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TOMOGRAFIA COMPUTADA DE TORAX

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TOMOGRAFIA COMPUTADA DE TORAX •


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Para la realización de una TAC torácica suelen hacerse cortes consecutivos de 10 mm


de espesor, que abarcan desde los vértices pulmonares hasta los diafragmas. De esta manera,
se obtiene una visión completa de todas las estructuras anatómicas que comprende la caja
torácica. Inicialmente no suele inyectarse contraste e.v., el cual puede utilizarse según la pa-
tología sospechada. En ocasiones pueden realizarse cortes del abdomen superior, como en el
caso del carcinoma de pulmón, para excluir metástasis en glándulas suprarrenales. Como en el
tórax coexisten vísceras de densidad agua con el pulmón todas la imágenes se fotografian con
dos ventnnns; una para visualizar las estructuras mediastínicas y pared torácica, y otra con la
cual se identifican las estructuras pulmonares. En caso de patología difusa pulmonar se
puededrealizar cortes de alta resolución (H.R.), que permite tanto el análisis de las estructuras
normales (bronquios y sus divisiones, septos interlobulares y subpleurales, lóbulo pulmonar
secundario, etc.), como las etapas tempranas de la patología pulmonar focal o difusa y el
análisis detallado de cualquier afección parenquimatosa. Adquiere un gran significado en el
diagnóstico precoz de lesiones imposibles de visualizarse por otros métodos, en especial los
estadios iniciales de las variadas formas de fibrosis pulmonar. Debe destacarse su papel actual
en el diaanóstico de las bronquiectasias, de las alteraciones subpleurales secundarias, de las
secuelas o cicatrices, etc.

TECNICA DE ALTA RESOLUCION

Esta técnica es empleada como mencionamos en patología pulmonar difusa, como así
también en el examen de bronquiectasias y en enfermedades pulmonares de difícil caracteri-
zación. Se efectúa sin inyección de contraste endovenoso.
Técnicarnente deben emplearse valores de slice pequeños, los máximos que permiten
el equipo empleado, pudiendo variar entre 1 y 2 mm de espesor a igual barrida de mesa,
además debe modificarse el algoritmo de reconstrucción o filtro óseo.
Esta técnica debe aplicarse a nivel de vértices, hilios y bases pulmonares.

INDICACIONES DE CONTRASTE E.V. EN TC DE TORAX

Debe administrarse necesariamente en los siguientes casos:


I. Poca grasa mediastinal.
Malformaciones vasculares.
Enfermedades parenquimatosas de dificil caracterización.
Anomalías congénitas.
TOMOGR. COMPUTADA DE TORAX

INDICACIONES DE TAC TORACICA

Podemos dividir las indicaciones en tres grazdes grupos, según sospechemos patología
mediastínica, de campos pulmonares o bien de la pl4ira o pared torácica. Ello debe hacerse '
siempre partiendo de la historia clínica y de una radi grafia de tórax reciente.

Rx Tórax anormal. El ensanchamiento mediastínic es una de las causas más frecuentes que •
obligan a practicar una tomografia computada. Una e las contribuciones más importantes de
esta técnica no es tanto la identificación de la enferm dad sino su exclusión: con gran fre-
cuencia se acumula grasa en el mediastino, que en la diografia convencional simula enfer-
medad, y es la TC, con su capacidad para diferenciar istintas densidades, la que nos confirma
que la supuesta patología está simulada por el acúm o innocuo de grasa en el mediastino.
Algo parecido ocurre con la alteraciones aórtica. La C es fundamental en el estudio de las
masas mediastínicas; evalúa correctamente su locali ción y aspecto radiológico y distingue
aquellas que son sólidas de las que tienen contenido liRuido.
En cuanto a la patología pleural, ayuda a deflnjr la localización anatómica del proceso,
la presencia de calcificación, encapsulaciones pleural s, etc. La TC es fundamental en el estu-
dio del herrutórax opaco, que puede ser producido por muchas entidades, tales como la agene-
sia pulmonar, tumores, derrame pleural masivo etc. E esencial para el estadio de alteraciones
de la pared torácica, definiendo la extensión del proce o y, a veces, proporcionando un di-
agnóstico de certeza. Ello ocurre con las masas parie es o extrapleurales de contenido graso,
sin significado patológico y fácilmente demostrables p r TC.

Rx Tórax normal. El hecho de que la Rx de tórax no Inuestre anormalidades no descarta la


realización de una TC, en este caso la indicación esta • :da por la sospecha clínica. Las indi-
caciones básicas para el estudio del mediastino son tre : la búsqueda -déMI ' or.e.s. ocultos, la de
adenopatías y la identificación o no de patología vasc
La búsqueda de tumores ocultos se centra fund• le entalmente en el timo yen las parati-
roides. Un porcentaje significativo de pacientes con mi tenia gravis pueden ser portadores de
un timoma. Lo mismo ocurre en pacientes en los que se sospecha un hipoparatiroidismo pri-
mario debido a un tumor de paratiroides. En estos pacie tes el método de elección es la
ecografia de cuello, pero si el tumor no se demuestra, p ede estar oculto en el mediastino.
Puede investigarse la presencia o no de adenopatías en ediastino. Es válida para las metásta-
sis suprarrenales que aparecen con una frecuencia insos echada en las neoplasias de pulmón y
que evidentemente indican una diseminación a distancia
La tercera indicación en caso de tórax normal es a sospecha de patología vascular.
Quizá la más importante de este grupo sea la disección . írtica. En pacientes de edad avanzada
se confirma una cierta elongación y dilatación aórtica co o consecuencia de la edad, sin que
podamos afirmar con Rx, si hay o no una disección. En 'stos casos, la inyección de contraste
permite ver, con un alto índice de fiabilidad, si existe o -disección, demostrando el doble
canal y la íntima disecada que lo separa.
En presencia de un tórax normal y para excluir p ología pulmonar hay dos supuestos
importantes: la búsqueda de metástasis ocultas y la inves igación de zonas "ciegas".
En patología pleural y de pared torácica laTC s e para descubrir enfermedades no
sólo no visibles en Rx, sin que clínicamente son insospec adas. Ello ocurre por ejemplo con
el neumotóra_x, en especial en aquellos pacientes traumati ados, en que sólo se pueden obtener
Rx en posición de supino, se ha descubierto un alto núme o de neumotórax realizando cortes
tomográficos sistemáticos del tórax en el curso de una ex loración por causa de otra. También
ocurre lo mismo con los derrames pleurales, En TC pequ as cantidades de líquido que han

pasado inadvertidas pueden descubrirse en el curso de exploraciones realizadas por otras
causas.
Una última indicación de la TC del tórax son las enfermedades y tumores de la pared
torácica, por su discriminación entre los diferentes tejidos blandos, se ha convertido en un
medio eficacísirno para el descubrimiento y tipificación de la patología de la pared.


• ANATOMIA NIEDIASTINICA
La encrucijada cervicotorácica es la zona de unión entre el cuello y el mediastino. A
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nivel de la unión estemoclavicular se observa la traquea como una estructura redondeada, con
aire en su interior. Posterior, se encuentra el esófago que contiene pequeñas cantidades de
• aire. Alrededor de la traquea se observa la presencia de cinco vasos mediastínicos que in-
cluyen la arteria braquiocefálica derecha, la arteria carótida izquierda, la arteria subclavia
quierda y las dos venas braquiocefálicas. La arteria braquiocefálica se encuentra delante o
poco a la derecha de la traquea. La arteria carótida izquierda se encuentra a la izquierda o un
ligeramente postero-lateral a la arteria braquiocefálica. Su diámetro es el menor de los tres
troncossupraaórticos. La arteria subclavia izquierda sigue un trayecto posterior en íntimo
contacto con el lóbulo superior izquierdo (LSI). La vena braquiocefálica derecha sigue un
trayecto vertical siguiendo el borde mediastínico derecho. La vena braquiocefálica izquierda
cruza el mediastino superior de izquierda a derecha por detrás del manubrio estemal. La unión
de ambos troncos venosos braquiocefálicos forma la vena cava superior que desciende verti-
calmente siguiendo la misma dirección que la arteria braquiocefálica derecha.
A un nivel inferior es posible observar el cayado aórtico que sigue con un trayecto
oblicuo de delante atrás y de la derecha a la izquierda. Se encuentra situado delante
de la
taquea. A la derecha de la porción anterior del cayado aórtico se encuentra la vena cava supe-
rior, la cual en la bifurcación traqueal recibe por su cara posterior a la vena ácigos.
En cortes más caudales es visible la arteria pulmonar principal, a la izquierda de la
aorta ascendente. La arteria pulmonar principal se bifurca en la arteria pulmonar derecha y la
arteria pulmonar izquierda. La arteria pulmonar derecha sigue un trayecto horizontal
dirigiéndose al hilio pulmonar derecho, Y la arteria pulmonar izquierda sigue un trayecto pos-
terior y discretamente craneal para penetrar en el hilio pulmonar izquierdo. A este nivel sigue
siendo visible la vena cava superior a la derecha de la aorta ascendente. La traquea se bifurca
en el bronquio principal derecho y bronquio principal izquierdo, identificables como dos es-
tructuras tubulares con aire en su interior. Inmediatamente por detrás de ellos se encuentra el
esófago y posteriormente la aorta descendente que baja pegada a la cara lateral izquierda del
cuerpo vertebral. A la derecha es fácilmente identificable una estructura redondeada que cor-
responde a la vena ácigos.
A medida que descendemos son visibles las distintas cámaras cardíacas, la vena cava
superior que penetra en el interior de la aurícula derecha y las venas pulmonares inferiores
que entran en el mediastino para desembocar en la aurícula izquierda. El esófago sigue siendo
visible como una imagen redondeada, posterior, discretamente por delante y a la derecha de la
aorta descendente. Si se sigue el borde mediastínico posterior derecho se observa una imagen
nodular que corresponde a la vena ácigos. Las distintas cavidades cardíacas no son fácilmente
identificables en los estudios sin contraste.
En los cortes obtenidos en la base del corazón se identifica el pericardio como una
imagen curvilínea por delante del corazón y delimitada por delante y por detrás por la grasa
mediastínica. Igualmente siguen siendo visibles la aorta descendente, el esófago y la vena
ácigos. En ocasiones se visualiza por detrás de la aorta descendente una pequeña imagen
nodular que corresponde a la vena hemiácigos.



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TOMOGJ'U COMPUTADA DE TORAX

En la unión de la cavidad torácica con la cavidad abdominal es visible la aorta descen-


dente, siempre anterior y a la izquierda de los cuerpol vertebrales, el esófago, la vena ácigos,
la vena hemiácigos y el diafragma que separa a la cavidad torácica de la cavidad abdominal.
Ambos diafragmas entran en contacto por delante del esófago delimitando un espacio de-
nominado retrocrural.

Figura 2.1. MEDIASTINO NORMAL


Figura 2.2. MEDIASTINO NORMAL.
En corte superior, se observa la 'Taquea (I) az posición
Se obscvun cinco estructuras vasculares: 1-tronco venoso
central. Posterior a ella el esófago (flecha). Rodeando a la
traquca la glándula tiroidea (2). braquiocefáljco izquierdo, 2- tronco venoso braquioctfálico
derecho,3- tronco arterial innominado, 4- arteria carótida iz-
nnin4 5, nrtnia p.hcIavip nnmenin

Figura 2.3. MEDIASTINO NORMAL


lira 2.4. MEDIASTINO NORMAL.
A este nivel se visualiza la canoa (4); entre aorta ascen-
un corte posterior es visible la aorta ascendente (I),
dente (I) y aorta descendente (5), se observa la arteria
la aorta descendente (2). La vena superior baja por el
pulmonar izquierda (3). Se visualiza además vena cava
superior (2). rde derecho del mediastino (3).

Figu 2.6. MEDIASTINO NORMAL,


Figura 2.5.NIEDIASTINO NORMAL
En corte realizado por debajo de la orina, se
En un corte más caudal se aprecia la traquea (I), por.
apre a la arteria pulmonar derecha (2), la arteria
delante la vena cava superior (flecha) y lateralmente el
pulir m n ar izquierda (3) y el tracto de salida de la
cayado aánico (2).
arte pulmonar (I).

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Figura 2.7. MEDIASTDIO NORMAL
Figura 2.8. MEDIASTINO NORMAL.
Corte que pasa a nivel de la silueta cardiaca donde se aprecia
pericardio (flecha curva), se observa como una
auricula izquierda (3), aurícula derecha (II ValtriCLITO derecho
linea separada por la grasa epicárdica y pericárdica
(2), ventriculo izquierdo (4), vena pulmonar izquierda (5) y
vena ácigos (flecha). Por detrás dela aorta descendente se aprecia la
vena hemiácigos (flecha recta).

PATOLOGIAS MEDIASTINICAS
GRASA MEDIASTINICA
La grasa se puede depositar en el mediastino de forma difusa (lipomatosis medi-
astínica). Este exceso de grasa es más evidente en el mediastino superior lo cual produce un
ensanchamiento de bordes lisos sin compresión traqueal o desplazamiento de estructuras me-
diastínicas.
MEDIASTINITIS

La TC es muy útil para valorar a aquellos pacientes con sospecha de infección medi-
astínica. Las mediastinitis en su inmensa mayoría son secundarias a procedimientos quirúrgi-
cos, Endoscopía o dilataciones de estenosis esofágicas. La TC permite diferenciar entre un
proceso difuso o detectar la presencia de una colección localizada subsidiaria de drenaje.
Suele observarse un ensanchamiento mediastinal de baja densidad con pequeñas burbujas
aéreas en su interior. Una pequeña cavidad con ligera captación de contraste en su pared cor-
responde a un absceso.

TRÁQUEA

En las neoplasias traqueales la TC no sólo demuestra la masa endoluminal, sino que


permite estudiar la extensión extralurninal, lo que no puede realizarse con la broncoscopía.
Las tumoraciones endobronquiales pueden ser igualmente observadas por la TC como masas
que ocupan la luz del bronquio, siendo su densidad similar a la de la pared bronquial.

MASAS MEDIASTÍNICAS

La TC ha significado un importante avance en el estudio de masas mediastínicas, ya


que sus resultados en cuanto a la discriminación de densidades son muy superiores a la radi-
ología y tomogafia convencionales. Así mismo, es muy útil para la localización anatómica de
dichas masas.

Bocio endotorácico. La TC muestra la presencia de una masa en continuidad con uno de los
dos lóbulos tiroideos. Estas masas tiroideas.pueden ser de contenido homogéneo o presentar

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TOMOGRAFIA COMPUTADA DE TORAX

en su interior áreas quísticas y calcificación. Puede desviar la traquea y desplazar los vasos
mediastínicos, suelen captar contraste.

Figura 19. Imagen con densidad de partes blandas en contacto con la glándula tiroidea, compatible con
bocio endotorácico. Se aprecia en periferia pequeña calcificación.

Hiperplasia tímica. Timoma. El timo se encuentra localizado en el mediastino antero-


superior. En la TC los timornas aparecen como masas homogéneas de densidad de tejidos
blandos, ovales, redondeadas y de bordes bien delimitados.
Frecuentemente el crecimiento del tumor es asimétrico. Normalmente el tumor capta
contraste de forma homogénea tras la administración del mismo. Infrecuentemente puede
contener calcificaciones. Un 30% de los timomas son malignos.

Tuniores neurogénicos. Los tumores neurogérticos representan el 80 % de las neoplasias del


mediastino posterior, siendo descubierto.la mayoría de las vetes de manera accidental düránfe ..
un estudio radiológico convencional. Es frecuente la erosión costal o el aumento de diámetro 4
de un agujero intervertebral. Estas neoplasias típicamente son de bordes bien delimitados y de
densidad de tejidos blandos, uniformes. En algunas ocasiones puede ser visible la presencia de
calcio.

Figura 2.10. paciente que presenta imagen con densi-


dad de parles blandas (flecha) en región mediastinal
posterior izquierda, la biopsia demostró la presencia de
tumor neurogenico.

Adenopatías. La TC ese! método radiológico más sensible para valorar la presencia de ade-
nopatías mediastínicas o biliares. La TC puede demostrar ganglios linfáticos normales, sobre
todo en pacientes con gran cantidad de grasa en el mediastino. Cuando un ganglio linfático es
mayor de 1,5 cm de diámetro se considera patologico y entre 1 y 1,5 cm como sospechoso. La
TC es de gran ayuda al determinar el mejor método para realizar la biopsia ganglionar. La
calcificación en el interior de los ganglios linfáticos, generalmente, es secundaria a enfer-
medad granulomatosa antigua. La necrosis en el interior de adenopatías que producen un área

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de baja densidad central puede ser visible en neoplasias muy agresivas, pero ocasionalmente
también se produce en infecciones granulomatosas o en metástasis de tumores testiculares.
A pesar de todo ello, la TC es el método de elección en el estudio de pacientes con
sospecha de enfermedad ganglionar mediastínica (linfoma, tuberculosis) o en aquellos con
neoplasia primaria de pulmón en los que debe realizarse un estadiaje pre-quirúrgico.

Figura 2.11. Presencia de imagen nodular (flecha), con derui.


dad de partes blandas en región retrucas° preiraqueal, compa-
tible con adenopada.

Linfoma Habitualmente el linfoma afecta al tórax, cuya manifestación intratorácica más fre-
cuentebs la presencia de adenopatías mediastínica. Las masas linfomatosas se hallan más
frecuentemente en el mediastino anterior en los pacientes con linfoma de Hodgkin, siendo
dicha masa secundaria a adenopatías o a invasión tímica. Es frecuente descubrir adenopatías
en algún otro lugar del mediastino. El tamaño y morfología de los ganglios afectos por el lin-
foma varían desde masas bien delimitadas, aisladas en una sola región ganglionar, hasta
gran-
des conglomerados, que afectan a múltiples áreas. Estas masas adenopáticas suelen realzarse
en poco grado tras la administración de contraste. La TC desempeña un importante papel en el
estadiaje de los pacientes con linfoma para determinar el lugar y extensión de la afección, que
incluye a los ganglios mediastínicos, pared torácica, pleura y parénquima pulmonar.

Figura 2.12. Presencia de pequen° conglomerado ganglionar periaórti•


co, compatible con linfoma mediastinal.

Metástasis ganglionares. La mayoría de metástasis que afectan a los ganglios linfáticos del
tórax son secundarias a neoplasias pulmonares, aunque también se pueden encontrar en neo-
plasias extratorácica.
A pesar de las limitaciones que presenta la TC, este es el método de elección en el
estadiaje de los pacientes con neoplasia primaria de pulmón subsidiarios de tratamiento
quirúrgico. Los ganglios linfáticos mayores de 1,5 cm son altamente sospechosos de metásta-
sis.

PATOLOGIA ESOFAGICA
Carcinoma de esófago. La TC se usa para evaluar la extensión del carcinoma esofágico;
permite valorar el tamaño, la extensión y la resecabilidad del tumor. Los hallazgos en el car-
cinoma de esófago incluyen la presencia de una masa intraluminal, engrosamiento excéntrico
de la pared del esófago (superior a los 5 mm), la dilatación de la porción suprastenótica, la
obliteración o no de la grasa periesofágica y la presencia de enfermedad ganglionar medi-

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TOMOG CON1PUTADA DE TORAX

astínica metastásica, ganglios de epiplón menor y de tronco celíaco, así como la presencia de
metástasis hepáticas La captación de contraste pe 'te delimitar correctamente el tumor.

Figura 2. 3. Presencia de engrosamiento mural csofágico con


obstrucci n de la luz y infiltración de planos grasos vecinos,
compailt con carcinoma esofágico.

Hernia de Hiatus. Puede hallarse hernia hiatales en p cientes en los que se practica TC de
tórax por otros motivos. En estos casos se visualiza ensanchamiento del mediastino medio
inferior, por una masa con un nivel hidroaéreo en su ir tenor y que corresponde al estómago
herniado en el interior del tórax.

PATOLOGIA VASCULAR DEL MEDIASTINO


El hecho de que las arterias y venas se realcen Iras la inyección intravenosa de con-
traste convierte a la TC en el método inicial de eleccióñ para el diagnostico de los procesos
vasculares del mediastino. Tiene como ventaja sobre la angiografia su menor corte y su fácil
realización y hoy día compite favorablemente con ella como técnica diagnostica.
La TC es muy útil para descartar enfermedad. Ello ocurre frecuentemente en la elon-
gación de troncos supraaórticos que pueden simular masas mediastrnicas en la placa de tórax.
Dichas arterias tortuosas no son infrecuentes en personas de edad avanzada o con hipertensión
y aterosclerosis. La TC puede demostrar fácilmente la ausencia de enfermedad medias-Unica al
comprobar que la imagen radiológica corresponde a estLitcturas arteriales normales elongadas.

Aneurisma aórticos. La mayoría de los aneurismas que afectan a la Aorta torácica son de
origen aterosclerótico. Estos aneurismas típicamente se desarrollan en el cayado aórtico y en
la aorta descendente. La mayoría de los pacientes son a_ intomáticos, por lo que los aneuris-
mas se descubren de forma incidental. Pueden aparecer síntomas cuando el aneurisma crece
rápidamente o se produce rotura..
Se diagnostica un aneurisma de aorta cuando la Liz del vaso es superior a los 4 cm de
diámetro o si la aorta no disminuye progresivamente de zalibre a medida que salen las distin-
tas ramas arteriales. El riesgo de rotura aumenta con el i ayor tamaño de aneurisma, siendo
del 50% cuando el aneurisma es mayor a 10 cm
La TC muestra la dilatación de la luz, la existenc a de trombosis intralwninal, la com-
presión o la erosión de estructuras vecinas y la presencia de hemorragia alrededor del
aneurisma. En los estudios sin contraste es frecuente obs rvar calcificación en la íntima. Esta
calcificación curvilínea permite identificar la anomalía ediastínica como de causa vascular y
sirve para distinguir un aneurisma aterosclerótico de la d sección aórtica.

Figura 2.14. cierne que presenta dilatación aneurismatica de la


aorta desecad me con calci ficación de la intima.
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE TORAX

Disección aórtica. La disección aórtica ocurre con mayor frecuencia que la rotura de un
aneurisma aórtico. La hipertensión es el factor predisponente. La sangre penetra a través de la
pared aórtica separando la media y creando un falso canal. El lugar de rotura es importante
dado que altera el tratamiento y el pronóstico. Actualmente, la disección se clasifica en dos
tipos: el tipo A, afecta a la aorta ascendente y estos pacientes normahnente son subsidiarios de
tratamiento quirúrgico de urgencias dado el alto riesgo de que la disección afecte al saco
pericárdico produciendo un taponamiento cardíaco. El tipo B se encuentra limitado a la aorta
descendente y normalmente su tratamiento es medico controlando la presión arterial.
La TC se practica sin contraste y posteriormente se repite el estudio tras haber admin-
istrado contraste endovenoso. En los pacientes con disección en el estudio sin contraste, en
ocasiones, es posible visualizar la calcificación de la íntima despegada que separa los dos ca-
nales aórticos.
La administración del contraste mediante bolus debe permitir una buena °pacificación
de la aorta para evitar falsos negativos.

Traumatismo aórtico. La rotura de la aorta torácica se produce por desaceleración siendo el


caso más frecuente los producidos por accidente de transito. El sitio más frecuente de rotura
es el lugar donde la aorta se encuentra fijada por el ligamento arterioso, justo después del ori-
gen de la arteria subclavia izquierda. Pueden producirse pequeñas roturas o seccionamiento
completó de la luz de la arteria. Por ello en los pacientes hemodinamicarnente estables la TC
debe ser el primer método diagnóstico y si el examen es sospechoso de rotura aórtica o no
concluyente debe realizarse a continuación una aortografia.
Si se visualiza un falso aneurisma o una radiotransparencia causada por la rotura de la
pared aórtica, debe practicarse cirugía. Si los hallazgos son menos específicos observándose
irregularidad de la pared aórtica o hematoma periaórtico, debe realizarse angiografía.

Embolismo pulmonar. La TC no es un método adecuado para evaluar el tromboembolismo


pulmonar. Sin embargo, en algunos pacientes es posible observar la presencia de defectos de
repleción en el interior de las arterias pulmonares si el trombo que ocupa la luz tiene un
tamaño considerable.

PATOLOGIA VENOSA
Vena cava superior izquierda. La vena cava superior izquierda es una anomalía congénita
producida por la persistencia de estructuras venosas embrionarias. En ella desembocan la vena
subclavia y la vena yugular izquierdas y sigue un trayecto inferior siguiendo el mediastino
izquierdo análogo al de la vena superior derecha, desembocando en el seno coronario. Puede
acompañarse o no de vena cava superior derecha y el tronco venoso braquiocefálico puede
estar ausente o muy disminuido de tamaño. Esta anomalía no tiene traducción clínica y su
mayor importancia radica en la correcta interpretación de la imagen observada en la TC.
Obstrucción de la vena cava superior. La TC es un método rápido y no invasivo que per-
mite estudiar correctamente la vena cava superior. La obstrucción de la misma puede ser pro-
ducida por compresión extrínseca o por trombo intraluminal. En estos enfermos se puede ob-
servar el nivel de obstrucción, la presencia de trombo en el interior de la luz y la circulación
colateral, especialmente a través de las venas mamarias, ácigos y venas de la pared torácica.

PATOLOGIA CARDIACA
El tiempo de recogida de datos de los aparatos actuales (entre 1 y 4 segundos) hace
que las imágenes del corazón no sean de buena calidad, aunque en casos concretos, la TC
pueda ser de utilidad en patología cardiaca. Una nueva generación de escáneres ultrarápidos,
que obtienen imágenes en centésimas de segundo, prometen ser serios competidores a otros
métodos diagnósticos. En la actualidad, la TC proporciona información fundamentalmente en
los trastornos del pericardio, aunque también es útil para identificar calcio en válvulas cardía-
cas y en las arterias coronarias.
La calcificación de las arterias coronarias es fácilmente detectable mediante TC, ob-
servándose estructuras lineales calcificadas que nacen de la raíz de la aorta. Este hallazgo en

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TC realizado por otro motivo puede tener una gran im ortancia si estos pacientes van a ser
sometidos a cirugía dado que la presencia de calcificac ón aumenta el riesgo de complicacio-
nes pos-quirúrgicas.
Aunque la Ecocardiografia, es el método de ele ción para el estudio del corazón, la TC
puede utilizarse para:
Evaluar el tamaño y forma del corazón.
Valorar la relación entre las cámaras cardíacas y lo grandes vasos.
Documentar la presencia de masa intracavitaria.
Con la administración adecuada de contraste se demuestra en TC las cámaras cardía-
cas y las diferentes relaciones entre ellas. La gruesa ed del ventriculo izquierdo y el septo
interventncular, se visualizan perfectamente. Las auríc as se demuestran con claridad; el
diámetro antero-posterior máximo de la aurícula izqui r a es de 4-5 cm. Auncpie las
arterias
coronarias y las válvulas no se aprecian adecuadarnent sí son evidentes sus calcificaciones.

Pericardio. El pericardio es fácilmente visible en la T . Ante la sospecha de defecto pericár-


dico congénito, la TC es el método diagnóstico de elec ión. Demuestra la ausencia del peri-
cardio a lo largo del borde cardíaco anterior, así como 1 cambio del eje de la arteria pulmonar
principal, la cual protruye hacia delante improntando pulmón izquierdo. Los derrames
pericárdicos son fácilmente visibles en la TC. La may ría de los derrames se reconocen como
colecciones de densidad agua localizadas entre la gras pericárdica y epicárdica. Los derrames
pericárdicos no captan contraste endovenoso y gener ente su morfología cambia al variar la
posición del paciente. Las pericarditis crónicas produc n engrosamiento pericárdico, fácil-
mente visibles por TC. La calcificación del pericardio eneralmente es debida a un proceso
previo y suele localizarse de forma irregular.

Quistes pericárdicos. Los quistes pericárdicos no son infrecuentes y suelen localizarse en los
ángulos cardiofréincos, especialmente el derecho, aun ue pueden ocupar cualquier situación
en el saco pericárdico. La TC demuestra el aspecto típ co de los quistes, con paredes regulares
y contenido liquido. Pueden puncionarse y vaciarse p confirmar el diagnóstico y evitar la
intervención quirúrgica.

TOMOGRAF COMPUTADA DE PULMON


El estudio de la patología pulmonar se realiza c n ventajas bajas, es decir, resaltando
la densidad aire, lo que hace que en la pantalla de tele sión solamente se vean los campos
pulmonares, mientras que todos los tejidos blandos pr. entan una densidad blanca uniforme.
Si se requiere observar anormalidades, como por ejem lo la calcificación dentro de un nódulo
pulmonar, se utilizan ventanas de tejidos blandos.
Con esta técnica podemos identificar perfec nte todas las estructuras aéreas y vas-
culares del pulmón, viéndose la mayoría de los bronqu os lobares y segmentarios. Las es-
tructuras vasculares- arterias y venas- también se obse an a lo largo de su trayecto, rami-
ficandose en los diferentes segmentos.
El acino pulmonar, se define como la porción lmonar distal a un bronquiolo tenni-
nal y consta de bronquiolos, ductos alveolares, sacos veolares y alvéolos. El lóbulo pulmo-
nar primario comprende todos los duetos alveolares, s cos alveolares y alvéolos, junto a sus
vasos sanguíneos y nervios acompañantes, y tejido co ectivo distal al último bronquiolo res-
piratorio. El lóbulo pulmonar secundario se define co o la porción más pequeña del pulmón
rodeada por un tabique conectivo. Se compone de 30 50 lóbulos primarios. Tiene una forma
poliédrica irregular y varía entre 1 y 2,5 cm de diáme . El lóbulo pulmonar secundario
puede identificarse, en situación normal o patológica, ediante la TC de alta resolución. Se
encuentra recubierto por los septos interlobares por do de discurren las venas-pulmonares y
los linfáticos. Estos septos son más prominentes en las porciones declives del pulmón debido
a la dilatación hidrostáticas de las venas que contienen
Mediante la TC de alta resolución se
evidencian los bronquiolos y sus arteriolas pulmonare acompañantes en sujetos sanos, apre-
ciándose como pequeños puntos o delgadas estructur ramificadas en el centro de estos
lóbulos secundarios; a menudo se denominan arterias bronquiolos centrolobulares. Los

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TONIOGRAFIA COMPUTADA DE TOFtAX

lóbulos pulmonares secundarios no se distribuyen uniformemente, pero, en general, son más


manifiestos en la periferia del pulmón adyacente a las superficies pleurales.

ANATOMÍA TOMOGRAFICA
La anatomía tomográfica de pulmón y del árbol bronquial puede resumirse con cinco
cortes realizados a diferentes niveles. Una primera sección de campos superiores, antes de la
bifurcación traqueal, nos demostrara el bronquio apical superior, rodeado de la arteria y venas
correspondientes.
Un corte más caudal, a nivel de la bifurcación traqueal, nos muestra la salida del bron-
quio del lóbulo superior y su bifurcación en los bronquios de los segmentos anterior y poste-
rior, en el lado derecho. En el lado izquierdo, el origen del bronquio del lóbulo superior se
observa en un corte algo más caudal. A este nivel, la arteHa pulmonar izquierda se observa
como una densidad posterior al bronquio. En el lado derecho, podemos apreciar el bronquio
intermediario, con la arteria pulmonar situada por delante y lateralmente.
Un corte inmediatamente caudal a los anteriores demuestra la salida del bronquio del
lóbulo medio en el lado derecho y de la língula en el lado izquierdo. En cortes más caudales
pueden verse los segmentos basales de ambos lóbulos inferiores, acompañados de sus corre-
spondientes venas y arterias.

Figura 2.15.
Figura 2.16.
Corte que pasa a nivel de la bifurcación traguen], donde se aprecia la
salida del bronquio superior derecho (flecha) y su bifurcación. En un corte más caudal, se visualiza el origen del bronquio superior
1. arteria pulmonar derecha. izquierdo (flecha).
1. arteria pulmonar izquierda.

Figura 2.17.
Figura 2.18.
A un nivel inferior se aprecia el bronquio del lóbulo medio
(flecha) y de la lingula (flecha curva). Corte basa] en el que puede verse los bronquios de los seg-
mentos basalts (flechas).

II
6
IALFORMACIONES CONGENITAS
Agenesia pulmonar. La agenesia pulmonar se defin como la ausencia congénita de un pul-
món, aunque el bronquio principal permanece. Si pe iste un rudimento de tejido pulmonar,
empleamos el nombre de hipoplasia. La TC permite er como el bronquio principal termina
ciego en el caso de la aplasia, o bien hay tejido aéreo distal al mismo en el caso de hipoplasia.

INFECCIONES PULMONARES
El estudio de la etiología de las infecciones p onares sigue perteneciendo al ámbito
del microbiólogo, pero la radiología es importante p el descubrimiento de las mismas y
ocasionalmente para apuntar una posible etiología. E los últimos años estamos asistiendo a
un recrudecimiento de las infecciones por microorg 'smos atípicos en pacientes inmunode-
primidos, ya sea por la medicación que se les admini porque tengan un proceso debili-
tante, como enfermedades hematológicas o el SIDA. n estos casos, la TC esta siendo utili-
zada en la detección de enfermedad precoz, cuando c mienza la sintomatología infecciosa y
la placa de tórax no muestra anormalidades. En un po centaje elevado de estos casos, la TC
demostrara infiltrados pulmonares, no visibles por o os medios, lo que permitirá la instaura-
ción d€ un tratamiento precoz.
Así mismo, en procesos ya establecidos, la T ayudara a determinar su extensión y las
posibles complicaciones, como pueden ser la cavitaci n, la afección pleural, etc.

Figura 19
Pacien que presenta caverna tuberculosa (flecha), en seg-
mento 'or del lóbulo inferior derecho.

BRONQUIECTASIAS
A causa de su capacidad para visualizar los br nquios, la TC puede emplearse como
alternativa a la broncografía en el diagnóstico radioló *co de las bronquiectasias. Estas apare-
ceran como dilataciones bronquiales, con paredes en osadas, ya sea con contenido liquido o
con secreciones en su interior.

TUIVIORACIONES PULMONARES
Tumores benignos. Los tumores benignos pulrnonare no son infrecuentes, no suelen tener
rasgos diferenciales radiológicos que los identifiquen. su situación es central ocluyen la luz
de los bronquios principales y producen manifestacion s clínicas y radiológicas evidentes,
que conducen a una broncoscopía que confirma el dia óstico.
Diferente es el caso de los tumores periféricos, uya forma de presentación más fre-
cuente es el nódulo pulmonar solitario, asintomático.

Hamartoma pulmonar. La forma de presentación m frecuente de la.hamartoma pulmonar


corresponde a nódulo solitario periférico, aunque rar ente puede localizarse en un de los
bronquios principales. La TC es muy útil en el diagnós ico de estos tumores ya que descubre
no solo calcificaciones no visibles por otros medios, si también la presencia de grasa. La
grasa en el interior de un nódulo solitario pulmonar, es tácticamente patognomónica de ham-
artoma, especialmente si se asocia a calcificaciones gr eras. Por consiguiente la TC debe
utilizarse en todo nódulo benigno sospechoso de ser un hamartoma.

12
C

TOMOGRAFTA COMPUTADA DE TOFtA7(

Tumores malignos. Carcinoma broncogénico. Por un lado ayuda a definir mejor la neopla-
sia primitiva o a demostrarla, en los casos en los que el tumor primitivo sea muy pequeño y
debute con metástasis mediastínicas. Por otro lado, la TC se ha convertido en un método in-
substituible para el estadiaje de estas neoplasias, incluyendo decisivamente la terapéutica que
se debe emplear.
El estadiaje por TC del cáncer de pulmón se basa en tres puntos principales: a) la
presencia de adenopatías mediastinicas, b) la invasión de estructuras vecinas y c) el estado de
las glándulas suprarrenales. Indudablemente también por TC pueden descubrirse metástasis
pulmonares o costales que hayan pasado inadvertidas en la Rx de tórax.

Figura 210. Figura 2.21.


Paciente que presenta carcinoma de pulmón en el lóbulo inferior Paciente que presenta imagen con densidad de panes blandas en
derecho (flecha), próximo al cuerpo vertebral. zona paramediastinal izquierda. La punción biopsia demostró la
presencia de adenocarcinoma pulmonar.

Metástasis pulmonares. La TC puede emplearse para excluir metástasis en presencia de un


tórax normal o bien para cuantificar el número y la localización de las metástasis, de cara a
una posible cirugía. La TC debe reservarse para aquellos pacientes afectados por un tumor
primario que tengan una alta probabilidad de desarrollar metástasis pulmonares (melanomas,
sarcomas, etc) y en los que el descubrimiento de las mismas vaya a influir de alguna manera
en el tipo de tratamiento.

,

11 `
,:•••

Figura 2.22. Figura 2.23. Figura 2.24.


Imagen con densidad de panes blandas en Se aprecia glándula suprarrenal izquierda, Presencia de múltiples imágenes nodula-
región paravcrtebral derecha, que corres- aumentada de 'Limarlo y heterogénea, por res, que corresponde a metástasis por ea
ponde a tumor costal con invasión pulmonar afectación secundarla de atipia pulmonar. de ovario.
y del ernyl medula..
_

ENFERMEDAD OBSTRUCTIVA PULMONAR CRONICA


L
En pacientes con enfisema pulmonar, la TC es muy útil para cuantificar la destrucción
del espacio aéreo, especialmente en aquellos pacientes con pruebas funcionales alteradas y en

13

7
TOMOG COMPUTADA DE TORAX

los que la radiografia de tórax es aparentemente no . En los casos de enfermedad btillosa


en los que se plantee la posibilidad de cirugía la TC p ede ayudar a decidir si hay bullas soli-
tarjas o múltiples, lo cual condicionará el enfoque q gico.

Figura 2.25.
en que muestra múltipla y pequenas zonas de destruc-
ion dcl parénquima en ambos campos pulmonares, campa.
bles con bullas.

ENFERN DADES DIFUSAS PULMONARES


La TC de tórax de alta resolución, permite apre iar alteraciones parenquimatosas que
pueden pasar desapercibidas en la Rx de tórax, existen • atrones característicos de diferentes
entidades, tales como la linfangitis carcinomatosa, la bestosis y otros procesos intersticiales.
Entre ellos hay que destacar la histiositosis X, que pres nta un patrón muy característicos de
pequeños nódulos pulmonares y zonas de enfisema.

F" 2.26.
de alta resolución, que muestran una
enr intersticial difusa. En este caso se
de fibrosis pulmonar post-tmouniento
=enloso.

UMATISMOS PULMONARES
La patología traumática torácica es muy frecuent en nuestro medio. La laceración
pulmonar es más frecuente de lo que se piensa y no es o encontrar hematomas intrapulmo-
nares Sospechados. Así mismo por TC se ha demostra o que los hematomas son con gran
frecuencia múltiples.
La TC en pacientes traumatizados también pued descubrir neumotórax insospechados
clínica y radiológicamente.

Té DE PL URA Y PARED TORÁCICA

ANATOMIA RADIOL 1 CICA DEL ESPACIO PLEURAL


La pleura se identifica en la TC como una fina a que recubre el aspecto interno de
la caja torácica y que suele verse mejor en la pared poste 'or de la misma. En esta zona suele
haber una pequeña capa de gasa subpleurat, que ayuda a definirla. Las pleuras visceral y pa-

14
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE TORAX

rietal no se distinguen normalmente, a menos que estén separadas por una colección liquida,
en cuyo caso son perfectamente visibles tanto la capa parietal como la capa visceral.
Las cisuras suelen verse con bastante frecuencia en la TC torácica, especialmente utili-
zando cortes de alta definición. Tanto la cisura mayor derecha corno la izquierda se ven como
finas líneas situadas posteriormente y que se desplazan más anteriormente a medida que los
cortes progresan en dirección caudal.

DERRAME PLEURAL
Al realizarse la exploración con el enfermo en posición de decúbito supino, el liquido
se acumula en la pared posterior de tórax presentando una curva cóncava característica. Oca-
sionalmente, y sin que se sepa exactamente la razón, el liquido libre puede presentar un as-
pecto convexo simulando liquido encapsulado o incluso una masa parietal. El diagnóstico de
certeza del liquido libre se hace colocando al paciente en decúbito prono, con lo cual el
líquido se desplaza hacia la pared anterior.
Ocasionalmente en los derrames hemorrágicos pueden detectarse zonas de mayor den-
sidad que corresponden a sangre.

Figura 227.
Paciente que precava liquido libre en la cavidad pleural en
tonna bilateral.

DERRAME PLEURA1, ENCAPSULADO


En los líquidos de origen inflamatorio, se forman adherencias en corto espacio de
tiempo, lo que hace que la cavidad pleural se tabique y tl líquido quede atrapado en lóbulos
sin posibilidad de despla7amiento.
En TC sus características son las siguientes: presenta un borde convexo en lugar de
cóncavo y, naturalmente, no se desplaza al cambiar a I paciente de posición. Como con-
secuencia del proceso inflamatorio subyacente la pleural suele estar engrosada e hiperérhica y
ello se manifiesta como un anillo denso alrededor del líquido cuando se inyecta contaste e.v.
La TC sirve además para facilitar su punción y evacuación, así como el estudio
analítico.

PAOUIPLEURITIS
Se define como el engrosamiento pleural secundario a un proceso previo, en general
inflamatorio. Frecuentemente ello se identifica el la TC como una banda gruesa pleural que
rodea la periferia del pulmón; en ocasiones, hay un aumento de la grasa subpleural. En oca-
siones suele calcificar.
En los casos en que la paquipleuritis inflamatoria produzca un marcado engrosamiento
pleura!, puede ser muy dificil distinguirla de tumores malignos de la pleura, ya sean primi-
tivos o metastásicos.
NEUMOTORAX

15

e
...... rIrTIIIIrtnror"
23 •

El neumotórax es la presencia de aire en la c 'dad pleural. Se diagnostica facilmente


mediante la TC, incluso en presencia de enfisema su cutáneo. •
Las colecciones de aire, tales como bullas su pleurales, neumopericardio y enfisema
mediastínico, se diferencian de un neumotórax loc o adyacente mediante la TC. Gene-
talmente, desplaza el mediastino hacia el lado con ateral.

2.23.
en que fallara la presencia de neumotórax en lóbulo
alar del pulmón derecho. Sc aprecia el desplazamiento
iastInieo hacia el lado izquierdo.

TUMORES PLEURALES
Tumores benignos. Los tumores benignos pleurales son infrecuentes y el mesotelioma be-
nigno es el tumor más comúnmente encontrado en e categoría. En la TC presenta un as-
pecto variable ya sea como lesión extrapuhnonar o b en simulando una lesión intrapulmonar.
Suelen ser pequeños y su densidad es uniforme, aun ue si son de mayor tamaño pueden tener
zonas no homogéneas en su interior y a veces calcifi ciones.
Los mesoteliomas benignos también se locali en las cisuras, aparentemente enton-
ces en la placa simple como nódulos aparentemente trapulmonares.
Mesoteliomas malignos. La TC demuestra ciaran te el marcado engrosamiento de la pleura
con las masas y el derrame acompañante. Otras vec el mesotelioma causa un engrosamiento
pleural difuso que, como ya hemos comentado ant ormente, puede ser dificil de distinguir
de una paquipleurilis posrinfecciosa. En estos casos, a invasión de las cisuras suele ser muy
característica del mesotelioma, lo que permite suge este diagnostico.
Metástasis pleurales. Las metástasis en la cavidad leural suelen acompañarse de derrame
pleural, pero a veces se presema como engrosamient pleura' nodular, que morfológicamente
es idéntico al producido por el mesotelioma. En esto casos la presencia de un tumor primario
es la que sugiere el posible diamóstico.

16

ti;
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

ORt'G Fkwst '' i( flO

TOMOGRAFIA DE CEREBRO

PROTOCOLO DE ESTUDIO
Hay dos formas o series de estudio: sin contraste (simple) y con contraste.
El estudio sin contraste no requiere preparación. • "?.
En el estudio con contraste e.v., el paciente debe tener un ayuno de 6 a 8 horas, debido a
que el medio de contraste produce nauseas y vómitos.
Los niños y pacientes con trastornos de conciencia, de ser necesario deberán sedarse
para evitar movimientos.
TECNICA
El paciente se ubica en decúbito dorsal (D.D.), con el mentón fiexionado e
inmovilizada la cabeza; posteriormente se lo posicionará para la realización del
Topograma (tanto la camilla como el gantry deberán estar en O mm y grados
respectivamente).
Obtenido el Topograma, se marcaran los rangos de trabajo para lo cual nos
valemos del plano de la línea orbitomeatal (LOM). El haz de rayos x, debe ser paralelo a
la LOM, obteniéndose cortes sobre un plano axial desde base de cráneo hasta la calota.
Para el estudio de cerebro se utilizará un slice de 5 mm de espesor y fee de 5
mm, para la evaluación de la fosa posterior; y de 10 mm de espesor a intervalos de 10
mm, para el estudio del resto de las estructuras cerebrales.
Para la serie con contraste e.v. se utilizará yodo a cantidad de 1 mml por Kgr. de
peso, siendo administrada por vía endovenosa.
La contraindicación absoluta para la administración del contraste endovenoso es
en caso de alergia comprobada al yodo.
APLICACIONES
',-
Delinea las estructuras bañadas por líquido cefalorraquídeo y los espacios 4.s• • •
como ventrículos, surcos y cisuras, diferenciándolas del resto del parénquima
cerebral.
Detecta coágulos, hemorragias, infartos, calcificaciones cerebrales.
Define los componentes de la silla turca.
Visualiza abscesos focalizados y algunas lesiones parasitarias.
Detecta alteraciones morfológicas de la bóveda craneana.
Diferencia las áreas altamente vascularizadas de aquellas con circulación
disminuida, utilizando el medio de contraste.
También se utilizará el medio de contraste para la diferenciación de lesiones
turnorales.
La tomografia sirve para el diagnóstico de atrofia cerebral, hematomas
epidurales, subdurales y la hidrocefalia en la que a veces puede
diagnosticarse el sitio y la causa de la obstrucción.
Juega un papel importante en la evaluación de fracturas de los huesos de la
cara y cráneo en los traumatismos.
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

MI
ANATOMIA RADIOLOGICA DE LOS ORIFICIOS Y
CONDUCTOS DE LA CABEZA OSEA
NERVIOS O PARES CRANEANOS

1 par o nervio olfatorio. Nacen en el bulbo olfatorio situado en la base del cráneo,
emergen de los orificios de la lámina cribosa del etmo des y terminan ramificándose en
la mucosa nasal.

II par o nervio óptico. Nace en el quiasma óptico, atraviesa el conducto óptico, entra
en la órbita terminando en el globo ocular.

111 par o nervio motor ocular común. Nace en los pedúnculos cerebrales y atraviesa la
hendidura esfenoidal para introducirse en la órbita.

IV par o nervio patético. Nace del pedúnculo cerebral, atraviesa la hendidura


esfenoidal y se introduce en la órbita.

V par o nervio trigémino. Nace en la protuberancia y en la cara superior del peñasco


del temporal (donde se halla el ganglio de Gasser) se dilvide en tres ramas:
1° rama es el nervio oftálmico. Atraviesa la h ndidura esfenoidal y se subdivide
en tres ramas: nervio frontal, lagrimal y nasaL
2° rama es el nervio maxilar. Que atraviesa el onducto redondo mayor.
3° rama es el nervio mandibular o maxilar i ferior. Que atraviesa el agujero
oval.

VI par o nervio motor ocular externo. Nace del Isurco bulboprotuberancial y se


introduce en el seno cavernoso, del cual sale para atr vesar la hendidura esfenoidal e
ingresar a la órbita.

VII par o nervio facial. Nace en la fosita supraoliv del surco bulboprotuberancial y
penetra en el C.A.I. recorriendo todo su trayecto y s introduce posteriormente en el
orificio que corresponde a la entrada del acueducto e falopio, al cual lo recorre y
emerge del cráneo por el orificio estilomastoideo.

VIII par o nervio auditivo. Nace en la fosita supraoli y se introduce en el C.A.I.

IX par o nervio glosofaríngeo. Nace del surco del bul o raquídeo y emerge del cráneo
por el agujero rasgado posterior.

X par o nervio vago o neumogástrico. Nace en el surco del bulbo por debajo del
glosofaringeo y emerge del cráneo por el agujero rasga o posterior.

XI par o nervio espinal o accesorio. Nace en el surco del bulbo raquídeo y emerge por
el agujero rasgado posterior.

XII par o nervio hipogloso. Nace en el surco pr olivar y atraviesa el conducto


hipogloso o condíleo anterior.
ARTERIAS DE LA CABEZA

Carótida externa e interna.


Arterias vertebrales.

ARTERIA CAROTIDA INTERNA. Ingresa al cráneo por el conducto carotídeo


(peñasco del temporal), luego asciende y al llegar a la altura del piso selar se encorva
hacia delante y corre por el canal carotídeo o del seno cavernoso, al lado del piso de la
silla turca, que a la altura de las clinoides anteriores emite la arteria oftálmica y termina
subdividiéndose en varias ramas que forman parte del polígono de Willis.

ARTERIA OFTÁLMICA. Da la arteria supraorbitaria.

ARTERIA CAROTIDA EXTERNA. A nivel del cuello se divide en numerosas


ramas, la más importante es la maxilar interna.
Este vaso atraviesa la fosa cigomática y allí se subdivide en varias ramas:
Arteria infraorbitaria: situado en el piso de la órbita.
Arteria pterigoidea: atraviesa el conducto del mismo nombre situado en el
piso de la apófisis pterigoides.
Arteria esfenopalatina: comunica la porción alta de la fosa pterigomaxilar
con la fosa nasal.
Arteria meningea media: atraviesa el cráneo por el agujeró redondo menor
o espinoso.
Arteria meningea menor: es accesoria y atraviesa el agujero oval.

ARTERIA MENINGEA POSTERIOR. Rama de la faríngea inferior, rama a su vez


de la carótida externa.

ARTERIAS VERTEBRALES. Son dos derechas e izquierdas, se introducen en el


cráneo por el agujero occipital o magno junto con el bulbo y nervios espinales.

VENAS DE LA CABEZA

El sistema venoso se vierte en tres troncos:

Vena yugular externa.


Vena yugular interna.
Vena yugular posterior.

Estas tres reciben la mayor parte de la circulación de las carótidas externas que irriga la
cara y los tejidos blandos.
La yugular interna es la de mayor calibre, recibe la circulación proveniente de las
arterias carótidas internas y vertebrales y algunas ramas de la carótida externa.
La vena yugular emerge del cráneo por el agujero rasgado posterior.

3
Neri° olfatorio (I)

Tallo infundibular

Lámina perforada anterior

Quiasma Tubérculos mamilares


Nervio óptico
Protuberancia anular
Tracto óptico
Neo 6odomotor CFR) Cuerpo geniculado lateral
ad"
Nerrio trodear o patético (IV) — Lámina perforada posterior en
teVit
la fosa perpendincular
Nerrio trigémino (V) _
Nervio abducente o Puente
motor Ocular externo (VI) - Pedúnculo cerebeloso medio
Nervio facial MI)
Pirárnide
Nervio vembidocodear eAll)
Oliva bulbar
!INer^05 RIDscialtgeo RX) y vago (X)
Nervio hipogloso (XII)

Nervio accesorio (XI)

2.19 Polígono arterial de Willis y arterias del nco cerebral

Arteria erebral antericr


omunicante

'dela interna

estriadas
erebral media

aniden anterior

coroideas

omunicante

erebral posterior
Arteria embelesa
sup
Arteria
denle ) estriada
Ramas tinas
Arteria erebelosa
inferior tenor
el laberinto
interna)
eretelosi
stenor

nal anterior
IM
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

Conducto óptico. Comunica la porción anterior e interna de la fosa craneal media con la
cavidad orbitaria.
Conduce el nervio óptico, arteria oftálmica y una rama de la arteria meníngeo media que
funciona como anastomosis entre el sistema carotídeo interno y externo, por último se
introduce una prolongación de las meninges.
El conducto está compuesto por dos.orificios y un conducto. El orificio interno está
situado delante y adentro de la apófisis clinoides anterior y tiene forma ovalada.
El orificio externo se localiza en la porción posterior de la pared interna de la órbita, por
dentro de la hendidura esfenoidal:

ORIFICIOS Y CONDUCTOS DE LA FOSA POSTERIOR

Agujero rasgado posterior. Situado entre el borde posterior del peñasco del temporal y
el antero-lateral del hueso occipital; presenta forma de una coma. Dos pequeñas espinas,
una anterior que proviene del peñasco y otra posterior del occipital, dividen esta
abertura en dos partes:
Porción anterior interna y anterior o foramen nervioso. Es alargada y
más pequeña, por la cual pasan los pares craneales IX o glosofaríngeo, X o
neumogástrico y XI o espinal.
Porción externa y posterior o foramen yugular. Es de mayor tamaño
y de forma ovalada, da paso a la vena yugular.

Agujero occipital o Magno. Situado en la línea media, en el sector anterior de la


porción horizontal del hueso occipital. Presenta forma oval. Da paso al bulbo o médula
oblonga y sus envolturas meníngeas, a los dos nervios espinales, raíces ascendentes del
hipogloso y a las arterias vertebrales.

Conducto condlleo anterior o hipogloso. Conduce el nervio hipogloso mayor y


pequeños vasos. Corre por encima del cóndilo del occipital.

Conducto condfleo posterior. Es inconstante, también puede ser unilateral. En general


sigue una dirección antero-posterior, da paso a una vena emisaria que comunica el plexo
venoso suboccipital con el seno sigmoideo. En algunos casos también da paso a una
arteriola, rama de la meníngeo posterior.

ORIFICIOS DE LA CARA EXTERNA DE LA FOSA NASAL

ORIFICIO O CONDUCTO SECTOR DONDE ASIENTA


Orificios de las celdillas etmoidales superiores
MEATO SUPERIOR
Orificio del seno maxilar.
Orificio del conducto frontoetmoidal.
Orificios de las celdillas etmoidales medias y MEATO MEDIO
anterior. At'
Orificio inferior del conducto lacrimal. MEATO INFERIOR
Orificio del seno esfenoidal. Por detrás del MEATO SUPERIOR
Orificio esfenopalatino. En el sector superior y posterior
TOMOGRAFIA CO UTADA DE CEREBRO gl

3RIFICIOS Y CONDUCTOS

Orificios de la fosa anterior. Mayor interé son los orificios de la lámina


cribosa del etmoides. Se dividen en un grupo anterior, ue dan paso a filetes del nervio
olfatorio y pequeñas arteriolas. El grupo posterior paso a pequeñas arteriolas y
prolongaciones de la duramadre.

Orificios y conductos de la fosa media y de la rbita.


Agujero oval. Se localiza en el ala mayor del esfenoid s, por detrás del redondo mayor
y por delante del redondo menor.
Los órganos que lo atraviesan son: V par o trigémino arteria meníngea menor, nervio
petroso superficial y pequeñas venas.

Redondo menor o espinoso. Se ubica por detrás del rificio oval. Los órganos que lo
atraviesan son la arteria y venas meningeas media.

Conducto y canal carotideo. La arteria carótida intem penetra en el cráneo a través de


un conducto ubicado en el peñasco del temporal. El conducto, presenta una primera
porción ascendente, que luego se acoda formando un gulo recto, y sé continua con la
segunda porción horizontal, que desemboca en la punta del peñasco.

Agujero rasgado anterior. Se localiza entre el bor e posterior del ala mayor del
esfenoides y borde anterior del peñasco del temporal. s órganos que la atraviesan son
vasos arteriales, venosos y filetes nerviosos del trigé o.

Redondo mayor. Se ubica en la base del ala mayo del esfenoides, se localiza por
delante del agujero oval y por detrás y debajo de la h ndidura esfenoidal. Los órganos
que lo atraviesan son: nervio maxilar, II rama del trigé o.

Conducto Vidiano. Se localiza en la base de la ap fisis pterigoides, por debajo y


adentro del redondo mayor. Los órganos que lo a aviesan es la arteria y nervios
vidianos, 1 rama de la arteria maxilar, rama a su vez de la carótida externa.

Hendidura esfenoidat Comunica la órbita con la fosa craneal media, está situada entre
las alas mayores y menores del esfenoides. Los órg os que lo atraviesan son: venas
oftálmicas, nervios nasal, lagrimal y frontal (que son as del trigémino), III par, IV
par, VI par.

Orificios etmoidales y orbitarios interno, anterior y p sterior. Se localizan en la sutura


etmoidofrontal, comunican la órbita con el meato nas superior. Por el orificio etmoidal
anterior pasa el nervio nasal interno y arteria etmoi al anterior. Por el posterior, el
nervio etmoidal de Lushlca y arteria etmoidal posterior.

Canal y conducto nasal o lacrimonasat Contiene el onducto de la glándula lagrimal.


Situado en la parte anterior e inferior de la pared inte a orbitaria, para desembocar en
el meato inferior y está formado afuera por el canal asal del maxilar superior y por
dentro por el unguis y el cornete inferior.
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

DIAFRAGMA SELAR
M
Es una lámina delgada que cierra la abertura superior de la fosa hipofisaria, en el
centro presenta un orificio por el que pasa el infundíbulo de la hipófisis.

GRANULACIONES ARACNOIDEAS O CORPUSCULOS MENINGEOS DE


PACCHIONI

Son formaciones dependientes de las meninges blandas encefálicas, constituidas


por un ovillo vasculonervioso cubierto por la duramadre. Tienen forma esférica u
ovoide, de tamaño variable, pueden ubicarse en cualquier lugar de la superficie
encefálica e incluso pueden llegar a producir depresiones muy manifiestas en el hueso.

SENOS VENOSOS

Los senos venosos integran un sistema de conductos confluentes y llevan su


sangre hasta los agujeros rasgados posteriores, donde nacen las venas yugulares
internas.

SENOS PRINCIPALES

Seno transverso. Se ubica entre la inserción de la tienda del cerebelo en el hueso


occipital. Se extiende desde la línea media (donde nace la prensa de Herófilo), hasta el
seno sigmoideo.
Seno sigmoideo. Cuando el transverso deja el canal occipital y desciende para la cara
interna de la apófisis mastoides, se pasa a llamar sigmoideo.

SENOS QUE DESEMBOCAN EN EL SENO TRANSVERSO

Seno sagital o longitudinal superior. Se encuentra en la inserción de la


hoz del cerebro. Se extiende desde la apófisis Crista Galli hasta la protuberancia
occipital interna, donde desemboca la prensa de Herófilo.
Seno occipital. Se forma en la inserción de la hoz, se extiende desde la
prensa de Herófilo hasta el borde posterior del agujero magno.
Seno recto. Situada en la inserción de la hoz sobre la tienda del
cerebelo. En su externo anterior recibe el seno sagital inferior y la vena de Galeno.
En el lugar de unión de los senos sagital superior, inferior, occipital y transverso, se
produce un ensanchamiento denominado prensa de Herófilo.
Seno sagital inferior. Se aloja en el borde libre de la hoz del cerebro,
desemboca en el seno recto.
Seno cavernoso. Es bilateral, se aloja en un canal óseo ubicado al lado
del piso selar, también denominado canal carotídeo. El seno cavernoso desemboca en
los senos petrosos superior e inferior.
Seno esfenoidal. Nace aproximadamente a nivel de la sutura interparietal
por donde desciende hasta llegar al punto de unión entre el ala menor del esfenoides y la
calota para terminar distrnbocando en la porción anterior del seno cavernoso.
Seno petroso superior. Se ubica en la inserción de la tienda del cerebelo.
MENINGES CRANEALES
Duramadre. Constituida por tejido conjuntivo, recu re la cara interna del endocráneo,
sirve de periostio. La cara interna está cubierta por en • otelio y separada de la aracnoides
por un espacio llamado subdural. Esta irrigada por I arterias meningeas (la anterior,
media, menor y posterior). Las venas de la duramadr desembocan en los senos venosos
y el plexo pterigoideo.

Aracnoides. Formada por tejido blando y muy de gado. Se extiende paralela a la


duramadre. La cara externa e interna están adosadas, quedando entre ambas un espacio
muy estrecho, discontinuo e irregular llamado subdur4l. La cara interna esta separada de
la Piamadre formando el espacio subaracnoideo.

Piamadre. Es una membrana muy delgada. Se insin entre el bulbo y el cerebelo por
encima del cuarto ventrículo, para formar la tela cor idea inferior y el plexo coroideo
ventricular. También se introduce por la hendidura e Bichat (en la cara inferior del
cerebro) para formar los plexos coroideos de los ven culos laterales.

Espacio subaracnoideo. Situado entre la aracnoides y a piamadre. Los sectores más del
ESA se denominan cisternas (magna, bulbar, pontina, pontocerebelosa, crural, ambiens,
ala ambiens, interpeduncular, quiasmática, lámina te mal y cuadrigeminal). El ESA
contiene vasos, nervios y LCR.

Liquido cefalorraquídeo. Es segregado por el epiteli de tipo glandular que tapiza los
capilares de los plexos coroideos. Circula por los ve 'culos y luego pasa al ESA por
los orificios de Magendie y Luchska.

PROLONGACIONES MENINGE?, S HACIA EL ENDOCRANEb

HOZ DEL CEREBRO

Se origina en los bordes del seno longitudinal superior, su trayectoria sigue el


plano sagital. El borde superior continúa con la d adre y entre sus dos hojas
contiene el seno longitudinal superior. El borde inferio se sitúa en la profundidad de la
cisura cerebral interhemisférica, contiene entre am as hojas el seno longitudinal
inferior.

TIENDA DEL CEREBELO O TENTORIO

Es una lámina dispuesta en forma horizontal, n forma de tienda. Se interpone


entre la cara superior del cerebelo y las inferiores de lo lóbulos occipitales del cerebro.

HOZ DEL CEREBELO

Nace de la duramadre que cubre la cresta occipi I interna y se extiende desde la


inserción de la tienda del cerebelo hasta el borde pos erior del agujero magno. Desde
este borde fijo se prolonga hacia el endocráneo com una lámina dispuesta en plano
sagital entre ambos hemisferios cerebelosos. Su borde ijo en la cresta occipital interna
contiene el seno occipital entre ambas hojas de la d adre.

6
Fig. 2.17 Las cisternas subaracnoideas.

Cráneo

Gstema supmsellar

cisterna
interpeduncular
Cisterna pontina

Fig. 215 El sistema ventricular.

Cuerpo del
ventdculo lateral

Asta anterior del . .Tdgono del


ventriculo lateral ventneulo lateral

Agujero
Asta occipital del
intervenuicular
ventriculo lateral
de Morro

Tercer ventriculo
con la comisura gris Cuarto venir:arlo
(adhesio
interthalámica) Abertura media!
(de Magendie) del
Asta inferior del cuarto ventdculo
ventneulo lateral
Conducto ependimario
medular
Acueducto cerebral
Seno petroso inferior. Va desde el extremo posterior del seno cavernoso
hasta el sigmoideo.
Plexo basilar. Los senos petrosos de ambos lados se comunican por
varios conductos situados en el interior de la duramadre y cubre la apófisis basilar.

RADIOLOGIA ARTERIAL

CAYADO AORTICO ARTERIA


SUBCLAVIA sA,
S
Dri- CD

TRONCO BRAQUICEFALICO e

CAROTIDA PRIMITIVA DERECHA -

SUBCLAVIA IZQUIERDA

CAROTEDA IZQUIERDA

Carótida Primitiva derecha Termina a la altura del borde superior del cartílago
tiroides para dividirse en carótida interna y externa.

Carótida externa. Nace a la altura del borde superior del cartílago tiroides y
termina a nivel del cóndilo del maxilar inferior, para dividirse en dos ramas terminales:
maxilar y la temporal superficial.
También dan numerosas ramas colaterales que se dividen en tres grupos:
Anteriores: tiroidea superior, lingual y facial-.
Posteriores: occipital, auricular posterior y estemocleidomastoidea.
Ascendente: faríngea ascendente.

Carótida interna. Se ubica por fuera de la externa en su origen para luego


encorvarse sobre sí misma y se dirige en forma ob,icua, hacia arriba y adentro, en
dirección a la pared lateral de la faringe, cruza a la carótida externa y se hace
definitivamente medial. Una vez que llega a la altura de la faringe, asciende y llega
hasta el orificio externo e inferior del conducto carotídeo. Luego se dirige hacia delante
y se introduce en el seno cavernoso (ubicado a cada lado y por debajo de la silla turca),
después asciende hasta llegar al orificio interno del conducto óptico donde emite una
rama colateral: arteria oftálmica.
A nivel de las clinoides anterior (antes o después de dar la arteria oftálmica), la carótida
interna perfora la duramadre y cambia de dirección para terminar dividiéndose en sus
cuatro ramas terminales: cerebral anterior, media o Si viana, comunicante y la coroidea
anterior.
TOMOGIRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

!Arteria vertebral Nace de la arteria subclavia, irriga la fosa posterior, ingresa al cráneo
por el agujero magno. Al llegar a la cara anterior de la protuberancia se uñe con la
vertebral del lado opuesto para formar la arteria o tronco basilar. Las arterias
vertebrales dan pequeñas ramas: espinales y musculares.
De la porción intracraneal nacen cuatro colaterales principales: meníngeo
posterior, espinal anterior, espinal posterior y cerebelosa postero-inferior.

Tronco Basilar Las dos cerebralés se unen a la altura del surco bulboprotuberancial
para dar origen al tronco basilar, éste se dirige a través del espacio subaracnoideo
situado ente el tronco cerebral y el clivus occipitoesfenoidal y que forma las cisternas
pontina e interpeduncular. Allí se divide en sus dos ramas terminales que son: la
cerebelosa superior y la cerebelosa antero-inferior.
Cerebelosa superior. Se dirige por la cara anterior de la protuberancia, formando
un segmento llamado prepontino. La arteria cerebelosa superior se abre en dos ramas:
arteria marginal y la arteria precentral.
Cerebelosa antera-inferior. Irriga la parte inferior de la protuberancia, bulbo y
porción anterior del cerebelo. A la altura del porus acústico la AICA emite la arteria
auditiva interna.
Cerebral posterior. Son las dos ramas terminales del tronco basilar. Cada una de
ellas se anastomosa con la comunicante posterior(rama de la carótida interna).
Luego de su nacimiento se dirige hacia fuera y atrás, rodeando el pedúnculo
cerebral. La cerebral posterior da varias ramas: las coroideas josieriores y la
pericallosa posterior; arterias talamoperforantes.
Arterias talamoperforantes: son una serie de pequeños vasos que irrigan el
tálamo óptico, y se dividen en dos grupos: anterior y posterior.
Coroideas posteriores: son dos, una medial y lateral y nace de la cisterna
interpeduncular y rodea el pedúnculo, y se introduce en la cisterna
cuadrigeminal; luego cambia de dirección y corre por el techo del tercer
ventrículo hasta el agujero de Monro donde emite ramas para los dos plexos
coroideos. La postero lateral nace en la cisterna ambiens y da ramas que
irrigan el plexo coroideo del cuerno temporal y de la región del trígono.
Pericallosa posterior: nace dentro de la cisterna cuadrigeminal y se dirige
hacia delante hasta llegar al borde del rodete del cuerpo calloso.

Polígono de Willis. Cumple la función de un sistema comunicante. El polígono


suele tener forma de heptágono, los lados están formados de adelante atrás por:
comunicante anterior, el inicio de las cerebrales anterior, las comunicantes posteriores
y por último las cerebrales posteriores.
El punto de unión entre la cerebral anterior y la comunicante posterior en cada
lado, está constituido por la carótida interna.
ZONAS IRRIGADAS

Cerebral anterior

Media interna e inferior del lóbulo frontal.


Media interna y superior del lóbulo frontal y parietal.
Cara interna del cuerpo calloso.
1s

TOMOGRAFIA CO UTADA DE CEREBRO

Sus ramas irrigan las porciones anteriores del tál óptico, núcleo caudado y la
parte anterior inferior de la cápsula interna.
Porción dorsal del quiasma óptico y el hipotálamo as basales).
O Mayor parte del cuerpo calloso (ramas callosas).
g) Sustancia blanca del centro oval.

Cerebral Media o Silviana

a) Cara externa de los lóbulos frontal, parietal y te poral. Las ramificaciones de la


arteria Silviana penetran profundamente irrigandosustancia blanca subcortical del
r

cerebro, núcleos grises centrales y ventrículos, as arteriolas perforantes llegan


hasta el núcleo lenticular y luego continúan en dirección a la cápsula interna, bajo el
nombre de ramas estriadas en donde se dividen)en dos grupos: una anterior que
termina en el núcleo caudado y se las denomina enticuloestriadas y una posterior
que termina en el tálamo óptico y se las deno lenticuloópticas. Por último la
cerebral media da origen a la coroidea anterior qu irriga la región infraóptica y los
plexos coroideos.

Cerebral Posterior

Cara inferior e interior del lóbulo temporo-occipi


Cara externa del lóbulo occipital.
Borde inferior de la cara externa del lóbulo tempo
La cerebral posterior envía ramas denominadas arte olas óptica destinadas al tálamo.
También emite dos arterias coroideas posteriores, que• gan los plexos coroideos junto
con la coroidea anterior. El territorio profundo irrig la sustancia blanca subcortical,
parte posterior e inferior del tálamo óptico, cuerpo call so, etc.

SIS EMA NERVIOSO CENTRAL

DUFtAMADRE

SNC Cubierto por tres meninges ARACNOIDES

PIAMADRE

DUFtAMADRE: formada por dos capas que es unidas, la más interna emite
prolongaciones hacia el interior formando las Hoces Tiendas del encéfalo.
Hoz del cerebro: desde apófisis Crista Galli a la protuberancia
occipital interna. Separa los hemisf nos cerebrales.
Tienda del cerebelo: divide en os hemisferios al cerebro en su
porción posterior.
Tienda pituitaria o Diafragma elan por encima de la Glándula
Hipófisis.

IO
'41kist

SENOS VENOSOS: lo forman las dos capas de la duramadre cuando se separan.

ARACNOIDES: esta unida a la Duramadre, formada por dos capas adosadas quedando
entre ambas un espacio muy estrecho llamado subdural.

PIÁMADRE: es muy delgada, se insinúa entre el bulbo y el cerebelo. Forma los plexos
coroideos de los ventrículos laterales (productores de líquido cefalorraquídeo).

ESPACIOS MÁS IMPORTANTES

Extradural entre cráneo óseo y Duramadre.

Subdural entre Duramadre y Aracnoides.

Subaracnoideo entre Aracnoides y Piamadre.

ENCEFALO

CEREBRO.
CEREBELO.
TRONCO CEREBRAL
BULBO

PEDUNCULOS
PROTUBERANCIA
CEREBRALES

MECENCEFAL
CUADRIGEMINOS

11
ffi
TOMOGRAFIA CO rUTADA DE CEREBRO •s::
-

Mt

BULBO

Separado de la protuberancia por el S reo bulboprotuberancial.


La región posterior presenta un surco medio qued do un espacio que es la porción
inferior del Cuarto ventrículo.

Figura 1.1 CYRFBRO NORMA!


1 -Bulbo. 2- Vennis ccrebeloso.
3-Seno etmoidal.
4-Cristalino. 5-Hemisferio cerebeloso.
6- Peñasco.
1•;¿•1

PROTUBERANCIA

Se encuentra ubicada por encima del bo, debajo de-los pedúnculos y


por delante del cerebelo. Su cara anterior presenta a depresión que corresponde al
canal basilar (corre la arteria basilar).
Su cara posterior posee los pedúnculos cerebelosos su'criares, que unen el cerebelo con
los pedúnculos cerebrales.
El techo del Cuarto ventrículo lo forma el cerebelo.

Figura 1.2 C REBRO NOFtMAL


¡Cuarto ven culo. 2-Hemisferio cerebeloso. 3-Protuberancia
4-Cistcma p • • nuna 5-Lóbulo temporal. 6- Silla turca.
7-seno etmoi al. 8-Globo ocular. 9- Seno esfenoidal.
10- Protu cia occipital interna.

Tiene forma ovoide. Presenta una es ctura central, llamada vermis


cerebelosa y dos estructuras laterales, que son los hemisferios cerebelosos. Tiene
múltiples surcos que los dividen en múltiples lóbulos.

12
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

PEDUNCULOS CEREBRALES

Se ubican por encima de la protuberancia, a nivel del surco


protuberancia! superior.
Entre los pedúnculos cerebrales en su porción anterior se halla ubicado un espacio, que
forma la cisterna interpeduncular. .
En la regióri posterior existe un orificio, llamado acueducto de Silvio que divide a los
pedúnculos de la placa cuadrigeminal. El acueducto de Silvio comunica el Tercer
ventrículo con el Cuarto.
La placa cuadrigetninal presenta cuatro eminencias, dos superiores o anteriores y dos
inferiores o posteriores, que son los tubérculos cuadrigéminos; de donde parten fibras
nerviosas. En dicha zona se une el Cuerpo Geniculado (nacen fibras ópticas), que se
entrecruzan por delante de los tubérculos formando el quiasma óptico, de donde
emergen los nervios ópticos.
p

Figura 1.3. CEREBRO NORMAL.


I -Seno frontal. 27 Pedúnculo cerebral. 3- Tubérculo
cuadrigémino.4j Mesencéfalo. 5-Cisterna Ambiens. 6-
Cisterna Crund.

CEREBRO

Esta formado por dos hemisferios.


La cara externa se divide en lóbulos. En ella encontramos el conducto de Silvio, en la
región superior, el conducto de Rolando en el centro y el conducto Perpendicular
externo.
La cara interna esta conformado por el calloso terminal (región posterior),
perpendicular interior y calcarina (a nivel del occipital).
El encéfalo se halla envuelto por la piamadre. Se encuentra conformado por la corteza
cerebral (sustancia gris y sustancia blanca).

NUCLEOS GRISES

CORTEZA

TALAMO

NUCLEO

ANTEMURO

13
TOMOGRAFIA CO UTADA DE CEREBRO

Tálamo. Son dos, con forma de huevo a cada lado de la línea media, por encima de los
pedúnculos cerebrales.
Núcleo lenticular. Tiene forma de pirámide, por fuets del tálamo presenta dos núcleos:
el más interno globo pálido el más externo putámen.
Antemuro. Se ubica por fuera del núcleo lenticular.

r lirn1,11
91,9

Figura 1.4 CEDIE,BRO NORMAL.


1-Cabeza del n cleo candado. 2- Núcleo lenticular. 3- Tálamo.
4- Cápsula in a 5-Asta frontal del ventriculo lateral. 6- Glándula
pineal. 7- Pica coroideo.

LO
10
110
10.0

710
II
enprum 0111 ~FUT/e

NUCLEOS SUSTANCIA BLANCA

CENTRO
INTERNA
CORONA CAPS AS EXTERNA
EXTREMA
CUERPO

NUCLEO

TRIGONO

Cuerpo calloso. Tiene dos dilataciones, una anterior o Rodilla que termina en un pico
(pico del cuerpo calloso), donde existe una es ctura llamada Comisura blanca
anterior; y una posterior o Rodete.
Núcleo caudado. Tiene una cabeza, un cuerpo y una ola.
Trigono. Ubicado por debajo del cuerpo calloso, sta conformado por una lámina
localizada en sentido sagital Septum Lucidum. Este t ina en dos prolongaciones cada
una de ellas denominadas pilares.

AVIDADES DEL ENCEFALO

a) Sistema ventricular.
- III ventrículo.
- IV ventrículo.
- Ventrículos laterales.

14
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

b) Cisternas.

Ventrículos laterales: conformado por tres prolongaciones, dos anteriores y una


posterior.
La primera prolongación anterior y superior, se ubica en el lóbulo frontal y recibe el
nombre de astas frontales de los ventrículos laterales.
La segunda prolongación anterior e inferior, se halla en el lóbulo temporal, denominada
astas temporales de los ventrículos.laterales.
Por último la prolongación posterior, localizada en el lóbulo occipital, nombrada como
astas occipitales de los ventrículos laterales. Todo se une en un cuerpo o encrucijada.
Las paredes internas de los ventrículos laterales se unen en una línea media que forman
el Septum Lucidum.
COMUNICACIÓN VENTRICULAR

el acueducto de Silvio.
El III ventrículo se comunica al IV ventrículo por
El III ventrículo, ubicado entre ambos tálamos se comunica con los ventrículos
laterales por el agujero de Monro.
El IV ventrículo, localizado entre el bulbo y la protuberancia por delante, y el
cerebelo por detrás, se comunica con los ventrículos laterales por el agujero de Luschka;
la porción inferior del IV ventrículo se continúa hasta un conducto llamado conducto
ependimario, que se halla dentro de la médula espinal.
CISTERNAS

En ellas circula el líquido cefalorraquídeo.


se ubica entre la cara anterior del bulbo y la apófisis basilar;
La cisterna bulbar
presenta unas prolongaciones laterales llamadas recesos laterales de la cisterna
bulbar. se encuentra por delante de la
La cisterna pontina o prepontina o protuberancial
protuberancia, y presenta unas prolongaciones laterales llamadas recesos laterales de la
cisterna protuberancial.
La cisterna bulbar se comunica con la cisterna pontina por medio del puente de
Barolio. la región CM, formado por el
La cisterna pontocerebelosa se halla ubicada en
peñasco, el cerebelo y la protuberancia
bulbo por delante y el cerebelo por detrás,
La cisterna Magna está localizada entre el
desembocando en el ángulo Magenoli (IV ventrículo).
La cisterna cerebelosa superior se ubica por encima del cerebelo, comunicándose con
'ye
la cisterna Magna y la bulbar.
Estas cinco cisternas se denominan cisternas infratentoriales.
La cisterna interpeduncular se localiza entre los pedúnculos cerebrales y presenta una
prolongación lateral llamada cisterna crural, que irriga la cara interna de los
hemisferios cerebrales.
La interpeduncular continua con la pontina.
La cisterna cuadrieeminal, presenta a los lados las cisternas ambiens.
La cuadrigeminal continua con la cerebelosa superior.

15
Estas cuatro cisternas se la denomina peritroncales (e vuelven el mesencéfalo).

La cisterna del cuerpo calloso se encuentra por ene' a del cuerpo calloso.
La cisterna de la lámina terminal corre entre los lób os frontales.
La cisterna quiasmática engloba el quiasma óptico, presenta una prolongación, que
se llama cisterna Silviana, la cual se introduce en el a ueducto de Silvio.
La cisterna quiasmática se comunica con la cisterna rural.
La cisterna de la lámina terminal, la cisterna Sil 'aria y la cisterna quiasmática
conforman las cisternas supraselares.

SISTEMA ARTERIAL

Del cayado aórtico nacen la carótida izquierda y la subclavia izquierda, también el


tronco braquiocefálico del que se originan la ca ótida primitiva derecha y la
subclavia derecha, esta última dará origen a las verte rales.

De la carótida derecha a nivel del cartílago tiroides nacen la carótida interna y la


externa.
La carótida externa da dos ramas terminales, la max r y la temporal.
La carótida interna, a nivel de las clinoides anterio s da cuatro ramas terminales, la
cerebral anterior, la cerebral media o Silviana, a comunicante posterior y la
coroidea anterior.

Las arterias vertebrales nacen de la subclavia de cha, que conforman el tronco


basilar. Estas arterias se encargan de irrigar la fosa p sterior y la cara anterior de la
protuberancia (surco bulboprotuberancial), que se unan para formar el tronco basilar.

El tronco basilar presenta dos ramas terminales, qu son las cerebrales posteriores
que se unen con la comunicante posterior.

POLIGONO DE WILLIS

Está formado por la comunicante anterior, la cerebral anterior, de las cuales


el punto de unión es la cardada interna, la comu icante posterior y la cerebral
posterior.

1.5. CEREBRO CON CONTRASTE NORMAL


co basilar. 2- Arteria comunicante posterior.). Art.
Cereb media.4- Art. Comunicante anterior.5- Art. Cerebral
anteri r. 6- Art. Cerebral posterior.

16
Imagen axial de TC: a nivel de la protuberancia.

Seno frontal
lámina orbitarus del
frontal

Silla turca
Clivus Seno eunoidal
Arteria bailar en la
cisterna prepontina Lóbulo temporal
Patena carótida interna

Protuberancia Células eunoidales del


— hueso petroso
Cuarto ventdculo temporal


Pedúnculo cerebelos,
medio
Cisterna magna

— Cerebelo

2.28 Imagen axial de TC: a nivel del meséncéfalo.

Lóbulo frontal

Hendidura de Sikiio
Cisura interherrusfenca
Cisterna Suprasellar con
las arterias cerebral
media y baxlar lóbulo temporal

pedúnculo
Cisterna ambiente cerebro:
Lse
Acueducto cerebral tubérculo
cuadrigérnno

Cisterna de la lámina
cuacIngemina
Verrius
Inserción textorial
Hemisferio cerebelos°
Cisterna magna

Cisura intediemiskinca
7. •
Asta antenor del
ventriculo lateral

Supura lucidun ----- AfIlein:

Hendidura de Sihio—

Tercer ventriculo

Asta occipital del


veninkuto lateral
Cisterna vermiana
supericr y velliliS
Cisterna magna
.NE1.

SISTEMA VENOSO

Los senos venosos drenan su contenido en la yugular interna, la cual sale del
cráneo a través del agujero rasgado posterior.
La sangre venosa llega a los senos venosos por:
Las venas superficiales, que colectan la sangre de la corteza y la sustancia blanca, y
drenan su contenido ene! seno longitudinal superior e inferior.
las venas profundas que colectan la sangre de los núcleos de la base y la drenan en
las venas de Galeno, las cuales desembocan en el seno -ecto.

Fig. 2.22 widimensicnal con RM del poligono arterial de Willis.

2.

17
gwaécok. ro Pee.F._ NAY oLO
TOMOGItAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

OPSCoitvAL , O/ teS

SISTEMA VENOSO
Los senos venosos drenan su contenido en la yugular interna, la cual sale del
cráneo a través del agujero rasgado posterior.
La sangre venosa llega a los senos venosos por:
Las venas superficiales, que colectan la sanizre de la corteza y la sustancia blanca, y
drenan su contenido en el seno longitudinal superior e inferior.
las venas profundas que colectan la sangre de los núcleos de la base y la drenan en
las venas de Galeno, las cuales desembocan en el seno recto.

INFARTO. TRAUMATISMO Y HEMORRAGIA

ISOUEMIA E INFARTO CEREBRAI:ES

La isquemia y el infarto cerebrales constituyen estados de carencia nutricional


del cerebro.
La isquemia es un estado de privación temporal que origina disfunción
neurológica reversible. Ambos procesos pueden ser focales, multifocales o
generalizados.
La causa más común de isquemia e infarto es la carencia de oxigeno, aunque
también puede consistir en falta de glucosa.
En circunstancias habituales, la interrupción absoluta del flujo sanguíneo
cerebral (FSC) no es tolerable durante más de 10 minutos.
La isquemia cerebral focal puede deberse a trastornos vasculares (arteriales o
venosos).
La isquemia cerebral global puede tener su origen en el aumento de la presión
intracraneal, trastornos metabólicos, anemia o insuficiencia respiratoria.
Los equivalentes clínicos de la isquemia y el infarto son la crisis isquémica
transitoria (CIA) y el ictus. Las CIA son episodios breves de disfunción neurológica
focal (ceguera, disturbios del habla, paresia, etc.) que se resuelven en cuestión de pocos
minutos.
Los ictus son déficit neurológicos de comienzo súbito, permanentes o de larga
duración. La aterosclerosis es la causa más común de CIA e ICTUS.
Los infartos cerebrales pueden ser blandos o cuando se rompen las paredes
vasculares debido a necrosis, hemorrágicos.
Los objetivos de la TC en la isquemia y el infarto cerebrales agudos incluyen:
Demostrar la localización y extensión de la lesión.
Demostrar la presencia o ausencia de hemorragia.
Excluir entidades que imitan a la isquemia (lesiones de masas extra o
intracerebrales).

Los objetivos en los estados subagudos o crónicos consisten:


En definir la localización y extensión del infarto.
El cambio anatomopatológico inicial asociado con el infarto y la isquemia cerebral
es el edema.
Los cambios más precoces en la TC sin contraste, relacionados con el infarto
cerebral pueden detectarse dentro de las primeras 24 hs. e incluyen efecto de masa sutil,

17
TOMOGRAFIA C N[PUTADA DE CEREBRO

perdida de distinción entre las densidades de la sus cia gris y blanca e hipodensidad

Los infartos menores y los localizados en áreas p edispuestas a los artefactos (ej. :
fosa posterior), pueden requerir más tiempo para ser etectados en la TC.
El edema, con la hipodensidad acompañante, alc su máximo a los 3-5 días y se
resuelve 2-3 semanas después del infarto.
Los infartos pueden convertirse en isodensas co aspecto normal del cerebro a las 2-
3 semanas y hacerse después otra vez hipodensos.
Con el tiempo, la densidad baja del infarto se del mita con más claridad. En ultimo
termino, existe perdida de volumen parenquimatoso encefalomalacia) con la
consiguiente dilatación de los surcos y cisternas y lo ventrículos subyacentes.
La presencia de numerosos infartos unilaterales los territorios de la arteria
cerebral media y anterior, sugiere enfermedad ateros lerotica. Los infartos lacunares son
pequeños (15 mm) y se producen sobre todo en los g glios basales, las regiones
periventriculares y el tronco encefálico se deben a e ermedad oclusiva de pequeñas
arteriales profundas. La enfermedad oclusiva vascul se asocia muchas veces con
hipertensión y diabetes.

Fiçi 1.6.
hipodensa ternporo-pazietal derecha de origen
isqu 'co.

FEEMORPAGIA INTRACRANEAL

La TC ha interpretado un papel notable en el aiagnostico de la hemorragia


aguda. Los valores de atenuación de la sangre en la T 2, es de aproximadamente 56 UH,
la sustancia gris normal tiene entre 37 y 41 UH, y la t lanca entre 30 y 34 UH.
Cuando sé esta estudiando un paciente anémic o, cabe la posibilidad de que la
hemorragia aguda parezca isodensa con relación al c - ebro normal. La heinorragia
pierde densidad desde la periferia hacia la región cen al, como resultado de los cambios
bioquímicos que están ocurriendo en el coagulo.
En una hemorragia intraparenquimatosa simpl la baja atenuación inicial
alrededor de la hemorragia con densidad alta, se debe al suero procedente del coagulo.
Ese reborde hipodenso no es grande. La hipodensida circunferencial aumenta y se hace
máxima aproximadamente a los 5 días. Al cabo de 2 eses solo suele existir una
pequeña hendidura hipodensa. Con la hemorragia no omplicada se observa menos
atrofia que con el infarto.
La situación es menos favorable cuando la he orragia es pequeña. Las lesiones
del tronco encefálico pueden quedar oscurecidas por efactos y las colecciones planas
y finas (hemorragias subaracnoideas y extracerebrale pueden no verse debido al

18
promedio de volumen parcial. El uso de contraste yodado endovenoso es innecesario en
los casos de hemorragia.
El diagnóstico de tumor con hemorragia requiere muchas veces la
administración de contraste e.v. para verificar la presencia del tumor.

Figura 1.7.
Imagen espontáneamente hiperdensa en región talámica
derecha, debido a hemorragia parenquimatosa.

Hemorragia subaracnoidea e intraventricular: las causas de este tipo de hemorragia


incluyen aneurisma roto, traumatismo, malformación arteriovenosa, hipertensión y
diabetes hemorrágica. Las hemorragias intraventriculares están producidas con más
frecuencia por aneurismas rotos de la arteria cerebral anterior o de sus ramas. La
hemorragia subaracnoidea e intraventricular se asocia con agrandamiento de los
ventrículos. Esto se debe a que los hematies producen una hidrocefalia comunicante, al
dificultar la reabsorción del LCR en las granulaciones de Pacchioni. Las causas de este
tipo incluyen aneurisma roto, traumatismo, malformación arteriovenosa, hipertensión y
diatesis hemorrágica Las hemorragias intraventriculares están producidas con más
frecuencia por aneurismas rotos de la arteria cerebral anterior o sus ramas, y se asocia
con agrandamiento de los ventrículos. La dilatación ventricular puede observarse dentro
de las dos primeras semanas después de la hemorragia.

Figura 1.8
Imagen espontáneamente hiperdensa en surcos y cisuras
de la convexidad, como asi también en el sistema
ventricular, compatible con hemorragia subaracnoidea,
con inundación ventricular.

Infarto cortical hemorrágico: está presente en alrededor del 20% de todos los
pacientes con infarto y se limita a la corteza. La hemorragia resulta más común en las
circunvoluciones corticales profundas.

El infarto cortical hemorrágico varia poco con respecto a la hemorragia


parenquimatosa. La evolución de este tipo de hemorragia es similar a la de la
intraparenquimatosa. La hemorragia intraparenquimatosa muestra evidencias de atrofia.

19
;

La TC en el infarto hemorrágico muestra ef cto de masa en un determinado


territorio vascular, lo que se manifiesta por borrosi d de los surcos corticales y suele
ser desproporcionado en relación con la cantidad d hemorragia presente.
En el estadio subagudo o crónico (al cabo d 7 días o más), la IRM es superiora
la TC.

Colecciones extracerebrales: la mayoría de las col cciones son secundarias a eventos


traumáticos. El hematoma epidural tiene una forma icóncava en la TC, la mayor parte
de esos hematomas se asocian con la fractura de c eo, aunque también pueden verse
sin evidencia detectable de fractura. Se deben a des anos de la arteria meníngea media,
las venas o senos durales. Casi todas las hemorrágic epidurales agudas muestran
absorción alta, sin embargo, existen casos en los qu la gran perdida de sangre produce
anemia con la consiguiente isodensidad de la hemo gia en la TC.
La TC demuestra una masa en la periferia de la convexidad, con forma
lenticular, existe compresión y edema en las áreas c rebrales subyacentes. La sustancia
blanca aparece curvada, pero se conserva la definici n de la interfase entre las
sustancias gris y blanca.
Los hematomas subdurales pueden clasific e como: agudos, subagudos o
crónicos.
Los hematomas subdurales agudos son estru turas cóncavas que suelen
asociarse con lesión parenquimatosa.
Los hematomas subdurales se hacen hipodes os con respecto al cerebro al cabo
de unas 4 semanas.
Los hematomas subdurales agudos suelen te er limites cóncavos o rectos con
respecto al cerebro adyacente, mientras que los suba idos y sobre todo los crónicos,
presentan a veces una forma convexa cuando se abso be el líquido presente en el
hematoma

Malformaciones cerebrovasculares ocultas: las M YO son lesiones vasculares y


pueden originar pequeñas hemorragias recurrentes. L lesión puede aparecer en la TC
como una región de absorción alta (calcificada), sin e ema ni efecto de masa, que se
intensifica tras la administración de contraste endove oso. Este patrón es inespecífico y
puede corresponder a un tumor calcificado, un granul ma, un hamartoma o a una
hemorragia antigua. Para asegurarse de que no se trat de un hemorragia intratumoral
debe descartarse la presencia de edema asociado.

Hemorragia intratumoral: se produce hemorragia s gnificativa en la metástasis


cerebrales y en los gliomas primarios. Entre las lesio s metastásicas con tendencia a
hemorragia se incluyen las secundarias a melanoma, cinoma broncogénico,
carcinoma tiroideo, etc.
La TC con contraste es útil para revelar region s no hemorrágicas de
intensificación, que representan el tumor. Otros sipo de tumor son el efecto de masa y
la presencia de edema. Cuando existen dudas es reco endable repetir el estudio al cabo
de 4 semanas.

TRAUMATIS 10 ENCEFALOCRANEANO

La TC sin contraste es adecuada y suficiente para evaluar a los pacientes después


de un traumatismo.

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TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

Las lesiones pueden clasificarse de modo amplio o focales (hematomas


exiraaxiales e intraparenquimatosos, contusión, laceración y fractura) y difusas
(tumefacción difusa y edema).

Figura 1.9. Hemorragia subaracnoidea por


traumatismo. Presencia de cuerpo extrario.

HEMATOMA EPIDURAL

La dura es una cápsula fuerte y fibrosa en la que corren las arterias y venas
metúngeas. Un golpe en la cabeza puede causar deformidad craneal focal, que separa la
dura de la bóveda, con o sin fractura asociada La hemorragia se colecciona en el
espacio epidural y lo agranda Ese espacio tiene normalmente carácter virtual y solo se
convierte en real cuando la dura se separa de la bóveda craneal.
Las características de un HED agudo en la TC reflejan la presencia del coagulo
situado entre la tabla interna del cráneo y la dura deprimida.
Un RED es biconvexo, bien definido con una atenuación entre 40 a 80 UH, la
sustancia gris normal (25 a 40 UH).
El HED agudo puede contener áreas con atenuación más baja debidas a la sangre
sin coagular o al suero. El HED ejerce efecto de masa, caracterizado por borrosidad de
los surcos, compresión ventricular y desviación de la línea media.
El HED se asocia muchas veées con fracturas lineales. El HED sin fractura es
más común en los niños.
La localización más frecuente corresponde a la región temporal, también es
común la localización frontal.
El aspecto del HED en la TC cambia con el transcurso del tiempo.
La lisis del trombo hacen que disminuya la densidad pasando por fases de
hiperdensidad, isodensidad e hipodensidad.
Es frecuente que la dura desplazada se calcifique, lo que puede darse en cuestión
de días.

HEMATOMA SUBDURAL

El espacio subdural corresponde a la interfase entre la dura y la axacnoide.


Una clasificación poco exacta divide estos hematomas en tres grupos: agudos
(40 a 70 UH), subagudos (isodensos con la sustancia mis normal 25 a 40 UH) y
crónicos (menor a la atenuación de la sustancia gris normal 16 a 25 UH).
El HSD agudo suele producirse en pacientes con lesiones por desaceleración
violenta durante accidentes de transito o caídas.
Las lesiones parenquimatosas o el edema acompañantes son más comunes en el
HSD agudo.

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El HSD agudo se manifiesta en TC como a colección hiperdensa semilunar.
Se produce una deformidad característica del ven 'culo lateral, con desplazamiento
medial y compresión de todo el ventrículo. El ede a y la contusión suelen contribuir el
efecto de masa.
Un HSD pequeño tal vez no se observe co las ventanas estrechas que suelen
usarse en la TC craneal, por esa razón, todas las T de cabezas traumatizadas deben
visualizarse con tres ventanas diferentes: estrech para cerebro, media para la sangre y
ancha para el hueso.
El aspecto "atípico" más iinportante de un SD agudo es la isodensidad con
respecto al cerebro (25 a 40 UH). Los pacientes a4 micos pueden presentar HSD
isodenso durante la fase aguda.
En caso de isodensidad, los signos secund os de la deformidad ventricular,
borrosidad de los surcos, desviación de la línea me ia, deben sugerir presencia de HSD.
El HSD se encuentra con más frecuencia so re las convexidades cerebrales.
También puede localizarse en la fisura interhemisf rica.
La presencia de sangre en la fisura interhe 'sférica o la fosa craneal media
proplirciona una pista para sospechar la localizació supratentorial.
El HSD localizado en la fosa posterior, pue e deberse a ruptura de senos
venosos durales, contusión cerebelosa, y aparecen n la TC como colecciones
hiperdensas que se adaptan a la tabla interior del c co.
Al envejecer el HSD, disminuye la densida de la hemorragia, haciéndose
isodensa en un periodo de 2 o 3 semanas.
El HSD se considera crónica cuando existe esde hace 3 semanas o más y es
más frecuente en pacientes ancianos.
Es característico que el HSD crónico este ro cado por una cápsula bien definida.
La cápsula es muy vascular y se intensifica con los ontrastes intravenosos, suele
calcificarse.

Fi 1.10.
T.A. . de =letal°, que muestra hematoma subdural
agud en región temporal derecha.

HIGROMA SUBDURAL

Las colecciones de liquido subdural con ate ación baja pueden aparecer
después del traumatismo cefálico sin hematoma pre lo y se conocen como higromas
subdurales. Estas colecciones rara vez se desarroll inmediatamente después del
traumatismo, tienen una presión interior alta. Se cre que esas colecciones se deben a
pequeños desgarros aracnoideos.
Estas colecciones de liquido subdurales son as comunes en la región frontal y
se resuelven de forma espontanea al cabo de varios eses.

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HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA

La HSA post-traumática es común y se asocia muchas veces a contusión cortical


o laceración y con hematomas extraaxiales o intraaxiales. La HSA se detecta en TC
como zonas lineales con densidad anormalmente alta en los surcos, las cisuras o las
cisternas basales.

TUNIEFACCION Y EDEMA CEREBRALES DIFUSOS

La tumefacción cerebral difusa (TCD) y el edema constituyen secuelas comunes


del traumatismo cefálico. La TCD suele ocurrir en el período post-traumático precoz y
se manifiesta en la TC como borrosidad generalizada de los espacios del LCR,
incluyendo surcos de la convexidad, cisternas basales y ventrículos por agrandamiento
del cerebro, producido por el aumento del flujo sanguíneo cerebral y del volúmen de
sante intracraneal. La TCD es más común en niños.
El edema esta causado por aumento del líquido tisular, y puede ser global o
focal. Es frecuente que afecte más a la sustancia blanca central que a la gris cortical.

NEUMOCEFALO

La presencia de aire intracraneal en las imágenes de TC después del traumatismo


implica una fractura abierta o fractura de una estructura que contenga aire (celdas
mastoideas, senos paranasales), también puede producirse en otros casos por
intervenciones quirúrgicas. El aire intracraneal puede localizarse en el espacio subdural,
subaracnoideo, o epidural, dentro de los ventrículos o en el parénquima. El neumocéfalo
suele resolverse en pocas semanas.

Figura 1.11.
Paciente en post-operatorio de hematoma cerebral, que presenta
neumoencCfalo a nivel ventricular y parenquimatoso.

FRACTURAS DE CRÁNEO

La TC identifica con facilidad las fracturas, los fragmentos hundidos y las


suturas separadas. Las únicas fracturas qué quizá no sean detectables por la TC son las
paralelas al plano de barrida.
La mayoría de las fracturas son lineales y se localizan en la bóveda. La presencia
de aire intracraneal o de líquido en el oído medio, la mastoides o los senos esfenoides
debe conducir a la búsqueda de alguna fractura en la base del cráneo.

23
INFECCIONES

La meningitis y el absceso cerebral son posibles secuelas del traumatismo


cefálico.
Los trozos de tejido desvitalizado retenidos en el cerebro pueden actuar como
focos de infección y conducir a meningitis, epiemia, absceso o ependirnitis.

Figura .12.
Imagen hipodrnsa que capta contraste en
forma de anillo. compatible con absceso
cerebra post-meningitis.

HIDROCEFALIA

La dilatación ventricular que aparece en el momento del traumatismo o poco


después, se debe a hidrocefalia obstructiva.
La obstrucción puede ocurrir por hematoma de la fosa posterior que puede
obstruir el cuarto ventrículo, la hemorragia subaracnoidea puede bloquear la absorción
de LCR, con hidrocefalia comunicante. La TCD y el edema comprimen los ventrículos,
pero no los desplazan. Al resolverse la tumefacción ye! edema, los ventrículos se
reexpanden y recuperan su tamaño normal.
La hidrocefalia comunicante aguda se caracteriza por redondeamiento de las
astas frontales, prominencia del tercer ventrículo, borosidad de surcos corticales.

Figura 1.13.
Hidnacefalia obstructiva en niño de 6 años
de edad, por tumor de fosa posterior.

ATROFIA

La pérdida de sustancia cerebral es una secuela común de la lesión cefálica. La


atrofia puede ser focal, como en los casos de cicatrización parenquimatosa.

24
TONIOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

La atrofia generalizada se manifiesta en la TC por dilatación de los ventrículos,


las fisuras, surcos y cisternas.

Figura 1.14.
T.A.C. de encéfalo que muestra aumento del espacio
subaracnoideo y ligera dilatación del sistema ventricular,
compatible con annfia central y corticaL

ANEURISMAS

La causa no traumática más frecuente de hemorragia intracraneal es la rotura de


una aneurisma.
Las localizaciones más comunes son la unión de la arteria cerebral anterior y la
comunicante anterior, la unión de la carótida interna y la comunicante posterior, la
bifurcación de la arteria cerebral media, etc.
La mayoría de los aneurismas se locali72n en el espacio subaracnoideo. Así, al
sangrar, suelen causar HSA.
Los aneurismas pueden sangrar en el parénquima cerebral, también pueden
sangrar en los ventrículos, sobre todo cuando los aneurismas de la arteria comunicante
anterior.
Los hematomas del lóbulo temporal suelen deberse a una aneurisma de la arteria
cerebral media, aunque también pueden guardar relación con aneurismas de la carótida
interna o de la comunicante posterior.

Figura 1.15.
T.A.C. de cerebro con contraste, que muestra importante aneurisma de
la arteria cerebral posterior izquierda.

FLEMORRAGIA 131PERTENSIVA

Es una causa común de hemorragia intracerebral espontanea. La localización


más frecuente corresponde a los ganglios basales, sustancia blanca hemisférica, el
cerebelo y el tálamo.
Las hemorragias asociadas con hipertensión suelen ser grandes de localización
primaria intraparenquimatosa y disecan muchas veces al sistema ventricular.

25
INFECCIONES

S.I.D.A.

Los pacientes con SIDA pueden no mostrar áreas focales de anomalías; sin
embargo en estos enfermos es frecuente encontrar tria atrofia generalizada difusa, con
agrandamiento de los ventrículos, surcos corticales y las cisternas.
El protozoo toxoplasma gondii es el germen oportunista que infecta con más
frecuencia el cerebro de los pacientes con SIDA.
La toxoplasmosis puede aparecer como masa única o como múltiples masai. En
la TC con contaste son típicos los patrones de intensificación en anillo. La doble dosis
de contraste ayuda a visualizar mejor las lesiones, suele existir edema adyacente.
La leucoencefalopatía multifocal es una infe:ción que se caracteriza por
anoñialla de la sustancia blanca sin efecto de masa. :a localización más frecuente son
los hemisferios cerebrales. Es característico que la LMP no se intensifique con el
contraste en la TC, un dato útil para diferenciarla d la toxoplasmosis, el linfoma y la
enfermedad desmielinizante.
Los hongos también pueden estar implicado en las infecciones de los pacientes
con SEDA. En los casos típicos, la candidiasis apare e como una masa
intraparenquimatosa o como múltiples masa con ed ma adyacente. En la TC con
contaste suele producir una intensificación anular arecida a la descripta para la
toxoplasinosis.

Figura 1.16.
T.A.C. de ro con contraste que presenta imagen
hipodensa peral derecha, con intensificación en anillo
compatible co toxoplasmosis en paciente con sida.

TUMORES TRACRANEALES PRIMARIOS

Tumores neuroepiteliales.
Sarcomas.
'o Linfomas.

Tumores neuroepiteliales. Son los tumores prim os más frecuentes de cerebro. La


incidencia y la edad de comienzo de un determinad tumor, varia de acuerdo a su
localización. Existe una amplia variedad de acuerdo a su estirpe histológica, pueden
presentarse en forma hipodensa, isodensa o hiperde sa; la mayoría de ellos se
intensifican en forma significativa tras la adminis . ión del contraste endovenoso.
De acuerdo a su localización se los puede agrupar e

26
A. Hemisferios cerebrales.
Astrocitoma benigno y maligno.
Glioblastoma multiforme.
OligodendrogLioma.
Ganglioma.
Ependimoma.
Quiste neuroepitelial.
B. Tronco encefálico.
Astrocitoma benigno y maligno.
Glioblastoma multiforme.
C. Cerebelo y cuarto ventrículo.
Astrocitoma benigno y maligno.
Glioblastoma multiforme.
Meduloblastoma.
Ependimoma.
Papiloma y carcinoma de plexos coroideos.
D. Tumores intraventriculares.
Ependimoma.
Astrocitoma benigno y maligno.
Papiloma y carcinoma de plexos coroideos.
Quiste coloide.
E. Tumores parenquiinatosos pineales.
Pineocitoma.
Pineoblastoma.

Figura 1.17. Figura 1.18.


T.A.C. de encéfalo que muestra la presencia de imagen
T.A.C. de encéfalo que muestra la presencia de quiste
quistica con pequalas calcificaciones periféricas en región coloide a nivel del ventrfrulo lateral.
temporal izquierda, sugerente de astrocitorna quistico.

Figura 1.19. Figura 1.20.


T.A.C. de cace falo sin contraste que muestra en región frontal T.A.C. de encéfalo, que muestra tumor del
izquierda, imagen hiperdensa, heterogénea can edema ángulo pontoccrebeloso izquierdo.
perilesional. El examen anasomopasológico revelé; la
presencia de glioblastama encefálico.

27
TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

Sarcoma. Los sarcomas primarios del parénquima cerebral son raros, siendo algo más
comunes en las meninges.
Se han descripto fibrosarcomas primarios sobre todo después de radioterapia, para
determinadas lesiones como los tumores hipofisani s.
Suele producir con más facilidad metástasis distankes a causa de componentes
sarcomatosos. El aspecto tomogáfico, se caracte por múltiples focos de
intensificación deshomogénea y masas infiltrantes con bordes irregulares.

Linfoma primario. El aspecto del linfoma asocia con el SIDA es muchas veces
distinto al que se observa en pacientes sin ese sin orne.
Los pacientes no relacionados con el SIDA y dia ostico de linfoma maligno, los
tumores gliales son hipodensos en la TC sin con e y presentan patrones de
intensificación mixta o en manchas.
La intensificación anular del Enroma cerebral p es común en los pacientes con
SIDA.

a MASAS EXTRAAXIALES: GIOMA-QUISTE ARACNOIDEO.

TUMORES DE LA BASE DEL C O: CONDROMA-


OSTEOCONDROMA-OSTEOIVIA-COND OSARCOMA.

TUMORES DE LA BOVEDA: DE OIDE-HEIVIINGIOMA


BENIGNO

Meningioma. La localización más común se sitúa j to a la hoz y el seno sagital


superior.
La TC sin contraste suele mostrar una masa homog "nea, isodensa o con densidad
ligeramente aumentada en relación con el cerebro nnal y pueden encontrarse
calcificaciones nodulares y puntifornnes. La cantida de edema que rodea a un
meningioma es muy variable. La invasión ósea sue producir una respuesta
osteoblástica (meningornas benignos) y se observa hiperostosis en hasta el 27 % de
éstos, especialmente en los localizados dentro del p ano esfenoidal y la silla turca.
El meningioma puede penetrar a través de la bóved craneal e invadir el cuero
cabelludo. Esta extensa invasión no indica necesari ente degeneración maligna.
El meningioma maligno tiene márgenes irregulares invade el parénquima cerebral,
suele existir abundante edema, necrosis y destrucci n ósea.

Figura1.21.
T.A.C. de encéfalo con imagen de
densitometria cálcica, en región
cónico subconical parietal derecha,
compatible con meningioma.

28
Quiste aracnoideo. Es un acúmulo de líquido extraparenquimatoso con la misma
densidad que el LCR. La localización más frecuente corresponde a la fosa temporal. La
TC muestra los quistes como lesiones bien delimitadas que no se intensifican.

Condroma- Osteocondroma — Osteoma. Son lesiones benignas que suelen afectar la


base del cráneo.
El osteoma presenta osificación intensa, el osteocondroma tiene calcificaciones menos
homogéneas y no existe destrucción ósea.

Condroma. Es un tumor maligno que se origina en le hueso, es frecuente la


calcificación "en palomitas de maíz".

TUMORES DE ORIGEN CONGENITO: TERATOMA- DERMOIDE-


EPIDERMOIDE- LIPOMA- HAMARTOMA.

TUMOR DE LA REGIÓN PINEAL.

TUMORES DE ORIGEN VASCULAR: HEMANGIOBLASTOMA-


HEMANGIOlvIA CAVERNOSO.

FACOMATOSIS : NEUROFIBROMATOSIS, ETC.

Epidermoide. Las localizaciones más comunes corresponden al ángulo


cerebelopontino, la punta del peñasco, fosa craneal media, cisternas supracelaxes, el
cuarto ventrículo y el interior de los ventrículos laterales. El dermoide tiende a crecer en
las cisternas y los huesos adyacentes. Es importante el diagnóstico diferencial entre el
quiste aracnoideo y epidermoide. El aracnoideo suele tener márgenes más regulares y
no presenta calcificación mural. La densidad del aracnoideo en la TC es igual al LCR, la
del epidermoide puede ser un poco superior o inferior.

Lipoma. Las localizaciones más comunes corresponden a la rodilla y parte anterior del
cuerpo calloso, región de la glándula pineal, rodete del cuerpo calloso, cisterna
cuadrigeminal, espacios subaracnoideos. Este tumor congénito se asocia muchas veces a
disrafismo, agenesia parcial o completa del cuerpo calloso, agenesia del vermis
cerebeloso, mielomeningocele y espina bífida. Estos tumores tienen una densidad grasa
(-50 a —100 UH).

Hemangioblastoma. Es el tumor primario más frecuente de la fosa posterior del adulto


y se manifiesta en TC de tres formas diferentes. La más común corresponde a una lesión
quística grande con un nódulo mural. Por lo general, el nódulo se intensifica en forma
homogénea y marcada.

METASTASIS EN EL CEREBRO Y LAS MENINGES

Los tumores primarios más comunes que producen metástasis intracraneales son
el carcinoma de pulmón y de mama, el melanoma maligno, el linfoma y la leucemia;
son menos frecuentes las metástasis de carcinoma de riñón, senos paranasales,
estómago, próstata y tiroides.
Muchos tumores metastásicos son isodensos en TC sin contraste y no muestran
adema adyacente significativo. La TC con contraste es imprescindible para evaluar la

29
r..

TOMOGRAFIA COMPUTADA DE CEREBRO

posibilidad de tumor metastásico. La presencia de esiones múltiples tiende a confirmar


el diagnóstico.
Algunos autores aconsejan la TC con dosis e ta de contraste y toma de imágenes
tardías.
Figura 122.
T.A.C. de en ¿falo con ventana ósea, que muestra la
presencia de magen lían en región parietal izquierda. El
paciente pres taba Ca. de pulmón.

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