos armados no
restrinjan, impidan o pongan en riesgo las labores de búsqueda humanitaria que
realiza esta entidad en coordinación con las Autoridades Indígenas Territoriales en
la región.

Tal como lo señala el Frente Comuneros del Sur en un reciente comunicado del 6
de octubre de 2023, a pesar de que existe un "Cese al Fuego" con el Gobierno
colombiano, otros grupos armados aprovecharon para imponer sus tácticas bélicas
y generar caos dentro del Territorio Awá. Además, se añade otro hecho de
intranquilidad en el territorio, ya que la recién creada Organización de Resguardos
Indígenas del Pueblo Awá del Pacífico (ORIPAP) ha estado agrediendo,
amenazando e intimidando a la Guardia Indígena del Resguardo Gran Rosario
(perteneciente a UNIPA) y a su autoridad. Durante el ataque de integrantes de
ORIPAP, se presentó un enfrentamiento que denotaba la persecución constante y
dirigida a los miembros del resguardo que no desean ser parte de esta organización
y desean permanecer en la Unidad Indígena del Pueblo Awá (UNIPA), según
relatado en el Comunicado 004 de 2023 del Resguardo Indígena Awá de Gran
Rosario.
Sumado a lo dicho anteriormente, de acuerdo con la información expuesta en
comunicados previos por parte de las Autoridades Ancestrales y las comunidades
del Territorio Awá, en el comunicado 006 del Resguardo Indígena Awá Libertad del
Telembí, desde marzo de 2023 han estado sufriendo ataques violentos que han
afectado al pueblo Awá. Esto ha permitido la escalada de una crisis humanitaria que
no está siendo visibilizada de ninguna manera por ninguna entidad gubernamental
local, regional o nacional para que sea atendida de forma inmediata.
La guerra entre grupos armados ilegales que se disputan el territorio, irrespetando a
las comunidades que ancestralmente existen en él, evidencia el olvido histórico en
el que han estado. Hoy, cuando es conocido que la mayor concentración de cultivos
ilícitos en Colombia se encuentra en esta región, que hace parte del Cordón
Cocalero de la Cordillera Occidental, no existen mecanismos de atención a esta
situación que ha traído hambre, muerte y miseria.

Esta situación ha generado un escenario de vulnerabilidad evidente para las más de


250 familias que se encuentran bajo un estricto confinamiento dada su condición de
indefensión, ya que se trata de mujeres en situación de desplazamiento forzado con
hijos menores de edad y adultos mayores. Por ende, su situación no debe
abordarse con las reglas generales aplicables a todas las personas, sino que por el
contrario se deben tomar medidas especiales y excepcionales para brindarles la
protección que demanda su condición de seres en situación de debilidad manifiesta.
Además, se evidencia un riesgo inminente de afectación a la vida, libertad e
integridad de la población (especialmente de sus liderazgos), pues tales disputas
también buscan hacerse al control social y presionar su "lealtad" a favor de los
grupos en conflicto. En lo que respecta al ELN, el riesgo supone un endurecimiento
de los mecanismos de control y regulación social que ya ejercía la Compañía Jaime
Toño Obando sobre las comunidades de estos municipios, y que ya suponían
restricciones y violaciones a los DDHH. Ante la expansión del Frente Franco
Benavides a las zonas bajo su control, el ELN estaría ejerciendo presiones bajo
amenaza a las comunidades para evitar que interactúen con la facción disidente,
incluso prohibiéndoles vender pasta base a dicho grupo. En resumen, se estarían
presentando amenazas, intimidación y distintas formas de control social,
particularmente controles a la movilidad, e incluso estigmatización. Se trata de
prácticas y conductas a las que se ven expuestos los liderazgos, defensores de
derechos humanos y la comunidad en general. El efecto secundario de estas
acciones repercute sobre la dinámica cotidiana de los habitantes en términos de
supervivencia básica, expresado en el temor a salir de sus lugares de vivienda.

Lo anterior también limita el derecho a la educación, ya que tanto docentes como


niños y niñas estarían en constante temor y zozobra para asistir a las aulas de
clase. Al respecto, es necesario mencionar que las escuelas tienen condiciones
precarias para proteger a la comunidad educativa ante posibles enfrentamientos que
les dejen en medio del fuego cruzado. Por consiguiente, si la población y sus
liderazgos se llegasen a resistir ante dichos mecanismos de control, podrían
desencadenarse altos riesgos de amenazas, hostigamientos con interposición de la
población civil y ejercicios de control territorial, especialmente contra quienes
coordinan procesos organizativos y las cabezas visibles que los lideran. En
consecuencia, es posible que se presenten ataques contra la vida e integridad física
en medio de las hostilidades y afectaciones a sus bienes y medios de subsistencia;
amenazas individuales y colectivas; homicidios selectivos y masacres;
confinamiento y/o restricciones a la movilidad; ataques indiscriminados con
explosivos improvisados; desplazamientos forzados individuales, masivos y
desapariciones forzadas.

Así mismo, en recientes Elecciones Territoriales del 29 de Octubre de 2023, el


Departamento de Nariño, específicamente las elecciones territoriales en el municipio
de Ricaurte, fueron suspendidas debido a actos de violencia y la falta de garantías
para los ciudadanos y funcionarios de la Registraduría. Se informó por parte de las
Autoridades Indígenas del Pueblo Awá (UNIPA), que aproximadamente a las siete
de la mañana, integrantes de un grupo armado obstaculizaron la movilización de
cientos de indígenas que se dirigían desde sus comunidades hasta el casco urbano
para ejercer su derecho al sufragio. En vista de estos hechos y demás altercados de
orden público, se confirmó un “Constreñimiento Electoral”, por parte de diversos
grupos armados dentro del territorio.
Por último, se espera que el Gobierno Nacional ratifique el compromiso de continuar
en la lucha por la restitución del Orden Constitucional y Democrático, y el
acompañamiento al Pueblo Awá frente a la acción autocrática y pretensión
hegemónica de los grupos delincuenciales de las Disidencias de las FARC-EP con
la Segunda Marquetalia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Esta condición
necesaria permitirá encauzar la armonía en el territorio y salvaguardar los derechos
esenciales de los comuneros del Pueblo Indígena Awá.

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