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Facultad de Educación y Ciencias Sociales

Sede República
Psicología
Clínica Sistémica

Sumativa 2:
ANALISIS DE CASO

Docente:
Catalina López Fluxa.

Integrantes:

 Alejandro, Fuentes Vivallo


 Fernanda, Pacheco Torres
 Jhoseline, Estrada Flores
 Jorge, Carrasco Mardones

Santiago, de 28 de mayo del 2023


Introducción

El presente escrito tiene como objetivo desarrollar una revisión bibliográfica y analizar el
caso de estudio Will, un joven que tiene una historia difícil de violencia, donde aprendió a
vivir por cuenta propia y en desconfianza de todo el mundo, pero con una mente muy
brillante y la posición del terapeuta, en base a este caso donde se deberán aplicar y
distinguir diversos conceptos del sujeto, subjetividad y posicionamiento todos estos vistos
a lo largo de la unidad y desde una perspectiva sistémica. De acuerdo a lo mencionado
para comprender mejor la situación se identificó una posición del terapeuta, el cual asume
con respecto a sus pacientes y de los otros actores presentes en el sistema terapéutico;
por otro lado, se refiere a su localización (y a la conciencia de la misma) dentro del
metafórico espacio del sistema, explicando por que este corresponde a la posición según
Lini y Bertrando.

Así mismo, se ha analizado e identificado la posición del terapeuta tanto en formación


desde el contexto de la psicología como en la práctica clínica, dándole una mirada desde
el caso de Will, así como también explicando aspectos relevantes presentes en el caso.

Finalmente, se realizó una conclusión donde se compartieron reflexiones de


pensamientos y emociones surgidas al realizar el informe del caso de Will y entorno a la
posición del terapeuta. Tomando esto en cuenta, el propósito de la información recopilada
en este informe tiene como objetivo brindar una comprensión más profunda del caso y la
contribución al desarrollo de estrategias y enfoques más adecuados para casos similares
en el futuro. 
Desarrollo

Identificación de la posición del terapeuta.

En la terapia sistémica, las emociones del terapeuta juegan un papel importante en la


dinámica terapéutica. Aunque el enfoque principal de la terapia sistémica se centra en los
patrones de interacción y comunicación dentro del sistema familiar o social, las emociones
del terapeuta pueden tener implicaciones significativas. En el caso visto, Sean, el
psicólogo, al momento de verse afectado emocionalmente con el comentario de Will
respecto a su cuadro (al que le hacía recordar a su esposa fallecida) sitúa esa emoción y
la traslada a una situación en la que el paciente pueda tener la posibilidad de abrirse y
hablar. “situarse” es ser consciente de nuestro lugar en el sistema y del estado de nuestra
circunstancia emocional al que se reúne en cada caso (C. Lini & P. Bertrando 2014). 

Respecto al sí mismo del terapeuta, hay autores que señalan que, en la transferencia con
el paciente, el terapeuta usa su sí mismo como herramientas para generar la instancia del
trabajo familiar. llevándolo al caso de Will, esto se ve claramente al momento donde Sean
le conversa sobre su esposa y todo el proceso de su enfermedad. Es gracias a esta
situación la que hace hablar a Will. 

“El sí mismo es una expresión siempre-cambiante de nuestras narraciones, un ser-y-


transformarse a través del lenguaje y la narración en nuestro constante intento de dotar
de sentido a nuestro mundo y a nosotros mismos.” (Anderson, 1997, p.216). 

 En este contexto, el sí mismo se refiere a la experiencia del terapeuta respecto del
proceso –en otras palabras, sus sentimientos, intuiciones, temores, imágenes, ideas, etc.
El uso del sí mismo, en este sentido, significa que el terapeuta utiliza “sus propias
respuestas personales en forma de imágenes, ánimos y símbolos en el inicio y desarrollo
del proceso terapéutico. Las observaciones e intuiciones del terapeuta se convierten en
elementos centrales de intercambio y una fuente constante de información, con la
imaginación creativa jugando un papel protagónico” (Andolfi y Angelo, 1988, p.244).

Impacto del posicionamiento del terapeuta.

La teoría del posicionamiento permite una lectura de la posición del terapeuta tanto en
términos de localización como en términos de actitud del terapeuta, e incluso sobre la
reciprocidad entre el posicionarse del terapeuta y el posicionarse del paciente (C. Lini & P.
Bertrando 2014). 

Desde esa misma perspectiva el posicionamiento del terapeuta puede tener un impacto
significativo en la relación terapéutica y en el progreso del paciente. En general, el
posicionamiento del terapeuta puede influir en el paciente de diversas maneras, desde
generar un ambiente seguro y confiable hasta fomentar el empoderamiento y la
autonomía. Un terapeuta hábil y consciente de su posición puede maximizar el impacto
positivo en el paciente y promover un cambio terapéutico significativo.
En resumen, las emociones que tiene Sean, son relevantes en la terapia sistémica y
tienen implicaciones positivas. Es esencial que el terapeuta esté consciente de sus
propias emociones y las maneje de manera efectiva para garantizar un proceso
terapéutico saludable y beneficioso para los miembros del sistema familiar.

El posicionamiento de Sean permite que entre él y Will se forme una relación beneficiosa
para la terapia, pues el terapeuta deja en claro que demuestra empatía y comprensión
frente a la similitud de acontecimientos entre su paciente y él. Además de la ayuda que
como terapeuta puede proporcionar como lo es el esclarecer que los acontecimientos que
ha vivido el paciente no son culpa suya. Esto provoca en Will un quiebre emocional y
decide aceptar la terapia.

Análisis crítico del posicionamiento del terapeuta.

El terapeuta busca explorar al paciente confrontándolo para destacar su actitud. Esto a


causa de la crítica que Will (paciente) hace al cuadro de Sean (terapeuta). Al recibir una
crítica del cuadro Sean experimenta un sentimiento personal el cual pudo haber interferido
en el proceso terapéutico y de hecho lo hace, al Sean tener como primer pensamiento no
llevar el caso. Sin embargo, no fue así debido a que el terapeuta supo manejar la
situación de forma adecuada.

Manejar la situación de forma adecuada proporciona técnicas que ayudan a establecer


una relación terapéutica, por medio de una conversación en el parque. Posteriormente
permitir que sea Will quien inicie las conversaciones y Sean revelando aspectos
personales para generar empatía y espacios de confianza. Así Will comienza a hablar
más respecto a su situación.

Como se mencionó anteriormente la crítica que se hace al cuadro detona sentimientos


personales en el terapeuta, sin embargo, a pesar de un primer pensamiento de renuncia,
este utiliza eso a su favor. Posteriormente lo invita al parque sin exigirle que hable. Will
solo escucha, esto proporciona un espacio seguro para que exprese sus pensamientos y
sentimientos más adelante. Al igual que revelar aspectos de la vida personal. Esto genera
un sentimiento de empatía y ayuda a establecer la relación y la expresión emocional de
Will. Finalmente aclarar que lo sucedido no es culpa del paciente proporciona apoyo y
valida el sentir.

Si bien, el primer encuentro y lo sucedido pudo haber sido contraproducente para que la
terapia fuera llevada a cabo, el terapeuta decide sacar estrategias desde lo acontecido, lo
que genera una relación de confianza con el paciente para que finalmente acepte seguir
con la terapia.
Conclusión.

La persuasión que hace el psicoterapeuta se traduce en una medición de la proximidad


que puede tener con otro sujeto en cuestión, dentro de un margen de conocimiento de
este y del mismo. Se ven singularidades en las personas, pero a su vez un sistema
complejo que los conecta desde la perspectiva del “yo también me conozco”. A partir de
ahí la subjetividad pasa a ser relevante sobre cómo se ve el mundo desde otros ojos que
no sean de la misma persona y personalidad. Lograr conocer a otro es en cierta medida
una causa donde desde fuera el terapeuta se enfoca en la emoción circundante dentro del
contexto psicoterapéutico. El no conocer al otro da una cantidad de posibilidades infinitas
de abordar diferentes temas y en diferentes esferas del conocimiento. La visión del
psicólogo tiene por finalidad aunar técnicas donde la unificación de los pacientes logre
generar puntos de vista desde por qué están ahí, que los llevó a desarrollar dicha
situación y cómo resolverla. La articulación de las personas que forman una circularidad
tanto como un desarrollo crítico y asertivo de sí mismo como del otro es lo que lleva a un
posible éxito en las sesiones individuales junto al psicólogo como las donde se reúnen
más personas para enfrentar situaciones que han causado el motivo de consulta. Cuando
uno habla de sí mismo “yo” y hablamos del otro “tu”, se entiende que la percepción del yo
puede diferenciarse del otro y esto presenta la posibilidad de entender la complejidad de
sujeto externo a uno. El terapeuta tiene y debe responder a que él por sí solo no puede
llevar un monólogo, siempre hay una contraparte y un complejo sistema en él, aunque no
se diga algo está la palabra escrita en el silencio, en la postura, incluso en la ausencia de
otro. Por esto, además de ser difícil llevar el rol de terapeuta es imposible sumergirse en
la imposición de que está fuera de la situación. El terapeuta es parte del todo, por ende, el
autocuidado también se debe reforzar en situaciones complejas llegando al punto donde
la interacción con el o los otros daña su posición como persona hacerlo saber y a través
de la empatía lograr expresar sus sensaciones, nunca dejando de lado su rol de la
persona que está para aunar criterios y lograr entendimiento del o los pacientes. 

Por ende, en el complejo y a su vez prometedor lugar que propone la terapia sistémica,
esta está a disposición de todos quienes forman parte de ella y debe ser en un marco de
resguardo y de seguridad para las personas que forman parte de ese proceso, donde el
rol del autocuidado y del posicionamiento del terapeuta es fundamental. El apoyo y ayuda
hacia los pacientes parte por ser y entender a sí mismos como sujetos activos dentro de
este marco de cuidado superior. 

En el marco del caso en cuestión, aparece la imagen de un sujeto reacio a compartir


experiencias debido a traumas y situaciones pasadas. El psicoterapeuta afectado frente a
la disposición del paciente, donde este primero Will lo ofende, trata de entender contextos
y sigue con las sesiones donde le comenta a él lo dura que es la vida y que no solo se
juzga un libro por su portada, no literalmente, pero sí dando a entender que no se puede
conocer a una persona solo por el hecho de tener bagos datos, como si fuera una
computadora. El rol del terapeuta influye en el comportamiento del paciente a medida que
pasan las sesiones, explicándole que lo que más se valora son la simplicidad de las
relaciones humanas, lo que realmente importa es la conexión con la vida, los otros y la
realidad por la cual han transitado. Dando a entender que el “Yo” por sí solo no puede
enfrentar la vida, que es una jugada peligrosa y que la ayuda de otro muchas veces
puede ayudar. Las vivencias a veces limitan, y en otras da oportunidades como las da el
psicoterapeuta.

Bibliografía:

 C. Lini, P. Bertrando. (2014). Situarse: posicionamiento y emociones en terapia sistémica.


P. 1-20.

 Anderson, H., (1997). Conversation, language and possibilities: A postmodern approach to


therapy. New York: Basic Books.

 Andolfi, M., Angelo, C., (1988). Toward constructing the therapeutic system. Journal of
Marital and Family Therapy, 14, 237-247.

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