Vinicio Martinez - 202250578
La montaña rusa.
Lucía tenía 15 años y se sentía como si estuviera en
una montaña rusa emocional. Un día estaba feliz y
entusiasmada con la vida, y al día siguiente estaba
triste y deprimida. No entendía por qué le pasaba
esto, ni cómo controlar sus sentimientos. A veces se
enfadaba con sus padres, sus amigos o consigo
misma por cosas sin importancia. Otras veces se
sentía sola e incomprendida, como si nadie la
quisiera o la aceptara.
Lucía se sintió aliviada y esperanzada. Decidió seguir algunos consejos que leyó en la página web, como:
Lucía empezó a poner en
práctica estos consejos, y poco
a poco fue notando una mejora
en su bienestar emocional.
Aprendió a identificar sus
emociones, a nombrarlas y a
expresarlas de forma
adecuada. También aprendió a
manejar sus emociones
negativas, buscando
soluciones constructivas a sus
problemas. Lucía se dio cuenta
de que las emociones son parte
de la vida, y que no hay que
tenerles miedo ni reprimirlas.
Lucía entendió que las
emociones son como una
montaña rusa: suben y bajan,
pero siempre hay un final feliz.
Lucía sabía que algo estaba cambiando en su cuerpo y en su mente, pero
Un día, Lucía decidió buscar ayuda en internet. Encontró no sabía cómo afrontarlo. Le daba vergüenza hablar de sus problemas con
una página web que hablaba sobre el desarrollo sus padres, que le parecían anticuados y estrictos. Tampoco se atrevía a
emocional en los adolescentes, y se dio cuenta de que confiar en sus amigos, que a veces le hacían bromas o le criticaban. Lucía
no estaba sola. Aprendió que lo que le pasaba era se sentía atrapada en un laberinto de emociones que no podía escapar.
normal, y que formaba parte de un proceso de
maduración y crecimiento. Leyó que las hormonas, el
cerebro, el entorno y las experiencias influyen en las
emociones de los adolescentes, y que es importante
aprender a reconocerlas, expresarlas y regularlas.
Practicar actividades que le gustaran y
le hicieran sentir bien, como leer,
dibujar o escuchar música.
Respetarse a sí misma y a los demás,
aceptando la diversidad y la diferencia.
Dormir lo
suficiente, para
descansar su
cuerpo y su
mente.
Ser positiva y
optimista,
valorando sus
fortalezas y
oportunidades.