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ANEMIA NORMOCÍTICA

La anemia es una condición con una reducción del número de glóbulos rojos de
la masa en la sangre. La principal función de los eritrocitos, es transportar
oxígeno de los pulmones a los tejidos del cuerpo y dióxido de carbono como
producto de desecho de los tejidos del cuerpo a los pulmones. Este proceso es
facilitado por la hemoglobina. Una disminución del número de glóbulos rojos en
la anemia disminuye la capacidad del cuerpo para el intercambio de gases
adecuado. El deterioro puede ser el resultado de la pérdida de sangre, un
aumento de la destrucción o la reducción en la producción de glóbulos rojos.
Tradicionalmente, la reducción se cuantifica por la proporción de glóbulos rojos
empaquetados con respecto al volumen sanguíneo, llamado hematocrito y
concentración de hemoglobina. La anemia se puede clasificar de acuerdo con el
volumen corpuscular medio (MCV), una medida del volumen promedio de
glóbulos rojos en una muestra. El MCV bajo indica anemia microcítica, el MCV
normal indica anemia normocítica y el MCV alto indica anemia macrocítica. La
anemia por lo general se define como hemoglobina de menos de 13.0 g/dL en
hombres y menos de 12.0 g/dL en mujeres premenopáusicas. La anemia
normocrómica normocítica difiere de otras formas de anemia ya que el tamaño
promedio y el contenido de hemoglobina de los eritrocitos suelen estar dentro de
los límites normales. Los glóbulos rojos generalmente parecen similares a las
células normales bajo examen microscópico, aunque en algunos casos, puede
haber variaciones en el tamaño y la forma que se igualan entre sí, lo que resulta
en valores promedio dentro del rango normal. La anemia normocrómica
normocítica ocurre con mayor frecuencia como resultado de infecciones crónicas
diversas y enfermedades sistémicas. En la mayoría de las anemias normocíticas
parecen ser resultado de una producción deteriorada de eritrocitos (1). Las
anemias normocíticas son frecuentes o no.

La causa de las anemias en las enfermedades crónicas es multifactorial y el


origen se da en la activación del sistema inmunitario por autoantígenos,
moléculas microbianas o antígenos tumorales, que producen la liberación de
varias citocinas inflamatorias y radicales libres que favorecen el incremento de
la hepcidina. Las citocinas implicadas son la IL-6, IL-1b, IL-22, los
lipopolisacáridos (LPS), el factor de necrosis tumoral alfa (TNFα), el interferón
gamma (INFγ) y otras. Como consecuencias de estas alteraciones se producen
cambios de la homeostasis del hierro, sobre todo en la hiposideremia, una
supresión de la eritropoyesis, un acortamiento de la supervivencia de los
eritrocitos y una reducción en la producción de EPO. Está anemia suele ser
normocítica/normocrómica, es la más prevalente, seguido de la anemia
ferropénica, y es la se presenta con mayor frecuencia en los ancianos y en los
pacientes que están hospitalizados (2).

1. G Y, H S. Normochromic Normocytic Anemia. Oxford Textb Med [Internet]. 2021 May [cited 2021 Dec 2];4400–2.
Available from: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33351438/
Si es una anemia grave, la calidad de vida del paciente se deteriora y puede
2. de las Cuevas Allende
ocasionar R, Díaz denegativo
un impacto Entresotos L,
enConde Díez S. Anaemia of chronic
la supervivencia. diseases: Pathophysiology,
Los procesos que cursan diagnosis
and treatment. Med Clin (Barc) [Internet]. 2021;156(5):235–42. Available from:
con fenómenos inflamatorios crónicos pueden generar anemias en las
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2020.07.035
enfermedades crónicas, enfermedades como artritis reumatoide, lupus
eritematoso sistémico, vasculitis, sarcoidosis, enfermedad inflamatoria intestinal,
también las enfermedades neoplásicas, la enfermedad renal crónica, las
infecciones agudas/crónicas bacterianas, micóticas, virales y parasitarias,
también el rechazo crónico de trasplantes de órganos, insuficiencia respiratoria,
insuficiencia cardíaca, obesidad y otros procesos crónicos. El incremento de la
hepcidina en las infecciones es un mecanismo de defensa del huésped contra
las infecciones ya que limita la disponibilidad de hierro a los microorganismos.
Además de los síntomas que son específicos de la enfermedad subyacente y del
proceso inflamatorio sistémico que está asociado, los pacientes, que en general
son mayores, presentan un aumento de los reactantes de fase aguda, como una
velocidad de sedimentación, proteína C reactiva y otros que, junto con la anemia,
dan lugar a todo un cortejo de datos clínicos, más o menos intensos,
dependiendo de los niveles de hemoglobina. Algunos pacientes críticos con
procesos inflamatorios agudos pueden presentar un cuadro clínico similar al
“síndrome de liberación de citocinas”, con una masiva subida de citocinas,
especialmente de IL-6. Los síntomas de la anemia se dan por consecuencia de
la hipoxia, pero el déficit de hierro efectivo da síntomas adicionales ya que
además están afectados la función mitocondrial, el metabolismo celular, las
actividades enzimáticas y la síntesis de neurotransmisore. Las personas con
anemias en las enfermedades crónicas tienen una “deficiencia funcional de
hierro” y la anemia que suelen presentan es normocítica/normocrómica y de
intensidad leve a moderada (2).
El diagnóstico de la anemia inflamatoria es principalmente de exclusión. La mejor
forma de diagnosticarla es documentar una anemia de baja producción en el
contexto de una enfermedad inflamatoria. Los pacientes con anemias en las
enfermedades crónicas suelen presentar hiposideremia, baja saturación de la
transferrina, reticulocitopenia y un dato importante es el aumento de los niveles
de hepcidina y de ferritina sérica, que traduce una elevación del hierro en los
macrófagos del SMF. El diagnóstico diferencial debe hacerse con la anemia
ferropénica verdadera, en la que hay un déficit absoluto de hierro, que
analíticamente se traduce en una anemia microcítica e hipocrómica con
hiposideremia, aumento de la transferrina, reticulocitopenia, pero con niveles
bajos de ferritina y de hepcidina, lo que descarta las anemias en las
enfermedades crónicas. Además, el receptor soluble de la transferrina está
elevado en la anemia ferropénica y es normal en la anemia en las enfermedades
crónicas. En ocasiones, la anemia en las enfermedades crónicas pude coexistir
con un déficit verdadero de hierro, en cuyo caso debe investigarse el lugar por
donde se pierde la sangre, pero en estos casos la ferritina no suele estar elevada,
puede ser normal o un poco baja. La evaluación de una ferritina
inadecuadamente baja, en el contexto de una anemia en las enfermedades
crónicas con deficiencia de hierro, puede ser difícil de definir en la práctica

2.
clínica, pero es importante tenerlo presente porque, en estos casos, el
de las Cuevas Allende R, Díaz de Entresotos L, Conde Díez S. Anaemia of chronic diseases: Pathophysiology, diagnosis
tratamiento
and treatment. Medcon
Clinhierro intravenoso
(Barc) [Internet]. puede ser efectivo
2021;156(5):235–42. (2).
Available from:
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2020.07.035
El tratamiento está dirigido a controlar la enfermedad que sea de base y a
corregir la anemia. En ocasiones se ha usado hierro intravenoso y EPO, pero el
futuro terapéutico está dirigido contra la hepcidina, que es la responsable final
de la anemia (2).
Las anemias normocíticas son la más prevalente, seguido de la anemia
ferropénica, y es la más frecuente en el anciano por lo que es importante su
diagnostico para un tratamiento oportuno.

Referencia
1. G Y, H S. Normochromic Normocytic Anemia. Oxford Textb Med
[Internet]. 2021 May [cited 2021 Dec 2];4400–2. Available from:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33351438/
2. de las Cuevas Allende R, Díaz de Entresotos L, Conde Díez S. Anaemia
of chronic diseases: Pathophysiology, diagnosis and treatment. Med Clin
(Barc) [Internet]. 2021;156(5):235–42. Available from:
https://doi.org/10.1016/j.medcli.2020.07.035

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