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Lic. en Ciencias Políticas.

Cátedra de Introducción a las


Relaciones Internacionales.
Prof. Patricia Kreibohm – Leila Mohanna

Unidad I. Los Estudios Internacionales: génesis y evolución. Sus


categorías y sus métodos.

Clase N° 1 El conocimiento científico: teorías y paradigmas en las


Ciencias Sociales y en las RRII

Introducción.

En las últimas décadas, el sistema internacional y sus actores han experimentado


una serie de profundas y variadas transformaciones cuyo impacto ha incidido en diversos
planos de la realidad. Desde nuestra perspectiva, tanto la cantidad como la calidad de
dichos cambios, justifica la profundización de su análisis y la explicación de sus causas,
efectos y caracteres. Un análisis que debe realizarse desde un punto de vista
interdisciplinario, a fin de fortalecer las interpretaciones, favorecer el diálogo y el debate y
estimular la búsqueda de respuestas a los problemas planteados. De hecho, desde los
inicios de los años 90, la finalización de la Guerra Fría, abrió una nueva etapa en el mundo
contemporáneo; una etapa que manifestó sus particularidades tanto a nivel global como
regional. En este nuevo período, el mundo se tornó más complejo, más dinámico y más
interdependiente y el fenómeno de la globalización se convirtió en uno de los factores
más polémicos y relevantes. En este contexto, los procesos políticos, sociales y
económicos exhibieron un dinamismo específico y una creciente inestabilidad que
afectaron - directa e indirectamente - a todo el globo, lo cual significa que también
incidieron en las condiciones del continente Latinoamericano, de la Argentina e incluso, de
nuestras provincias.

1
Todos estos temas están comprendidos dentro de los ejes de análisis de las
Relaciones Internacionales; una ciencia relativamente nueva, cuyo objetivo principal es
examinar, comprender e interpretar en profundidad, la anatomía y la fisiología de la
realidad internacional. En efecto, esta disciplina - con vocación holística y en constante
actualización - trabaja desde una perspectiva interdisciplinaria sobre un amplio espectro
de problemas a partir del empleo de una serie de instrumentos que proceden de distintas
áreas del saber.
Esto supone, evidentemente, que existan ciertas dificultades: tanto por sus
volúmenes de información, como por los debates que enfrentan a sus especialistas y,
sobre todo, por la necesidad de emplear esquemas y modelos teóricos, el acercamiento a
esta disciplina no siempre es sencillo. Debido a estas peculiaridades, entendemos que los
docentes que la enseñan y los alumnos universitarios que la estudian, necesitan contar
con un material accesible, amplio y completo que, no sólo facilite la tarea del aprendizaje,
sino que también contribuya a estimular la producción de conocimiento en nuestros
propios ámbitos académicos.
Quienes trabajamos en esta área, sabemos que la producción bibliográfica sobre
estos temas es muy escasa en nuestro país. De hecho, la inexistencia de manuales para las
carreras y asignaturas de grado, genera un vacío muy significativo que complica su
desarrollo. Este texto pretende contribuir a superar este obstáculo y, en este sentido, ha
sido muy satisfactoria la acogida que ya tuvo la primera edición de esta obra en distintas
provincias de nuestro país.
Con respecto a la decisión de la línea de análisis, nos interesa destacar que cada
capítulo ha sido elaborado a partir de una selección de elementos que se ha llevado a
cabo en virtud de su significación específica y de los objetivos a alcanzar. En otras
palabras, tanto las cuestiones políticas, como las económicas y las socio-culturales, han
sido tratadas en función de una visión crítica, amplia y comprehensiva que h
a procurado integrar las explicaciones de diversos autores, sin soslayar los debates y las
polémicas entre ellos.
Finalmente, vaya nuestro profundo agradecimiento a todos aquellos que
contribuyeron firmemente para que este trabajo pudiera publicarse. A nuestras familias; a
nuestros colaboradores - los co-autores de esta publicación que se comprometieron en
este proyecto con entusiasmo y eficiencia - a las autoridades y al personal de la Facultad
de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales y al equipo de trabajo de la Editorial UNSTA, que
gestionaron y acompañaron este proyecto con energía, prolijidad y determinación.

Mg. Patricia Kreibohm. Profesora Titular.


Lic. Lilia Alcira Mohanna. Jefe de Trabajos Prácticos.
San Miguel de Tucumán – Abril - 2019

2
1. El conocimiento científico: teorías y paradigmas en las
Ciencias Sociales y en las RRII.

La ciencia exige algo más que observaciones y descripciones de hechos. Exige y


necesita, explicaciones y razones sobre las causas, los caracteres y los comportamientos
de los fenómenos y procesos; requiere de la formulación de conjeturas que contribuyan a
anticipar, aproximadamente, su comportamiento y su incidencia sobre la realidad futura.
Por lo tanto, problemas, hipótesis, supuestos, proposiciones, modelos y constataciones
son fundamentales para llevar a cabo cualquier estudio que tenga aspiraciones científicas.
A los efectos de tomar un concepto claro y preciso, podemos definir a la ciencia como:
“El conocimiento cierto de las cosas por sus principios y sus causas. Cuerpo de doctrina
metódicamente formado y ordenado que constituye una rama particular del saber
humano. Conjunto de conocimientos específicos y rigurosos, relativos a un determinado
aspecto de la realidad.”
Dentro de las Ciencias Sociales - como en cualquier otra ciencia - las teorías
contribuyen a poner en orden el universo de los fenómenos estudiados, a dotarlos de
sentido y a hacerlos inteligibles dentro de un determinado contexto de análisis. Al mismo
tiempo, proporcionan explicaciones y marcos referenciales para la formulación de
respuestas a los interrogantes planteados, aún a sabiendas de que éstas serán tentativas,
relativas y provisorias. 1 En este sentido, y siguiendo a Esther Barbé, podemos afirmar que
una teoría - o paradigma - es una construcción intelectual que nace como resultado del
trabajo científico, es decir de la investigación. En principio, puede ser interpretada como la
explicación de un conjunto de fenómenos de la realidad; sin embargo, una teoría es
mucho más que eso.
Para Thomas Khun, si bien los paradigmas son construcciones abstractas, pueden
ser funcionales a las exigencias que plantea la realidad. En otras palabras, pueden - o
deberían poder - ser eficaces para resolver problemas empíricos. En definitiva, una teoría
es un mapa mental para el investigador, que le proporciona una imagen del mundo y de
la realidad y constituye su guía para la investigación.
“Como sabemos, para que se desarrolle una investigación es necesario que exista
primero un problema; es decir una cuestión que no tiene respuesta y que debe ser
resuelta. Para ello, las teorías - constituidas por un conjunto de hipótesis, proposiciones
y leyes - son fundamentales pues contribuyen a explicar una realidad determinada, a

1
Serie de supuestos y de leyes que sirven para relacionar y comprender determinado orden de fenómenos.
Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española, Madrid, 1970. Pp. 1255

3
orientar al investigador y a brindarle las herramientas adecuadas parar solucionar el
problema.” 2

La teoría: elementos, caracteres y funciones.

1. Una teoría se construye a partir de un conjunto de principios, juicios y


percepciones.
2. Está constituida por una serie de hipótesis, proposiciones y leyes que conforman
un sistema; dicho sistema está estructurado en un orden jerárquico.
3. Puede contener también ciertas nociones intuitivas, no empíricas.
4. Contiene 4 tipos de elementos: Elementos Descriptivos: lo que es; elementos
Especulativos: lo que podría ser; Elementos Normativos: lo que debería ser;
Elementos Predictivos: lo que probablemente será.

En cuanto a sus funciones, hay que destacar que la más importante es la


explicativa. Pero también es útil para:

1. Definir conceptos, elaborar hipótesis y conectar fenómenos, empíricamente


observables.
2. Elaborar modelos de análisis.
3. Definir prioridades, guiar u orientar la tarea investigativa y ayudar a seleccionar las
herramientas más adecuadas para llevarla a cabo.
4. Ordenar y sistematizar el conocimiento disponible sobre un conjunto de
problemas.
5. Establecer tendencias y proyecciones y suministrar un marco de referencia para la
construcción de conocimiento.
6. Brindar una explicación acerca del comportamiento de los fenómenos y de sus
relaciones con otros fenómenos.
7. Facilitar el descubrimiento de nuevos enfoques: innovación y eficacia.
8. Actuar como un instrumento útil para predecir y prevenir sucesos.
9. Orientar la acción y proponer soluciones a los problemas planteados. Incrementar
la eficacia de los análisis.
Finalmente: Toda teoría posee un carácter provisional; funciona hasta que se
formule una nueva, que responda de mejor manera para resolver los problemas
planteados.

2
Hasbi, Azis. Théories des Relations Internationales. L’Harmattan. Paris. 2004. P 264

4
Las teorías en las RRII.

Indudablemente, sostiene Stanley Hoffman, la elaboración de teorías en las RRII es


relativamente nueva. De hecho, el nacimiento de la Ciencia de las RRII se produce
después de la Segunda Guerra Mundial y obedece - según Barbé - a una serie de
demandas intelectuales, políticas y sociales. Como sabemos, el desgaste moral, político,
económico y social, causado por las dos guerras mundiales, hizo que los eruditos y la
sociedad en su conjunto buscaran nuevas y mejores formas de analizar e interpretar la
realidad planetaria. Es por ello que esta ciencia nació con una evidente intencionalidad
práctica.
La primera teoría de las RRII fue el Realismo Clásico y surgió recién en los años 40;
a partir del denominado Primer Debate de las RRII entre Idealistas y Realistas; una
verdadera batalla entre intelectuales.3 Hacia los años 60, se produjo la denominada
Revolución Behavorista, que impulsó notablemente el desarrollo teórico; tanto que -
desde entonces - se dice que la disciplina vive en un verdadero Pluralismo Paradigmático.
Sin embargo, y desde la perspectiva de Philippe Braillard, la mayoría de los autores han
elaborado modelos o marcos teórico-metodológicos, pero pocos son los que han podido
construir una teoría completa.4 A los efectos de brindar algunos ejemplos,
mencionaremos algunas teorías, las cuales pueden dividirse en dos grandes núcleos:

1. Teorías Globales o de gran alcance. Nivel Macro: intentan proporcionar una clave
explicativa para el conjunto de los fenómenos del sistema internacional en su conjunto o
de la mayoría de sus partes.
 Teoría del cambio (Q. Wright y R. Rummel)
 Teoría del poder (Hans Morgentahu, Raymond Aron y Henry Kissinger)
 Teoría de los sistemas (Morton Kaplan y Richard Rosencrance)
 Teoría de la Investigación para la Paz: Peace Research. (J. Galtung)

2. Teorías Parciales o de alcance medio. Nivel Micro: explican una gama limitada de
fenómenos. En otras palabras, dividen la realidad en diversos niveles de análisis,
apreciando un aspecto en particular.
 Teorías geopolíticas o ambientales (Mahan, Mc Kinder, Spykman, Sprout)
 Teorías de la comunicación (Karl Deutsch)

3
Es importante destacar que, durante la primera mitad del siglo XX, no puede hablarse de las RRII como
ciencia. Volveremos sobre este tema más adelante.
4
Braillard, P. Théories des Relations Internationales. PUF Paris. 1977. P.17

5
 Teoría de la disuasión (Brodie, H. Kahn, Snyder)
 Teoría del desarrollo internacional y el conflicto (R. North)
 Teoría de la toma de decisiones (Snyder, Allison y Paige)
 Teoría de la Interdependencia Compleja. (Robert Keohne y John Nye)
 Teoría de la Dependencia. (Raúl Prebisch)
 Teoría del Centro-Periferia. (S. Amin)
 Teoría del Sistema-Mundo. (Immanuel Wallerstein)
 Teoría del Neo-Realismo (Kennetz Waltz)
Para finalizar, como sostiene Esther Barbé:
“La cuestión de cómo afrontar el conocimiento científico en las RRII, nos puede llevar a
dos conclusiones básicas: la complementariedad entre la concepción filosófica y la
concepción empírica y, en segundo término, el pluralismo teórico; es decir la variedad de
enfoques, perspectivas e interpretaciones.”5

Los Estudios Internacionales en los albores del Siglo XX: origen y


caracteres.

Los Estudios Internacionales nacieron en los albores del S.XX; después de la


finalización de la Primera Guerra Mundial. Una contienda que - como sabemos - marcó un
punto de inflexión en la historia del mundo y más específicamente, en la de Europa. Se
gestaron en la cátedra W. Wilson de la Universidad de Gales, y fue allí donde adquirieron
su status académico.
“La sociedad europea, que había superado o sabía cómo superar, las grandes plagas de
la Humanidad (la peste, el hambre, la pobreza) se hallaba frente a una última plaga no
vinculada a fenómenos naturales, sino a la actividad humana. Así, un mundo capaz de
cambiar las condiciones humanas mediante los avances técnicos y la ingeniería social, se
había lanzado a una carnicería que afectaba a todos: una verdadera crisis de su
civilización.”6
Esta es la razón por la cual la guerra se convirtió en uno de los principales objetos
de estudio de las Ciencias Sociales; un tema que evidentemente será una preocupación
para los intelectuales y los políticos, pero también para el público en general. En esa
interacción entre realidad y conocimiento, está la génesis de los Estudios
Internacionales. En otras palabras, la proximidad y la complementariedad entre los
sucesos y su análisis, entre los procesos y su teorización, constituye la estructura básica

5
Barbé, E. El estudio de las RRII ¿Crisis o consolidación de la disciplina?
6
Barbé, Esther. Relaciones Internacionales. Tecnos, Madrid, 2003. P. 23

6
de este campo de estudio; una estructura que nació en los años 20 y se mantiene hasta la
actualidad. De hecho, está claro que los hechos influyen nítidamente en los desarrollos
teóricos y en la formulación de estrategias concretas; mientras que éstos también
condicionan – con frecuencia – el curso de los acontecimientos.
“Y es que: las aproximaciones teóricas en el campo de las Relaciones Internacionales
están profundamente asociadas a las necesidades de la Humanidad. Por lo tanto, ese
vínculo entre teoría (ideas) y práctica (hechos) es una marca y un eje conductor en la
disciplina.”7
Es indudable que estos estudios nacieron con una fuerte impronta anglosajona,
marcada por el pensamiento liberal del S. XIX. Más adelante, y durante el período de
Entreguerras, se nutrieron de una línea denominada: Educación para la Paz. Una
corriente que nació para intentar fortalecer la concientización del valor de la paz en las
élites, pero también en las masas. Así, y de acuerdo al firme convencimiento de su
utilidad, las potencias vencedoras estimularon la creación de centros e instituciones, que
empezaron a desarrollar análisis sistemáticos sobre las cuestiones internacionales. 8
“El programa de estudios del Council International Affairs, especificaba en 1929, su
doble objetivo: desarrollar a través de un estudio científico e imparcial, una mejor
comprensión de los problemas internacionales, a fin de contribuir a desarrollar una
política exterior inteligente”.9

Sus objetivos y sus ciencias de origen.

Las RRII son una Ciencia Social; una disciplina nueva (emergente), cuya función
principal es contribuir a: explicar e interpretar la anatomía y la fisiología de las
relaciones internacionales.
Su campo analítico es amplio y complejo; sin límites precisos, profundamente
marcado por el cambio y plagado de problemas. Posee una gran cantidad de enfoques,
líneas de análisis y perspectivas teóricas. Además, se caracteriza por la abundancia de sus
polémicas y debates. En cuanto a sus objetivos, son fundamentalmente, tres:
1. Explicar los sucesos que precipitaron la guerra - o los conflictos y los problemas del
sistema internacional - y el colapso europeo. Dar razones válidas y rigurosas que
permitan comprender e interpretar dichos sucesos.
2. Prever y tratar de prevenir hechos catastróficos a partir de su capacidad para
anticipar tendencias.
7
Ibidem P. 24
8
Esto se explica, sostiene Barbé, porque la disciplina poseía - desde su génesis - una profunda vacación
práctica; vocación que se materializa en su significativa influencia para el diseño y la implementación en la
Política Exterior de los Estados. Esto queda claro en la siguiente afirmación:
9
W.C. Olson y A. J. Gromm. International Relations. Then and now. P. 59. Citado por Barbé, E. Op.Cit. P.26

7
3. Orientar y desarrollar políticas y estrategias que puedan modificar, de manera
positiva, el curso de los acontecimientos. Una función normativa que es,
indudablemente, mucho más polémica que las dos anteriores.
Para alcanzar estas metas, Alfred Zimmern – el primer titular de la cátedra W.
Wilson – se propuso llevar a cabo el estudio de las relaciones internacionales con un
contenido nuevo, sustituyendo las relaciones inter-estatales por las relaciones entre los
pueblos.
“La vida internacional ha variado sustancialmente ya que existe una interdependencia
cada vez mayor entre los Estados y la complejidad de las relaciones se ha profundizado.
De hecho, ellas configuran un aparato altamente desarrollado, comparable al sistema
nervioso del cuerpo humano”.10
En efecto, desde sus orígenes, la disciplina mostró su doble dimensión: la de la
realidad (en el escenario internacional) y la de las explicaciones e interpretaciones
teóricas de esa realidad.
Con respecto a sus caracteres, lo primero es señalar que esta disciplina posee una
notable vocación holística; es decir que aspira a analizar los diversos temas desde una
perspectiva integral o de totalidad. Esto hace que la tarea deba realizarse desde una
perspectiva múltiple y no de una manera monista o fragmentada. En otras palabras, las
RRII trabajan de manera interdisciplinaria o al menos, multidisciplinaria.
En la actualidad, es una ciencia dinámica y uno de sus mayores desafíos es el de la
actualización; actualización que no sólo afecta a los temas y a los problemas estudiados,
sino también, a los modelos teóricos, metodológicos y hermenéuticos.
Finalmente, puede decirse que estamos frente a un área del conocimiento
profundamente polémica. Como en todas las Ciencias Sociales, las inclinaciones
ideológicas de sus investigadores juegan un rol central, pero también, las distintas
pertenencias teóricas y los puntos de vista de la interpretación, contribuyen a encender
los debates y los desacuerdos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que, como ya se ha
señalado, la disciplina no es puramente analítica sino también praxeológica.
Para la mayoría de los especialistas, las RRII surgieron dentro del área de las
Ciencias Políticas, en un marco académico proporcionado por el Derecho Internacional y
la Historia Diplomática. Dos áreas del conocimiento de antigua data, cuyos análisis -
entrelazados - sirvieron de base para la construcción de este nuevo campo de
conocimiento. De hecho, sus primeros estudiosos fueron juristas e historiadores.
Con respecto al Derecho Internacional, son muchos los especialistas que
contribuyeron a delinear el inicio de los Estudios Internacionales. Y justamente será la
Sociedad de las Naciones - creada en 1920 - el órgano que representa el esfuerzo de la
época para tratar de garantizar la convivencia colectiva pacífica a través del imperio de la
10
Barbé, E. Op. Cit. P 27

8
ley; una ley cuya función primordial sería la de evitar o desarticular los conflictos
internacionales. Como sostiene Martin Wight:
“El peso del Derecho Internacional en la tradición académica es fundamental pues será
esta perspectiva la que lleve a cabo las primeras interpretaciones sobre una Sociedad
Internacional”.11
Como sostienen Dougherty y Pfaltzgraff, los análisis internacionales en Europa entre
1648 y 1914, constituyen la edad de oro del Derecho Internacional y de la Diplomacia.
Uno de sus ejemplos más conocidos fue la labor de Hugo Groccio, un jurista holandés del
S. XVII, cuyas obras y esfuerzos, le valieron su reconocimiento como padre del Derecho
Internacional Público. De hecho, su trabajo apuntaba a tratar de transformar al Derecho
en un instrumento práctico para los decisores políticos.12
Más adelante - y al igual que le sucedió a la Historia Diplomática - el Derecho
Internacional experimentó un proceso de cambio que abrió el área hacia los estudios de
tipo sociológico; un enfoque que fue útil para destacar la vinculación entre el estudio de
las normas y su aplicación a una realidad político-social determinada. A partir de la
finalización de la Gran Guerra, la orientación de los Estudios Internacionales se volcó hacia
el eje histórico-sociológico; una orientación que no alcanzó para convertir a estos Estudios
en una Ciencia, pero que constituyó: un verdadero esfuerzo de teorización.

Wight, M. y Butterfield, H. Diplomatic Investigations. Allen y Unwin. Londres 1966. P. 34


11

12
Dougherty, James E. y Pfaltzgraff, Robert L. Teorías en pugna de las Relaciones Internacionales. GEL,
Buenos Aires, 1993.

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