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Universidad “Mayor de San Andrés”

FACULTAD DE MEDICINA

Psiquiatría-Psicopatología
Psicosis maníaco-depresiva

Universitario(a): Ivan Miguel Cardenas Tapia


Docente: Dr. Carlos Dipp
Fecha: 14 de junio de 2023

La Paz - Bolivia
Psicosis maniaco-depresiva o Trastorno bipolar
Se llama trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar psicosis maníaco-depresiva a un trastorno depresivo de
larga evolución, en el que los episodios depresivos se ven interferidos por la aparición de otros episodios
caracterizados por un estado de ánimo elevado (euforia excesiva), expansivo (hiperactividad anómala) o
irritable.
Las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la
persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía,
ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.
Clasificación
- Trastorno bipolar I: Debe presentarse por lo menos un episodio maníaco; la mayor parte de los
enfermos con trastorno bipolar I también ha tenido un episodio depresivo mayor. Cualquier trastorno
cíclico del estado de ánimo que incluya por lo menos un episodio maníaco.
- Trastorno bipolar II. Este diagnóstico requiere de por lo menos un episodio hipomaníaco y un
episodio depresivo mayor. El trastorno bipolar II está conformado por episodios depresivos mayores
recurrentes con episodios de hipomanía interpuestos
Los síntomas de los trastornos bipolar II y bipolar I tienen similitudes importantes. Sin embargo, la
diferencia principal consiste en el grado de discapacidad y malestar que determina la fase de mayor
intensidad, la cual en el trastorno bipolar II nunca implica psicosis ni requiere hospitalización.
- Trastorno ciclotímico. Los pacientes muestran exaltación o depresión crónicas, pero durante los
primeros dos años no cumplen los criterios para un episodio maníaco, hipomaníaco o depresivo
mayor. Estos pacientes muestran oscilaciones repetidas del estado de ánimo, pero ninguna con
gravedad suficiente para considerarse un episodio depresivo mayor o maníaco.
- Trastorno bipolar inducido por sustancias/medicamentos: El alcohol u otras sustancias
(intoxicación o abstinencia) pueden provocar síntomas maníacos o hipomaníacos; no necesitan
cubrir los criterios para alguna de las condiciones mencionadas.
- Trastorno bipolar debido a otra afección médica: Diversas condiciones médicas y neurológicas
pueden producir síntomas maníacos o hipomaníacos; no necesitan cubrir los criterios para alguna de
las afecciones mencionadas.

Etiología
Las teorías vigentes sobre la etiopatogenia de la enfermedad integran los hallazgos genéticos, neuroquímicos,
hormonales, neuroanatómicos, conductuales, psicológicos y sociales en un modelo biopsicosocial de
vulnerabilidad-estrés. Es un trastorno orgánico (no psicológico) que depende de alteraciones biológicas del
cerebro. Es un trastorno crónico.
El sustrato correspondería a los factores genéticos (Autosómico dominante) hereditaria, que son
fundamentales, pero explican sólo una parte del riesgo de desarrollar la enfermedad. Sobre dicho sustrato
actuarían factores ambientales de índole biológica (lesiones cerebrales, fármacos, drogas, cambios
hormonales), psicológica (acontecimientos estresantes, soporte social) e incluso meteorológica (cambios
estacionales).
Formas clínicas y sintomatología:
Los síntomas de la enfermedad maniaco trastorno bipolar están clasificados de acuerdo con los episodios,
dependiendo que estos sean maniacos o depresivos. Los estados maniaco-depresivos se diagnostican de la
siguiente manera:
- Episodio maniaco: Autoestima exagerada sensación de grandeza Un episodio maniaco se
diagnostica si un elevado estado de ánimo ocurre con tres o más de otros síntomas, la mayor parte
del día, casi todos los días o por una semana o más. Si el estado de ánimo es irritable, cuatro
síntomas adicionales deben estar presentes. Los síntomas incluyen: hiperactividad, autoestima
exaltada, irritabilidad externa, fuga de ideas, lenguaje rápido, disminución en la concentración,
disminución en la necesidad de dormir, gastos y compras excesivos o innecesarios, optimismo
excesivo.
- Episodio depresivo: Se diagnostica un episodio depresivo si cinco o más de estos síntomas duran la
mayor parte del día, casi todos los días o por un período de dos semanas o más. Los síntomas
incluyen: ánimo deprimido, pérdida de interés, falta de energía, despertar precoz, ansiedad, dificultad
para concentrarse, retardo psicomotor generalizado, ideas delirantes y negativismo.
- Episodio mixto bipolar: Alternancia en la fase maniaca y depresiva, sin embargo, en algunas
personas, los síntomas de manía y depresión pueden ocurrir juntos en un estado mixto bipolar. Una
persona podría tener un estado de ánimo muy triste y sin esperanza, mientras se siente energizado al
mismo tiempo. Los síntomas incluyen: Euforia expansiva rodeada de cierta ironía, labilidad
emocional, llanto, aceleración del curso del pensamiento, incoherencia, desorientación temporal,
bloqueo, catatónico, tangencialidad, descarrilamiento, fuga de ideas, distraibilidad, megalomanía
jovial, cierto tono paranoide, Ideas delirantes, hipermnesia, déficit amnésico, en la memoria a corto
plazo, insomnio, fatiga, aumento del apetito.
Diagnóstico clínico
El diagnóstico de los trastornos bipolares es clínico y se fundamenta en la presencia, actual o pretérita, de un
episodio maníaco o hipomaníaco. Los criterios para el diagnóstico de manía de acuerdo con el DSM-5 son
los siguientes:
A. Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o
irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo una
semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los días (o cualquier duración si se necesita
hospitalización)
B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o la actividad, existen
tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) en un grado
significativo y representan un cambio notorio del comportamiento habitual:
1. Aumento de la autoestima o sentimientos de grandeza
2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres
horas de sueño)
3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad
5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos
externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.
6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o
agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito, no dirigida a un objetivo)
7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias
dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones
sexuales o inversiones de dinero imprudentes)
C. La alteración del estado del ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante en el
funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el daño a í mismo
o a otros, o porque existen características psicóticas
D. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un
medicamento, otro tratamiento) o a otra afección médica
Nota. Un episodio maníaco completo que aparece durante el tratamiento antidepresivo (p. ej., medicación,
terapia electroconvulsiva), pero persiste en un grado totalmente sindrómico más allá del efecto fisiológico de
ese tratamiento, es prueba suficiente de un episodio maníaco y, en consecuencia, un diagnóstico de trastorno
bipolar I.
Nota. Los criterios A-D constituyen un episodio maníaco. Se necesita al menos un episodio maníaco a lo
largo de la vida para el diagnóstico de trastorno bipolar I.
El diagnóstico diferencial debe plantearse siempre en primer lugar con los cuadros producidos por
enfermedades médicas o consumo de sustancias. muestra las enfermedades o lesiones y las sustancias que
con mayor frecuencia pueden producir cuadros maniformes y depresivos.
En todos los casos, el antecedente del consumo de la sustancia o el padecimiento de la enfermedad física de
base debe hacer sospechar el diagnóstico, que debe apoyarse también en la ausencia de historia previa del
trastorno, probable ausencia de antecedentes familiares y curso clínico ulterior.
Diagnóstico diferencial:
Episodio depresivo mayor: Un episodio depresivo mayor puede acompañarse de síntomas hipomaníacos o
maníacos (p. ej., menos síntomas y de menor duración que los requeridos para el diagnóstico de manía o
hipomanía). Cuando el paciente presenta un episodio de depresión mayor, se debe tener en cuenta si el
individuo ha sufrido en el pasado episodios de manía o de hipomanía.
Trastornos de personalidad: Los trastornos de personalidad, como el trastorno límite de la personalidad,
pueden tener un solapamiento importante de síntomas con los trastornos bipolares. Los síntomas deben
suponer un episodio diferente y debe observarse el incremento apreciable que se requiere para el diagnóstico
de trastorno bipolar. No se debería realizar un diagnóstico de trastorno de la personalidad durante un
episodio afectivo sin tratar.
Trastornos con irritabilidad prominente: En los individuos con irritabilidad marcada, en particular los
niños y los adolescentes, hay que tener cuidado y aplicar el diagnóstico de trastorno bipolar sólo a aquellos
que hayan presentado un episodio claro de manía o hipomanía.
Trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático u otros
trastornos de ansiedad. Para diferenciar el trastorno de ansiedad generalizada del trastorno bipolar, ya que
las rumiaciones ansiosas pueden confundirse con la aceleración del pensamiento, y los esfuerzos por
minimizar los sentimientos de ansiedad pueden entenderse como conductas impulsivas. De igual modo, los
para diferenciar el trastorno bipolar del estrés postraumático, puede ser de gran ayuda evaluar la naturaleza
episódica de los síntomas, así como considerar sus factores precipitantes.
Tratamiento:
Tratamiento farmacológico:
- Antipsicóticos: como la clozapina, útil en casos de manía refractaria a dosis medias de 500 mg/día
- El litio, que previene las recaídas en la manía y la depresión, y es eficaz en la prevención del
suicidio;
- El valproato sódico, uno de los antiepilépticos más utilizados en los trastornos bipolares que ayuda
como estabilizador del ánimo;
- la carbamazepina, de igual uso que el anterior, se elige la cuando existen episodios de auto-hetero
agresividad asociados;
- el topiramato que es un antiepiléptico que no produce ganancia de peso;
- los bloqueadores de los canales del calcio; que ayuda como estabilizador del estado de ánimo
- los neurolépticos, como el haloperidol se prescriben cuando aparecen síntomas de excitabilidad,
irritabilidad e inquietud psicomotora importante.
Terapia electroconvulsiva: es un tratamiento eficaz cuando existen síntomas graves y para pacientes que no
responden a la medicación o la psicoterapia. Se practican generalmente tres sesiones semanales, y la
respuesta acostumbra a producirse a partir de la sexta sesión. La TEC es el tratamiento de primera elección
en el delirium maníaco, en la manía catatónica y en pacientes embarazadas
Profilaxis del suicidio en la forma depresiva
Estrategias eficaces para prevenir el suicidio:
– Restricción del acceso a los medios de suicidio, como sustancias tóxicas y armas de fuego,
– Identificación y tratamiento de las personas que sufren trastornos mentales y por consumo de
sustancias,
– Mejora del acceso a los servicios de salud y la asistencia social, y cobertura responsable de las
noticias sobre suicidios en los medios.
Orientación del paciente y la familia:
Los familiares deben tener un conocimiento lo más exacto posible de la enfermedad de su hijo/a. Se debe
trabajar con ellos con el objetivo de que pierdan los miedos y que puedan colaborar el tratamiento a través de
la comprensión de los “problemas de conducta” y los inexplicables cambios de humor tan característicos de
estas enfermedades.
La psicoeducación proporciona un marco teórico-práctico que permite comprender y afrontar mejor el
trastorno y sus consecuencias. Va más allá de la transmisión de información, incide en cambios cognitivos y
conductuales, para ello cuenta con un entrenamiento en habilidades prácticas.
Melancolía: Estado depresivo grave. El término melancolía involutiva se refiere a un trastorno depresivo
que aparece al final de la edad adulta o al principio de la vejez.
Clínica:
– Hiporexia
– Pérdida de peso
– Aplanamiento afectivo
– Despertar Precoz
– Sentimiento de culpa

Bibliografía:
1. Vallejo R.J., Alvarez E.E. et. al. Introduccion a la Psicopatologia y la Psiquiatria. Nueva York, NY, Estados
Unidos de América: McGraw-Hill; 2015.
2. World Health Organization. Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas
relacionados con la salud. OPS, Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la Organización
Mundial de la Salud; 1995.
3. Pichot P, López-Ibor Aliño JJ, Valdés Miyar M. DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. 1995.
4. Sadock BJ, Sadock VA, Ruiz P. Manual de Psiquiatría Clínica. Baltimore, MD, Estados Unidos de
América: Wolters Kluwer Health; 2001.

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