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c u l t u r a
FRAY DE HYTLODEO
por
Indio Juan
Oda a la
cerivastatina
Al regresar de Las Bahamas, Fray
de Hytlodeo se encuentra con un ve-
ranillo que huele a ONG, y se soli-
dariza con ESTHER KOPLO-
WITZ, LUIS RAMALLO, ANTO-
NIO CAMACHO, JESÚS GIL, y
los “Laboratorios ROCHE”.
“Si tienes dudas, no las dejes al
alcance de los niños”. (EL FRAILE)
Después de dejar mis euros
en manos de GESCARTERA,
me vino una cagalera
que me mandó a un hospital
de Toledo, donde el mal
me lo quitó una enfermera.
❦ músico lleva tres discos publica-
Me explicó que el Lipobay
con “Liposterol”, mezclado,
producen un altercado
que te escoña hasta los huesos;
por suerte, BAYER, en eso,
vela por los deshuesados.
❦
¡Medio de Gemfibrocilo!
¡dos de Cerivastatina!
¡cuarto de Atorvastatina!
y que te den por ahí...
Rabdomiólisis dixit,
y como postre Estatinas
❦
Me hicieron “tacto rectal”
los médicos en Toledo.
¿Habrá sido con el dedo,
o habrán empleado un taladro?
Mi “recto” al quedarse en cuadros
largó un gas que fue de miedo.
❦
La médica me sonrió,
yo le sonreí, también;
(la tía está como un tren,
pensé, pese a mi dilema).
Ella dijo: “No hay problemas
con la próstata, va bien”.
❦
De Toledo me fui a SINTEL,
es decir, al “Campamento”.
Hice mío aquél contento
por un final tan soñado.
Mucho nos han enseñado:
(aprender, ya es otro cuento).
❦ Lara Croft: Tomb Raider
Pero en el tajo no es cuento
las muertes por accidentes;
en el verano es frecuente
que las cifras sean de espanto.
Mucho “bla...bla...”, mientras tanto
sigue muriendo la gente.
❦ cuenta y lo más conve-
Y entre las voces queridas
que el verano se ha llevado,
está la de JORGE AMADO:
el corazón de Brasil.
Bahía, lágrima añil
al escritor más llorado.
El Chaval de la Peca
Marc Parrot
Marc Parrot, no se me ocurre
otra cosa para empezar en este
corto y caluroso verano ya pasa-
do. Y es que él ha sido el princi-
pal acompañante en este mara-
tón que son las vacaciones con
vehículo como habitáculo casi
principal. Música para el asfalto.
Música reconocida en verano y
dispuesta para apaciguar pasajes
de otoño.
¿Quién es Marc Parrot?, ya
estamos ..... vale, el Chaval de la
Peca. Sí, ¿qué?
Habrá que explicar que este
dos y con excelentes resultados
musicales. Sería justo recono-
cerle como uno de los tipos más
interesantes e inteligentes del
mundo del pop nacional. Pero es
inevitable recordarle como el
personaje con el cuál consiguió
la fama y el dinero. El necesario
como para desligarse de su crea-
ción que al principio tan solo era
un divertimento con los amigos.
El justo como para regresar a
recomendaciones
➦ Para ver: Si “Persona”
es una obra maestra que os
aconsejamos recuperéis
del olvido, se hace mucho
más difícil recomendaros
una película sana en el
mes de agosto sin tener re-
mordimientos de concien-
cia. Quizás La chica del
río o podéis intentarlo con
Pearl Harbor o mejor con
o Son de mar, refrescante
y excitante. Pero con esta
cartelera lo más interesan-
te del verano es que paséis
por un cine al aire libre,
donde la película poco
niente es disfrutar de la
noche fresca y de todo
aquello que os inspire la
luna serena y el crepitar de
las estrellas. ◆
BARJA
tiempo a su carrera (¿a tiem-
po?).
Una nueva etapa para la que
este nuevo disco (Rompecabe-
zas) enlace con sus anteriores
trabajos. Una forma de recuperar
tiempo, aunque aquellos que le
conocen y saben de las inquietu-
des y conocimientos del catalán,
esperen más cosas de él. Vuelta
a empezar para todos, kilómetro
cero.
Marc Parrot, inseparable, ge-
nio, acompañante, carretera,
nuevo disco al fin, fantástico.
¿Cómo explicar, otra vez sobre
un papel, los sentimientos que te
ofrece una determinada obra
musical y en un determinado
momento? Ahora ya esta muy li-
gado al paisaje de tierras extre-
meñas y gallegas (o cualquiera).
Se acabó el viaje. Me sigue
gustando y, ahora, hasta tiene
aroma. El coche, el CD, la no-
che, insomnio, tierra quemada,
tierra mojada. Pues eso. Bien lle-
gados ...... ✍
Alberto Codina
Maestro de maestros, Ingmar
Bergman no sólo es el represen-
tante más inquietante del cine
sueco, sino uno de los nombres
fetiche del cine europeo. El sépti-
mo sello, Fresas salvajes y El
manantial de la doncella alcanza-
ron el estadio internacional. El ci-
ne de Bergman introspectivo,
profundo, sincero y experimental,
está dotado de largos y explicati-
vos silencios, de planos elabora-
dos al milímetro, de miradas y
expresiones significativas, de un
arte que ha creado escuela en la
cinematografía de autor.
Persona es una soberbia obra
maestra. Dos mujeres comparten
Dinamita
Pepe Gálvez
Dinamita es una narración de
ritmo trepidante, una thriller que
exhibe suficientes recursos co-
mo para enganchar al lector has-
ta el final; es todo eso y es tam-
bién una reflexión sobre algunos
problemas actuales de la mujer.
Su protagonista, Annika Bent-
zon, no es una detective de me-
dias de seda sino una periodista,
profesión que ejerció su autora,
la sueca Liza Marklund, casada
y recién nombrada jefa de la sec-
ción de sucesos del diario en el
que trabaja. Desde este puesto,
ha de investigar una serie de ex-
plosiones que dañan instalacio-
nes deportivas en un ficticio Es-
tocolmo pre-olímpico y que cau-
san dos muertes.
La perspectiva periodística
conduce la investigación hacia el
cuestionamiento de las verdades
aparentes que configuran los
medios de comunicación y, en
este aspecto desvelador de la ca-
ra oculta del poder, conecta cla-
ramente con la tradición de la
novela negra. Pero la novela
mantiene también otras líneas
narrativas que, en su conjunto,
constituyen una reflexión unas
veces y una denuncia otras, so-
bre la presión que soportan las
mujeres en su desarrollo profe-
sional. No se trata del acoso se-
xual, sino de esa especie de “mo-
ving” y desacato pasivo y activo
Persona
una extraña y profunda expe-
riencia. Una actriz pierde el ha-
bla, aunque en apariencia no pre-
senta problemas psifisiológicos.
Su enfermera deberá cuidar de
ella durante una larga estancia
en la playa. Aisladas del mundo,
se impone entre ellas un trasvase
emocional que cambiará sus vi-
das. Una historia intimista, a ca-
ballo entre la desazón, el miste-
rio y la sensualidad.
Nos ha ocupado siempre un
cine de relaciones sociales, de lu-
cha de clases y de denuncia. En
este caso, la proyección de Ing-
mar Bergman nos conduce a un
cine que analiza las difíciles rela-
ciones que mantiene el individuo
consigo mismo. Bergman escoge
Septiembre 2001
Autora: Liza Marklund
a que se somete, especialmente
por los hombres pero también
por algunas mujeres, a las repre-
sentantes del género femenino
cuando ocupan trabajos o res-
ponsabilidades adjudicados tra-
dicionalmente a los hombres.
Finalmente, señalar que en
esta novela hay un elemento se-
cundario pero significativo para
muchos de los lectores del Tri-
buna. Se trata de que el marido
de la protagonista, figura de con-
traste y de cierto peso en la na-
rración, tiene como profesión la
de segundo secretario del Sindi-
cato de Trabajadores Municipa-
les sueco. ◆
la palabra persona en el sentido
etimológico del latín máscara. La
protagonista cae ante el dilema
de destapar su íntima realidad o
mantener el silencio para no se-
guir engañando a su propia exis-
tencia. Su compañera, en cam-
bio, se aferra a la pasión de la vi-
da sin contaminar, limpia de
imágenes y personalidades que
llenen las relaciones sociales.
Sin juicios morales, Bergman
resuelve la película con la mis-
ma maestría con la que durante
todo el metraje conduce al es-
pectador por los misteriosos la-
berintos envolventes de las dos
protagonistas, arrojándolos a la
pregunta introspectiva de la pro-
pia personalidad. ✍
Septiembre 2001
Sexo, socialismo y suicidios
Estereotipos que definen a Suecia, una sociedad a la que se envidia y se siente extraña
Pepe Gálvez
Sexo, socialismo y suicidios
son los estereotipos que definen
Suecia desde la lejanía del des-
conocimiento. Mitos sobre los
que se ha construido una imagen
en blanco y negro contrastados y
sin matices sobre una sociedad
que se envidia a la vez que se
siente extraña. Mitos que difu-
minan una realidad definida por
la tradición de considerar la per-
sona como fuente de derechos,
actitud social que ha dado lugar
a una larga práctica política, so-
cial y económica, precisamente
para poder garantizar la materia-
lización de esos derechos. Esta
tradición, unida a un fuerte com-
ponente racionalizador, ha gene-
rado una normalización avanza-
da de las relaciones sexuales; ha
consolidado un sector público
fuerte, excepcionalmente fuerte
hoy en día cuando la moda im-
pone que para ser de izquierdas
has de hacer fe de rebajador de
impuestos y, ha provocado con-
tradicciones vitales que más que
derivar en una alta tasa de suici-
dios han generado interesantes
propuestas culturales críticas.
Nuestra sociedad participó
con gran entusiasmo en la crea-
ción del mito de libertinaje se-
xual en Suecia, fue en épocas de
escasez de libertad y afluencia
turística cuando las suecas se
convirtieron en una leyenda, ex-
plicitado en el cutrerío de la es-
pañolada cinematográfica y esti-
mulada por nuestras carencias e
insuficiencias. Con el tiempo, el
desarrollismo y, sobre todo, con
la democratización de nuestra
sociedad las cosas, afortunada-
mente, se fueron normalizando y
sólo ha permanecido el impacto
de la diferencia estética, la admi-
EXPEDIENTE EXPRES
c u l t u r a
Greta Garbo.
ración por la exuberancia corpo-
ral, por una abundancia que no
deja de asociarse a una noción
de frialdad.
De una sociedad, a la vez
opulenta y ligera, alegre y super-
ficialmente romántica, se im-
pregnaba el grupo musical Abba,
la mayor aportación, junto con el
diseño, sueca a la cultura “pop”
internacional de la que sus can-
ciones, son auténticos himnos.
Sin embargo, la ambivalencia
de la sociedad sueca contemporá-
nea cuenta con cronistas y analis-
tas menos livianos incluso dentro
del campo de la literatura infantil.
Este género cuenta con una sólida
tradición, tanto de escritores (Sel-
ma Lagerlöf, Lennart Hellsing)
como de ilustradores (Stig Lind-
berg, Elsa Beskow) y tiene como
representante más destacado a
Astrid Lindgren de la que Pippi
Langstrump (Calzaslargas en la
traducción) es su creación más
conocida gracias a la versión tele-
visiva. Las aventuras de la pecosa
pelirroja son una forma especial
de acercarse al mundo infantil,
sin paternalismos y sin asépticas
correcciones políticas, con pro-
puestas de libertad y de emanci-
pación que intentan estimular el
gusto por la vida a través del res-
peto a la persona y a la naturale-
za. Respeto que puede convertir-
se en preocupación por el indivi-
duo o en desconfianza hacia el
sistema o en ambas cosas.
Clásicos son, dentro de la cul-
tura popular contemporánea, los
ejercicios de introspección inti-
mista realizados por el cineasta
Ingmar Bergman, del que ahora
se puede ver Persona, una de sus
obras más características. El cine
de Bergman es un espejo en el
que una sociedad desarrollada
refleja el conflicto individual,
los múltiples matices en que se
manifiesta la diferencia entre se-
guridad y felicidad.
Pero donde más y mejor se re-
flejan las contradicciones entre
el orden aparente y el desorden
real de la sociedad sueca es en la
novela negra, un género renova-
do en los años setenta por el ma-
trimonio Maj Sjöwall y Per
Wahloo con obras como Un ser
abominable o la premonitoria
del atentado contra Olof Palme
Los terroristas. Max Sjöwall,
antifascista convencido, fue ex-
pulsado de España en 1957 por
su actuación contra el régimen
franquista. Esta impronta pro-
gresista aparece en todas sus
obras con un acercamiento no
maniqueo sobre el problema de
los psicópatas, una exposición
natural del componente sexual
de las relaciones humanas y, una
postura crítica sobre la institu-
cionalización de la socialdemo-
cracia.
Actualmente, Hanning Man-
kell (La quinta mujer y Asesinos
sin rostro), Liza Marklund (Di-
namita) y Kerstin Ekman (Ocu-
rrió a orillas del río) han toma-
do el relevo de Sjöwall y Wah-
loo. Sus novelas retratan proble-
mas sociales tan actuales como
las tensiones ge-
neradas por la
inmigración
y el resurgir
de organi-
zaciones
fascistas li-
gadas al in-
cremento
del racis-
mo (hay
que tener en
cuenta
Grupo musical Abba.
ALFONSO LOPEZ & PEPE GALVEZ
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que en Suecia los inmigrantes
son el 15 por ciento de la pobla-
ción total) o del maltrato a las
mujeres, en el caso de Mankell.
Ekman refleja el peso de la
naturaleza, exuberante y fría, en
la cultura sueca y las consecuen-
cias de su expoliación. Y, en su
conjunto, reflejan las crisis origi-
nadas por las profundas modifi-
caciones de los roles y equili-
brios sociales y, sobre todo, la
sensación de un fuerte deterioro
de valores y de ilusiones que ge-
nera un alto grado de incerti-
dumbre ética. Una sensación que
encuentra su expresión en el es-
tado de confusión que reflejan
las palabras de un personaje de
la novela Dinamita de Liza Mar-
kluns cuando afirma: “En este
país hemos cometido el gran
error de abolir la maldad. Ofi-
cialmente no existe. Suecia es un
estado de derecho, así que la
comprensión y la lógica han
ocupado su lugar”. ◆