Está en la página 1de 4

La racionalidad del trabajo como concepto de conductos

subjetivos en la transformación de la sustancia en sujeto;


una multisemantica y polivalencia definición del hombre
para las dinámicas mercantiles1.

Palabras claves: Trabajo, polisemia, aporías, Marx, subjetivación, dispositivo


discurso moderno.

Objetivo:

Conocer de qué manera se relacionan los requerimientos de producción moderno,


con los dispositivos productores de modelos subjetivos, que presentan al trabajo
como la opción racional, entre las dinámicas del mercantilismo capitalista que
transforman la fuerza de trabajo humana en mercancía, en acción a los
requerimientos del régimen de producción al que son afines.

Centro temático:

En cumplimiento al objetivo, se establecen las correlaciones implícitas en las


teorías del concepto trabajo, partiendo de la teorización del valor-trabajo, desde la
teoría social crítica, desarrollada por Karl Marx, y en consecuencia, refiriendo las
características centrales de los modos de subjetivación, en la racionalidad del
trabajo a través de René Descartes, con el existir antepuesto al pensamiento, la
denotación de el pensar como la acción no que obra, sino como existencia
actuante; como condición de esa posibilidad, obtiene facultad.

Leibniz, suministra los principios para entender el conocimiento, en acción del


hombre y John Locke, en su distinción de cuerpo con características distinguidas
en cualidades de extensión, movimiento, reposo, yuxtapuestas la acción
perceptiva, brindándole protagonismo a una realidad existente: lo relativo al sujeto
depende de la acción perceptiva. Para George Berkeley, la existencia de la
sustancia pasa a depender enteramente de la acción en condición al sujeto
percibiente, y en esta línea de desarrollo de conductos subjetivos, David Hume,
incluye al propio sujeto del conocimiento como la acción que ya no puede
comprenderse aislado, sino como una construcción que organiza en principios de
asociación, y con Immanuel Kant, la acción del mundo es conocer. Se
transgrede el conocimiento, por el conocer en acción del hombre; convirtiéndose
en garante del orden del conocimiento. Una oposición directa al vínculo de la
divinidad como conocimiento.

1
Basado en el ensayo de Botticelli, Sebastián (2010). El concepto de trabajo: polisemia, aporías y modos de
subjetivación. VI Jornadas de Sociología de la UNLP. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Sociología, La Plata.
Thomas Hobbes, vincula en ese conocimiento, el descubrimiento del hombre
como centro de las cosas, la persecución del interés individual. Surge la acción
como necesidad. De allí que los hombres deban realizar una acción cuya
necesidad impuesta son los conductos que hagan posible la civilización y la
cultura, del conocimiento del hombre.

Al crecimiento de una nueva cultura, el iluminismo con Montesquieu, era de


sinónimo natural, empinar en la nueva cultura, el trabajo como motor de Europa.

Jeremy Bentham, incluye como acto ético, el placer encontrado por medio del
trabajo como fruto para alcanzar lo opuesto al dolor.

Y Adam Smith, amplia el marco perceptivo en que el hombre figura como centro
de acción y su grandeza es la medida de su alcance, patrocinado por un paralelo
como hombre económico y poseedor de derechos, sobre esta base.

En este desarrollo, el discurso filosófico de la modernidad, centra al sujeto como


acción, de y para, su contextual esfera política y económica, en paralelo al
condicionamiento que ejerce el surgimiento y consolidación del modo en que
surge el sistema capitalista. Marx, centra la gran industria, como la maquinaria
que no cumple la función de reducir el esfuerzo del trabajador sino optimizar su
explotación, oponiéndole su saber y su destreza de una manera objetivada,
presentándose como un poder independiente y dominante.

Análisis:

En tal paralelo, Botticelli propone encontrar, que esta subjetividad moderna, es


una polisemia enmarcada en aporías trasgredidas en el tiempo, a través de la
racionalidad del concepto de trabajo; para la aplicación transformativa de la
sustancia como objeto, bajo el significado condicionado de un surgimiento
capitalista en consolidación centrada al modo de producción.

Encontrar, como él decía, las posibles profundas relaciones, entre el discurso


filosófico moderno y ese surgimiento y consolidación del modo de producción, que
enmarca la característica capitalista a través de los dispositivos subjetivos
teorizados, desde la lucha contra la libertad de pensamiento, representada por
Descartes, como el triunfo de las ideas renacentistas, y los enfoques que
racionalizaron el trabajo como corrientes filosóficas, hasta la modernidad,
permitirán conocer la manera de cómo se relacionan los requerimientos de
producción moderno, con los dispositivos productores de modelos subjetivos,
para representar el concepto de trabajo, en la modernización, como parte
fundamental de la construcción de una sociedad que no está dada y que depende
del trabajo para su existencia; en ese paralelo, se adjudica el modelo subjetivo, en
dispositivo, del discurso filosófico de la modernidad, enmarañado en su claridad de
operar con función estratégica para determinados efectos.
Conclusiones:

De esta manera, el dispositivo del discurso moderno, deja entrever bajo los
conceptos que dan sentido a una realidad limitada por una operante manera de
actuar, entre el trabajo y su modo de producción, la finalidad de las nociones
soslayadas que empuñan al sujeto como sustancia, delimitadas en las actuales
formas de producción.

La aplicación de actuales tecnologías como herramientas globalizadas,


generadoras de nuevos nichos de empleos, que en consecuencia impacta el
mercado del conjunto participante de la oferta y la demanda, en un momento
histórico por el espacio en que se encuentra desarrollando la desindustrialización,
abarca los mercados potenciales de países centralizados al cambio sumergidos
en capitales financieros, en oposición a los países productores y con dependencia
financiera.

Estas transformaciones son visibles en el dispositivo subjetivo del discurso


filosófico moderno, donde permite prever que el concepto trabajo se está
identificando con las actuales dinámicas de producción, y en ese sentido, la
hipótesis de que los requerimientos de producción tienen una relación directa con
los dispositivos productores de modelos subjetivos, tiene validez.

Y que la fuerza de trabajo humana, es convergencia de mercancía producto de


las dinámicas del mercantilismo capitalista.

En consecuencia directa, el concepto de trabajo tiene un significante acompañado


de un cambio en el capitalismo, como sistema económico y social basado en la
propiedad privada de los medios de producción.

La centralidad del capital financiero asigna mecanismos de mercados en la


independencia del producto, como generador de riqueza en el proceso de
producción, dando subjetividad a un nuevo concepto de trabajo y el sumergimiento
la importancia del capital como generador de riqueza en nuevas aporías para
asignar recursos a través de mecanismo del mercado.

Preguntas Claves:

¿En el trasfondo de una descentralización contextual, del concepto de trabajo,


directamente relacionados con los modos de producción, qué dispositivos
subjetivos, surgen como primacía para delimitar la acción como movimiento del
hombre pos-moderno?

¿Se tendrán dispositivos subjetivos, que califiquen al sujeto como acción, como
actor directo de los cambios que afectan el medio ambiente, la crisis de países en
desarrollo, la competencia global de productos sin calidad para el consumo?
¿Se condiciona el fin del capitalismo, desde el uso de su fuerza de producción o
se ramifica en una globalización de mercados financieros?

La post-Modernidad epistemológica, sumerge al hombre en un estado de


limitación directa frente a la producción, o emergen soluciones tecnológicas y
científicas que generen un concepto diametralmente opuesto al dispositivo
filosófico moderno?

También podría gustarte