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Materia:

Desarmonía de la Personalidad II
Tema:

Manía y Ciclos Maniaco-Depresivos

Alumna:
Becerra Ornelas Noemi
noemibecerrao@unag.mx

Docente:
Dr. Juan Manuel Aguilar García.

7mo. Lic. Psicología Familiar


Manía y Ciclos Maniaco-Depresivos
Características de Diagnostico
Las reacciones maniacas son excitaciones psicóticas caracterizadas por
una sobre actividad y por una elación o seguridad en sí mismo ilusoria, en la que
se ve relativamente poca desorganización. La conducta de los pacientes maniacos
es una caricatura del gozo y del optimismo, de la seguridad y de la afirmación de
sí mismo. A menudo tal caricatura resulta pueril. En una pequeña minoría de
pacientes, los ataques maniacos alternan con depresiones psicóticas. Esta
relación, ya conocida incluso en la Grecia antigua, dio origen al termino psicosis
maniaco-depresiva. Muchos consideran la reacción maniática como, ante todo,
una defensa contra la amenaza inminente de una depresión psicótica; es decir,
como un rechazo de las tendencias depresivas y una formación de reacción contra
ellas: ocurrida a la vez en la fantasía y en la acción. No es desusado que un
paciente maniaco rompa en llanto, se refiere a si mismo con comentarios
depresivos y luego vuelva a caer en lo maniaco.

Descripción Psicodinámica

Los trastornos bipolares se caracterizan por episodios de manía


y depresión, que pueden alternar aunque en muchos pacientes predomina uno
sobre el otro. Se desconoce la causa exacta, pero pueden estar implicados la
herencia, cambios en las concentraciones de los neurotransmisores cerebrales y
factores psicológicos. El diagnóstico se basa en la anamnesis.

Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. La herencia desempeña un


papel importante. También hay evidencia de desregulación de los
neurotransmisores serotonina, noradrenalina, y dopamina, también puede haber
implicados factores psicosociales.
Algunos eventos vitales estresantes se asocian con el desarrollo inicial de
síntomas y las exacerbaciones posteriores, aunque no se ha establecido
relaciones causa-efecto.
Ciertos fármacos pueden desencadenar exacerbaciones en algunos pacientes
con trastorno bipolar; estos fármacos incluyen

 Simpaticomiméticos (p. ej., cocaína, anfetaminas)


 Alcohol
 Ciertos antidepresivos (p. ej., tricíclicos, inhibidores de la recaptación
de noradrenalina)

Antecedentes de Personalidad
La edad media de inicio de un primer episodio maníaco se sitúa en los
primeros años de la tercera década de la vida, pero hay algunos casos de inicio en
la adolescencia y otros que comienzan después de los 50 años.

Los episodios maníacos comienzan de forma brusca, con un aumento rápido de


los síntomas en pocos días. Frecuentemente, los episodios maníacos aparecen
después de un estrés psicosocial. Los episodios suelen durar de algunas semanas
a varios meses y son más breves y con un final más brusco que los episodios
depresivos mayores. En muchos casos (50-60 %) un episodio depresivo mayor
precede o sigue de forma inmediata a un episodio maníaco, sin que haya un
período intermedio de eutimia. Si el episodio maníaco se presenta en el período
puerperal, puede haber un aumento del riesgo de recurrencias en otros períodos
puerperales y debe aplicarse la especificación de inicio en el posparto (v. pág.
394).

El trastorno bipolar I es un trastorno recidivante: más del 90 % de los sujetos que


tienen un episodio maníaco único presentará futuros episodios. Aproximadamente
el 60-70 % de los episodios maníacos se presentan inmediatamente antes o
después de un episodio depresivo mayor. Frecuentemente, los episodios
maníacos preceden o siguen a los episodios depresivos mayores con un patrón
característico especial para cada persona.

La cantidad de episodios a lo largo de la vida (tanto maníacos como depresivos


mayores) tiende a ser mayor en el trastorno bipolar y que en el trastorno depresivo
mayor, recidivante. Los estudios de curso del trastorno bipolar y previos al
tratamiento de mantenimiento con litio sugieren que se presentan cuatro episodios
por cada 10 años por término medio.

El intervalo entre los episodios tiende a disminuir a medida que aumenta la edad.
Hay algunos indicios de que los cambios del ritmo sueño-vigilia, como los que se
dan durante los viajes o la deprivación de sueño, pueden precipitar o exacerbar un
episodio maníaco, mixto o hipomaníaco. Aproximadamente el 5-15 % de los
sujetos con un trastorno bipolar, presentan múltiples (cuatro o más) episodios
afectivos (depresivos mayores, maníacos, mixtos o hipomaníacos) en el período
de 1 año. Si se da este patrón, se anota con la especificación con ciclos rápidos
(v. pág. 398). El patrón de ciclos rápidos se asocia a un mal pronóstico.

Aunque la mayoría de los sujetos con un trastorno bipolar, vuelven a la normalidad


total entre los episodios, algunos (20-30 %) siguen mostrando una labilidad
afectiva y dificultades interpersonales o laborales. Los síntomas psicóticos pueden
aparecer al cabo de días o semanas en lo que antes era un episodio maníaco o
mixto no psicótico. Cuando un sujeto presenta episodios maníacos con síntomas
psicóticos, es más probable que los episodios maníacos posteriores tengan
síntomas psicóticos.
La recuperación interepisódica incompleta es más frecuente cuando el episodio
actual está acompañado por síntomas psicóticos no congruentes con el estado de
ánimo.

Criterios del DSM-IV

A. Un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente


elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana (o cualquier
duración si es necesaria la hospitalización).
B. Durante el período de alteración del estado de ánimo han persistido tres (o
más) de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo
irritable) y ha habido en un grado significativo:

(1) autoestima exagerada o grandiosidad


(2) disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado
tras sólo 3 horas de sueño)
(3) más hablador de lo habitual o verborreico
(4) fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está
acelerado
(5) distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente
hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
(6) aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el
trabajo o los estudios, o sexualmente) o agitación psicomotora
(7) implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto
potencial para producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en
compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones
económicas alocadas)

C. Los síntomas no cumplen los criterios para el episodio mixto (v. pág. 341).

D. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave como para


provocar deterioro laboral o de las actividades sociales habituales o de las
relaciones con los demás, o para necesitar hospitalización con el fin de
prevenir los daños a uno mismo o a los demás, o hay síntomas psicóticos.

E. Los síntomas no son debidos a los efectos fisiológicos directos de una


sustancia (p. ej., una droga, un medicamento u otro tratamiento) ni a una
enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).

Nota: Los episodios parecidos a la manía que están claramente causados por un
tratamiento somático antidepresivo (p. ej., un medicamento, terapéutica
electroconvulsiva, terapéutica lumínica) no deben ser diagnosticados como
trastorno bipolar.
Signos y Síntomas
El trastorno bipolar comienza con una fase aguda de síntomas que es
seguida por un curso de recidivas y remisiones. Las remisiones suelen ser
completas, pero muchos pacientes tienen síntomas residuales, y para algunos,
su capacidad laboral queda gravemente deteriorada. Las recidivas son episodios
marcados por síntomas más intensos que son maníacos, depresivos,
hipomaníacos o una mezcla de características depresivas y maníacas.

Los episodios duran desde algunas semanas hasta 3 a 6 meses: los episodios
depresivos duran en forma típica más tiempo que los episodios maníaco o
hipomaníaco.

Los ciclos, es decir el tiempo que transcurre desde el inicio de un episodio hasta
el siguiente, tienen una duración variable. Algunos pacientes tienen episodios
esporádicos, tal vez sólo algunos pocos durante toda la vida, mientras que otros
tienen formas de ciclado rápido (que habitualmente se definen como ≥ 4
episodios/año). Sólo una minoría alterna entre la manía y la depresión con cada
ciclo; en la mayoría predomina una u otra.

Los pacientes pueden intentar o completar un suicidio. La incidencia de por vida


de suicidio en pacientes con trastorno bipolar se estima al menos 15 veces
mayor que en la población general.

Manía
El episodio de manía se define como ≥ 1 semana de un estado de ánimo
persistentemente elevado, expansivo o irritable, y el aumento sostenido de la
actividad con propósito o un incremento evidente de la energía sumado a ≥ 3
síntomas adicionales:
 Autoestima inflada o megalomanía
 Disminución de la necesidad de sueño
 Mayor locuacidad de lo habitual
 Fuga de ideas o pensamientos acelerados
 Distractibilidad
 Aumento de la actividad dirigida por objetivos
 Excesiva participación en actividades con alto riesgo de
consecuencias graves (p. ej., compras compulsivas, inversiones
financieras insensatas)

Los pacientes maníacos pueden participar de forma inagotable, excesiva e


impulsiva en distintas actividades placenteras de alto riesgo (p. ej., juego,
deportes peligrosos, actividad sexual promiscua) sin tener perspectiva del
posible daño. Los síntomas son tan graves que no pueden desempeñar sus roles
primarios (empleo, educación, mantenimiento del hogar). Las inversiones
imprudentes, las compras compulsivas y otras elecciones personales pueden
tener consecuencias irreparables.
Los pacientes que se encuentran en un episodio de manía pueden presentarse
exuberantes y se visten de una manera extravagante o colorida; a menudo
tienen maneras autoritarias con una verborrea imparable. Pueden establecer
asociaciones por sonidos (el sonido de las palabras y no su significado provoca
nuevos pensamientos). Se distraen fácilmente, cambian constantemente de tema
o se empeñan en otra cosa. Sin embargo, tienden a creer que se encuentran en
su mejor estado mental.

La falta de perspectiva y el aumento de la actividad provocan una conducta


impertinente y puede ser una combinación peligrosa. Se producen roces
interpersonales que pueden hacer que los pacientes se sientan maltratados o
perseguidos injustamente. En consecuencia, pueden volverse peligrosos para sí
mismos o las otras personas. El paciente percibe su actividad mental acelerada
como pensamientos apresurados y el médico lo observa como fuga de ideas.

La psicosis maníaca es una manifestación más extrema, y los síntomas


psicóticos pueden ser difíciles de distinguir de la esquizofrenia. Los pacientes
pueden tener ideas delirantes megalómanas o persecutorias (p. ej., de ser Jesús
o ser perseguidos por el FBI), algunas veces con alucinaciones. El nivel de
actividad aumenta mucho; los pacientes pueden correr de aquí para allá y gritar,
insultar o cantar. Aumenta la labilidad del estado de ánimo, a menudo con
irritabilidad creciente. Puede aparecer un delirio completo (manía delirante), con
pérdida total del pensamiento y la conducta coherentes.

Hipomanía
Un episodio hipomaníaco es una variante menos extrema de la manía que
involucra un episodio distintivo que dura ≥ 4 días con conducta que puede
distinguirse del estado de ánimo no deprimido habitual del paciente, y que
incluye ≥ 3 de los síntomas adicionales mencionados anteriormente en la manía.
Durante el período hipomaníaco, el estado de ánimo mejora, la necesidad de
dormir disminuye a medida que la energía aumenta notablemente y la actividad
psicomotora se acelera. Para algunos pacientes, los períodos hipomaníacos son
adaptativos porque producen un aumento de la energía, la creatividad, la
confianza y un funcionamiento social supernormal. Muchos no desean
abandonar este estado eufórico placentero. Algunos funcionan muy bien, y el
funcionamiento no está muy alterado. Sin embargo, en algunos pacientes, la
hipomanía se manifiesta como distracción fácil, irritabilidad y estado de ánimo
lábil, lo que el paciente y los demás encuentran menos atractivo.

Depresión
Un episodio depresivo tiene características típicas de depresión mayor; el
episodio debe incluir ≥ 5 de los siguientes síntomas durante el mismo período de
2 semanas, y uno de ellos debe ser el estado de ánimo depresivo o la pérdida de
interés o placer y, salvo los pensamientos o los intentos de suicidio, todos los
síntomas deben estar presentes durante casi todo el día:
 Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día
 Marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día
 Aumento o pérdida significativa (> 5%) de peso, o disminución o
aumento del apetito
 Insomnio (a menudo insomnio de mantenimiento del sueño) o
hipersomnia
 Agitación o retardo psicomotor observado por otros (no informado
por el mismo paciente)
 Fatiga o pérdida de energía
 Sentimientos de inutilidad o de culpa excesiva o inapropiada
 Capacidad disminuida para pensar o concentrarse, o indecisión
 Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, intento de suicidio o
un plan específico para suicidarse

Los rasgos psicóticos son más frecuentes en la depresión bipolar que en la


depresión unipolar.

Características mixtas
Se considera que un episodio de manía o hipomanía tiene características mixtas
cuando ≥ 3 síntomas depresivos están presentes en la mayoría de los días del
episodio. Esta condición a menudo es difícil de diagnosticar y puede pasar a un
estado de ciclo continuo; en consecuencia, el pronóstico es peor que en un
estado maníaco o hipomaníaco puro.
El riesgo de suicidio durante los episodios mixtos es muy elevado.

Síntomas y trastornos asociados


Características descriptivas y trastornos mentales asociados. Es frecuente
que los sujetos con un episodio maníaco no reconozcan que están enfermos y que
se resistan a los intentos de tratamiento. Pueden viajar impulsivamente a otras
ciudades, perdiendo el contacto con los familiares o los cuidadores. Pueden
cambiar su vestimenta, el maquillaje o la apariencia personal hacia un estilo más
llamativo o sugerente sexualmente, que resulta extraño en ellos. También pueden
involucrarse
en actividades que tienen una cualidad desorganizada o rara (regalar caramelos o
dinero, o aconsejar a cualquier desconocido con el que se encuentren).

El episodio maníaco puede acompañarse de juego patológico y comportamientos


antisociales. Las consideraciones éticas pueden quedar olvidadas, incluso para
personas que habitualmente son tenidas por muy responsables (p. ej., un corredor
de bolsa puede comprar y vender valores de forma inapropiada y sin el
conocimiento o la autorización de los clientes; un científico puede apropiarse de
los hallazgos de otros).

El sujeto puede estar hostil y amenazar físicamente a los demás. Algunos sujetos,
en especial los que tienen síntomas psicóticos, se vuelven físicamente agresivos o
suicidas. Las consecuencias adversas de un episodio maníaco (p. ej.,
hospitalización involuntaria, problemas legales o problemas económicos graves) a
menudo son el resultado del empobrecimiento del juicio y la hiperactividad.
Cuando ya han superado el episodio maníaco, la mayoría de los sujetos se
sienten apenados por su comportamiento durante el episodio maníaco. Algunos
sujetos refieren tener los sentidos del olfato, el oído o la visión más finos (p. ej., los
colores parecen más brillantes). Cuando hay síntomas catatónicos (p. ej., estupor,
mutismo, negativismo y trastornos posturales), se ha de indicar la especificación
con síntomas catatónicos (v. pág. 390).

El estado de ánimo puede cambiar muy rápidamente de la ira a la depresión. Los


síntomas depresivos pueden durar unos momentos, horas o más raramente días.
No es raro que los síntomas depresivos y los síntomas maníacos aparezcan
simultáneamente. El episodio se considera mixto si los criterios para un episodio
depresivo mayor y para un episodio maníaco se cumplen cada día durante al
menos 1 semana (v. pág. 339).

A medida que se desarrolla el episodio maníaco, suele haber un aumento


sustancial del consumo de alcohol o estimulantes, que pueden exacerbar o
prolongar el episodio.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo


Las consideraciones respecto a la cultura que se sugirieron en relación con
los episodios depresivos mayores también son aplicables a los episodios
maníacos (v. pág. 330).
Los episodios maníacos en adolescentes son más proclives a incluir síntomas
psicóticos y pueden asociarse a mala comportamiento escolar, comportamiento
antisocial, fracaso escolar o consumo de sustancias.

Una minoría significativa de adolescentes parece tener una historia de problemas


de comportamiento de larga duración que preceden al inicio del episodio maníaco
franco. No está claro si estos problemas representan los pródromos prolongados
de un trastorno bipolar o si son un trastorno independiente. Para una información
específica respecto al sexo, véanse los apartados correspondientes en los textos
sobre trastorno bipolar I (pág. 360) y trastorno bipolar II (pág. 368).

Medicamentos Alopáticos o Tratamiento


 Estabilizadores del estado de ánimo (p. ej., litio, algunos
anticonvulsivos) o un antipsicótico de segunda generación
 Apoyo y psicoterapia

El tratamiento del trastorno bipolar habitualmente tiene 3 fases:

 Aguda: para estabilizar y controlar las manifestaciones iniciales, a


veces graves
 Continuada: para alcanzar una remisión completa
 De mantenimiento o de prevención: para mantener a los pacientes
en remisión

La mayoría de los pacientes con hipomanía pueden recibir tratamiento


ambulatorio, si bien la manía o la depresión grave a menudo requieren
tratamiento en internación.

Terapia farmacológica del trastorno bipolar


Los fármacos para el trastorno bipolar incluyen
 Estabilizadores del estado de ánimo: litio y algunos anticonvulsivos,
especialmente el valproato, la carbamazepina y la lamotrigina
 Antipsicóticos de segunda generación: aripiprazol, lurasidona,
olanzapina, quetiapina, risperidona, ziprasidona y cariprazina.
Estos fármacos se utilizan solos o combinados en todas las fases del
tratamiento, aunque en diferentes dosificaciones.

La elección del fármaco para el tratamiento del trastorno bipolar puede ser difícil
porque todos los agentes tienen efectos adversos importantes, las interacciones
farmacológicas son frecuentes y ninguno es universalmente eficaz. La selección
debe basarse en el que previamente ha sido eficaz y bien tolerado en un
paciente dado. Si el paciente no recibió en forma previa medicamentos para
tratar el trastorno bipolar (o cuando se desconoce el antecedente farmacológico),
la elección se basa en los antecedentes clínicos del paciente (efectos adversos
del estabilizador del estado de ánimo específico) y en la gravedad de los
síntomas.
A veces se agregan antidepresivos específicos (p. ej., inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina [ISRS]) para la depresión grave, pero su eficacia es
controversial; no se recomiendan como única terapia para episodios depresivos.
La infusión de ketamina también ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la
depresión bipolar grave.

Otros tratamientos
La terapia electroconvulsiva se utiliza a veces para la depresión refractaria al
tratamiento y también es eficaz para la manía.

La fototerapia puede ser útil en el tratamiento de los síntomas depresivos del


trastorno bipolar de tipo I estacional (con depresión en otoño-invierno e
hipomanía en primavera-verano) o no estacional. Probablemente, sea más útil
como terapia potenciadora.

La estimulación magnética transcraneal, que a veces se utiliza para tratar la


depresión grave y resistente, también ha demostrado ser eficaz en la depresión
bipolar.
Educación y psicoterapia
Es fundamental conseguir el apoyo de los seres queridos para prevenir los
episodios mayores.

A menudo se recomienda seguir una terapia de grupo a los pacientes y su


pareja, ya que allí aprenden cosas sobre el trastorno bipolar, sus secuelas
sociales y el papel central de los estabilizadores del estado de ánimo en el
tratamiento.
La psicoterapia individual puede ayudar a los pacientes a enfrentarse mejor a
los problemas de la vida cotidiana y a ajustarse a una nueva forma de
identificarse a sí mismos.

Los pacientes, en particular los que tienen un trastorno bipolar II, pueden no
cumplir con los regímenes de los estabilizadores del estado de ánimo porque
creen que estos fármacos los hacen estar menos alerta y disminuyen su
creatividad. El médico puede explicarles que el descenso de su creatividad es
relativamente infrecuente, porque los estabilizadores del estado de ánimo en
general dan la oportunidad de conseguir un rendimiento aún mayor en las
actividades interpersonales, escolásticas, profesionales y artísticas.

Debe aconsejarse a los pacientes que eviten consumir sustancias estimulantes y


alcohol para reducir la privación de sueño y reconocer los signos precoces de
una recidiva.

Si los pacientes tienden a ser financieramente despilfarradores, es necesario


retirarles el control de las finanzas, que pasarán a otro miembro de confianza de
la familia. Los pacientes que tengan tendencia a los excesos sexuales deben
recibir información sobre las consecuencias conyugales (p. ej., divorcio) y los
riesgos de infección que conlleva la promiscuidad, en particular el sida.

Los grupos de apoyo (p. ej., Depression and Bipolar Support Alliance [Alianza


de Apoyo Bipolar y Depresión, [DBSA0]) pueden ayudar a los pacientes al
proporcionar un foro para compartir sus experiencias y sentimientos.

Comentario Personal

En conclusión, el trastorno bipolar es un desafío que puede ser superado con la


ayuda adecuada. Aunque vivir con esta condición puede ser difícil, también puede
ser una oportunidad para aprender y crecer como persona. La comprensión y el
apoyo de amigos y familiares son fundamentales para sobrellevar los altibajos del
trastorno bipolar.

Es importante recordar que el trastorno bipolar no define a una persona. Cada


individuo es mucho más que su diagnóstico. Con tratamiento adecuado, terapia y
medicación, las personas pueden llevar una vida plena y satisfactoria. La clave es
buscar ayuda y trabajar en equipo con los profesionales de la salud mental.
Las redes de apoyo son muy importantes, ya que ayudan a mantener y controlar
algunos de las consecuencias que puede traer este trastorno.

La atención pronta y profesional puede ser un parte aguas en este trastorno, ya


que, con el medicamento adecuado, atención psiquiátrica tendrán resultados, si
sumamos el acompañamiento o psicoterapia tambien de un profesional de la salud
mental, esto ayudara con más efectividad y prontitud.

Referencias:

American Psychiatric Association, DSM-IV. (1995) Manual diagnóstico y


estadístico de los trastornos mentales, 4a. versión Masson, Barcelona.

Cameron N. (S/F) Desarrollo de la personalidad y psicopatología, Trillas, México.

Zimmerman Merk (2021) Trastorno bipolares, Rhode Island Hospital


https://www.merckmanuals.com/es-us/professional/trastornos-psiqui
%C3%A1tricos/trastornos-del-estado-de-%C3%A1nimo/trastornos-bipolares?
query=man%C3%ADacos

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