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RESUMEN HISTORIA DE LA FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA

1. Positivismo y Neopositivismo
El padre del positivismo es Augusto Comte, crea la formula gráfica de esta de esta
filosofía, la fórmula del dato positivo como base segura de todo conocimiento científico.
Aquí dato positivo significa: sensiblemente manifestado y sensiblemente perceptible. Sólo
de esto se fía el espíritu crítico. Comte distingue tres fases de evolución del espíritu (ley de
los tres estadios). La primera es la mitológico-teológica, en la que el hombre refiere el acaecer
natural a superiores poderes personales (fechismo – politeísmo – monoteísmo). La segunda
fase es el período metafísico. Se cuenta con fuerzas concebidas en abstracto, con esencias,
naturales internas, formas e ideas. En la tercera fase, el llamado período positivo, donde el
hombre conoce cuál es la naturaleza y la función de la ciencia. El problema que trae consigo
el positivismo es que el hombre se limita a lo que se da inmediatamente.
También el positivismo alemán se cree en deuda con el dato sensible, la realidad de
experiencia; se enfrenta con la metafísica, sostiene la idea de la evolución y del progreso y
quiere sustituir la religión por ciencia, arte y sociología.
Por otro lado está el neopositivismo, también conocido como positivismo lógico,
empirismo lógico o empirismo racional, es una corriente filosófica desarrollada durante el
siglo XX que buscaba superar el positivismo. Los principales autores de este movimiento
fueron los autores del denominado Círculo de Viena, fundado por Moritz Schlick en 1921 y
disuelto finalmente en 1936. El neopositivismo sostiene que el método científico debe
limitarse a lo verificable empíricamente. Una de las proposiciones más conocidas de esta
corriente es aquella que afirma que solo es cognitivamente significativo aquel enunciado que
es analítico y que puede verificarse por la vía empírica.
La historia del neopositivismo se remonta a 1924 cuando Moritz Schlick funda en la
capital austríaca el Círculo de Viena, un grupo de filósofos y científicos que se reunían
periódicamente para desarrollar una filosofía que fuera capaz de distinguir lo que era ciencia
y lo que no, y capaz de elaborar un lenguaje que fuera común a todas las disciplinas
científicas. Tradicionalmente se mencionan como precursores de este movimiento filosófico
a David Hume, John Locke, Karl Marx, Gottfried Leibniz y movimientos como el
positivismo del siglo XIX, la metodología empírica y la lógica simbólica. El neopositivismo
defendía la idea de que los enunciados sólo eran significativos en tanto podían verificarse
empíricamente, como ocurre en las ciencias, o eran analíticos, como ocurre en las
matemáticas. De esta forma, los principales problemas de la metafísica y de la filosofía en
general, relacionados con concepciones abstractas como el ser y la nada, fueron catalogados
como pseudoproblemas y pseudoproposiciones, en tanto no hacían referencia a sujetos y
situaciones que pudieran ser comprobados empíricamente.

2. Marxismo, Neomarxismo y la escuela de Frankfurt


El marxismo aparece a mediados del siglo XIX en los países de Europa occidental. Para
entonces el capitalismo había adquirido un importante grado de desarrollo, debido
especialmente a los avances científicos y tecnológicos. Otra causa no despreciable del
aumento de producción era el colonialismo ejercido por los países más industrializados. La
consecuencia fundamental de este estado de cosas es la aparición del proletariado como
antítesis y negación del capitalismo. Entre los años 1837 – 1848 se produce en Inglaterra el
primer movimiento revolucionario, protagonizado por los proletariados. Recibió el nombre
de cartismo, debido a la Carta del pueblo.
El marxismo acepta la dialéctica como el único método posible para explicar las leyes
del movimiento, según la cual la realidad en general existe y se despliega. En el marxismo el
máximo representante de esta corriente es Karl Marx, el partiendo de la filosofía hegeliana
del derecho, Marx llegó a la conclusión de que no es el Estado, que Hegel se imaginaba como
corona de todo el edificio, sino al contrario, la sociedad civil, a la que Hegel miraba con todo
desprecio, la región en la que hay que buscar la clave para comprender el desarrollo histórico
de la humanidad.
Interaccionando en lo principal, categorías idealistas, materialistas y existencialistas e
inserto en el proceso de renovación del marxismo occidental, en 1924 se creó, adherido a la
Universidad de Frankfurt, el “Instituto para el Nuevo Marxismo”, el cual por razones
estratégicas luego es denominado “Instituto para la Investigación Social”. Se adopta ante el
marxismo una postura crítica para depurarlo, perfeccionarlo y adaptarlo a las nuevas
condiciones objetivas y subjetivas existentes en Occidente, condición necesaria para asegurar
el triunfo de la revolución comunista en este campo histórico – cultural. El proceso de
reinterpretación del marxismo, realizado a partir de una nueva lectura de Hegel, más la
incorporación de las aportaciones de Max Weber y Sigmund Freud entre otros, sin más
origina el estructuralismo marxista o neomarxismo, el cual es formalizado bajo el nombre de
“Escuela de Frankfurt”. Siendo su objetivo la investigación social para la intervención
ideológica y transformación político revolucionaria de la sociedad, la “Escuela de Frankfurt”
formalmente se centra en problemas teóricos y en la metodología de las ciencias sociales. La
“Escuela de Frankfurt”, es decir, el marxismo estructuralista o neomarxismo, reconoció la
presencia de la irracionalidad en la historia, de hecho rechazó tanto el idealismo de la razón
de Hegel como el “irracionalismo” al estilo de Kierkegaard, Nietzsche o Bergson. Se
mantuvo firme en el recurso a los procedimientos racionales de acceso a la realidad pero
concibió una “racionalidad crítica” como saber racional que denuncia lo que hay de
irracionalidad en la historia y en la sociedad.
3. Pragmatismo,
Es un movimiento filosófico que se desarrolló en E. U., fue fundado por C. S. Peirce y
William James y continuado, por John Dewey. El pragmatismo, que es primordialmente una
filosofía de la acción, prosigue, en parte, la línea del pensamiento empirista inglés, pero es
además, una filosofía original, cuyas huellas habremos de encontrar en la mayor parte de la
filosofía contemporánea. Peirce establece el principio básico del pragmatismo: la verdad es
equivalente a la utilidad y la utilidad es siempre relativa.

4. Fenomenología y Existencialismo
La Fenomenología es un movimiento filosófico del siglo XX que describe las estructuras de
la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin recurrir a teoría, deducción o
suposiciones procedentes de otras disciplinas tales como las ciencias naturales. Su iniciador
fue Edmund Husserl. La fenomenología se fue gestando y madurando a medida que Husserl
fue replanteando y desarrollando su obra, en un momento en el que se pretendía una nueva
fundamentación del saber. Según Husserl la fenomenología se gesta como una crítica a la
teoría del conocimiento de carácter psicologista que dominaba en la época. El psicologismo
instituía a la psicología en fundamento de la ciencia y a las ciencias deductivas como una
parte de la psicología. A su vez la psicología necesita de una fundamentación. Los esfuerzos
por obtener una explicación filosófica de la teoría del método matemático y el origen de los
conceptos y de las intelecciones matemáticas, le llevan a analizar y cuestionar los
fundamentos de las ciencias deductivas. Esto se debe según él a que la psicología no da
explicación filosófica de las ciencias deductivas ni de la lógica en general por lo que se
impone una crítica de la lógica como ciencia y de la teoría del conocimiento. En consecuencia
se centra en el estudio de la teoría del conocimiento teniendo como punto de partida el
concepto de intencionalidad de la conciencia. La conciencia es intencional, pero dicha
intencionalidad pertenece al nivel lógico-objetivo. Esta conclusión permite la crítica del
psicologismo y establece las bases de la fenomenología como teoría del conocimiento. El
método fenomenológico es un método de análisis del modo como los objetos se dan a la
conciencia del sujeto que conoce, de un análisis del mundo de la inteligibilidad pura.

El Existencialismo, es un movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia,


de la libertad y la elección individual, que gozó de gran influencia en distintos escritores de
los siglos XIX y XX. Como corriente filosófica, el existencialismo comenzó a manifestarse
en Alemania poco después del La Primera Guerra Mundial y culminó en Francia en los años
posteriores a La Segunda Guerra Mundial. Los filósofos existencialistas toman conciencia
de los efectos catastróficos producidos por las dos guerras mundiales, resultando último de
la crisis que atraviesa el mundo moderno y hacen un planteamiento radical del problema del
sentido de la existencia humana enfocada desde una perspectiva individual, subjetiva. Las
dos características fundamentales del existencialismo son: la importancia otorgada a la
subjetividad y la prioridad concedida a la existencia frente la esencia. Ambas son analizadas
desde la perspectiva del método fenomenológico. El existencialismo constituye un intento de
recuperación de los valores singulares de la persona humana. Se trata de recuperar al hombre
en su singularidad, al hombre concreto con las cualidades que lo hacen único e insustituible.

En conclusión, el existencialismo pretende desarrollar un análisis de la existencia


humana capaz de fundamentar desde la subjetividad una filosofía del hombre en consonancia
con las circunstancias culturales del momento histórico. Para llevar a cabo este análisis, el
único procedimiento válido es el fenomenológico. Según Husserl la fenomenología
constituye la base ontológica sobre la que se fundamenta la antropología existencialista.

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