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"PULKA DE SHEIN MIRTA c/SUP. GNO. DE LA PCIA. DE E.R.

y/u OTROS -
Accidente de Trabajo -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY". Expte. Nº
3159
-Concepción del Uruguay, Sala del Trabajo, Cámara de Apelaciones (Jdo.
del Trabajo Nº 2)
////CUERDO:
En la ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, a los
veinticuatro días del mes de septiembre de dos mil siete, reunidos en
Acuerdo los señores miembros de esta Sala Nº 3 del Trabajo del Superior
Tribunal de Justicia, actuando como Presidente la Doctora SUSANA E.
MEDINA DE RIZZO, y Vocales los Doctores GERMAN R. F. CARLOMAGNO y
BERNARDO I. R. SALDUNA, para conocer de los recursos de inaplicabilidad
de ley interpuestos en autos caratulados: "PULKA DE SHEIN MIRTA c/SUP.
GNO. DE LA PCIA. DE E.R. y/u OTROS -Accidente de Trabajo -RECURSO DE
INAPLICABILIDAD DE LEY", contra la sentencia de fs. 716/722, dictada por
la Sala del Trabajo de la Excma. Cámara de Apelaciones de Concepción del
Uruguay.
Efectuado el sorteo de ley, resultó que la votación tendría lugar en el
siguiente orden Doctores: SALDUNA, MEDINA DE RIZZO, CARLOMAGNO.
Estudiados los autos la Excma. Sala planteó la siguiente cuestión a
resolver:
¿Qué corresponde decidir con respecto a los recursos de inaplicabilidad de
ley interpuestos por la actora y el Superior Gobierno de la Provincia de
Entre Ríos a fs. 728/734 y fs. 735/740 y vta., respectivamente?
A LA CUESTION PROPUESTA EL SR. VOCAL DR. SALDUNA DIJO:
I.- Las partes actora y co-demandada Superior Gobierno de la Provincia,
interponen recursos de inaplicabilidad de ley contra la resolución de fs.
716/722, dictada por la Sala del Trabajo de la Cámara de Apelaciones de
Concepción del Uruguay, que revoca parcialmente el fallo del a-quo de fs.
654/661 y vta..
II.- El tribunal de grado revoca la sentencia de primera instancia que
rechazó la demanda por considerar que de la pericial técnica, así como de
las testimoniales, surge la forma en que quedaba la puerta del armario en
cuestión, al retirarse el candado, lo que constituye una situación que torna
peligrosa la cosa, debiendo en consecuencia analizarse si la conducta de la
actora ha resultado imprudente o negligente como para eximir o disminuir
la responsabilidad al demandado, estimando que en modo alguno ha
ocurrido ello.
Analiza la labor en una guardia pediátrica en un hospital público, con gran
cantidad de pacientes, la atención y tensión que ello implica, impide exigir
especial cuidado en acciones rutinarias o automatizadas, como la de
buscar el sello profesional en dicho mueble, siendo legítimo y razonable
que la actora no haya advertido la irregularidad de la puerta del armario.
En lo que respecta al nexo causal entre el golpe que sufriera la actora y las
lesiones constatadas, entiende que las diferentes patologías detalladas, no
han sido, en su totalidad, provocadas por aquél, por lo cual debe
deslindarse en qué medida la incapacidad sobreviniente del accidente
responde a las consecuencias exclusivas de éste yen cuál a la
predisposición física o psíquica del trabajador. Así teniendo en cuenta que
se ha considerado una incapacidad del 70% en la actora, estima justo
atribuir un 50% de tal inhabilidad al accidente de autos. Fijando un 5% del
daño material, en concepto de daño moral. Desestimando el reclamo en
concepto de lucro cesante y daño emergente.
Mantiene la condena en costas a la actora, efectuada en las resoluciones
de fs. 332 y vta. y fs. 244 y vta. por el allanamiento que efectuara, ante las
excepciones que opusieran el Hospital y el Instituto Autárquico del Seguro.
Finalmente impone las costas en ambas instancias a la parte demandada
por lo que prospera y a cargo de la actora por lo que rechaza.
III.- La parte actora después de reseñar los requisitos formales de
admisibilidad del recurso y los antecedentes, expresa su disidencia con el
fallo que impugna argumentando que el mismo, al imponer las costas a
cargo de la actora por lo que se rechaza, vulnera y/o realiza una errónea
aplicación de la ley y la doctrina legal aplicable al caso.
Refiere a lo que debe entenderse por costas y esgrime que se ha
establecido que las costas son una cuestión de hecho, salvo que se
cuestione la calidad de parte vencida.
Señala que la legislación Argentina se ha enrolado en el criterio objetivo de
imposición de costas, por el cual las mismas deben ser soportadas por el
litigante vencido, criterio que fuera aplicado erróneamente en el presente
caso, ya que, objetivamente la demandada, Superior Gobierno de la
Provincia, ha sido el vencido en su pretensión de rechazo íntegro y total de
la demanda, como sostuvo al contestar la misma y que se vislumbra en la
conducta asumida a lo largo del proceso. Que en nuestro ordenamiento
jurídico las costas son corolario del vencimiento -arts. 65 y 68 del C.P.C. y
C.- y no se imponen como una sanción, sino simplemente para resarcir las
erogaciones que ha debido efectuar una de las partes, con el fin de lograr
el reconocimiento de su derecho, desconocido por la contraparte, citando
doctrina y jurisprudencia que avala su postura.
Que en el caso de autos ha quedado acreditada la incapacidad laboral de
la actora, que no existió imprudencia o negligencia de la misma en la
producción del evento dañoso (accidente de trabajo) y que el demandado
ha sido condenado al pago de la incapacidad, revistiendo el accionado el
carácter objetivo de "parte vencida", por ello es que la sentencia debió,
indefectiblemente, condenar totalmente en costas al Superior Gobierno de
la Provincia.
Agrega que si bien la presente acción es impetrada y condenada por
normas de derecho común, la actora no pierde el carácter de trabajadora y
la acción se sustentó en normas procesales y de fondo del derecho del
trabajo, por ende siguiendo este criterio debe remitirse en lo pertinente a
lo normado por el art. 38 del C.P.L..
Por todo lo cual peticiona se revoque la parte pertinente del fallo puesto en
crisis y declare que las costas de todas las instancias son a cargo de la
demandada vencida, manteniendo la reserva del caso federal.
IV.- La parte demandada luego de referirse al cumplimiento de los
requisitos formales de admisibilidad del recurso, manifiesta que el tribunal
de grado al dictar sentencia incurre en errónea aplicación de la ley
sustantiva y de la doctrina legal consecuente, tachándola asimismo de
arbitraria.
Esgrime que en la sentencia se ha desechado de plano la postura
argumentativa sustancial sostenida por su parte, sin justificar por qué lo ha
hecho y tampoco sin alegar "buenas razones" para decidir su
desestimación. Realiza un erróneo tratamiento de las cuestiones a
resolver, ya que hace caso omiso y deja de lado precisos criterios no sólo
legales sino también jurisprudenciales, en el sentido de que quien se ha
visto perjudicado por un daño originado en su propia conducta, carece de
derecho a reparación en virtud del principio de autorresponsabilidad, que
impone asumir las consecuencias de su obrar no diligente - art. 1.111 del
C. Civil-.
Que en el fallo se hace una distinción en el tipo de acciones que desplegó
la actora y a las que se califica de rutinarias o mecanizadas, para concluir
que por tales características ellas impiden exigir una mayor diligencia,
permaneciendo sin respuesta fundada el interrogante acerca de cuál ha
sido el estándar tenido en cuenta por el sentenciante, para determinar qué
tareas eran rutinarias o mecanizadas en el caso de la actora, extremos que
no han sido materia de litis y por ello, no han merecido actividad
probatoria alguna. Imponiéndose en consecuencia, que semejante
afirmación sentencial reviste un evidente carácter apodíctico y dogmático,
insusceptible de adquirir rigor lógico y racional suficiente para sustentar la
decisión judicial.
Hace reserva del caso federal e interesa se case la sentencia en crisis, con
costas.
V.- A fs. 753/754 obra dictamen de la Sra. Fiscal General del S.T.J., quien
expresa que en lo que resulta causal de intervención del ministerio
público, la inconstitucionalidad de los arts. 1, 21, 22, 39 y 46 inc. 1º de la
ley 24.557, ha merecido tratamiento en instancias previas, estimando que
el planteo constitucional alojado en la litis deviene firme y por lo tanto
resulta irrevisable en casación.
VI.- Al tiempo de resolver, siendo ambas partes recurrentes, por razones
de estricta lógica, debo ocuparme en primer lugar del recurso de la
demandada. Entiendo que el mismo resulta infundado: en efecto, el art.
280 del Código Procesal, Civil y Comercial, de aplicación por remisión art.
140 C.P.L., impone la obligatoriedad de señalar "en términos claros y
precisos" "cuál es la ley o doctrina violada y en qué consiste la violación o
el error".
A fs. 735 vta., punto 2.1 se habla de "Errónea aplicación de la ley" y
"doctrina legal", pero no se nos dice de cuál se trata.
A fs. 736 vta. se menciona la supuesta inobservancia en la sentencia
cuestionada, de los arts. 102 del C.P.L. y 160 del C.P.C. y C. y su carácter
de "arbitrariedad" por no adecuarse a la "juridicidad constitucional". Pero
tampoco se hace mención concreta de cuál sería la norma constitucional
supuestamente violentada o no observada, advirtiéndose por lo demás,
que, contrariamente a lo argumentado por la quejosa, quien, como es
natural no concuerda con los mismos, el fallo impugnado contiene
fundamentos.
Tales razones resultarían suficientes para fundar el rechazo del recurso.
Pero además, observo que, al momento de su desarrollo la parte
recurrente no demuestra la supuesta absurdidad del fallo y se limita a
exponer una visión subjetiva diferente de las cuestiones de hecho y prueba
analizadas. Y ni siquiera las rebate adecuadamente, por cuanto no se
refiere ni refuta las conclusiones del voto en cuanto al análisis de la
pericial y testimoniales que aluden a la "peligrosidad" de la cosa causante
del accidente y la razonabilidad de la inadvertencia del peligro por parte
de la actora. Tampoco hace referencia al "nexo de causalidad" entre la
cosa y el daño, ni a las consecuencias mediatas e inmediatas del mismo.
Por tales razones corresponde la desestimación del recurso por entenderlo
insuficientemente fundado, quedando firme el resolutorio de fs. 716/722 al
respecto.
VII.- La actora interpone recurso de inaplicabilidad de ley, respecto a la
imposición de costas dispuesta en el Punto II del fallo de segunda instancia
-fs. 721- según la cual se imponen a la demandada en lo que prospera y a
la actora en los aspectos que se rechaza.
Más allá de lo dispuesto por art. 65 del C.P.C. y C., de aplicación por
remisión art. 141 C.P.L., el Derecho Procesal Laboral tiene su propio
régimen en materia de imposición de costas. El mismo está contemplado
en el art. 38 del C.P.L. última parte que determina que la sola circunstancia
que el trabajador se haya visto obligado a presentarse a la justicia en
reclamo de su derecho, determina que se impongan al empleador la
totalidad de las costas aunque la acción de aquél no prospere en el todo. A
su vez, la jurisprudencia de esta Sala ha resuelto que debe interpretarse
este artículo en el sentido de que la distribución de costas se efectúe por
cada rubro o acción de manera individualizada, según hayan prosperado o
hubieren sido desestimados ("Oleinizak, Rubens Mario c/Corporación
Hotelera Americana S.A. y Otro -Cobro de Pesos e Indemnización- Recurso
de Inaplicabilidad de Ley" L.A.S. 26/06/1985, pág. 57).
Ahora bien, al respecto, cabe considerar que, de los distintos rubros
reclamados por la actora -fs. 11 vta.- solamente prosperan y esto
parcialmente, los rubros 1) y 2), esto es "Lesiones Físicas" y "Daño Moral",
mientras le son rechazados los rubros "Daño Psicológico"; "Gastos
Médicos"; "Lucro Cesante" y "Daño Estético". En mi criterio, cabe entonces
imponer la totalidad de las costas a la demandada respecto a los dos
primeros rubros y a la actora por el resto. Razón por la cual estimo
ajustado a derecho lo resuelto por el Tribunal de segunda instancia en el
Punto II.
Por las razones expuestas, propongo el rechazo de ambos recursos -actora
y co-demandada- y confirmación del fallo en crisis. Sin costas por no
mediar contención.
A la misma cuestión propuesta, la Sra. Vocal Dra. MEDINA DE RIZZO dijo:
I.- Vienen los presentes autos a esta Sala para resolver los recursos de
inaplicabilidad de ley, articulados por la parte actora -Mirta Pulka de Shein
(fs. 728/734)- y por la parte demandada -Superior Gobierno de la Provincia
(fs. 735/740 y vto.), contra la sentencia dictada por la Excma. Sala del
Trabajo de la Cámara de Apelaciones de Concepción del Uruguay (fs.
716/722). Coincido con el Sr. Vocal preopinante en que, por razones de
estricta lógica, corresponde dar tratamiento en primer orden al segundo de
los recursos interpuestos, para luego y de acuerdo al resultado al que se
arribe, examinar la procedencia del incoado por la actora.
II.- En cuanto al recurso de la demandada (735/740 y vto.), voy a adherira
la solución que propicia el Dr. SALDUNA, por compartir los fundamentos
que, en orden a su rechazo, se esgrimen por el colega. Sólo me permito
agregar, a mayor abundamiento, que la queja articulada resulta
manifiestamente insuficiente. Destaco ésto, ya que además de omitirse
la mención clara y precisa de las normas o doctrina que el
impugnante considera infringidas, al tiempo de fundamentarse el
recurso, se exponen argumentos que -en rigor técnico- traducen una
crítica generalizada y subjetiva de las conclusiones fácticas de la
sentencia, no seguidas de la acabada demostración de la
arbitrariedaddenunciada como motivo de casación del fallo, importando -
en definitiva- la mera disconformidad del recurrente con el criterio y con
las razones concretas expuestas por el tribunal ad quempara fundamentar
el rechazo de la causal eximitoria de responsabilidad esgrimida por la
accionada.
III.- Distinta, en cambio, es mi postura en cuanto al recurso de la actora (fs.
728/734), por lo que voy a disentircon la solución que viene siendo
propuesta en el voto precedente. Ello, por los fundamentos que
seguidamente expongo.
III.1.- A fs. 716/722 la Sala del Trabajo de la Excma. Cámara de Apelaciones
de Concepción del Uruguay, revocó parcialmentela sentencia recaída en
la instancia a quoy condenó al Superior Gobierno de la Provincia de Entre
Ríos a pagar a la actora la suma que allí se expresa, en concepto de
indemnización por accidente de trabajo, daño moral e intereses (punto I de
la parte resolutiva del fallo, fs. 721), dejando subsistente el
pronunciamiento de la instanciaa quoen torno a la improcedencia de
algunos rubros indemnizatorios, a los que el tribunal ad quemconsideró no
indemnizables por tratarse de consecuencias que no tenían relación
adecuada de causalidad con el accidente. Así resuelto, en el punto II de la
parte dispositiva (fs. 721), se dejó sin efecto la imposición de costas
efectuada en el punto II (del fallo de primera instancia) y se impusieron
las costas en ambas instancias a cargo de la demandada por lo
que prospera y a cargo de la actora por lo que se rechaza; condena,
esta última, sin perjuicio del beneficio que a favor de la accionante
consagran los arts. 17 del C.P.L. y 20 de la L.C.T..
III.2.- Contra el punto II de la parte dispositiva de tal pronunciamiento,
interpone la actora recurso de inaplicabilidad de ley (fs. 728/734),
denunciando como motivo de casación, la violación del art. 65, primer
párrafo, del C.P.C.C., aplicable por remisión del art. 141, C.P.L.En
prieta síntesis, sostiene que la primera de las normas citadas consagra el
principio objetivo de la derrota en materia de imposición de costas y que,
en el caso, la demandada ha sido vencida en su pretensión de rechazo
integral de la demanda, por lo que en la sentencia debió ser
indefectiblemente condenada al pago de las costas en su totalidad. Como
argumentos de autoridad, cita numerosos precedentes jurisprudenciales
que avalan su postura y a ellos agrega que, en la especie, debió asimismo
repararse en la norma del art. 38 del C.P.L., según el cual el mero plus
petitio del trabajador no autoriza a imponerle proporcionalmente las
costas.
III.3.- Entrando al examen de fundabilidad del recurso, debo señalar -de
modo liminar- que esta Sala en sus distintas integraciones ha resuelto que
importa una cuestión de hecho privativa de los jueces de mérito, salvo
supuestos excepcionales de agudos desaciertos encuadrables como
resoluciones absurdas o arbitrarias, todo aquello referente a la exención,
aplicación y distribución de costas (Araoz, Luis S. c/Paranatex S.A.-
Cobro de pesos-Ley 9688 y art. 212 de la L.C.T.- Recurso de Inaplicabilidad
de Ley", L.A.S. 29/08/1990, fs. 164; entre otros). En efecto, los tribunales
ordinarios gozan de amplias facultades en la aplicación, regulación y
distribución de las costas, las que por importar el tratamiento de
cuestiones de hecho, sólo son revisables en casación cuando ha mediado
una alteración de la calidad de vencido, imponiéndose las mismas a quien
no resulta perdidoso o existe arbitrariedad en los criterios de distribución.
III.4.- Dicho ello, corresponde principiar destacando que en los procesos
por indemnización de daños -tal, el de autos, donde se reclama la
indemnización derivada de los daños producidos por un accidente de
trabajo- es principio aceptado quelas costas integran el
resarcimiento (conf. doctrina de la reparación integral emergente de los
arts. 1068 y 1069 del C. Civil, aplicables en la especie atento el
encuadramiento normativo dado al reclamo que, por indemnización
integral, se efectuara por la actora con sustento en normas del Código
Civil).
Como integrativas del resarcimiento, las costas deben ser soportadas por
el responsabledel daño inferido, con abstracción de que las pretensiones
resarcitorias del damnificado no hayan progresado íntegramente, pues el
concepto de "vencido"a que refiere la primera parte del art. 65 del
C.P.C.C. -aplicable al proceso laboral en virtud del art. 141 del C.P.L.-, debe
ser comprendido con una visión global del proceso; ello, con la sola
excepción -no configurada en autos- del supuesto en que el acogimiento
parcial de la demanda, lo sea por concurrencia causal o culpa concurrente.
Dicho en otros términos y a riesgo de resultar reiterativa, tratándose de
una pretensión resarcitoria de daños, las costas deben ser soportadas
en su totalidad por la parte que finalmente resulta responsable de
los mismos, a la que debe reputarse vencida en los términos de la
norma antes citada; y ello, por más que el monto de la indemnización
admitida sea inferior al reclamado por la víctima y aún cuando no proceda
la reparación de todas las consecuencias dañosas cuya indemnización se
reclama.
Lo expuesto se ve reforzado si se tiene en consideración que los rubros
rechazados en la instancia inferior (daño psicológico, gastos médicos, lucro
cesante y daño estético) no constituyen per se ategorías autónomas o que
puedan generar una indemnización independiente del daño patrimonial
o moralque es resultado de la lesión padecida por el trabajador. Por el
contrario, tanto los gastos médicos como el lucro cesante integran el daño
patrimonial y se indemnizan a ese título -ampliando, en su caso, la
cuantía de lo reclamado por tal concepto- y, en cuanto al daño
psicológico y al daño estético -como manifestaciones del denominado
"daño a la persona"-, considero que los mismos tampoco son resarcibles
por sí (esto es, como categorías autónomas), sino que y en cualquier caso,
lo que se resarce es el resultado perjudicial (patrimonial o moral) que la
lesión -psíquica o estética- ocasiona en la esfera de la individualidad
personal, constituyendo -en rigor- categorías dogmáticas que pueden
ampliar la cuantía de lo reclamado y que se manifiestan a título de
daño patrimonial o moral según sea la repercusión que, en cada caso,
generen.
Los conceptos hasta aquí expuestos, uniformemente aceptados en el
ámbito del Derecho Privado, deben verse reforzados en la materia atento
el carácter tuitivo del Derecho del Trabajo y por los principios que en tal
sentido lo nutren; en especial, el protectorio derivado del art. 14 bis de la
Carta Magna y su manifestación, -en esta específica materia y en el ámbito
local-, a través de la norma procesal del art. 38 del C.P.L. que, si bien
referido a la plus petición, consagra la regla conforme la cual "las costas
se suman a la indemnización pero nunca la disminuyen",
constituyendo de tal modo una pauta objetiva tendiente a evitar que una
condenación en costas importe, para el trabajador damnificado,
una disminución del monto indemnizatorio, el que -en cualquier
caso- debe llegar íntegro a poder del mismo, atento su carácter
irrenunciable.
A tenor de tales pautas, considero que la sentencia recurrida por la actora,
al distribuir las costas en proporción al monto por el cual prosperó su
reclamo indemnizatorio y por el cual fue desestimado, imponiéndole las
correspondientes a éste último, alteró la calidad de vencida que, en cuanto
responsable del daño inferido a la accionante, corresponde endilgar a la
demandada. Al hacerlo incurrió, sin fundamentación alguna, en
inobservancia del principio objetivo de la derrota consagrado en el primer
párrafo del art. 65 del C.P.C.C., aplicable en virtud de lo dispuesto por el
art. 141 del C.P.L., constituyendo tal yerro "in iudicando" un vicio que debe
ser corregido por esta vía.
IV.- Por todo lo expuesto, reitero mi adhesióna la solución que propicia el
Sr. Vocal preopinante en cuanto al rechazo del recurso de inaplicabilidad
de ley articulado por la demandada a fs. 735/740 y vta. y mi
disidenciacon la solución que dicho colega propone conferir al recurso
interpuesto a fs. 728/734 por la parte actora, propiciando a su respecto,
casar la sentencia de la Sala del Trabajo de la Excma. Cámara de
Apelaciones de Concepción del Uruguay en lo que ha sido materia de queja
(punto II de la parte dispositiva del fallo de fs. 716/722), imponiendo las
costas en su totalidad y en todas las instancias a la demandada vencida.
Así voto.
A su turno, el Sr. Vocal Dr. CARLOMAGNO dijo:
I.- En lo que hace al recurso de inaplicabilidad de ley que deduce la
accionada, existiendo coincidencia en los sufragios de los colegas que me
preceden en el orden de votación, me abstengo de votar (art. 33 in fine de
la L.O.P.J. 6902).
II.- Tocante el recurso de inaplicabilidad de ley deducido por la
demandante, adhiero a la solución que auspicia la Dra. MEDINA DE RIZZO,
por compartir sus argumentos. Así voto.
Con lo que se dio por terminado el acto quedando acordada la siguiente
sentencia
BERNARDO I. R. SALDUNA
SUSANA E. MEDINA DE RIZZO
GERMAN R.F. CARLOMAGNO
SENTENCIA:
PARANA, 24 de septiembre de 2007.-
Y VISTOS:
Por los fundamentos del acuerdo que antecede y por mayoría; se
RESUELVE:
1.- Rechazar el recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto por la parte
co-demandada, Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, contra la
sentencia de fs. 716/722, sin costas por no haber mediado contención.
2.- Hacer lugar al recurso de inaplicabilidad de ley deducido por la actora
y, en consecuencia, casar parcialmente la sentencia de fs. 716/722
dejando sin efecto el punto II de la misma e imponer las costas de todas
las instancias en su totalidad a la co-demandada Superior Gobierno de la
Provincia de Entre Ríos.
3.- Diferir la regulación de honorarios de los letrados intervinientes en esta
alzada hasta tanto sean estimados los de las instancias de mérito.
Regístrese, notifíquese y oportunamente bajen.

SUSANA E. MEDINA DE RIZZO


GERMAN R. F. CARLOMAGNO
BERNARDO I. R. SALDUNA (disidencia parcial)
ANTE MI: ALICIA S. PEDRAZZOLI
ES COPIA. CONSTE.-
cm

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