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El abordaje sistemático de la radiografía de tórax reduce el riesgo de pasar por alto anomalías
sutiles. Estas patologías pueden pasarse por alto por dos motivos: solo se observa el proceso
que se sospecha o un dato evidente pero previamente inesperado acapara la atención del
evaluador.
1. Técnica de la radiográfia
2. Tejidos blandos
3. Partes óseas
4. Traquea
5. Mediastino
6. Hemidiafragmas
7. 7.Campos pulmonares
Técnica Radiológica
Tráquea central
Escápulas fuera del campo pulmonar
Partes blandas
Supraclavicular
Esternocleidomastoideo
Pectorales
Glandula mamaria
Tráquea
Mediastino
Líneas mediastínicas: Las nueve líneas claves deben evaluarse para identificar cualquier
distorsión focal o desplazamiento.
Aorta también debe evaluarse en la radiografía de tórax. Deben evaluarse todas sus porciones
(ascendente, arco y descendente) para determinar si hay dilatación (posible aneurisma),
calcificación (enfermedad ateroesclerótica) y tortuosidad (enfermedad hipertensiva).
Hilio: Luego se evalúan los hilios. Su forma, tamaño y densidad son importantes y pueden
indicar la presencia de enfermedad. El hilio izquierdo debe tener una posición superior al
derecho debido a que la arteria pulmonar izquierda pasa por encima del bronquio principal
izquierdo y la arteria pulmonar derecha surge por debajo del bronquio principal derecho
Diafragma
Poseé hiatos:
Hiato esófagico
Hiato aortico
Hiato de la vena cava
Los ángulos deben estar libres, se borran cuando hay líquido. Cuando hay hepatomegalia o
esplenomegalia los hemidiafragmas se hacen curvos o se elevan.
Campos pulmonares
Se leen de arriba hacia debajo de manera comparativa, de atrás hacia adelante Se deben
contar el total de espacios intercostales y arcos costales.
Regiones:
Apical
Intercleidohiliares
Hiliares
Parahiliar
Basal interna y externa
Estructuras a Evaluar.
Las primeras estructuras que se examinan son las estructuras óseas del tórax, entre
ellas las costillas (cara anterior y posterior), el esternón (incluidos los indicios de
intervenciones quirúrgicas previas de división del esternón), la cintura escapular
(incluidas las clavículas y las escápulas) y la columna vertebral. La exploración
esquelética debería proporcionar pistas para comprender otros hallazgos, incluyendo
fracturas, metástasis o cirugías previas.