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Paradigmas y revoluciones científicas Parte 1

Eduardo Laso

Thomas Kuhn

La publicación en 1962 de La estructura de las revoluciones


científicas del epistemólogo norteamericano Thomas Kuhn inaugura
una vía alternativa y crítica al cientificismo. Desde el estudio de la
historia de la ciencia propone partir de la práctica concreta de los
científicos a lo largo del tiempo. Esta perspectiva histórica y
sociológica de la investigación científica permite elaborar una
concepción diferente de la ciencia, más ajustada a la práctica real. El
estudio histórico muestra que los cambios epocales afectan las
comunidades científicas, los intereses y los conocimientos. Y que el
método de investigación, lejos de ser universal y único, es relativo a
los intereses de la comunidad científica de determinado período y
contexto histórico.

La historia de la ciencia revela que el científico en su práctica


concreta suscribe a una serie de presupuestos compartidos,
conformando una unidad común intelectual: una comunidad
científica. Lejos del planteo falsacionista de que el científico debe ser
crítico con las teorías a las que suscribe, las defiende contra posibles
refutaciones esforzándose por hacer coincidir su concepción teórica
con los hechos. Esa apuesta en favor de la teoría, lejos de ser una
posición dogmática, es lo que le da chances a la teoría de poder
desarrollarse y resolver problemas de investigación.

Comunidades científicas

La investigación científica es una práctica social llevada a cabo


por especialistas que se agrupan por disciplina y especialidad (ej. los
físicos, los matemáticos, los químicos, los astrónomos). Kuhn advierte
que además se agrupan por compartir una serie de supuestos
comunes que les da un determinado modo de ver el mundo que
estudian. Kuhn llama a esos supuestos comunes “paradigma”. Así,
dos científicos pueden pertenecer a la misma disciplina y sin embargo
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basarse en paradigmas diferentes. Aun cuando compartan un mismo
campo de investigación, no piensan ni hacen lo mismo un astrónomo
ptolemaico que un astrónomo kepleriano, o un psicólogo conductista
que un psicólogo psicoanalista, o un físico newtoniano que un físico
einsteiniano. Sus diferentes concepciones los separa más allá de que
estudien el mismo campo.

Una comunidad científica se conforma por científicos que


pertenecen a una misma disciplina y especialidad científica y
comparten un paradigma, es decir, un conjunto de supuestos teóricos,
metodológicos, valores y técnicas que organizan el modo en que
piensan y practican la ciencia.

¿Cómo llegan los investigadores a formar parte de una


comunidad científica? La formación científica ya está históricamente
determinada por aquel paradigma vigente en ese momento, que
promueve la adhesión a un modo de contemplar el mundo y practicar
la ciencia. En cada época se enseñan las disciplinas desde los
paradigmas consagrados. Los estudiantes reciben educación e
iniciación profesional similares, con los mismos manuales y
bibliografía, las mismas lecciones, un mismo conjunto de normas,
técnicas y herramientas, y los mismos ejemplos exitosos de aplicación
de la teoría.

Los miembros de una comunidad científica se encuentran así


vinculados por una determinada tradición científica que organiza su
práctica. Comparten determinados saberes, métodos y técnicas en los
que confían. Tienen un lenguaje técnico común y diferente de otras
comunidades científicas de la misma disciplina, al punto que un sujeto
que pertenezca a un paradigma determinado no puede entender el
lenguaje de otra comunidad de la misma disciplina.

Paradigma

Para Kuhn un paradigma no es sinónimo de teoría. Definido


sociológicamente, un paradigma es una “constelación de creencias,
valores, técnicas, etc. que comparten los miembros de una comunidad

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científica”. Considerado desde su estructura, se trata de una “matriz
disciplinaria”: “matriz” porque está compuesto por varios elementos
(generalizaciones simbólicas, modelos, valores y ejemplares), que
operan al modo de un molde o marco mental para los que se formen
en dicha concepción, y “disciplinaria” porque esos supuestos
instruyen, ordenan y organizan la práctica de investigación de los
futuros científicos, disciplinándolos en su futuro hacer.

El paradigma informa a la comunidad científica qué tipo de objetos


existen en el universo que investiga y el modo en que se comportan,
qué preguntas pueden plantearse sobre la naturaleza y qué técnicas
pueden usarse en la búsqueda de respuestas. La percepción es el
resultado de una combinación entre los datos que recibimos y el
empleo de categorías históricas (educación, lengua, conocimiento e
intereses). De ahí que el paradigma determine la manera de ver el
mundo, ya que la percepción del científico se encuentra afectada por
los conceptos con los que interpreta los hechos.

Estructura general del proceso histórico de una ciencia

En la concepción cientificista, la historia de la ciencia progresa


en un proceso acumulativo de saber dependiente de los logros de
determinadas individualidades destacadas que mediante sus
descubrimientos permiten un avance ascendente y continuo hacia una
explicación científica acabada del universo.

En cambio, la concepción de la historia de la ciencia de Kuhn


señala que la investigación científica es una práctica social que
involucra comunidades científicas en torno de compromisos
paradigmáticos. Y que hay momentos en la historia de una disciplina
en que se producen rupturas, discontinuidades, cambios
revolucionarios que conducen a otra manera de pensar. A partir del
estudio de la historia de la ciencia, Kuhn despeja un patrón o
estructura de la evolución de cualquier disciplina. Distingue así una
serie de etapas típicas por las que atraviesa:

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a) Etapa pre-científica:

Al inicio histórico de cualquier disciplina no hay comunidades


científicas en torno de paradigmas. Kuhn llama a esta primera etapa
“pre-paradigmática” o “pre-científica”. En ella, la investigación es
llevada a cabo por investigadores y escuelas entre los que no hay
acuerdo alguno.

Ante la falta de un paradigma que organice la práctica de


investigación, todos los hechos que pudieran ser pertinentes para el
desarrollo de una disciplina parecen igualmente importantes. De ahí
que en esta etapa la reunión de hechos sea una actividad fortuita y
limitada a los datos de los que se dispone: los accesibles a la
observación directa, a la experimentación casual y a los datos
obtenidos de técnicas de la época (como la medicina o la metalurgia).
La falta de una referencia teórica en la que apoyarse hace que los
investigadores tengan que elaborar sus propios presupuestos y
creencias en torno de la naturaleza. Con estos recursos, cada
investigador termina proponiendo una concepción del mundo diferente.
Se produce así una competencia entre concepciones diversas entre
las que no hay acuerdo ni prevalece ninguna. Un ejemplo de período
pre-paradigmático es el de la física griega entre los siglos VI y IV a. C.
hasta la Aristóteles.

Con el transcurso del tiempo, las divergencias desaparecen por el


triunfo de una de las escuelas (es, por ejemplo, el caso de la física y la
astronomía aristotélicas). Cuando un grupo o individuo produce por
primera vez una síntesis capaz de atraer a la mayoría de los
investigadores, las escuelas desaparecen gradualmente por
conversión de sus miembros al nuevo paradigma.

b) Ciencia normal:

La consolidación de una comunidad científica en torno de


determinado paradigma implica el inicio a lo que Kuhn llama período
de ciencia normal. “Normal” en tanto la investigación científica se
encuentra organizada en torno de los supuestos teóricos, filosóficos y

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metodológicos del paradigma triunfante, que funcionan como norma
para la comunidad científica. Un paradigma logra consenso debido a
que tiene más éxito que sus competidores para resolver algunos
problemas que los científicos consideran significativos. Para ser
aceptado, un paradigma debe parecer mejor que sus competidores,
aunque no explique todos los hechos. Su éxito es al principio una
promesa de resolución de los problemas, basada en determinados
ejemplos concretos exitosos. Y es la práctica de la ciencia normal
quien se encarga de realizar esa promesa mediante la ampliación del
conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como
reveladores. Durante el período de ciencia normal, los científicos
trabajan en el intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de
los límites que proporciona el paradigma.

El objetivo de la ciencia normal se orienta a la resolución de


enigmas o “puzzles”. La metáfora del juego de rompecabezas resulta
apropiada para concebir una tarea en la que el jugador, partiendo del
supuesto de una imagen posible de la totalidad del rompecabezas, se
esfuerza por hacer encajar las piezas que encuentra en un cuadro
general, con la expectativa de que cada pieza finalmente encaje en
una totalidad. Del mismo modo procede el científico: intentando hacer
encajar “partes” de la realidad que estudia en el marco teórico del
paradigma al que suscribe.

Basándose en los supuestos del paradigma, la comunidad


científica se aboca a la resolución de enigmas. Y el éxito en su
resolución se computa como un progreso de la ciencia. Dentro de la
ciencia normal, la resolución exitosa de enigmas proporciona un
desarrollo acumulativo del conocimiento.

A pesar de que la ciencia normal no apunta a producir


novedades fácticas o teóricas, la investigación científica suele
descubrir fenómenos nuevos e inesperados ante los cuales los
científicos se ven llevados a tener que inventar teorías radicalmente
nuevas. A estos fenómenos Kuhn los llama “anomalías del
paradigma”. Una anomalía se presenta como un desajuste inesperado

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entre la naturaleza y las predicciones del paradigma. La anomalía
constituye un tipo de fenómeno que en principio no puede ser
explicado desde los supuestos paradigmáticos. Descubrir una
anomalía y admitirla implica reconocer que la naturaleza ha violado las
expectativas de la ciencia normal. De ahí el interés para la comunidad
científica de resolver este especial tipo de enigmas, en tanto se
presentan como objeciones a las bases en las que se sostiene la
ciencia normal.

La percepción de la anomalía abre un período en que los científicos


intentan resolverla buscando ajustar los conceptos del paradigma. La
exploración de una anomalía concluye cuando la teoría del paradigma
ha sido ajustada de tal modo que lo anormal se haya convertido en lo
esperado. La resolución de una anomalía constituye un éxito del
paradigma. Por el contrario, su persistencia a pesar de los esfuerzos
de solución puede conducir a una crisis que culmine en una revolución
científica.

c) Crisis del paradigma

Kuhn llama “crisis del paradigma” a la pérdida de confianza de la


comunidad científica respecto de los supuestos del paradigma,
generada por el fracaso para resolver anomalías. Esto lleva a los
investigadores a interrogar los supuestos con los que trabajan. Un
período de crisis se inicia cuando los científicos empiezan a detectar
una gran cantidad de anomalías, o un grupo pequeño de ellas que
contradice las bases teóricas del paradigma, o anomalías que
persisten durante mucho tiempo sin poder ser solucionadas.

Las anomalías pueden contribuir a crear una crisis, pero no pueden


demostrar que la teoría es falsa, dado que los científicos siempre
pueden inventar modificaciones de su teoría para eliminar cualquier
conflicto aparente. Frente a la admisión de una anomalía, el primer
esfuerzo del científico es apostar al paradigma vigente para ver hasta
dónde pueden aplicarse las reglas de la ciencia normal para hallar una
solución.

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Cuando una anomalía persiste sin solución, se inician
investigaciones extraordinarias. Son investigaciones que proponen
estructuras teóricas alternativas que modifican o hasta rechazan los
supuestos aceptados hasta ese momento. Las investigaciones
extraordinarias producen soluciones parciales divergentes o una
proliferación de versiones del paradigma, lo que debilita las reglas de
resolución normal de enigmas.

Las crisis pueden concluir de dos maneras:

 El paradigma logra finalmente resolver los problemas que


provocaron la crisis
 La aparición de un paradigma alternativo que parece ofrecer una
solución a las anomalías.

d) Revolución científica

Kuhn habla de revolución científica para describir aquellos


episodios de desarrollo en la historia de la ciencia en que un antiguo
paradigma es reemplazado por otro nuevo e incompatible. Una
revolución científica se inicia con el sentimiento creciente en la
comunidad científica de que un paradigma existente ha dejado de
funcionar adecuadamente en la exploración de la naturaleza, y
concluye con la adopción de un nuevo paradigma.

El paso de la aceptación de un paradigma a otro es semejante a


un cambio súbito en la manera de pensar y ver el mundo. Implica una
transformación súbita en la que la experiencia se ordena de forma
diferente y empieza a presentar aspectos que antes pasaban
inadvertidos al científico.

Kuhn plantea que la elección entre paradigmas en competencia


resulta una elección entre concepciones del mundo incompatibles. Por
lo que el abandono de un paradigma en crisis a favor de otro nuevo o
puede estar determinada por los procedimientos de evaluación de la
ciencia normal, que dependen del paradigma que está siendo

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cuestionado. De modo que la elección entre dos paradigmas en
conflicto no puede resolverse nunca de manera inequívoca mediante
la lógica y la experimentación, y requiere de técnicas de
argumentación persuasiva.

Al inicio de una revolución científica, un nuevo candidato a


paradigma puede tener pocos partidarios. Sus defensores explorarán
sus posibilidades. Las conversiones se producirán poco a poco hasta
que después de que los últimos en oponer resistencia mueran, toda la
profesión se encuentre practicando ciencia de acuerdo con un solo
paradigma: el nuevo y triunfante.

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