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3. Leemos en clase el siguiente cuento y lo comentamos.


Luego averiguamos sobre su autor.

LEctuRa
El triple salto
Iván Egüez

Mañana al atardecer la caravana llegará a la tu fama la vista, los nervios, las muñecas y los
gran ciudad y tú, Tania, habrás quedado irreme- portentosos brazos del Braceador. Tú, hasta ese
diablemente segregada, presa en tu carromato momento ángel de mis sueños, pasaste a ser
al que yo he zafado del convoy y he clausura- Ángel del Trapecio, Ángel del Abismo, Ángel del
do poterna y ventanucos para que al desper- Infierno, Ángel de los periódicos y las cenas y
tarte no puedas salir. Verás que estás perdida, los autógrafos y los canastos de flores y las es-
atrapada, indefensa. Al comenzar la función quelas. Tú, ángel de mis sueños, pasaste a ser
de gala el Empresario reparará en tu ausencia, tormento de mis insomnios, porque ya no me
pero será inútil. El concurso deberá empezar, y esperabas en la carreta con el escalfador ni el
tú, Ángel del Trapecio, no podrás descolgarte samovar humeante.
sobre ese abismo de invitados especiales, de
Ibas a cenar (y quién sabe si esas cenas no ter-
embajadores, de militares de alto rango, de fi-
minaron en desayunos) a los hoteles y dachas
lántropos, benefactores y prestamistas, de jue-
de grandes señores, de esos que —después su-
ces dispuestos a aplaudirte y premiarte. No te
pimos— fueron ajusticiados por el populacho,
admires de esta infidelidad de tu Payayo, Paya-
por gente como nosotros, payasos de la vida que
yón; todo es parte de un complot para castigar
vamos poniendo buena cara al mal tiempo, pero
tu vanidad: el Pez Volador, el Braceador y yo so-
como dice el dicho, huye del buey manso y de la
mos los cómplices. Hoy es contigo, pero luego
cólera del payaso. Ibas a esas comilonas inter-
ejerceremos justicia contra todos los del circo,
minables, pitanzas que resultaban pornográficas
comenzando por el mantecoso empresario has-
por tanta hartura, mientras yo vaciaba la cazue-
ta el último de los soplatuercas. Todos de algu-
la del león o robaba las bananas de los monos.
na forma serán castigados. Solo los animales se
¿En cuál ciudad fue eso? No importa acordarse,
salvarán. Ellos serán nuestros aliados y un día
el circo no tiene tiempo ni lugares porque es de
de gran fiesta quedaremos libres los tres paya-
siempre y ha estado en todas partes.
sos del trapecio y los cuarenta animales de las
jaulas. El pacto comenzó una tarde de invierno Tomado de: http://cuentoshistoriasdelmundo.blogspot.
com/2014/09/el-triple-salto-ivan-eguez.html
en aquella ciudad gitana al otro lado de los Cár-
patos. ¿Se llamaba Cluj? ¿Era Brashow quizás?
No lo recuerdo, pero era una ciudad con mucho Glosario
cíngaro de por medio, esa gente — decías de los que cualquiera de las
poterna. Puerta menor
o o al extremo de
gitanos— que no hace nada, pero puede todo, principales, que da al fos
son desposeídos y a la vez tienen el mundo al una rampa.
queña.
alcance de la mano, merecen la premier del es- ventanuco. Ventana pe
se distingue por el
pectáculo. Ibas a saltar por primera vez el triple filántropo. Persona que
desde veinte metros de altura sin red. Y así lo amor a sus semejantes.
entre dos o más per-
hiciste. Y fue tu apoteosis. En cada ciudad te complot. confabulación
llovieron las flores, los fotógrafos, las invitacio- sonas contra otra u otras.
nes, las pieles y las joyas. Pero nosotros no con- cingaro. Gitano.
to de una persona con
tamos para nada, es decir, yo que desde hace apoteosis. Ensalzamien
nzas.
ocho años te había entrenado, el Pez Volador grandes honores o alaba
hierro u otro metal, con
que dañó su figura por esos bárbaros ejercicios escalafor. Braserito de
sobre la mesa para
de estómago que permitirían darte el impulso tres pies, que se ponía
de tres metros que tú necesitabas para iniciar calentar la comida.
rusa.
desde más arriba la pirueta, ni contaron para dacha. Casa de campo
de co mi da que se distribuye a
pitanza. Ración
nidad o a los pobres.
quienes viven en comu
DESTREZA: Debatir críticamente la interpretación de un texto literario basándose en indagaciones sobre el tema, género y contexto.
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Fuiste a los banquetes mientras el pez agoniza- más viejo me sentí cuando resbalé por primera vez
ba de hambre atragantado con su propia espina del trapecio y desde entonces nunca más volé de
y el Braceador seguía alimentándose con azufre y cabeza porque mis tobillos habían envejecido y ya
aserrín para templar los músculos, los músculos no me sostenían. Y ese tiempo que pasa, que uno
que no eran para él, entiende, los músculos que lo mide en el espejo, es también un tiempo de
sostenían tus fotos y tus citas. Y vimos con espan- trapecio, un péndulo, aunque para el público siga
to cómo el resto de la gente del circo también te en movimiento. Y pensé en Dios y me dije que ese
reverenciaba y te hacía la corte: el traga espadas señor era el dueño de todas las carpas, que nomás
consiguió un sable descomunal solo para halagar- tenía que olvidarse un minuto de nosotros y soná-
te, la mujer del domador dijo que lo que hizo la bamos. El olvido de Dios, Tania, es algo así como
mujer de goma fue un suicidio, un suicidio por quedarse sin público. Entonces de esas vueltas y
celos, porque el domador ya no le miraba el con- revueltas en el corazón salió mi decisión de hacer-
torsionado cuerpo cuando se hacía bola y ocultaba me payaso, payaso volador, Payayo, Payayón que
cabeza, brazos y piernas hasta quedar ante el pú- suba al trapecio no para oír el silencio de la angus-
blico, pero sobre todo ante el domador, hecha un tia sino para oír carcajadas.
solo y puro trasero. El anciano que vendía flores a
Y entre volada y volada se fue acumulando este
la entrada comenzó a ser tu amante eunuco y todo
odio por ti. Hasta hoy que he decidido llevar a
el dinero que recaudaba de la venta en las tres
cabo mi pequeña gran venganza. Y he tenido que
funciones diarias empezó a gastarlo religiosamen-
ser fuerte, Clara Inés, para no caer en tus celadas,
te comprando flores para ti. Solo los animales, Ta-
para hacerme oídos sordos a eso que dijiste ayer
nia, no cayeron en el embobamiento ni en la plei-
de madrugada: «Payayito, voy a volar con tu jubón
tesía: los monos seguían haciéndose la paja en tu
y tu máscara porque el concurso es anónimo. Ése
delante, el león eructaba cuando te veía, el elefan-
será mi gesto de agradecimiento para ti que me
te embodegaba grandes pedos para cuando tú pa-
enseñaste todo». Pero, Clara Inés, ya está deci-
saras y la Gran Vaca Sagrada de la India se cagaba
dido. No llegarás al concurso ni al homenaje que
sobre el terciopelo azul que un día fue tu manto.
esperas darme, porque bien sabes que es para ti el
Así que ya sabes, Tania, el Payayo, Payayón que
homenaje que buscas recibir y si hay algo de gesto
nunca te protestaba hoy te castiga dejándote en el
en tus palabras, también te enseñaré a consumar
desierto para que no llegues al Concurso Mundial
un gesto. Sin que nadie sepa ni se dé cuenta, su-
de Salto Triple que todo el mundo sabe fue orga-
biré al trapecio en tu reemplazo.
nizado por el mantecoso empresario para que el
título te lo llevaras tú. Pero aquí te quedas, Tania,
Tania, que no eres Tania, porque tú y yo sabemos
que de rusa no tienes nada. Los dos sabemos que
te llamas Clara Inés a secas, colombianita huérfa-
na que pedías limosna entre una veintena de ga-
mines, que te ocultaste entre la carpa remendada
y huiste con el circo, y yo que era panameño, o sea
como decir colombiano, te hablé en la lengua que
nos unía, porque el circo, Tania, ahora también
es negocio de gringos, tú lo sabes más que nadie,
tú que has aprendido no a hablar, pero sí a en-
Glosario
tenderte con cualquier gringo, sea de donde sea.
venerar.
Entonces eras una mocosa pelada y yo ya volaba reverencia. Respetar o
ca str ad o.
en el trapecio, pero mientras tú fuiste creciendo eunuco. Hombre
mu estra reverente
para la vida yo fui creciendo para la muerte. Y me pleitesía. Rendimiento,
sentí viejo aquella vez que entraste desnuda en mi de cortesía.
tener mal fin.
pulguiento catre a decirme que te morías de frío. sonar. Fracasar, perder,
bría desde los hombros
Y yo, turbado ante tanto pellejo, te dije que cómo jubón. Vestidura que cu
y ajustada al cuerpo.
no ibas a sentir frío si andabas así desnuda. Pero hasta la cintura, ceñida
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Mi jubón y mi máscara, que iban a ser tu dis- afirmarse en algo más fuerte que el amor mis-
fraz, sabrán de los aplausos para ti y sentirán mo: la complicidad en tu muerte. Con la carta
dentro de la tela y el maquillaje un calor des- sellada para ti, todos creerán que se ha tratado
acostumbrado, un corazón y una mueca ya no de un suicidio, y tú, Tania, con el orgullo y la
solo mía. Será como volar los dos en un abrazo. soberbia que te cargas, dolida por la andanada
Y después del vuelo, al tiempo del enganche, de pretextos y odios que tuve que inventar para
caeré. Caeré desde los veinte metros soñados lograr morirme en tu corazón la víspera de morir
por ti y se romperá mi forma al chocar contra en el aserrín, con tu soberbia, digo, no abrirás
la vida. Y sentiré el grito de horror como una la carta, citarás una rueda de prensa y entre el
eternidad. Y cuando algún niño de la platea, sin magnesio de las cámaras romperás la carta de
tanto horror a la muerte, se acerque a preguntar la verdad que habla de nuestro amor y que te
qué me pasó, encontrará en el enorme bolsillo copia versos que escuchamos juntos aquella vez
donde guardaba los interminables pañuelos, que un pastor se lamentaba haber perdido su
una carta escrita para ti, caliente como una pequeña mioritza. Y el Empresario con un marti-
paloma antes de morirse. Y del horror la gente ni en la mano dirá: No, no es suicidio ni crimen.
pasará al contentamiento y dirá ¡qué alegría, no Es la responsabilidad frente al trabajo. Tania
ha sido Tania el Ángel del Trapecio, ha sido un enfermó y no pudo venir, entonces el Payayo,
payaso solamente! Y vendrán el Pez Volador y el Payayón tenía que salvar el espectáculo, porque
Braceador y me sorprenderán ante tanta muerte ustedes saben, el público, ante todo.
junta, porque ellos, Tania, yo les escuché, iban
a matarte en éste que iba a ser tu mejor día, el
de tu consagración y triunfo. Yo les escuché el
plan macabro: al tercer vuelo, al momento del
impulso para el enganche, el Pez te daría menos
viada, la justa, la necesaria como para que el
Braceador haga visible su esfuerzo por sujetarte
inútilmente y caigas y mueras y muera contigo
la duda que les atormentaba a todos desde hace
mucho tiempo, desde que comenzaron a dormir
los dos payasos juntos, desde que se celaban Glosario
mutuamente viendo en tu belleza la rivalidad de la fealdad de la
macabro. Que participa
ante el mundo que los rechazaba. Y ese amor que esta suele causar.
muerte y de la repulsión
ya un poco carcomido por el vilipendio, quiso falta de estima, denigra-
vilipendio. Desprecio,
ción de alguien o algo.

4. Leo nuevamente El triple salto y realizo las siguientes actividades.


a. Narro con mis propias palabras un resumen d. Explico, con mis propias palabras, si este cuen-
del cuento El triple salto . to es una reproducción fidedigna de lo vivido
POSLEctuRa
por el payaso o es una ficción.
b. Identifico el sentimiento que articula las accio-
nes de este cuento y explico por qué. e. Utilizo palabras para narrar algo que no existe
en la realidad, pero que sea verosímil.
c. Escribo en mi cuaderno la razón implícita por
la que Payayo, Payayón encerró a Tania y no f. Encuentro una diferencia entre la intención
permitió que actuara en el concurso. ¿Qué del lenguaje cotidiano, funcional y práctico
pistas me da el texto? Escribo también, por qué y el lenguaje literario.
razón Payayo, Payayón no la dice de manera
g. Escribo en mi cuaderno el texto de la carta
explícita. ¿Es difícil expresar los sentimientos?
que creo escribió Payayo, Payayón a Tania.
Hago referencia a los recuerdos que el payaso
cuenta en el texto.
DESTREZA: Debatir críticamente la interpretación de un texto literario basándose en indagaciones sobre el tema, género y contexto.

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