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Thomas Kuhn (1922-1996), reconocido historiador y filósofo, autor del libro que él

mismo denominaba ensayo, “La Estructura de las Revoluciones Científicas” (2004),


obra muy criticada para aquel entonces, y analizada minuciosamente por muchos
escritores y filósofos con fuertes señalamientos que provocaron que Kuhn saliera en su
defensa tres años después de ser publicada; marcada con un enfoque netamente
filosófico de la ciencia, a juicio de la autora del presente escrito, aportando un valor
didáctico que presenta a la ciencia genuina definiéndola como normal, y como ella se
transforma en revolución científica.

La vía o método por la cual Kuhn analiza la ciencia es el enfoque histórico, dedicándose
en primera instancia al estudio de la historia de la ciencia y revisando, así como surgen
diversas cuestiones que muestran un contraste entre dos concepciones de la misma.
Por un lado, explica Sánchez-Cerezo (2003), la ciencia entendida como una actividad
completamente racional y controlada; tal como la presenta el Círculo de Viena (1922-
1936), que para la concepción científica del mundo, se ocupaba principalmente de la
lógica de la ciencia, fundamentando la filosofía como una disciplina encargada de
distinguir entre lo que es ciencia y lo que no es, y de la elaboración de un lenguaje
común a todas las ciencias.

La polémica que más literatura ha generado hoy en el campo de la ciencia, ha sido


talvez la disputa entre ciencias sociales y ciencias naturales, sobre todo con respecto al
método y se ha constituido también en la polémica que más interés ha despertado entre
seguidores de uno y otro método de las ciencias, es decir, de los métodos cualitativos y
cuantitativos. En medio de estas discusiones teóricas se ha colocado un concepto que,
aunque no es nuevo como veremos luego, sí ha despertado bastante debate en los
círculos académicos, especialmente en la filosofía de la ciencia, no solamente por la
carga de sentimientos que despierta, sino, sobre todo, por los valores epistemológicos y
sociológicos de que se halla cargado. Me refiero entonces, al concepto de “paradigma”.

Las definiciones se han multiplicado por doquier, en unos casos con mayor precisión
que en otros y para todas las disciplinas y campos del saber. Pero por su originalidad
ha tenido su despertar mayor en el campo de las ciencias en el siglo XX. Cabe destacar
que, la ciencia de forma tradicional había sido abordada como un conjunto o
acumulación de conocimientos, en cambio Thomas Kuhn incorpora las variables
tiempo, cambio y de comunidad científica para dar cuenta de las revoluciones
paradigmáticas. Para Kuhn, un paradigma es u conjunto de valores, conocimientos y
métodos, aceptados por la comunidad científica, es decir, es un modelo o un punto de
vista, que define específicamente cómo se hace ciencia, qué es la ciencia y qué es y
qué no es un conocimiento científico, los cuales para el mencionado autor tienen un
poder explicativo.

De igual manera, para el mencionado autor la historia muestra que a lo largo de su


evolución que, las disciplinas científicas han pasado por distintos ciclos que él mismo
denomina “ciencia normal” y “ciencia revolucionaria”. De acuerdo con este esquema, los
ciclos a que están sometidas las ciencias a través de la historia se inician con una etapa
más o menos prolongada de “presciencia” o periodo “pre-paradigmático”, durante el
cual se recogen observaciones casi al azar, sin un plan definido y sin referencia a un
esquema general. En este periodo pueden surgir varias escuelas de pensamiento que
compiten entre sí, pero sin que prevalezca alguna de ellas sobre las demás. Sin
embargo, poco a poco un sistema teórico adquiere aceptación general, dando lugar a la
idea de “paradigma”, que representa la teoría general o conjunto de ideas aprobadas y
sostenidas por una generación o un grupo coherente de científicos contemporáneos.

Según mi criterio, la ciencia es una realidad única, pero bajo diferentes


manifestaciones, sigue, sin embargo, existiendo también diferentes maneras
metodológicas de acercamiento a ellas para conocer a esa misma realidad. Por tanto,
una es la manera de conocer la realidad natural, y otra es la manera de observar e
investigar la cultura en sus diversas manifestaciones, y aunque desde el punto de vista
metodológico hay diferencias entre los métodos de las ciencias de la cultura, no son,
con todo, excluyentes. Las ciencias sociales pueden servirse de métodos y técnicas
cuantificables y medibles propios de las ciencias naturales, y a la vez, en el campo de
las ciencias naturales es posible hacer inferencias de tipo cualitativo. Todo ello
enriquece y da también mayor firmeza al conocimiento como uno de los ideales de la
ciencia, teniendo en cuenta lo que expresa Bericat (1998), que al “igual que el resto de
autores partidarios de la integración, el argumento base estriba en que cada método
tiene un conjunto de debilidades y fortalezas diferentes, siendo posible diseñar
investigaciones que compensen unas y otras”. (Pág.51).

De acuerdo a lo expresado ateriormente, suele ser importante dirigirse hacia los hechos
los cuales puedan compararse directamente con predicciones de la teoría del
paradigma que muchas veces resulta un poco ambiguo explicarse o aplicarse.
Entonces son necesarios experimentos para escoger entre los métodos alternativos, a
efecto de aplicar el paradigma al nuevo campo de interés. Considero que, no existe
forma de alejarse de todos los paradigmas y compararlos de forma objetiva, sino que
siempre estamos inmersos en uno de ellos y conforme al mismo interpretamos el
mundo que nos rodea, puesto que somos seres observadores y pensamos de forma
diferente, por lo tanto cada uno de nosotros tenemos distintas percepciones,

Como cierre, presento justamente lo que el autor estudiado refiere en la Posdata de su


libro, en cuanto a la transición de la noción de Paradigma a la de Matriz Disciplinaria.
Kuhn expone dos sentidos de paradigma que son relevantes en su sistema conceptual.
En el primero, hace referencia a una constelación de creencias, valores y técnicas que
son aceptados por los integrantes de una comunidad científica. En el segundo, a una
parte de las constelaciones que ofrece concretas soluciones de problemas que,
empleadas como modelos o ejemplos, pueden reemplazar reglas explícitas como base
de la solución de los restantes problemas de la ciencia normal.

Definitivamente, debemos considerar a la Ciencia como el resultado de un constante


proceso de evolución de conocimientos, que enriquece la historia del ser humano y lo
ubica en las posiciones evolutivas de un inquebrantable avance de perfeccionamiento, y
tal como dice Thomas Edison (1847-1931), “la meta de la evolución es llegar a la más
alta ética”. Es decir, prácticamente los paradigmas son cambios o transformaciones que
se adaptan a cada contexto.
BIBLIOGRAFIA

Bericat, E. (1998). La integración de los métodos cuantitativo y cualitativo en la


investigación social. Significado y medida. Barcelona: Ariel Sociología.

Kuhn, T. (2004) La Estructura de las Revoluciones Científicas. Traducción de Agustín


Contin. México: Fondo de Cultura Económica

Sánchez-Cerezo de la F., J. (2003). El Pensamiento de T.S. Kuhn. Artículo publicado en


Webdianoia.

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