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Las verdades fundamentales de la metafísica cartesiana

La culminación de la Revolución Científica se vio reflejada en un cambio de mentalidad. Se crea una corriente de
pensamiento muy crítica con respecto a las autoridades del pasado. Aristóteles comienza a ser rechazado. Su
física irá siendo evitada, pero más lo será su lógica. Este cambio trajo consigo nuevos métodos de investigación.
La lógica aristotélica era ahora algo inservible. La tarea cartesiana se puede entender como un intento de
construir una filosofía. El método cartesiano es de clara inspiración matemática. Descartes querrá proceder de
tal manera que la nueva ciencia construida posee la misma evidencia y necesidad que un sistema geométrico.

El proyecto cartesiano pretende unir todas las ciencias solo en una. Según Descartes, una sola es la razón
humana, universal y completa en todos los hombres. Todas las ciencias son la sabiduría humana, por más que
sean diferentes los objetos a los que se aplica. Para explicar esto, Descartes utilizará la metáfora del árbol. En
esta, las raíces son la metafísica, el tronco es la física y las ramas son el resto de las ciencias. Este es el orden de
realización del proyecto cartesiano. Finalmente dirá que solo hay un método único, válido y eficaz.

La primera tarea que Descartes debía llevar a cabo para su proyecto de reconstrucción de la ciencia era
establecer la primera verdad absolutamente evidente para deducir de ella todo lo demás. Pero de acuerdo con
su primer principio, esta debía ser tan clara y distinta para la mente que no se pudiera poner en duda, pues lo
dudoso ha de ser rechazado como lo falso. La duda es una exigencia metodológica, por eso a la duda cartesiana
se la conoce como duda metódica. Sus características son:
● es metódica: no es un fin, sino un medio para encontrar la verdad
● es teórica: se adapta a la búsqueda de la verdad en la ciencia, no en la moral
● es personal: el proyecto cartesiano no deja de ser un proyecto personal
● es hiperbólica: cualquier argumento racional para dudar de una cosa ha de ser admitido por inverosímil
que parezca.
● es universal: aplicable a todo.

Pero, ¿de qué dudar? Y, ¿cómo dudar?

1. De lo que los sentidos nos muestran: se pone en duda la posibilidad de conocer el mundo por medio de
estos. Como a veces los sentidos nos engañan, podría plantearse que lo hicieran siempre.
2. De la propia existencia del mundo: como a veces tenemos sueños tan vivos que parecen reales, puede
plantearse que el mundo y la vida que creo tener son un sueño (duda de la distinción del sueño y vigilia).
3. Lo que se ve más claramente: hipótesis del error necesario, por el cual se pone en duda hasta lo más
evidente (las verdades matemáticas). Se conoce como Hipótesis del genio maligno o duda hiperbólica.

Posteriormente, Descartes se dará cuenta de que en el mismo acto de dudar surge una nueva percepción
perfectamente diferenciada: el conocimiento de la propia existencia como una evidencia imposible de negar.
Expresó esta verdad con su famosa proposición “Pienso, luego existo”. Descartes identificará pensar con existir.
El pensamiento es propiamente el Yo, el alma, una sustancia cuya esencia es pensar.

Hasta el momento, Descartes solo cuenta con una verdad, de modo que (como dicta la segunda regla del
método: ante una dificultad hay que proceder al análisis de la misma), procede al análisis del pensamiento. Este
está compuesto por ideas no recae directamente sobre las cosas, sino sobre las ideas. Descartes distinguirá dos
aspectos de estas: las ideas en cuanto a modos del pensamiento y las ideas como referencia a otra cosa. Todas
las ideas son iguales y tienen la misma realidad, pero en cuanto a referencia a otra cosa, las ideas poseen un
contenido objetivo y por eso se diferencian unas de otras. Encontramos tres tipos:

- facticias: se refieren a otras cosas que componen la imaginación a partir de otras cosas
- innatas: aquellas que el pensamiento posee por sí mismo porque no son producto de ninguna
experiencia sensible ni de la imaginación. Estas son las más importantes pues a partir de ellas,
Descartes construirá su filosofía.
- adventicias: se refieren a cosas que parecen existir fuera de nuestro pensamiento y que se forman por
la experiencia sensible.

El examen de las ideas de la mente llevó a Descartes a considerar una en particular: la idea de un ser más
perfecto de lo que él era; la idea de Dios. La única razón de la existencia de Dios es la idea de Dios. Descartes
dirá que es imposible que él mismo sea la causa de su ser, ya que de haber sido así se habría hecho omnisciente,
omnipresente… De ahí vendrá a concluir que es necesario que quien nos ha causado y del cual dependemos sea
un ser perfecto.

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A continuación, Descartes demostrará la existencia del mundo a partir del argumento ontológico. Dirá que tiene
ideas que representan cuerpos y que aparecen en su mente solo dejándose impresionar a través de los sentidos;
entonces no podía evitar pensar que esos cuerpos existían en la realidad. Si esas cosas no existieran, Dios le
estaría engañando al hacerle creer cosas que son falsas. Y eso es imposible, porque él sabe que Dios existe y
que es bueno y veraz. Con lo que: los cuerpos existen, y el mundo existe como causa y fundamento de ideas
adventicias y facticias. Probada ya la existencia del Yo, de Dios y del Mundo, ya se podía elaborar una teoría de la
realidad.

Descartes entenderá por sustancia todo aquello que pueda ser concebido existiendo independientemente de
toda otra cosa. Esta será conocida con claridad y distinción por su cualidad esencial, por su atributo. A su vez, se
manifiesta la razón de diferentes maneras, llamadas atributo de la sustancia infinita (Dios) y las sustancias finitas
(almas y cuerpos).

Podemos considerar a Descartes como un filósofo racionalista, pues él fue quien inició este movimiento. Los
principales rasgos del racionalismo son:
● existencia de las ideas innatas
● confianza plena en la razón humana: única facultad capaz de conducir al hombre al conocimiento de la
verdad
● propuesta de la deducción como método de investigación: sería el método utilizado para distinguir lo
verdadero de lo falso.
● reducción de la realidad al pensamiento: su objeto son las ideas. Es subjetiva e idealista.

Publicado en 1637, el Discurso del método para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias es la
primera obra publicada por Descartes. Escrita en francés, da a conocer su método, el método cartesiano. Es una
obra a favor de la razón, la verdad y el progreso de la ciencia. Inicialmente fue publicada de manera anónima.

Consideramos a Descartes un filósofo moderno porque rompió con todo lo anterior y se decidió a pensar por sí
mismo, creando su propio método. Entre otras muchas cosas, como escribir el Discurso del Método en francés y
no en latín, que en aquel momento era la lengua del saber y del conocimiento. Además, lo llamó discurso, y no
tratado como era costumbre en la épica, porque él no pretendía enseñar, sino mostrar su conocimiento.

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El problema del método en Descartes

La razón es la encargada de proporcionar el conocimiento para que la voluntad determine y pueda el hombre
conducirse adecuadamente en la vida. El problema radica en que no la usamos correctamente la razón. Todos
poseemos naturalmente la facultad de juzgar bien y distinguir lo verdadero de lo falso (buen sentido), pero no nos
valemos de ella adecuadamente, y esta es la causa de que haya tanta confusión en la ciencia y disparidad de
opiniones.
Propone así averiguar cómo utilizarla bien, y para ello examina cómo conoce la razón, distinguiendo dos
operaciones del entendimiento:
● Inducción: percepción inmediata de la verdad de una cosa. Es verdadera cuando es tan clara y distinta,
que no cabe ninguna duda.
● Deducción: modo de conocimiento por el que alcanzamos la verdad de una cosa (conclusión) partiendo
de la verdad de otra cosas (principio) mediante algún razonamiento (parte intermedia) de acuerdo con
las leyes de la lógica. Una decisión es verdadera cuando el principio o supuesto es verdadero y el
razonamiento se ajusta a la lógica. La conclusión es necesariamente verdadera.

Pues bien, Descartes concibió la idea de elaborar un método general que sirviera para regular dichas
operaciones, inspirado en el modo de investigar de las matemáticas, donde solo se aceptan intuiciones y
deducciones verdaderas. Es de inspiración lógico-matemática, donde se emplea la lógica, el análisis geométrico
y el álgebra. A pesar de que la duda cartesiana tiene muy poco de escéptica, Descartes utilizó algunos de los
viejos argumentos escépticos, como el de la diversidad de opiniones para ponerlas en duda. Es una duda
metódica para alcanzar certezas de las que no se pueda dudar.

Descartes aprendió que no había nada que no se discutiera y que por tanto, no fuera dudoso. Se enfrentará de
manera decidida al escepticismo, partirá de principios contrarios: la verdad y la certeza absolutas son
alcanzables porque la razón humana es poderosa para lograrlo. Alcanzar la verdad es el objetivo de su filosofía.
Para eso pondrá en duda todo lo sabido hasta ese momento. Esto supone la no aceptación por principio de la
metafísica, la física y la lógica aristotélica.

La Revolución científica vino dada por un cambio de mentalidad, donde se hace una crítica a los filósofos del
pasado con el fin de construir una nueva filosofía. Destacaron tres autores de esta época:

● Francis Bacon: metodología de investigación empírica (generalización). El conocimiento de la


naturaleza parte de la observación de los hechos.
○ método inductivo: del examen de casos particulares, se llega al enunciado de una ley universal.
● Galileo: racionalización de la investigación científica. La influencia pitagórica y platónica le llevó a
considerar la investigación como la búsqueda de modelos matemáticos. Los sentimientos pueden
equivocarse, la razón no.
○ método resolutivo-compositivo: reducir los elementos, componer una hipótesis y
posteriormente verificarla.
● Descartes: trata de establecer principios evidentes a partir de los cuales deducir todo lo que el hombre
puede conocer (ciencia).
○ método deductivo: consiste en extraer una conclusión con base en una premisa o a una serie
de proposiciones que se asumen como verdaderas.

En la segunda parte del DM cuenta que a parte de letras, estudió lógica, análisis geométrico y álgebra, tres
ciencias que sirvieron al propósito de elaborar ese método general con el cual dirigir la razón, un método de
inspiración lógico-matemática. Pensó en crearlo sólo a partir de combinar lo mejor de las mismas.

1ª Regla: “no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es; es decir, evitar
cuidadosamente la precipitación y la prevención y no comprender en mis juicios nada más que lo que se
presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda”

Su finalidad es regular la intuición como modo de conocer la razón.


Solo las intuiciones evidentes (que no se puede poner en duda, cuya¡o contrario es imposible) son admisibles
como verdaderas. No se trata de evidencia sensible sino racional. Para Descartes cuanto más simple sea una
idea más distinta y verdadera será. La regla exige llevar mucho cuidado en que la voluntad no se precipite ni se
prevenga, pues podría ser causa de error. Al formular esta regla, Descartes introduce un nuevo concepto de
verdad: es propiedad de las ideas (idealismo cartesiano: el objetivo del pensamiento son las ideas, no el mundo).

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2ª Regla: “dividir cada una de las dificultades, que examinaré, en cuantas partes fuere posible y en cuantas
requiriese su mejor solución”

Propone reducir los problemas a las ideas más simples, claras y distintas aprehensibles por la intuición.

3ª Regla: “conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más
fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más
compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente”

Propone la construcción de una cadena ordenada de evidencias desde las ideas más simples hasta el
conocimiento de lo más complejo, es decir, de la solución de la dificultad investigada.

4ª Regla: “hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, que llegase
a estar seguro de no omitir nada”

Esto es, comprobar que todo lo anterior está bien hecho.

Para llevar adelante el proyecto de refundar la ciencia humana, Descartes nos dice que solo las matemáticas le
han complacido a causa de la evidencia y la certeza de sus razones, debido al método deductivo. Se basa en
Principios de Geometría de Euclides. Para él es posible la unificación de todas las ciencias en una sola: si una es
la razón, entonces una es la ciencia y uno es el método con el que investigar y construirla. Así, el proyecto
cartesiano tendrá en cuenta lo siguiente:

1. Una sola ciencia es la razón humana, universal y completa en todos los hombres.
2. Todas las ciencias juntas son la sabiduría humana por más que sean diferentes los objetos a los que se
aplica. De manera que el orden es: una metafísica, una física y las demás ciencias.
3. Solo hay un método único, válido y eficaz para la investigación en todas las ciencias, inspirado en el
método matemático. Descartes contará con él antes de iniciar su refundación de la ciencia humana.

Descartes es el fundador del racionalismo, cuyos principios son:


- confianza plena en la razón humana
- propuesta de la educación como método de investigación
- reducción de la realidad al pensamiento
- existencia en la razón de ideas innatas

Descartes en 1637 publica tres ensayos precedidos de la exposición del método empleado en sus
investigaciones. La obra se titulará Discurso del Método para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las
ciencias, seguido de "La Dióptrica", "Los Meteoros" y "La Geometría", que son los ensayos antes referidos. La obra
se escribió en francés, cosa poco común, con intenciones claramente divulgativas así como de romper con la
tradición académica de escribir en latín.

Descartes (1596-1650) es un filósofo de la primera mitad del siglo XVI, un periodo de profundas transformaciones
de todo tipo en todos los aspectos de la vida humana: la Modernidad. La filosofía moderna se caracteriza por
situar el problema del conocimiento: ¿cuál es el origen del fundamento del conocimiento verdadero? ¿Qué cosas
podemos conocer? ¿Podemos alcanzar la verdad? Según se responde a estas preguntas surgen diferentes
corrientes filosóficas: escepticismo, racionalismo, empirismo…

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La duda metódica y la primera verdad

Quedó decepcionado con la enseñanza recibida. Solo le satisfacían las matemáticas. Es entonces cuando
marcha a la universidad a estudiar Derecho y Medicina. Se licencia en Derecho civil y comienza a viajar.
En 1637 escribe el Discurso del Método para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias. Los últimos
años de su vida los dedicó a la investigación de cuestiones morales.

La culminación de la Revolución científica se dio por un cambio de mentalidad, que trae el rechazo de la
Escolástica aristotélica. Esto trajo consigo nuevas teorías y métodos de investigación científicos.
La propia tarea cartesiana se puede entender como un intento de construir una Nueva Filosofía.

La filosofía moderna se caracteriza por situar el problema del conocimiento: ¿cuál es el origen del fundamento
del conocimiento verdadero? ¿Qué cosas podemos conocer? ¿Podemos alcanzar la verdad?
Según se responde a estas preguntas surgen corrientes filosóficas, como por ejemplo es Escepticismo:

Sostiene que la verdad no está al alcance de la razón humana. Tenemos que alcanzar la ataraxia, debemos ser
conscientes de la fiabilidad de nuestros juicios. La conclusión de los escépticos era que el hombre debía
abstenerse de juzgar (epojé), lo que le daría tranquilidad al alma y se liberaría de las disputas interminables entre
los hombres.

Descartes los leyó, ya que en el Discurso del Método utiliza alguno de los viejos argumentos escépticos, como el
de la diversidad de opiniones para ponerlas todas en duda, pero la duda cartesiana es diferente. Se la conoce
como la duda metódica. Sus características son:

1. Metódica. No es la duda del escéptico, el cual desconfía de la existencia misma de la verdad o de la


posibilidad de conocerla. La duda no es un fin, solo es un medio.
2. Universal. Se aplica a todo aquello que puede ser puesto en duda.
3. Teórica. Se aplica a la búsqueda de la verdad en la ciencia, no se extiende a la conducta.
4. Personal. El proyecto cartesiano no deja de ser un proyecto personal.
5. Hiperbólica. Cualquier argumento racional para dudar de una cosa ha de ser admitido por inverosímil y
extravagante que pueda parecer.

¿De qué dudar?

● De lo que los sentidos nos muestran. Quizás el mundo no es como lo percibimos.


- como a veces los sentidos engañan, podría plantearse que engañen siempre.
● De la propia existencia del mundo y de la vida que creo que tengo.
- como a veces tenemos sueños tan vivos que creemos que son reales, puede plantearse que la
vida que creemos tener y el mundo que creemos conocer no sean reales (duda sobre la
distinción del sueño y la vigilia).
● De lo que vemos más claramente.
- finjamos que existe un ser todopoderoso que controla nuestra mente y cuyo fin en la vida sea
confundirnos y hacernos errar (hipótesis del genio maligno o duda hiperbólica). No aparece en
el DM, sino en Meditaciones Metafísicas.

Buscando la primera verdad en la cual fundamentarse, Descartes concluye que en el mismo acto de dudar
surge una percepción clara y perfectamente diferenciada: el conocimiento de la propia existencia como una
evidencia imposible de dudar: “Pienso, luego existo”.
Puedo equivocarme, engañarme, puede que no exista el mundo, pero para todo ello tengo que existir (identifica
pensar con existir). El pensamiento es una realidad, una sustancia. Es la primera de las sustancias de la que no
se puede dudar.

Interpretación del “cogito” cartesiano:

1. Pensamiento es todo aquello que ocurre en nosotros: dudar, entender, afirmar, negar..; es decir, todo
acto consciente del espíritu. Si el pensamiento es algo evidente, todo pensamiento es en sí algo
evidente. Lo que ya no es evidente es el referente del pensamiento. Mis pensamientos, mis ideas acerca
de las cosas son evidentes, pero lo que no son evidentes son las cosas. Esto se llama idealismo
subjetivo: solo es evidente que hay pensamiento, ideas. Lo contenido en la idea, el referente ya no es
evidente.
2. “Pienso, luego existo” no es una deducción, sino una intuición. Es una evidencia inmediata, una idea
clara y distinta. Se han puesto en duda las verdades demostradas, y aun no se ha despejado dicha
duda.

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3. El pensamiento es propiamente el yo, el alma, una sustancia cuya esencia es pensar (res cogitans).
4. El cogito se convierte en el criterio de lo que se ha de tomar como verdadero, el criterio de verdad. Es la
primera regla del método. Este criterio de certeza tendrá que fundamentarse.

La propia tarea cartesiana se puede entender como un intento de construir una Nueva Filosofía a la manera
como el geómetra construye su creencia, siguiendo el método deductivo.

A partir de este primer principio, Descartes debería deducir otra verdad que le sirviera de nuevo como principio
para deducir otra verdad más. En esto consiste el plan de refundar la filosofía, así lo exige el método.

Puede decir con certeza que es una sustancia que piensa, ¿pero puede decir que las ideas son verdaderas? La
hipótesis del genio maligno viene a sembrar la duda sobre la evidencia de todas las ideas. Así que la única
manera de librarnos de esa duda es demostrar que tal ser no existe. Por ello, como dicta la segunda regla del
método, ante cualquier dificultad hay que proceder al análisis de la misma. Con esto concluye los consiguientes
principios:

1. Argumento de la causalidad aplicada a la idea de perfección infinita: Dios.


2. Argumento de Dios como causa de mi ser.
3. Argumento ontológico.

El proyecto cartesiano pretende unir todas las ciencias solo en una. Según Descartes, una sola es la razón
humana, universal y completa en todos los hombres. Todas las ciencias son la sabiduría humana, por más que
sean diferentes los objetos a los que se aplica. Para explicar esto, Descartes utilizará la metáfora del árbol. En
esta, las raíces son la metafísica, el tronco es la física y las ramas son el resto de las ciencias. Este es el orden de
realización del proyecto cartesiano. Finalmente dirá que solo hay un método único, válido y eficaz.

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Dualismo antropológico. Mecanicismo y libertad.

Descartes (1596-1650) es un filósofo de la primera mitad del siglo XVI, un periodo de profundas transformaciones
de todo tipo en todos los aspectos de la vida humana: la Modernidad. Aparecen el absolutismo, capitalismo,
burguesía, la Reforma y Contrarreforma de la Iglesia, una nueva ciencia…
Además, la Escolástica aristotélica empieza a entrar en crisis.

Descartes concebirá el universo como una gran máquina, como un todo cuyos movimientos son resultados
automáticos de otros movimientos que se transmiten cuerpo a cuerpo mediante una acción recíproca. La física
no admite más explicaciones de los fenómenos naturales que las derivadas de los movimientos o combinaciones
de movimientos de los cuerpos en el espacio. Esta interpretación abarca todo el universo.

Buscando la primera verdad en la cual fundamentarse, Descartes concluye que en el mismo acto de dudar
surge una percepción clara y perfectamente diferenciada: el conocimiento de la propia existencia como una
evidencia imposible de dudar: “Pienso, luego existo”.
Puedo equivocarme, engañarme, puede que no exista el mundo, pero para todo ello tengo que existir (identifica
pensar con existir). El pensamiento es una realidad, una sustancia. Es la primera de las sustancias de la que no
se puede dudar.

La sustancia es conocida con claridad y distinción por su cualidad esencial, por su atributo. Este, a su vez, se
manifiesta a la razón de diferentes maneras, llamadas modos del atributo de la sustancia. Para Descartes, dos
son los tipos de sustancia: la infinita (Dios) y las finitas (almas y cuerpos).

● El atributo de Dios es la perfección, esencia de esta sustancia y aquello por lo que se concibe. Los
modos por los que se conoce tal atributo son la omnisciencia, la omnipotencia, la eternidad, infinita
bondad, etc.
● El atributo del alma es el pensamiento, esencia de esta sustancia y aquello por lo que se la concibe (res
cogitans). Sus modos son entender, dudar, juzgar, querer, etc.
● El atributo del cuerpo es la extensión, esencia de esta sustancia y aquello por lo que se la concibe (res
extensa). Sus modos son figura y movimiento.

La definición de sustancia solo es aplicable estrictamente a Dios. Solo él es causa de sí mismo.

Descartes insiste en llamar análogamente sustancias también al alma y al cuerpo, considerarlas


independientemente la una de la otra, con el fin de preservar al alma de las leyes deterministas del universo físico
y material a las que sí se sometería el cuerpo. El alma es para Descartes no solo sede del entendimiento, sino
también de la voluntad.

A través del argumento de la ficción mental, Descartes defiende que el alma y el cuerpo se pueden concebir por
separado. La antropología cartesiana será, pues, dualista. Alma y cuerpo son sustancias que no se necesitan la
una de la otra para existir. Pero este planteamiento obliga a responder al problema de la unión o comunicación
de ambas sustancias en el hombre. Este problema recibe el nombre de “problema de comunicación de las
sustancias”.

El dualismo alma-cuerpo permitirá a Descartes afirmar la libertad del hombre dentro de un universo determinista
(un universo regido por leyes fijas). Para Descartes, el alma es una sustancia completamente diferente e
independiente del cuerpo, a pesar de lo estrechamente unidos que están.

Pero el problema que tendrá que afrontar Descartes, como consecuencia de su afirmación dualista, es la
relación entre ambas sustancias. ¿Cómo explicar esta estrecha relación? Recurre a una explicación fisiológica:
nos explica que en el centro, en la parte más baja del cerebro se encuentra una glándula pineal, que es donde
reside el alma, o al menos, sería el punto de contacto donde tendría lugar la internación cuerpo-alma. Esta
explicación es claramente insatisfactoria y está considerada uno de los puntos más débiles de la filosofía
cartesiana.

Nos dice que la relación entre alma y cuerpo se asemeja a un combate entre los apetitos naturales o pasionales,
que son lo propio del cuerpo, y la razón y la voluntad que son facultades propias del alma. Las pasiones son
percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero cuyo origen no se
encuentra en ella. Al ser generadas por el cuerpo, las pasiones se caracterizan por ser involuntarias e
irracionales. En este combate, la razón es la encargada de proporcionar el conocimiento para que la voluntad
determine y pueda el hombre conducirse adecuadamente en la vida. Así que, con respecto a la vida, el alma
tiene dos funciones: el entendimiento y la voluntad. Por la primera pensamos y entendemos, por la segunda
queremos y decidimos.

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Para Descartes, la capacidad para autodeterminarse, que es en lo que consiste la libertad, es tan evidente que,
de hecho, constituye una idea innata, una de esas nociones fundamentales de la razón. Además, Descartes
sostiene que es la máxima perfección del hombre, también llamado libre albedrío. Pero siendo la libertad
característica esencial de la voluntad, es la que nos puede llevar a la verdad o al error, al bien o al mal, según
cómo la utilicemos. Porque para Descartes, la libertad consiste en que la voluntad elige aquello que el
entendimiento le presenta con claridad y distinción, como lo bueno y lo verdadero, y que no a los instintos o las
pasiones. Los errores en nuestros juicios por precipitación y prevención se dan porque la voluntad no se somete
al entendimiento, que solo debe admitir como verdadero lo que sea evidente.

Descartes quiere construir una ciencia universal con un solo método. Pero antes, necesita resolver un asunto:
cómo vivir mientras tanto. En el plano teórico se puede suspender el juicio pero no en el práctico. El motivo es no
dejar de intentar ser lo más feliz que se pueda en la vida, mientras lleva a cabo la reforma de todos sus
pensamientos.

Las máximas reglas morales son las siguientes:

1. Obedecer las leyes y las costumbres de mi país, la religión en la que he sido educado y, en todo lo
demás, seguir las opiniones más moderadas y probadas en la práctica de los más sensatos de aquellos
con quienes tuviera que vivir.
- no se trata de una propuesta de conformismo, es de prudencia y moderación.
2. Ser lo más firme y constante que pudiese en mis acciones una vez que me hubiera decidido a ellas.
3. Controlar los propios pensamientos y deseos antes que pretender variar el orden al mundo.
- es la conocida regla estoica. Solamente nuestros pensamientos están en nuestro poder.
4. Emplear toda la vida en cultivar la razón y buscar la verdad a través del método.

Son un seguro contra el amoralismo. Descartes nunca llegó a elaborar esa ciencia moral. Aunque fue moderado
en su vida personal, fue muy radical en sus ideas filosóficas.

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La moral provisional

Quedó decepcionado con la enseñanza recibida: la Escolástica no dejaba nada sólido. Solo le satisfacían las
matemáticas. Es entonces cuando marcha a la universidad a estudiar Derecho y Medicina. Se licencia en
Derecho civil y comienza a viajar. Con 23 años partió a Holanda para hacerse soldado. En 1619, quedó atrapado
por una nevada, y tuvo un sueño revelador que le dejó claro a qué se quería dedicar en la vida.
En 1637 escribe el Discurso del Método para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias. Los últimos
años de su vida los dedicó a la investigación de cuestiones morales.

Descartes sintió profundos deseos de comprender el mundo y lo único que aprendió con certeza es que no había
nada que no se discutiera, pero tuvo que hacer frente a esa profunda decepción.
Toma la determinación de romper con todo lo anterior, y rechaza la autoridad de Aristóteles y de la Escolástica.
Quiere llevar a cabo el proyecto de refundar la ciencia humana. Si encuentra una verdad cierta, tan evidente por
sí misma, ¿puede deducir todo lo demás que el hombre conoce?

La sabiduría humana es como un viejo edificio que entre muchos han construido, que no tiene unidad y que se
ha vuelto inservible. Hay que derribarlo y construir otro enteramente nuevo. El proyecto pretende la unificación de
todas las ciencias:
- una sola es la razón humana
- todas las ciencias juntas son la sabiduría humana: la filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la
metafísica, el tronco es la física y las ramas la medicina, mecánica y moral.
- solo hay un método único, válido y eficaz para la investigación.

Descartes quiere construir una ciencia universal con un solo método. Pero antes, necesita resolver un asunto:
cómo vivir mientras tanto. En el plano teórico se puede suspender el juicio pero no en el práctico.

La moral provisional se justifica desde los siguientes supuestos:


En la vida es imposible estar sin hacer nada. Luego hace falta una moral con la que poder conducir la vida para
poder ser feliz.
En el proyecto de reconstrucción de la ciencia, la moral ha de ser deducida de principios metafísicos y físicos
(analogía de la ciencia con el árbol). Descartes aún no cuenta con esos principios. Luego la moral que le hace
falta será de carácter provisional.

El motivo es no dejar de intentar ser lo más feliz que se pueda en la vida, mientras lleva a cabo la reforma de
todos sus pensamientos.
Las máximas reglas morales son las siguientes:

1. Obedecer las leyes y las costumbres de mi país, la religión en la que he sido educado y, en todo lo
demás, seguir las opiniones más moderadas y probadas en la práctica de los más sensatos de aquellos
con quienes tuviera que vivir.
- no se trata de una propuesta de conformismo, es de prudencia y moderación.
2. Ser lo más firme y constante que pudiese en mis acciones una vez que me hubiera decidido a ellas.
3. Controlar los propios pensamientos y deseos antes que pretender variar el orden al mundo.
- es la conocida regla estoica. Solamente nuestros pensamientos están en nuestro poder.
4. Emplear toda la vida en cultivar la razón y buscar la verdad a través del método.

Son un seguro contra el amoralismo. Descartes nunca llegó a elaborar esa ciencia moral. Las máximas
conforman una moral ecléctica por influencia de:

● Montaigne: seguir las leyes, costumbres y religión del propio país, vista la diversidad de costumbres. (1ª
regla)
● Aristóteles: seguir las opiniones más moderadas y alejadas de todo exceso. (2ª y 3ª regla)
● Estoicos: ser firme y constante, vencerse a sí mismo antes que a la fortuna, no desear lo que no está en
nuestro poder. (2ª y 3ª regla)
● Sócrates y Platón: el intelectualismo moral al afirmar que ha decidido emplear la vida en cultivar la
razón pues “basta con juzgar bien para obrar bien”. (4ª regla)

Nos dice que la relación entre alma y cuerpo se asemeja a un combate entre los apetitos naturales o pasionales.
Las pasiones son percepciones, sentimientos o emociones que se dan en nosotros y que afectan al alma, pero
cuyo origen no se encuentra en ella. Al ser generadas por el cuerpo, las pasiones se caracterizan por ser
involuntarias e irracionales. En este combate, la razón es la encargada de proporcionar el conocimiento para que
la voluntad determine y pueda el hombre conducirse adecuadamente en la vida.

Descartes fue un hombre moderado en su vida personal pero radical en sus ideas filosóficas.

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