Está en la página 1de 1

Testamento – Frank Lloyd Wright

V – La tercera dimensión: Interpretación

Cinco: Para resumir, la arquitectura orgánica ve la tercera dimensión nunca como un peso o
mero espesor sino como profundidad. Profundidad, elemento del espacio; la tercera
dimensión (o espesor) transformada en una dimensión del espacio. Una penetración de las
profundidades interiores del espacio en la espaciosidad llega a ser un motivo válido y
arquitectónico en el diseño. Con este concepto de la profundidad interpretando las
profundidades en flor una libertad de diseño que los arquitectos nunca conocieron antes pero
que ahora pueden emplear en sus diseños como verdadera liberación de la vida y de la luz
entre paredes; una nueva integridad estructural, el exterior que entra y el espacio de adentro,
en que se vive, saliendo afuera. Todo diseño de edificio se hace así, realmente
cuatridimensional y hace aparecer más estáticos que nunca los efectos bidimensionales del
viejo tipo de construcción estático de columnas de columnas y vigas y armazón de caja, por
más novedosos que se los haga. Las paredes se hace ahora aparentes más bien como pantallas
humanizadas. Definen y diferencian, pero nunca encierra u obstruyen el espacio. Ha aparecido
un nuevo sentido de la realidad en la construcción de edificios.
La consecuencia natural puede ser ahora una nueva liberación, en todo exterior de
edificio. La primera expresión consciente de lo que yo conozco en arquitectura moderna de
esta nueva realidad – el “espacio interior en que se vive” – fue Unity Temple, en Oak Park.
Autentica armonía y económicos elementos de belleza fueron conscientemente planeados y
pertenecen a este nuevo sentido del espacio interior. La antigua filosofía de Lao-Tsé está
viviente en la arquitectura. La libertad está activa en toda parte del edificio. Espacio, elemento
básico en el diseño arquitectónico.
Esta afirmación, debido al nuevo sentido del “espacio interior” como realidad, nació de
la original afirmación negativa (la gran protestante), de 1904, el Larkin Building de Buffalo, hoy
demolido. Allí aparecía el principio poético de la libertad misma como una nueva revelación en
arquitectura. Nueva libertad que fue por primera vez conscientemente demostrada en Unity
Temple, Oak Park, 1906, como lo escribí en 1927 en “Una Autobiografía”. Con este nuevo
principio en funcionamiento en nuestra arquitectura americana, apareció como innato un
nuevo sentido del estilo. Una calidad connatural con el acto y el arte de la habitación moderna:
ya no aplica por el “gusto”. (Otra vez: “tal como es la vida, así es la forma”, Coleridge nos da
tal vez un mejor slogan que “La forma sigue a la Función”.) Para los americanos como para
todas las formas y matices de seres humanos en todas pates, el “estilo” se hace genérico:
expresión poética del carácter. El estilo es intrínseco o es falso. Como característica del
“espacio interior en que se vive” la vida del estilo es perpetuamente fresca.

También podría gustarte