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Psicología
Clínica Sistémica
Sumativa 2:
ANALISIS DE CASO
Docente:
Catalina López Fluxa.
Integrantes:
El presente escrito tiene como objetivo desarrollar una revisión bibliográfica y analizar el
caso de estudio Will, un joven que tiene una historia difícil de violencia, donde aprendió a
vivir por cuenta propia y en desconfianza de todo el mundo, pero con una mente muy
brillante y la posición del terapeuta, en base a este caso donde se deberán aplicar y
distinguir diversos conceptos del sujeto, subjetividad y posicionamiento todos estos vistos
a lo largo de la unidad y desde una perspectiva sistémica. De acuerdo a lo mencionado
para comprender mejor la situación se identificó una posición del terapeuta, el cual asume
con respecto a sus pacientes y de los otros actores presentes en el sistema terapéutico;
por otro lado, se refiere a su localización (y a la conciencia de la misma) dentro del
metafórico espacio del sistema, explicando por que este corresponde a la posición según
Lini y Bertrando.
Respecto al sí mismo del terapeuta, hay autores que señalan que, en la transferencia con
el paciente, el terapeuta usa su sí mismo como herramientas para generar la instancia del
trabajo familiar. llevándolo al caso de Will, esto se ve claramente al momento donde Sean
le conversa sobre su esposa y todo el proceso de su enfermedad. Es gracias a esta
situación la que hace hablar a Will.
En este contexto, el sí mismo se refiere a la experiencia del terapeuta respecto del
proceso –en otras palabras, sus sentimientos, intuiciones, temores, imágenes, ideas, etc.
El uso del sí mismo, en este sentido, significa que el terapeuta utiliza “sus propias
respuestas personales en forma de imágenes, ánimos y símbolos en el inicio y desarrollo
del proceso terapéutico. Las observaciones e intuiciones del terapeuta se convierten en
elementos centrales de intercambio y una fuente constante de información, con la
imaginación creativa jugando un papel protagónico” (Andolfi y Angelo, 1988, p.244).
La teoría del posicionamiento permite una lectura de la posición del terapeuta tanto en
términos de localización como en términos de actitud del terapeuta, e incluso sobre la
reciprocidad entre el posicionarse del terapeuta y el posicionarse del paciente (C. Lini & P.
Bertrando 2014).
Desde esa misma perspectiva el posicionamiento del terapeuta puede tener un impacto
significativo en la relación terapéutica y en el progreso del paciente. En general, el
posicionamiento del terapeuta puede influir en el paciente de diversas maneras, desde
generar un ambiente seguro y confiable hasta fomentar el empoderamiento y la
autonomía. Un terapeuta hábil y consciente de su posición puede maximizar el impacto
positivo en el paciente y promover un cambio terapéutico significativo.
En resumen, las emociones que tiene Sean, son relevantes en la terapia sistémica y
tienen implicaciones positivas. Es esencial que el terapeuta esté consciente de sus
propias emociones y las maneje de manera efectiva para garantizar un proceso
terapéutico saludable y beneficioso para los miembros del sistema familiar.
El posicionamiento de Sean permite que entre él y Will se forme una relación beneficiosa
para la terapia, pues el terapeuta deja en claro que demuestra empatía y comprensión
frente a la similitud de acontecimientos entre su paciente y él. Además de la ayuda que
como terapeuta puede proporcionar como lo es el esclarecer que los acontecimientos que
ha vivido el paciente no son culpa suya. Esto provoca en Will un quiebre emocional y
decide aceptar la terapia.
Si bien, el primer encuentro y lo sucedido pudo haber sido contraproducente para que la
terapia fuera llevada a cabo, el terapeuta decide sacar estrategias desde lo acontecido, lo
que genera una relación de confianza con el paciente para que finalmente acepte seguir
con la terapia.
Conclusión.
Por ende, en el complejo y a su vez prometedor lugar que propone la terapia sistémica,
esta está a disposición de todos quienes forman parte de ella y debe ser en un marco de
resguardo y de seguridad para las personas que forman parte de ese proceso, donde el
rol del autocuidado y del posicionamiento del terapeuta es fundamental. El apoyo y ayuda
hacia los pacientes parte por ser y entender a sí mismos como sujetos activos dentro de
este marco de cuidado superior.
Bibliografía:
Andolfi, M., Angelo, C., (1988). Toward constructing the therapeutic system. Journal of
Marital and Family Therapy, 14, 237-247.