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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

Facultad de Ciencias Humanísticas y Sociales

Carrera de Derecho “Online”

“LA LEGÍTIMA DEFENSA COMO CAUSA DE JUSTIFICACIÓN O EXCLUSIÓN

DE LA ANTIJURICIDAD”

Estudiante:
Vivas Gilces Mayerlin Maite.

Nivel:
Cuarto. “C”

Materia:
Derecho Penal I

Docente:

Mgs. Rubén Balda


Introducción

La concepción jurídico-penal de la legítima defensa, constituye una causa de

justificación o exclusión de la antijuricidad, la cual busca proteger un bien jurídico de la

persona que se defendía de una agresión actual e ilegítima, para lo cual se ha valido de un

medio racional para impugnar su accionar.

El presente ensayo tiene como objeto analizar el estado actual de la legítima

defensa como instrumento de derecho en el Ecuador, con la finalidad de obtener un

conocimiento más amplio sobre el tema, es por esto que se analizan desde el punto de vista

doctrinario y jurídico los requisitos de la legítima defensa y su contextualización a fin de

lograr una compresión integral de esta institución jurídica y su correcta utilización por los

operadores de justicia.

La legislación ecuatoriana está regulada para defender derechos propios del que se

defiende o de terceras personas, sin embargo, hay que considerar que es una figura jurídico

penal muy controvertida en el ámbito de su aplicación.

Las causas de exclusión de la antijuricidad, se encuentran reguladas en los artículos

30, 32 y 33 del Código Orgánico Integral Penal, las cuales son: cuando se actúa en

cumplimiento de una orden legítima y expresa de autoridad competente o de un deber de

orden legal; el estado de necesidad; y, la legítima defensa.

Desarrollo

La antijuridicidad se remite a todo el ordenamiento jurídico, considerándose una

conducta contraria al derecho, y para el autor llega a esta categoría, una vez superó los

filtros del acto y tipicidad, estando frente a una acción u omisión con voluntad, debiendo

determinar si este acto típico se encasilla además en antijurídico. (Encalada Hidalgo, 2015).

Como señala (Albán Gómez, 2015) una conducta antijurídica, es aquel acto que se

contrapone al ordenamiento jurídico y daña o lesiona un derecho, es decir atenta contra un

bien jurídico protegido, actuar que se encuentra tipificado por la ley penal.
Según el Art. 29 del COIP: “Antijuridicidad. - Para que la conducta penalmente

relevante sea antijurídica deberá amenazar o lesionar, sin justa causa, un bien jurídico

protegido por este Código”. En otras palabras, la antijuricidad permite ubicar una conducta

típica en lícita, siempre y cuando sea comprobada la causa de justificación, aunque persista

la tipicidad.

Bien, en cuanto a las causas de exclusión de la antijuricidad, el art. 30 del COIP nos

señala: Art. 30.- “Causas de exclusión de la antijuridicidad. - No existe infracción penal

cuando la conducta típica se encuentra justificada por estado de necesidad o legítima

defensa. Tampoco existe infracción penal cuando se actúa en cumplimiento de una orden

legítima y expresa de autoridad competente o de un deber legal, debidamente

comprobados.”

Con lo dicho anteriormente podemos comprobar que el mismo cuerpo legal que

contiene el delito, contempla la excepción estableciendo circunstancias en las que una

acción contraria a derecho, puede ser considerada legítima. Bien, En lo que nos compete a

nuestro tema de estudio nos referiremos esencialmente a la legítima defensa.

La legítima defensa la encontramos como uno de los derechos fundamentales de las

personas, la cual la hemos encontrado presente a lo largo de la historia, se puede

considerar como una causa de exclusión de la antijuricidad más antigua y conocida.

Podemos indicar que se da cuando una persona guiada de una fuerza interior con el ánimo

de preservación se defienda, salve o precautele su integridad que está a punto de ser

quebrantada.

El Código Orgánico Integral Penal en el artículo 33 dispone lo siguiente: “Legítima

defensa.- Existe legítima defensa cuando la persona actúa en defensa de cualquier

derecho, propio o ajeno, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos:

1. Agresión actual e ilegítima.

2. Necesidad racional de la defensa.

3. Falta de provocación suficiente por parte de quien actúa en defensa del derecho.”
Si bien es cierto, el Estado es el encargado de tutelar nuestros derechos, pero

cuando éste falla, permite a los individuos actuar en determinadas circunstancias. “La

legítima defensa entendida hoy en día, se basa en dos principios: el derecho de

autoprotección y la necesidad de afirmación del derecho, admitiendo el derecho a

defenderse de una acción que dañe un bien jurídico ajeno, en forme de un mensaje que

advierte que ese actuar puede ser repelido, sin dejar de lado al ordenamiento jurídico quien

procura un equilibrio con el daño” (Tapia Ballesteros, 2014)

Bien, la legislación ecuatoriana faculta el derecho de defenderse ante una agresión,

pero así mismo también establece límites, que, si no se cumplen, no se puede alegar

legítima defensa:

a) Agresión actual e ilegítima.

b) Necesidad racional de la defensa.

c) Falta de provocación suficiente por parte de quien actúa en defensa del derecho.

Agresión actual e ilegítima

Nos encontramos ante un requisito indispensable para la legítima defensa, se trata

de un hecho que debe ser actual, un peligro presente, siendo imprescindible existir una

agresión para que se genere la necesidad de la defensa y así actuar en contra de una

agresión ilegítima; no cabe alegar legítima defensa de una agresión pasada.

Sólo es posible frente a una agresión ilegítima, es decir que, sin agresión ilegítima,

queda claro, no hay defensa posible; y, si faltare este requisito, no se podría alegar que

existe defensa.

Necesidad racional de la defensa

A más de reaccionar contra la acción ilegítima, se debe considerar el medio

empleado, y este debe ser racional, el cual puede ser cualquiera que esté al alcance del

agredido, aunque este sea desproporcionado, por tratarse del único medio al alcance para

detener el cometido.
Se considera como el respeto a la esencia de la legítima defensa, debiendo ser

considerado por los juzgadores de acuerdo a las circunstancias y hechos, verificando si

opera o no la legítima defensa. Según Rodríguez, 2020 “significa que el medio deberá ser el

necesario y el que se encuentre al alcance de quien se defiende y procura repeler una

agresión, sin importar que sea desproporcionado.”

Falta de provocación

Es un requisito indispensable, ya que la legítima defensa supone una agresión

ilegítima que necesita de la reacción de la persona inocente para impedir una lesión; por lo

cual no se puede alegar legítima defensa cuando quien agreda ilegítimamente primero y,

ante la reacción del agredido, quien pretende repeler la agresión, se contra ataque y se

lesione o mate.

Conclusiones

La conducta antijurídica, es aquel acto que se contrapone al ordenamiento jurídico y

daña o lesiona un derecho, además permite ubicar una conducta típica en lícita, siempre y

cuando sea comprobada la causa de justificación, aunque persista la tipicidad.

En el presente ensayo, podemos comprobar que el mismo cuerpo legal que contiene

el delito, contempla la excepción, estableciendo circunstancias en las que una acción

contraria a derecho, puede ser considerada legítima.

Si bien es cierto, el Estado es el encargado de tutelar nuestros derechos, pero

cuando éste falla, permite a los individuos actuar en determinadas circunstancias, como lo

es la legítima defensa, la cual la encontramos como uno de los derechos fundamentales de

las personas, y ha estado presente a lo largo de la historia.

La legítima defensa, se puede considerar como la causa de exclusión de la

antijuricidad más antigua y conocida; la legislación ecuatoriana faculta el derecho de

defenderse ante una agresión, pero así mismo también establece límites, que si no se

cumplen, no se puede alegar legítima defensa; para que sea legítima debe cumplir con los

siguientes presupuestos: Agresión actual e ilegítima, necesidad racional de la defensa, falta


de provocación suficiente por parte de quien actúa en defensa del derecho. Siendo así que

si faltase alguno de estos presupuestos no se puede alegar que exista legítima defensa.

Sin agresión ilegítima, no hay defensa posible.

El medio empleado, debe ser racional, puede ser cualquiera que esté al alcance del

agredido, aunque este sea desproporcionado.


Bibliografía

Albán Gómez, E. (2015). Manual de Derecho Penal Ecuatoriano. En A. G. Ernesto.

Quito: Ediciones Legales EDLE S.A.

Asamblea Nacional. (2014). Código Orgánico Integral Penal. Quito: Corporación de

Estudios y Publicaciones.

Encalada Hidalgo, P. (2015). Teoría Constitucional del Delito. Corporación de

Estudios y Publicaciones.

Tapia Ballesteros, P. (2014). Legítima Defensa. Requisitos y Aplicabilidad en

supuestos de Violencia de Género. Catálogo de Revistas. Escuela de Derecho. Pontificia

Universidad Católica de Valparaíso., 40

Rodríguez, F. (2020). Curso de Derecho Penal, Parte General, Tomo II. Quito:

Cevallos.

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