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paraíso»
Algaida publica «Cartas a las novias perdidas», LXVI Premio de Novela Ateneo
Ciudad de Valladolid, concedido al escritor y columnista madrileño David Torres.
Una obra donde se dan cita la familia, la hermandad y la fuerza de los lazos de
sangre
Estos son los mimbres con los que David Torres Ruiz, escritor y columnista de prensa
madrileño, urdió el LXVI Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid, al que se
presentó bajo el seudónimo de Lucca Brassi. La que un principio se titulaba Dos
hermanos ha sido finalmente publicada por Algaida como Cartas a las novias perdidas,
ofreciéndonos un originalísimo retablo donde se dan cita la familia, la hermandad y la
fuerza de los lazos de sangre, las cuales vienen aderezadas con buenas dosis de
metaliteratura e ironía.
Ya el propio título, extraído de una frase del presentador Felipe Mellizo —en los 80
estuvo al frente del Telediario—, da buena cuenta de la poesía nostálgica que inunda la
novela. Y es que Cartas a las novias perdidas está escrito en primera persona, como
una larga epístola que Pablo, el escritor-narrador que bebe del propio Torres, utiliza
para comunicarse con el lector; y a su vez contiene todo un rosario de relaciones
amorosas, a ratos creíbles, la mayoría inverosímiles, que nos ayudan a profundizar en su
psique y en la de su hermano Fran a lo largo de varias décadas («El pasado es nuestra
maldición y nuestro paraíso», según el autor).
Además de esto, la obra, que supera por poco las trescientas páginas, establece
paralelismos entre la historia de ambos personajes y la de sus padres, cuyo vínculo con
el cine es tan sorprendente como evocador —los ecos de Samuel Bronston y sus
producciones épicas rodadas en España aportan algunas de las situaciones más brillantes
del libro—. A esto se suma el ritmo, constante desde el primer capítulo, el lenguaje
rotundo y a la vez lírico, la ambientación convincente y una banda sonora que parece
sonar continuamente de fondo. Y para rematar el conjunto, la excelente cubierta de
José Luis Paniagua, uno de los mejores diseñadores editoriales de nuestro país, cuyo
significado sólo puede desentrañarse a través de la lectura.