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Cinco autores españoles para disfrutar este

verano
Si estás a punto de marcharte de vacaciones y no encuentras un libro que te
acompañe, Carlos Augusto Casas, Manuel J. Valdivieso Fontán, Moha Gerehou,
Marta Robles y Lola Pons tienen la solución
Estrenamos el mes de julio con cinco recomendaciones literarias para disfrutar en la
playa, la piscina o el sofá. Cinco títulos variados con los que amenizar las largas tardes
de verano que tienen en común el estar firmados por autores españoles. ¿Te apetece una
novela histórica o prefieres una distópica? También tenemos un ensayo sobre las
pasiones de los monarcas, otro sobre la lengua española y una interesante reflexión
acerca del racismo. ¿Leemos?

El Ministerio de la Verdad

¿Imaginan un país en el que las franquicias han sustituido a los bares de toda la vida?
¿En el que el azúcar y el tabaco están prohibidos? ¿Donde las personas pululan absortas
en sus móviles y los libros acaban en los contenedores de basura? Esta es la España de
El Ministerio de la Verdad (Ediciones B), el thriller distópico de Carlos Augusto Casas
que nos traslada hasta el año 2030, un escenario surgido tras la Gran Pandemia, donde
todos aceptan sin oposición la pérdida de libertades y las prohibiciones. Ahí surge la
figura de Julia Romero, una joven periodista que se niega a aceptar la versión oficial de
que su padre, un reportero que abandonó repentinamente el oficio años atrás, se ha
suicidado. Cuando Julia descubre que todo rastro de los artículos de su padre ha
desaparecido, su investigación la conducirá hacia el todopoderoso Ministerio de la
Verdad, el organismo responsable de controlar y manipular la información que llega a
los ciudadanos. ¿Qué había descubierto su padre? ¿Quién le ha asesinado? Escrita desde
la experiencia periodística y dotada de ritmo, suspense y frases rotundas, la nueva
novela del autor de Ya no quedan junglas adonde regresar —que supuso todo un
acontecimiento dentro del género negro y ya alcanza la novena edición— es, más allá
de su sugerente argumento y la valentía de su discurso, una interesante reflexión sobre
el devenir de nuestro mundo que nos conecta, inevitablemente, con George Orwell y su
1984, pero también con Ray Bradbury, Margaret Atwood o Michael Ende.

Hernando Colón. El bibliófilo que se enfrentó al emperador


Cristóbal Colón tuvo dos hijos: Diego, nacido de su matrimonio con la portuguesa
Felipa Moniz, y Hernando, el bastardo fruto de su relación con la cordobesa Beatriz de
Arana en los años en que, ya instalado en Castilla, intentaba ganar el patrocinio de los
Reyes Católicos para su proyecto descubridor. Al primogénito le legó sus títulos y los
derechos contractuales pactados en las Capitulaciones de Santa Fe; al menor la
inteligencia, una determinación inquebrantable y el mandato de defender los privilegios
y el nombre de los Colón. Así arranca la sinopsis de Hernando Colón. El bibliófilo que
se enfrentó al emperador, interesante propuesta de la editorial Almuzara, cuya lectura
nos permite descubrir a uno de los hombres con mayor erudición de las cortes europeas
del siglo XVI, cuyo arrojo le llevaría a enfrentarse no sólo al poder representado por
Fernando el Católico y el emperador Carlos, sino también a funcionarios creadores de
una red clientelar en torno a los beneficios económicos que deparaban las Indias. Escrita
con una prosa opulenta y salpicada de datos contrastados que harán las delicias de los
aficionados a la Historia, la obra viene firmada por Manuel J. Valdivieso Fontán,
licenciado en Derecho y en Ciencias Empresariales, que comenzó su carrera literaria
tras la publicación en 2019 de La posibilidad del arrepentimiento. En esta ocasión,
quien fuese cofundador de la Asociación Velázquez por Sevilla, nos ofrece el
apasionante retrato de un personaje desconocido para la mayoría, que a su vez se halla
rodeado de figuras fundamentales de su tiempo, desde el cardenal Cisneros a Bartolomé
de las Casas, pasando por Américo Vespucio, Rafael Sanzio o Miguel Ángel
Buonarroti. Solo por su extensa documentación —Valdivieso empleó ocho años en la
investigación previa— merece la pena hincarle el diente.

Qué hace un negro como tú en un sitio como este

«Durante mucho tiempo me odié por ser negro.» Con esa frase arranca uno de los
testimonios más sorprendentes del año que nos revela hasta qué punto el racismo está
presente entre nosotros y de qué manera condiciona la vida de las personas. Escrito por
el periodista Moha Gerehou, hijo de padres gambianos que emigraron a nuestro país a
inicios de los noventa, Qué hace un negro como tú en un sitio como este (Península) es
un recorrido por la España de los últimos treinta años donde se sitúa a las personas
racializadas como sujetos políticos, se desgrana el rol entre víctimas y verdugos, y se
arroja luz sobre aquello que no se ve, aportando una visión sin victimismos. De este
modo, quien fuese presidente de SOS Racismo Madrid entre 2016 y 2018, rompe el
relato en el que siempre son los «otros», los ajenos, los que nunca serán de aquí, y lo
hace a partir de su propia experiencia en Huesca, la ciudad que le vio nacer y donde se
formó como persona. Riguroso hasta el extremo, honesto y plagado de anécdotas que
nos llevan de la risa al llanto, sus 256 páginas deberían ser de lectura obligatoria en los
institutos de secundaria, pues despejan muchas dudas sobre el fenómeno migratorio y
ayudan a comprender la compleja realidad del mismo. No en vano, Gerehou, que a
pesar de criarse junto a unos padres analfabetos logró estudiar periodismo a base de
esfuerzo, destierra mitos y revela datos sorprendentes, como que España es el país de
Europa con más trabajadores del hogar (el 85% inmigrantes), que de las 348.625
personas que cruzaron nuestras fronteras en 2019 únicamente 14.591 lo hicieron de
manera ilegal, o que actualmente migran más mujeres que hombres.
Pasiones carnales

¿Sabían que el rey Rodrigo, antes de rendir el trono visigodo de Toledo, protagonizó
una de las violaciones más escandalosas de la Edad Media? ¿O que Alfonso VIII, el
héroe de las Navas de Tolosa, perdió la cabeza por una joven a la que descubrió
mientras cazaba? ¿Imaginaban al rey Fernando III dejándose seducir por una Beatriz de
Bobadilla vestida con armadura sexy? ¿O a Felipe V utilizando «juguetes» para
satisfacer a Isabel de Farnesio? ¿Hasta qué punto consintió Carlos IV las infidelidades
de la reina María Luisa? Estas y otras anécdotas forman parte de Pasiones carnales, el
sorprendente trabajo de la periodista y escritora Marta Robles publicado por Espasa.
Una obra jugosísima que recorre la historia de la monarquía española desde los tiempos
de Witiza hasta el siglo XX, y donde podremos descubrir los secretos de alcoba de
numerosos personajes regios. Algunos, como Isabel II o su nieto Alfonso XIII, ya
forman parte del imaginario colectivo por su voraz apetito carnal; pero otros, como
Felipe II o Carlos III, sorprenden por muchos motivos. ¿O acaso el Rey Prudente y el
Mejor Alcalde de Madrid no eran de carne y hueso como los demás? Dividido en 24
capítulos redactados de manera cronológica, Pasiones carnales cuenta con una amplia
bibliografía y destaca por recuperar textos de la propia época de sus protagonistas.
Aunque si algo sobresale en sus páginas es la manera en que Robles recrea escenas y
diálogos subidos de tono de una manera osada aunque verosímil, algo que aleja su
trabajo de los ensayos convencionales sobre personajes históricos. En ese sentido es un
soplo de aire fresco en el género que gustará tanto a expertos como a profanos.
El árbol de la lengua

Rosa Montero calificó a la catedrática Lola Pons de «maga de las palabras», y no


podemos estar más de acuerdo. Ya sea en sus clases de la facultad de Filología de
Sevilla, en sus conferencias por medio mundo o en sus intervenciones radiofónicas y
televisivas, esta enamorada de la Lengua Española consigue cautivar a las audiencias
merced a su combinación de erudición, capacidad divulgadora y simpatía. Esto llevó a
la editorial Arpa a publicar su colección de relatos sobre el pasado y el presente del
español Una lengua muy larga en 2016, dando lugar a un éxito incontestable —la obra
ya alcanza varias ediciones y el aplauso unánime de crítica y público—, y a repetir hace
un año con El árbol de la lengua. Precisamente ahora, coincidiendo con las vacaciones
estivales, recomendamos este libro como lectura de verano no sólo para los estudiantes
que han suspendido la materia, sino para todo tipo de lectores independientemente de su
edad, condición y conocimientos previos. Y es que sus 320 páginas son, además de una
lección magistral sobre nuestro precioso idioma, un compendio de curiosidades que,
merced a su originalidad, ingenio y buen humor, no deja indiferente. Basta con echar un
vistazo al índice para comprobar la brillantez de la propuesta, pudiendo hallar capítulos
titulados «Trasporte no es una falta de ortografía», «Toda la verdad sobre almóndiga»,
«Guiri, te queremos» o «Bikinis y otra ropa mínima», en los que Pons desliza términos
lingüísticos como ‘eponimia’, ‘sintagma’ o ‘aptónimo’, junto a ejemplos sacados del
acervo popular, el mundo de la moda, la ciencia o internet. No en vano, por El árbol de
la lengua desfilan Rosalía, Mary Poppins y «los Javis» junto a Manuel Fraga Iribarne,
El Cid o Safo de Lesbos, y todo ello con una naturalidad pasmosa.

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